Las naves se alistan para zarpar y así iniciar su viaje, los soldados se preparan para lo que pinta con ser una batalla sin cuartel, con una meta fija, recuperar Shin Makoku y destruir a Gran Shimarron.
Yuuri Shibuya el Vigésimo Séptimo Maou, se alista y acomodaba una armadura a su cuerpo, Greta su hija le contempla desde la cama mientras Shibuya prosigue con su preparación para zarpar a aguas extranjeras y pisar tierras enemigas, con la mente fija en recuperar a toda costa a su amado Wolfram y recuperar la paz en este mundo sumido en la devastación y el dolo de la cruel realidad a la que han sido sometidos bajo el yugo de Shimarron El Grande.
Greta
---- Padre, ¿estás muy inquieto verdad? ¿Qué es eso que aflige tu corazón?---
Yuuri
--- Es Papá Greta, y bueno… estoy algo intranquilo, espero que Wolfram se encuentre bien, necesito que este pronto a mi lado, necesito de regreso a mi amada familia junta otra vez---
Greta
--- Yuuri, date prisa y encuentra a Wolfram, yo también quiero ver a mis Padres de nueva cuenta juntos----
Greta se abraza de Shibuya, aun y a pesar de ser toda una mujer hecha y derecha, su gran necesidad de volver a reencontrarse con sus dos padres le llena de alegría su corazón por ver de regreso a Wolfram junto a su querido padre Yuuri.
El Maou junto a sus demás leales vasallos y aliados preparan la ardua faena para adentrarse a terreno enemigo y sortear un sin fin de retos inesperados, en la bahía del puerto de Caloría un joven de complexión delgada de cabellos rubios y ojos violeta, camina sin rumbo fijo, su andar es torpe y la necesidad por llenar su barriga de alimento lo hace caer en la arena, hacia días que no probaba bocado alguno y tampoco había bebido un poco de agua, el rubio de facciones similares a las del príncipe de fuego es azotado por las fuertes olas y empujado más asía la orilla, una dama de hermosos ojos verdes que por allí caminaba junto a uno de sus siervos mira aquel cuerpo inerte y va a donde el desdichado que se encuentra en tan precarias situación.
Furin
--- Rápido Loren, este joven está en un alto grado de desnutrición, hay que llevarlo a casa---
Loren
---- Como mi señora lo indiqué así será.----
El mozo toma en brazos al jovencito que ha sucumbido al agotamiento y el cansancio de largas jornadas de caminatas sin rumbo , sin agua o un mendrugo de pan que llevarse a la boca, su cuerpo callo preso del agotamiento, es llevado por aquel sirviente de la bondadosa Furin, soberana por largas décadas de dichas costas, al llegar a su hogar es inmediatamente atendido por demás sirvientes, sumergiéndole en un tibio baño y cambiando sus ropas por otras prendas limpias y secas, depositando su agónico cuerpo en una mullida cama, al poco tiempo llegan a revisar al joven; el medico reafirma el diagnóstico de la noble dama. Diciendo que el chico se encontraba en extrema desnutrición y deshidratación.
De inmediato se le fue administrado medicamentos y sueros para restablecerle su salud con ayuda de las mucamas de la mansión con amor y paciencia se le fue dando alimento que pudiese ingerir dado su gravidez.
Después de un par de días el joven por fin pudo cobrar el sentido y fue entrevistado por Lady Gilbit, quien muy gentilmente trato de saber el porqué de su terrible condición, imaginando que quizás este bello joven fue víctima como otros tantos de la tiranía de Shimarron El Grande.
