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Mi señor por Hirra

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Notas del capitulo:

Mujajajajajaja he vueltooooooo!! 

¡Antiguos espíritus del mal... transformen este cuerpo decadente... en Mumm-Ra, el Inmortaaaaal! jajajaja Les traigo yaoi gracias al poder de Mumm-ra

jajajjajaj eso de juntarme con mi padrino y ver los ThunderCats nunca es bueno jajjajaa

En fin, heme aqui actulizando jejeje Vengo risueña el dia de hoy, hay que sonreirle a la vida. 

 

...¡Nuevos personajes aparecen! ¡Un cambio en los sentimientos del Hipo! ¡Conoce más del pasado de esta joven pareja! ...¡Todo esto en este nuevo capitulo titulado...chan chan chan chaaaan...."Sin tiempo de esconderse"

 

 

TERCERA LLAMADA, TERCERA LLAMADA...COMENZAMOS XD

Episodio 7

Sin tiempo de esconderse

 

-Jefe, llegó la hora –mencionó un joven de cabellos negros con ligeros destellos azulados.

 

-¿Saben dónde esta? –murmulló el viejo de hombre de apariencia amenazante.

 

-Sí –agregó- Debemos de partir ahora.

 

-¿En dónde se encuentra? –cuestionó con aquella voz grave y fuerte que tanto le caracterizaba.

 

-Norteamérica, al este de Washington. Su ubicación aun no es exacta pero sospechamos que esta en los territorios del grupo Frost.

 

-Ya veo –calló unos segundos pensativo –Gracias por el informe Toothless, puedes retirarte.

 

-Con su permiso Stoick –dio por terminada su conversación, saliendo a paso elegante de la habitación, se dirigió camino a la entrada principal de aquella majestuosa mansión. Miró a su alrededor viéndose rodeado de pequeñas casas donde habitaban los diferentes ciudadanos que permanecían bajo el manto cuidadoso del gran Stoick, apodado el Vasto; jefe del grupo Horrendous.

 

-Creo que nos volveremos a ver…Hipo –habló para el viento Toothless, con su mirada perdida, observó el cielo que se alzaba a lo lejos. Sus ojos de aquel peculiar color verde toxico se vieron iluminados por el sol mientras este sonreía de lado con dichosa alegría.

 

Un trillido regreso la atención del hombre, trayéndolo de regreso a su realidad. Viró la cabeza al darse cuenta de cómo una mujer joven de cabellos rubios miraba con pena hacia él.

 

-Supongo que los esfuerzos de Valka fueron en vano ¿no es así? –mencionó la dama con voz melancólica mientras caminaba al lado del joven.

 

-Puede ser –contestó con el mismo deje triste de la muchacha -¿Qué piensas hacer Astrid? Sabes bien que no tenemos ningún poder sobre las decisiones del jefe.

 

-Pero esto no es lo que ella quería –respondió –Ella deseaba que su hijo fuera libre, lejos de toda esta muerte, lejos de todo. Valka sólo quería que Hiccup tuviera una buena vida.

 

-Lo sé, Astrid, lo sé –interrumpió las palabras de la rubia sin duda alguna –Se muy bien el sacrificio que cometió Valka por el bien de su hijo pero eso no importa ahora. Stoick ya ha tomado una decisión y es nuestro deber seguirla.

 

-¿Y qué pasa con la muerte de Valka? ¿Habrá sido un desperdicio?  ¿Dejaras que ese niño sufra en nuestras manos? 

 

-¡Cállate! –vociferó a gritos, sus alaridos resonaron con fuerza en el lugar.

 

-¡No Toothless, ya ha sido demasiado!

 

-¿Y que quieres que hagamos? ¡Tú y yo no tenemos ninguna fuerza contra él! ¡Eso lo sabes!

 

-¡Pero no podemos dejar que regrese, no aquí! –agregó -¡Sabes bien la razón por la cual Valka se sacrifico al entregar a su propio hijo a unos completos desconocidos! ¡Quería salvarlo de ellos…de nosotros!

 

-¡Astrid! ¡Ya es suficiente! –bramó arto -¡Debemos obedecer sus ordenes!

 

-¿Aún si esa significa el sufrimiento de Hiccup? –aquellas palabras golpearon con fuerza en el corazón ajeno. Sus gestos se deformaron en uno de profunda tristeza y melancolía.

 

-¿Y qué podemos hacer? –cuestionó cansado –Sí tienes un plan de cómo salvar a Hipo y regresar a salvo, yo te sigo. Si no, no queda nada que hacer.

 

Astrid dirigió una mirada desconsolada al hombre. Hacia tiempo que Toothless se le veía cansado y sin ganas de hacer algo. Su rostro se volvía más pálido con el paso del tiempo; su cuerpo había adelgazado un poco desde que Hipo se había ido y de eso hace muchos, muchos años atrás.