Furin
---- Hola, veo que ya te has restablecido, contadme, ¿Qué es lo que os a acontecido para que estéis en tan precarias circunstancias? Se nota que provienes de una familia noble por lo delicado y fino de vuestras facciones al igual de tu tersa piel, decidme, ¿quién sois?----
Hicari
---- Yo… Yo… estoy muy agradecido por haberme auxiliado y salvado, no tengo con que pagaros vuestra indulgencia y caridad, yo soy uno de tantos que van errantes en el camino de esta miserable vida que no tiene más que podredumbre y mediocridad, víctima del enfermizo pensamiento de unos cuantos que disfrutan de mi inmunda existencia, retozando en su asquerosa lujuria ----
Furin
---- Lamento con el corazón el que hayáis tenido que haber pasado por aquel calvario mi buen amigo, sentiros en libertad, aquí no hay de esos que os aprovechan de tu desvalida desventaja, podéis estad seguro que os protegeré----
Hicari
--- De la misma amabilidad y gracia de un noble es que creí las mismas palabras y termine donde ahora estoy, mas no tengo nada con que pagaros vuestros atentos sustentos y resguardos, más que con mi insignificante vida; tomad de mi cuanto os plazca que estoy para serviros---
Furin
---- No seáis tan trágico y por favor creed en mi palabra que de vuestra persona lo único que deseo es su pronta salud.----
Hicari
---- ¿¿En verdad es que puedo confiar en vos??---
Furin
---- Si es vuestro deseo confiad en mí, os sentiré agradecida----
Hicari
---- Me llamo… Hicari, Hicari Adams, soy… no mejor dicho, fui el primogénito de la ilustre familia Adams, pero desde hace 5 años que soy la escoria y piltrafa que habéis recogido de la inmundicia de mundo que es este----
Furin
--- ¡Espera! Tú eres… Hicari, pero y entonces…<< ¿entonces el joven que los pescadores encontraron hace un par d días quién es?>>---
Hicari
---- Me escape de las perversas manos de mi primo Andrew, él es un maldito bastardo, que me tenía cautivo en la mansión de los Adams, después de haber perecido mis padres él se encargó de mí y yo…
FLASH BACK
Todo empezó hace mucho, cuando yo apenas tenía 10 años, era muy feliz dentro de lo que cabe en este infernal mundo plagado de destrucción y escoria humana, después que mis padres juraron lealtad al Rey Saralegui, los Adams se volvieron asiduos visitantes del palacio de su majestad, en el tiempo de verano, aun y a pesar de llevar una vida entre batallas constantes, conquista y sumisión de naciones pequeñas; El Rey Saralegui se hizo amigo de mis padres, aun no sé muy bien el por qué, pero al hombre en si le parecía grata y divertida la estadía de mi s padres en su corte, mi tío Augusto Adams tenía un hijo el cual está en la real tropa naval de Shimarron El Grande y a pesar de su temprana edad, había ganado reconocimiento, un joven de 24 años, en aquel entonces siempre venía a visitarnos en tiempos veraniegos a la finca de mis padres en compañía del Rey y su corte real, recuerdo que en una de esas ocasiones en las que El Rey Saralegui llego, traía una persona con una capucha en su cabeza y unos grilletes sujetos a una cadena, el sujeto que tenía encadenado lo postraba a sus pies y lo paseaba en 4 patas como si se tratase de un perro.
Una de esas noches estaba en mis habitaciones, cuando escuche los sollozos y ahogados gemidos de una persona, también lograba escuchar las risotadas del Rey Saralegui y como se escuchaba el azotar de un fuete, mi curiosidad como todo niño fue el ir a ver que era esto que causaba tanta gracias al monarca y también de donde provenía ese lamento ahogado, los pasillos de casa estaban en total penumbra, cuando vi entre abierta la puerta de donde se hospedaba su majestad, cuando mis ojos vieron aquello me aterro y me lleno de un infinito asco y pesar.
Dentro de las habitaciones de su majestad un joven de rubios cabellos de piel tan blanca como la espuma del mar, de una hermosa figura y una belleza semejante a la de un ángel estaba sujeto del cuello por un collar muy justo y atado a uno de los postes de la cama, detrás del, su majestad profanaba su humanidad con furia y desespero mientras entre cada estocada daba tremendos latigazos a la espalda ya curtida por los innumerables azotes en su ser, el hombre de belleza absoluta, se mordía el labio inferior hasta sangrarse para ahogar los lamentos y gemidos producto de aquella profanación y flagelación sufrida, el bello ser cual ángel, no pudiendo soportar más en un momento de agonía exhalo un sublime gemido, su rostro se llenó de un carmín y sus ojos de lágrimas, al abrir sus orbes esperaba encontrar un par de bellos ojos que hicieran juego con tan celestial belleza, pero al abrirlos solo vi como una fina capa blanquecina segó su belleza, el chico callo rendido en la cama con la mira dirigida asía mí, era como y a pesar de su ceguera me pudiese ver, las lágrimas corrían de sus ojos, mientras el rey seguía embistiendo su cuerpo, tiro el fuete con el cual flagelara a este tipo y con perversión y maldad encajaba sus dedos en la frágil piel de este pobre infeliz, el hombre encadenado a las perversiones de su majestad, pareciera perder el sentido más proseguía con los ojos abiertos, tal parecía que su mente se hubiese fugado de su cuerpo para no tener que soportar la infame acción de su excelencia, yo que de estupefacto mirando inmóvil detrás de la puerta, cubriendo mi boca para no ser descubierto cuando en eso escucho unos pasos acercarse asía mí, alguien con fuerza y velocidad me sujeto por detrás y me alejo de la puerta, quise gritar pero una mano me cubrió la boca, trate de luchar pero no pude.
¿Qué niño podría luchar contra un hombre hecho y con gran fuerza, recuerdo que fui arrojado a una cama con exceso de violencia y el hombre este encendió la bobilla de su habitación.
Cuando vi de quien se trataba me hele por completo.
Andrew
----- ¿¿¡¡Así que te gusta el estar fisgoneando asuntos de su majestad no!!?? ¿¿¡¡Te ha gustado lo que has visto, te gustaría intentarlo!!??---
Hicari
----- E…Esto… yo, no, por favor, yo… n-no, no me toque….----
Andrew
--- ¿¡¡Pero qué dices!!?, si estabas tan atento hace un rato…---
Hicari
--- De….Deje… ¡¡¡deje de tocarme!!! ahhhhgggg…---
Mi primo Andrew empezó a tocarme por todas partes, pero como empecé a llorar y empecé hacer más ruido Andrew me ato de las manos y tapo mi boca con un pedazo de tela, mientras empezó a mancillar mi febril cuerpo, entrando con brusquedad sintiendo como el dolor y ardor en mi ser me inundaba mi cabeza, quería gritar pero no podía, quería golpearlo pero estaba atado de manos, quería hacer muchas cosas pero no pude hacer nada, Andrew, siguió tomando mi cuerpo con violencia, entrando y saliendo, hasta que llegó un momento en el que mi ser ya no sentía el dolor, un calor lleno mi rostro y mis piernas empezaron a temblar, una gran necesidad por querer terminar todo aquello gritaba dentro de mí, aquel día conocí lo que era estar en intimidad con un hombre de la manera más atroz, mi cuerpo secretaba un fluido extraño por mi parte intima, y mi hombría se hincho y de un de repente excreto aquel extraño flujo blanquecino, Andrew después de haberme poseído en repetidas ocasiones por fin me desato y libero mi boca, me dolía todo, mi cuerpo, mi boca, el corazón, mis ojos no paraban de derramar gruesas y pesadas lágrimas, mas mi boca era incapaz de emitir sonido alguno, Andrew aún no estaba satisfecho con su abominación y tomando su asquerosa humanidad me tomo por el rostro y lo introdujo por completo en mi boca, me amenazó diciendo que si no lo hacía bien me rebanaría la garganta en ese momento, yo temía por mi vida, temía por lo que sería capaz de hacerme y obedecí a sus mandatos.
Después de aquella noche nada volvió a ser igual, a la mañana siguiente no quise salir de mis habitaciones, mi cuerpo estaba muy dolido, el rey quería verme, quería que lo divirtiera tocando el piano pero no sentía la fuerza suficiente para hacerlo, como castigo a mi impertinencia cobraron la vida de mis padres, Andrew dijo que se haría cargo de mí, el rey le concedió mi custodia, y junto a aquel desdichado que era la mascota personal de su majestad yo también cruce un calvario semejante, mas Andrew era un hombre en ocasiones piadoso, recuerdo que en una de esas veces que el rey tenía sus enfermizas fiestas donde llevaba a aquel infeliz hombre, a veces le veía vestido de gala, con finas ropas, cuando este vestía así de fino, lucia señorial, simplemente hermoso, un día Andrew me ato justo como su majestad lo hiciera a su mascota, aquel rubio pareciera había perdido la voluntad, puesto que no mostraba ningún tipo de expresión.
Estábamos los dos atados de manos a un pedestal, sin prendas en nuestro cuerpo, el bello ángel a pesar de su piel flagelada seguía viéndose hermoso, en eso llego su majestad, y sin pleno aviso o preparación introdujo dentro de la humanidad de aquel hombre un extraño artefacto que empezó a mover dentro suyo, simulando sus movimientos al poseerle, el ángel no emitía sonido alguno, no parecía inmutarse, sus ojos solo poco a poco fueron llenándose de lágrimas, después de un rato de estar así su majestad tomo otro extraño artefacto como una especie de correa y empezó a estimular la hombría del bello rubio y cuando este estaba erecto le puso ese extraño arnés, con varios sunchos que sujetaron su hombría, entonces su excelencia empezó a repartir besos y caricias vehementes en todo el cuerpo del bello ser, este no era de madera por supuesto; que en momentos respondía, sintiendo la imperiosa necesidad de correrse, en eso Andrew entro a la habitación, su majestad le sonreía con malicia y tomándome de aquel pedestal donde estaba atado me separo las piernas e introdujo dentro mío un extraño aparato, las vibraciones que sentía en mis adentros me hicieron ponerme erecto y cuando esto paso me pusieron frente a aquel bello ángel e introdujeron mi erección en su boca, el hombre de mirada apagada, empezó a succionar mi ser con desespero mientras era embestido por su majestad.