 

-Haz cambiado Toothless –habló Astrid con voz calma y la vez decepcionada –Demasiado.

 

-Basta –respondió con voz fría.

 

-La desaparición de Hiccup en aquel entonces nos afecto a todos, lo sé, te comprendo. Ya han pasado muchos años desde entonces, diez para ser exactos. Se cuanto te dolió eso, lo entiendo pero…

 

-Tú no entiendes nada Astrid –sus ojos se tornaron sucios y sin vida, pequeñas lagrimas comenzaron a derramarse por sus mejillas llegando al borde de su blanco rostro –Tú no sabes cómo me sentí al pensar que había perdido lo único que me importaba. Yo no tenía a nadie más que él.

 

Un viento helado soplo sobre la mansión, llevando consigo un par de hojas que acariciaban con gentileza el suelo. Nuevamente, la profunda mirada del moreno, se vio atrapada en el cielo azul. Extendió su mano con deseo, como si tratará de alcanzar algo; algo lejano y a la vez imposible. El viento dejo de soplar y con ello aquel extraño ritual del joven. Ignorando sus desolados pensamientos, se encaminó a la entrada de aquel exuberante palacio.

 

Un suspiro sordo salió de sus labios, seguida de una lastimera sonrisa que surcó sus gestos. Respiró hondo y se tumbó en el sillón más cercano que encontró, dejándose llevar así, por el sueño más profundo que pudiera desear.

 

Mientras tanto, a unos cuantoso quizás miles de kilómetros de distancia. En la bella capital estadounidense, en un prado verde de aire amenazante; se alzaba otra mansión solitaria. Unos cuantos sirvientes se movían presurosos por los establos, otros cuantos por el jardín haciendo sus deberes y otros más vagaban por los pasillos del inmueble.

 

En una gigantesca habitación de altas paredes, se encontraba un joven albino de ojos azulados. Su mente divagaba sin poderse concentrar en su trabajo, papeles y más papeles se apilaban a su alrededor cubriendo todo el escritorio. Retrocedió con su silla quedando enfrente de la ventana. Sus pensamientos viajaron trayendo consigo imágenes de un pequeño castaño de ojos verdes. Una sonrisa inocente surcó sus labios al recordar aquel momento en conoció al infante del cual se enamoró. Unos minutos pasaron entretenido en el dulce recuerdo; la sonrisa se borró cuando se dio cuenta de su actual situación.

 

-Demasiado poco –pensó en sus adentros al recordar el tiempo destinado para su futura boda ¿Cómo resolvería aquel lio en que se vio involucrado?

 

-Seis meses, sólo eso –vociferó levantándose de su silla. Miró fatigado la habitación, echo un vistazo a los libros en las estanterías que cubrían las paredes, con posteridad observó nuevamente los documentos sobre su escritorio e ignorando por completo las arduas horas de trabajo que lo esperaban; decidió salir del lugar.

 

Otra vez, en alguna de las habitaciones de aquella extravagante casa, una escena escalofriante se presentaba.

 

-¡Fuera! –ordenó con tono de superioridad la heredera Dunbroch, finalmente la sirvienta salió de la habitación a paso apresurado, echo una ultima mirada al castaño y cerró la puerta.

 

-¿Quién eres? –cuestionó Hipo mirando a la mujer pelirroja con despecho y desdén, algo le decía que esta tipa no eran mas que problemas -¿Cómo te llamas?

 

-Mérida Dunbroch – contestó tajante.

 

-¿Y qué es lo quieres?

 

-Te ofrezco un trato –respondió si mensura ni rodeos.

 

-¿Eh? –exclamó confundido.

 

-Un trato, un intercambio simplemente –agregó –Tú haces lo que te pido y yo te recompenso ¿Qué dices?

 

-¿Qué es lo qué quieres que haga? –respondió aun desconfiado.

 

-Fácil, la tarea más sencilla del mundo –sentencio –Ignora a Jack.

 

-¿Eso es todo?

 

-No –agregó –Quiero que lo tortures, hazlo sufrir, que se pierda en su propia existencia…Tú lo odias no es así, él te violó, te hizo agonizar del dolor, no querías estar aquí ¿cierto? Haz lo que te pido, es sencillo si eres tú.

 

-¿Y que gano a cambio?

 

La pelirroja se acercó a paso lento a la cama donde descansaba Hipo, se sentó en la misma y con delicados movimientos, se colocó al lado de su oreja, susurrando con palabras suaves…

 

-Tu libertad…

 

Los ojos de Hipo se abrieron en sorpresa, dejando aun más a la vista aquellas esmeraldas que poseía.

 

-¿Ha…hablas en serio? –titubeó un poco antes de responder.