Debo confesar que ser engullido por aquel infeliz fue la sensación más placentera, más que sentir el dolor por ser profanado también mi ser disfrutaba de aquella sublime sensación, pronto mi corazón y mi cuerpo fueron corrompidos hasta hacerme cómplice de aquella inmundicia en aquel extraño mundo donde me obligasen a estar desde niño, apenas contaba con 12 Años cuando disfrute por primera vez de la perversidad de aquellas dos mentes retorcidas, y de la flagelación con la que hacían sucumbir ante sus profanos caprichos aquel cuerpo, mi corazón se corrompió, mi alma se llenó de podredumbre y lo único que esperaba era el estar en aquel lugar con aquel infeliz y disfrutar de las perversidades de aquellas mentes retorcidas, llego el momento en que ansiaba con gran desespero el retorno de Andrew a su palacio, siempre portaba un extraño collar en mi cuello con su emblema en este, podía pasear con libertad dentro y fuera del fastuoso palacio de su majestad, un día de esos en los que mi desesperado cuerpo y mi retorcida mente ya eran adictos a ese asqueroso desenfreno mi necesidad por ser seseado me llevo a cometer la locura y estupidez más grande que después me haría pagar Andrew, al no esperar por su retorno y caminando ansioso y necesitado de ese clímax que tanto ansiaba, caminaba por los pasillos de plació y justo me pare enfrente de las habitaciones reales, donde su majestad estaba.
Apenas alcanzaba los 14 años para ese entonces y mi cordura había abandonado mi mente y me había convertido en un adicto a los placeres carnales, mas solo disfrutaba de estos cuando eran impartidos con violencia, abrí las puertas de su majestad y este me miro y me extendió la mano yo llegue a él con ansiedad, me ofreció su miembro el cual lamí con desespero y sin vacilación, mientras me tocaba a mí mismo, el rey rio con malicia y después de hacer que se viniera en mi boca me desnudo por completo me ato de pies y manos y empezó a flagelar mi cuerpo, mas mi mente estaba tan retorcida que disfrutaba de aquel martirio como si se tratase de la caricia más sublime, gemía de placer mientras pedía por más.
Hicari
----Ahhhh….ahhhh….ahhhh ahhh… Su majestad, mas. Mas, por favor ahhh, desprendedme la piel con vuestro látigo, dejad me en los huesos de ser preciso, ahhh…ahhh… si, así, seguid mi señor ahhh….ahhhh…ahhh…----
Saralegui
---- Hahahahaha, así que quieres más, lo deseas realmente, hahahahha---
Hicari
---- Ahhhh…ahhh….ahhh… sí, sí, sí, mi señor torturadme hasta perder el sosiego… ahhh….ahhhh-----
Su excelencia me azoto mientras profanaba mi cuerpo de maneras no conocidas hasta ese momento, sufrí y goce con la misma intensidad cada golpe al igual que cada embestida, mi mente estaba distorsionada y no era capaz de comprender lo aberrante de mis actos, cuando por fin su majestad termino con mi ser estaba hecho una piltrafa, fui llevado a una celda, donde me ataron de manos y allí me dieron un terrible baño de agua helada, me dejaron secar al viento sin prenda alguna que cubriera mi inmundicia.
Una terrible fiebre llego a mí, perdí el sentido por no sé cuánto tiempo; cuando por fin lo recobre, tenía frente a mí a aquel ángel con una simple manta cubriendo su ser, el hombre estaba agazapado hecho bolita en una esquina de la celda, sus manos se veían destrozadas, las uñas de estas ennegrecidas con pequeñas manchas de sangre, vi su rostro estaba bañado en lágrimas, sus labios secos, su piel opaca, su cabello quebradizo, quise acercarme a él pero unos grilletes en mis tobillos me lo impidieron.
Hicari
---- ¿Quién eres, Por qué lloras? Tu amo, es mi señor Saralegui, él es maravilloso verdad…---
Wolfram
--- ¿¡¡¡que le vez de maravilloso a una bestia repugnante como el!!? Un cerdo como el, que solo mancillando el honor de los demás, la pureza de las almas inocentes es como goza de su asqueroso poderío, destruyendo y arrasando pueblos y masacrando hombres, mujeres y niños, ¿Qué clase de virtud o maravilla puede poseer un inmundo ser como ese?---
Hicari
----¡¡¡cállate, mi señor es maravilloso!!!---
Wolfram
----Pobre alma descarriada, de mente moldeada a las perversiones de un ser asqueroso, solo mírate, y mírame, ¿dime que vez?¿acaso esta es la maravilla que tanto pregonas de tu señor? Estamos en una húmeda y asquerosa mazmorra, siendo víctimas de indecibles abominaciones, y lo peor que no solo somos nosotros, yo daría mi alma, mi cuerpo con tal de que mis demás compañeros, mujeres y niños no pasen por el mismo calvario, me entregaría gustoso y dichoso a ese bastardo si con esto consigo la libertad de esas pobres almas como la tuya, corrompida, absorbida por los avernos de la mente retorcida de aquel al que llaman majestad, un ser inmundo, vil y mezquino.-----
Hicari
---- No, él no es… él no es así…. Yo…. ----
Wolfram
---- Tienes ojos más sigues ciego, tienes boca y estas mudo, eres un sordo que no escucha por más bien que tengas tus oídos, mírame bien, ve el reflejo del tuyo en el mío, pronto tu mirada cristiana también será opacada como la mía, serás víctima de ese verdugo que tanto amas, estúpido niño, ciego y sordo….-----
Fue entones que me di cuenta, estaba en las mismas precarias situaciones, me vi reflejado en aquel desdichado y por mas retorcida que estaba mi mente y mi personalidad, tuve que aceptar la cruda realidad, el rey que me sometía a crueles torturas junto al que se decía de mi propia familia me azotaban, me ultrajaban y se reían en mi cara de mi desdicha de mi patética existencia, de ese ser impuro que pedía por mas, aun cuando su cuerpo estaba hecho piltrafas.
Duramente me di cuenta que yo era esclavo del dolor y el placer a la vez, adicto a la endorfina y adrenalina que me producía el ser torturado, el ser castigado y el placer de ser liberado y extasiado con un clímax tan impuro, tan insano.
Fue entonces que entendí, entendí que yo era un ser miserable e infeliz al igual que esa mascota que su majestad poseía a voluntad, mas este era libre en su mente y su corazón imperturbable; pues este hombre hermoso tenía un sueño, una esperanza, una ilusión a la cual se aferraba esperando por un salvador y mientras este no llegase el seria quien cuidaría de todo esto que dejo atrás y que ningún castigo sería suficiente con tal de salvar a más inocentes de la misma cruel y repugnante aberración que era El Rey Saralegui.
Y fue entonces que sentí como si despertara de un sueño psicodélico, una irrealidad aberrante y repugnante, apenas en mi adolescencia es que conocí a ese ángel que sufría y soportaba hasta que su humanidad le permitía, de pronto se abrieron las rejas y nos sacaron arrastras, antes cuando estaba sumido en mi irrealidad hilarante y absurda, gozaría por ser arrastrado y azotado; pero ahora tenía miedo, un terror que jamás pensé sentir, el otro a mi lado a pesar de recibir los azotes del verdugo no se doblaba, no se quebraba, no se rendía, empecé a admirar su valor y a sentirme estúpido, sentirme un imbécil que simplemente vio conveniente suprimir mi dolor, mi temor, mi asco y repulsión por conveniencia y aceptar ser un juguete de un par de perversos que gozaban con mi sufrimiento y se burlaban de mi estúpida respuesta satisfactoria, retorciendo mi entendimiento hasta convertir me en el reflejo de su enfermiza mente.
Llegamos hasta donde su majestad y entonces, aquel hombre de hermosas facciones fue arrodillado a los pies de su majestad y a mí me arrojaron a los pies de mi primo Andrew y fue entonces que empecé aclamar por mi libertad; El Rey y mi primo reían a carcajadas gozando de mi terror, cuando el hombre aquel se levantó de su sitio y con voz solemne, hablo ante El Rey.