 

-Por supuesto –contestó –Lo único que pido es eso, crees que puedas hacerlo. Sólo tu puedes hacer –mencionó acercándose mas y mas al cuerpo del castaño, atrayéndolo a la trampa que ella había planeado. Necesitaba librarse de él antes de que fuera demasiado tarde –Sólo tú –habló de nuevo.

 

-¡Mérida! –se escuchó una voz entrando al lugar -¿Qué haces aquí? ¿Quién te dejo entrar?

 

-Hola Jack ¿Qué sucede? –habló con cinismo mientras acariciaba el rostro de Hipo –No estoy haciendo nada malo.

 

-¡Aléjate de él ahora mismo si no quieres terminar muerta antes de lo necesario! –su voz era potente y sin vacilaciones, se acercó a la mujer de cabello rizado y tomándola con brusquedad, alejó su mano del rostro de su “sucré rose”.

 

-¡Hey, imbécil, suéltame! –bramó escandalizada.

 

-¿Qué haces aquí, Mérida? ¡Responde!

 

-¿Tú que crees? –agregó -¡Librándome de este crio antes de que sea tarde!

 

-¡Este no es el trato! –vociferó sujetando con fuerza el brazo de la mujer -¡Te prohíbo que te acerques a Hipo! ¿Quedo claro Dunbroch?

 

-Aleja tus malditas garras de mí, Jack –habló desafiante –Yo solo le estaba concediendo la oportunidad de su vida a este “pobre” niño.

 

-¿Qué? –bramó aun mas molesto -¿Qué hiciste?

 

-Yo nada, mejor pregúntate qué va a hacer él –dijo señalando con la mirada al castaño que miraba todo con cara de desentendimiento –Ahora suéltame.

 

Con gesto fulminante, retiro la mano que le sujetaba con brusquedad, dio media vuelta y se encaminó a la salida no sin antes, echar un vistazo al menor quien seguía tendido en la cama –No olvides lo que te propuse, estaré esperando tu respuesta – y sin mas nada, salió de la habitación entonando una sonrisa satisfactoria.

 

La habitación se vio envuelta en un lúgubre silencio, pocos minutos pasaron cuando el joven amo decidió hablar. Se encontraba cabreado y posiblemente irritado. Miró al menor, sus ojos demostraban una especie de miedo y temor. Jack respiro hondo tratando de calmar sus nervios, reflexionó un poco acerca de lo ocurrido la ultima vez, cuando a causa de su enojo y egoísmo, el calor del momento le ganó a la razón y terminó hiriendo gravemente a Hipo. Después de unos segundos, con voz más calmada, observó al castaño.

 

-¿Estas bien? –fue lo primero que dijo. Dichas palabras tomaron por sorpresa al joven, quien en un intento de valentía se vio derrumbada ante aquellas dulces palabras -¿Cómo te sientes? ¿Todavía te duelen tus heridas?

 

El rostro de Jack era apaciguo y sin rastro de maldad, su voz terciopelada acariciaba con dulzura los oídos de Hipo, llevándolo aun mas a su confusión ¿Quién era ese hombre que le sonreía amablemente? Se interrogaba a si mismo.

 

-Veo que no has comido nada –agregó sin molestia alguna – Si no te gusta lo que te traen, bien podrías decirme. Ordenaré que te hagan lo que quieras ¿vale?

 

-¿Por qué? –susurró desconcertado -¿Por qué insiste en ser amable conmigo después de lo qué hiciste?

 

-Lo siento, no…no sabia lo que hacia. Perdóname, por favor –se disculpó mientras se hincaba en el piso, tomando delicadamente la mano del menor, plantó un beso dulce  -Confía en mí.

 

-¿Por qué? ¿Por qué no me gritas? ¿No te enfureces? ¿Por qué deseas tanto que te perdone? –sus pensamientos eran confusos al igual que sus sentimientos. Este cruel hombre podía matarlo si él así lo deseaba, no obstante, lo sujetaba con esa delicadeza como si fuera una muñeca, como si fuera lo más frágil que podría tocar.

 

Una tierna cuerva surcó los labios del albino, se levanto del suelo e inclinando levemente su cuerpo, acercándose al cuerpo ajeno. Sujeto entre sus fuertes brazos al delicado ser de cabellos castaños y piel blanca.

 

-Eso es fácil –habló en su oído –Porque te amo.

 

 

Notas finales:

Chan chan chan...leche con pan jajajaja

Niegenme que no les gusto, me siento bien con este capitulo jajjajaja La nueva aparicion del sexy Toothless puede que cree un triangulo amoroso ¿que pasará? Descubreló en los proximos capitulos de "Mi señor" 

Esto es sólo el comienzo, esten preparados hij@s mi@s 

Nos vemos pronto, actualizó hasta la proxima semana 

Byeeeee

Hasta pronto 

 


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