Wolfram
---- ¿¡No crees que este pobre chico ya ha sufrido demasiado!? Dejadle libre, dejadle en paz, si vosotros hacéis esto, os concederé lo que me pidas sin ninguna negativa, de mi parte os aseguró que os complaceré como deseáis pero dejadle libre----
Saralegui
---- ¿¡Porque he de creer en un miserable Mazoku!? Además que no vez, yo puedo conseguir de ti cualquier cosa que me plazca, cualquier co… ahhggg…. Ahhh…. ahhh… que…que… que crees que … ahhh… ahhhmmm…. Hhmmmmmm…----
El hermoso Mazoku que se ofrecía para que me libertaran, subió hasta el trono de su majestad aun y con aquellos grilletes en sus manos y se posó en su regazo, empezó a mecer sus caderas encima de este y besarle de una manera tan sugerente y sensual, que su alteza sucumbió ante los encantos de tal ser celeste, abrazándole con ferocidad y degustando aquellos labios que le entregaban unos delirantes y apasionados besos, después de aquello su majestad dio la orden y fui liberado, me quitaron los grilletes y cadenas, al condenado Mazoku no le habían liberado aún más seguía cumpliendo cabalmente su palabra, haciendo sentir en la gloria con cada beso a su majestad.
Saralegui
----N-Nunca…ahhh…nunca habías hecho es… esto…ahhmmmm…. Ahhhmmm….----
Wolfram
---- Libera mis manos para que pueda hacerte sentir mucho mejor…----
Saralegui
---- ¿¿¡¡Crees que soy estúpido!!?? ¿¿Cómo sé que no intentaras escapar??----
Wolfram
---- Te doy mi palabra, no me escapare, solo quiero cumplir mi promesa, vamos, ¿¡No quieres sentirte mejor!?-----
Saralegui
----S-Si… ahhhhmmmm…hhmmm!!---
Nuevamente dio la orden y fueron liberadas las manos del Mazoku, este se abrazó a su majestad con desespero hundiendo en su larga cabellera aquellas finas manos, y aprisionando en su cuerpo el ser inmundo de mi señor.
Con un ademan dio la orden de que todos salieran, todos menos yo, él dijo que mi castigo por ser liberado seria contemplar como aquel Mazoku pagaba el precio por mi libertad, no entiendo por qué lo hizo, porque aquel Mazoku se ofreció para hacerme libertado, solo se qué lo hizo y nunca olvidare tan loable acción, el estar contemplando a aquel bello ser como se unía a su majestad en el acto carnal fue sublime y a la vez tortuoso, los sonidos que liberaba el Mazoku al sentir dentro de sí la humanidad del rey, el como a cada gemido y jadeo su excelencia se excitaba más y más, haciéndolo suyo una y otra vez, hasta quedar sin fuerzas ya en las piernas, el rey Saralegui estaba complacido con la actitud sumisa y cooperativa de este ángel que se entregó cual cordero al matadero, se entregó a su excelencia sin reparos, en un acto repulsivo de pasión y sexo, el rey estaba altamente complacido, tanto que ordeno que llevasen al Mazoku a sus habitaciones, le trataron esta vez con gentileza y ternura y le dejaron en las habitaciones del rey, por mi parte fui liberado de esa prisión y de las perversas garras de mi primo o al menos eso paso por un largo tiempo.
Salí libre de aquella aberración más en mi mente esta presente la compasiva actitud de aquel Mazoku, un hermoso ser que se sacrificaba por los demás, mi camino por este podrido mundo siguió año tras años, quise empezar una nueva vida, pero no sabía cómo o por dónde empezar, no tenía dinero, no tenía casa, no tenía a donde ir, lo único que tenía era eso que convertía en animales a los hombres, por lo que me prostituí al mejor postor, un anciano llamado Dacascos se me unió como sirviente, por un tiempo, el me conseguía los clientes y yo a su vez le daba sustento y abrigo, una vez me dijo.
Dacascos
--- Sabe mi señor, vosotros os parecéis a alguien que conozco de hace tiempo----
Hicari
--- Ah sí, ¿a quién?----
Dacascos
---- A mi señor Lord von Bielefeld, un hermoso sujeto, lástima que ha muerto hace tanto, lo único que le diferencia de él, es que su cabello es más blanco y sus ojos son violetas, los de mi señor eran verde esmeralda y sus cabellos eran más dorados----
Aquella descripción me recordó a el infeliz aquel por el que ahora estaba libre, la única diferencia era que él estaba ciego y de ese color destellante del cual contaba Dacascos, no había nada ya, solo un velo blanco que cubría sus iris.
Al paso de tiempo, y conforme transcurrió este en mi vida, termine siendo la zorra de muchos oficiales del ejercito de Shimarron El Grande, y escuchaba relatos similares de este tipo, todos decían que a pesar de su suplicio y grandes martirios seguía poseyendo una belleza exquisita y una juventud envidiable, muchos eran los que acudían a mis servicios queriendo así sesear sus profanas fantasías, el joven amante del Rey era poseedor de un gran sequito de pervertidos deseosos de sus favores, gracias a eso me volví muy popular, lo único que me pedían mis clientes era que me vendase los ojos para así poder cumplir sus más sórdidas fantasías.
Así es como conocí a este hombre que me salvo, me entere que era de raza Mazoku, y por azares del destino también me entere que era la promesa de amor de un gran rey, que al parecer había dejado sus tierras por circunstancias ajenas a su voluntad, y este Mazoku tomo bajo sus hombros la responsabilidad del reino de su amado, cada día que pasaba más y más admiración y respeto sentía por este sujeto, pero…¿Cómo ayudarlo? ¿Cómo hacer que este hombre volcara sus sentimientos asía mi después de libertarle de su prisión en Shimarron y de las garras de Saralegui?, la verdad no tenía mucho por donde empezar, pero… aun y así, aun y a sabiendas de que sería una locura, me arriesgue por este Mazoku, que más bien pareciese un verdadero ángel.
Mi proeza fue lograda y mi objetivo cumplido, gracias a cierta cadena de favores sexuales termine teniendo acceso completo al castillo de su majestad Saralegui y a los calabozos donde le tenían preso, por haber compartido un encierro con él por varios años en las mismas pocilgas, sabia a la perfección cada recoveco y gracias a la debilidad oculta de la escolta de su majestad, también tuve conocimiento de pasajes y pasadizos por los cuales pude tomar ventaja de la situación.
Todo estuvo listo y dispuesto, solo faltaba el justo y preciso momento para llevar a cabo mi misión.
En una noche de un frio espectral, entre las sombras difusas gracias a la espesa niebla; es que mi plan lleve en marcha.
Dacascos
--- Esta… está seguro de que mi señor, mi señor…---
Hicari
---- Calla anciano, este es el momento de sacar la casta y salvar a uno que merece más que yo ser libertado----
Dacascos
--- Aun me cuesta trabajo el creer que mi señor está aquí----
Hicari
--- Ahhh… pero es más que la pura verdad, este inocente que ha dado todo, sigue cautivo de una terrible tiranía, ¡¡como quisiera también poder libertarle de sus tinieblas perpetuas!!----
Dacascos
--- ¿De sus tinieblas perpetuas?---
Hicari
--- Silencio, vienen los guardias----
Dacascos y yo nos internamos al castillo y empezamos a ir más a fondo, hasta llegar a las mazmorras donde en una lúgubre celda, infestada de bichos , la más húmeda y fría de todas estaba allí un despojo humano, solo esperando el momento de su muerte, esperando ser libertado de su miseria tras el gélido abrazo de un sable que atraviese su corazón.
Los guardias que estaban por allí, caminaron para hacer su rondín y fue allí que proveche para abrir la celda de este, todo gracias a que uno de mis asiduos clientes obsesionado con el Mazoku me diera la réplica de la llave de su celda, no estaría bien visto por un soldado de Shimarron El Grande que este dejara libre a el juguete preferido de su majestad, por lo que el solo hizo de la vista gorda y me dio la copa de esta celda , al igual que el horario en el que se iniciaban las rondillas y las zonas de patrullaje.
Cuando llegue a el Mazoku estaba abrazado a su s piernas con el rostro oculto tras su dorado cabello, temblaba y titiritaba, mas al escuchar el cerrojo abrirse, el pavor tal parece se apodero por algunos segundos de su ser poniéndose de pie enseguida y mostrando un aterrado rostro, no sabiendo a donde dirigir la mira, sus piernas temblaban , sus manos se aferraron con desespero a la pared incrustando a esta sus quebradizas uñas.
Wolfram
--- ¿¡Q-Qu..Que…. Que quiere a-ahora de mi Sara!? Y-Yo…Yo… yo ya no puedo más, matadme antes de regresar a él, os lo imploró matad…¡¡¡MATADME!!!---
Era doloroso escuchar a tan valeroso caballero el suplicar por su muerte antes de regresar a las garras de Saralegui, el terror me invadió por completo y dude en rescatarle pensando en las indecibles cosas que haría en mi contra su majestad si se enterara de mi gran traición, más el ver como el hermoso Mazoku, temblaba cual hoja y su mirada perdida con gran pánico esperando al verdugo me dieron la fuerza para reafirmar mi deseo por salvarlo.
Hicari
---Shhhh….Shhhh… no os angustiéis mas , he venido a regresaros vuestro favor ya hecho algún tiempo y os regreso la libertad que me habéis brindado en su momento-----
Wolfram
----¿¿Q-Qu…Que….??----
Hicari
--- Si, así es, no hay más a que temer, tomad mi mano y afianzaos con fuerza a ella, que os librare de vuestras penurias y apesarados tormentos, venid, venid conmigo, que yo os salvare esta vez----
Wolfram
---¿¿D-Donde…Donde está tu mano??----
Hicari
---- Justo aquí venid, no perdamos más el tiempo, ansiando dime ¿se fueron los guardias?---
Dacascos
---Sí, se han marchado mi joven amo---
Wolfram
--- Esta… estas voz le conozco… tu eres… eres…¡¡¡Dacascos!!!----
Dacascos
---- Si, su excelencia soy yo, y hemos venido a salvarle Excelencia----
Wolfram
--- ¡¡¡Dacascos, Dacascos!!!----
El Mazoku se abraso con desesperó al anciano, y lloraba y lloraba, el hombre viejo y senil también se aferró al abrazo con un gran dolor en su mirar, salimos por piernas del sitio y después de lograr salir de tierras de Shimarron El Grande, es que entramos en terrenos de Francia donde pudimos descansar con más serenidad, tenía allí a algunos conocidos que me dieron amparo y sustento a mí y a mi flagelado acompañante, así como a nuestro anciano escudero.
Ya estando más sereno aquel Mazoku hablamos un largo tiempo hasta que por fin comprendí que el tormento que pasaba día a día , entendí que para este hombre hermoso fue un calvario y que sin saber me convertí en su salvador y desde ese momento su más fiel protector, pero la desgracia cayo y los esfuerzos por llenar de tranquilidad a aquel hombre serian pocos a menos que tuviera a mi alcance el poder suficiente para disuadir o para evitar fuese encontrado mi amado protegido, por lo que mi única opción y solución sería la persona en quien menos debía confiar pero en la única que sabía tenia los medios para conseguir cualquier cometido, Andrew.
Volví al dominio de Andrew con la única condición, que evitara a toda costa que mi amado protegido volviera a pisar las celdas de Shimarron, el acepto con la única y exclusiva condición de que el Mazoku jamás debía ser retirado de su cuerpo aquel extraño artefacto que le llenaba de infinito dolor y angustia, el Mazoku acepto y yo por obvias razones no me quedo otra más que convertirme en su presa hasta que supiera que mi amado Mazoku estuviese a salvo.
Los días pasaron y después los días se cubrieron en semanas, luego meses y más tarde en años, estaba harto de las perversiones sádicas y maniáticas de Andrew, que llegado el punto de escapar sin más de su dominio, y por esta razón es que termine vagando sin rumbo por las tierras inhóspitas y llenas de sufrimientos y calamidades de este podrido mundo.
FIN DE FLASHBACK.
Hicari
--- Hasta que usted me encontró My lady es que estoy ahora mismo aquí-----
La gentil dama estaba envuelta en un mar de lágrimas, pues sabía muy bien a quién se refería Hicari cuando hablaba de ese hermoso ser de ascendencia Mazoku, sus lágrimas eran incontenibles y su corazón sufría, cuanto tiempo ella también pensó que aquel Mazoku había muerto y sin saberlo y por azares de la vida se encuentra con el único ser quien le ha dicho que el prometido del Maou aun seguía con vida.
Mientras tanto en otra parte de Caloría un rubio yacía durmiente en una humilde chosa al parecer el joven amo Andrew Adams no había ido aun a donde este bello joven para regresarlo a su vivienda, un rechinar de la puerta hizo que este despertara, un pequeño niño entro con una bandeja con un poco de alimento e, Mazoku agradeció el atento gesto del jovencito y tomo aquel bocado, con elegancia, fue entonces que se percató el chiquillo que el hombre que estaba frente suyo no era Hicari
Totome
--- Esto…. Yo…. Yo…. Tus, tus ojos…-----
Wolfram
---- Así que te has dado cuenta.----
Totome
--- ¿¡Quien, quien eres!?---
Wolfram
---- Un ángel---
Totome
---- ¡¡¡Ah…. Un ángel!!! ¿Cómo, como es posible esto?----
Wolfram
--- He venido a este mundo a salvarlos de las tiranías de aquel al que llamas rey----
Totome
--- ¡¡¡Ah…!!! ¿De verdad lo harás?----
Wolfram
----Si, así lo hare, te lo prometo---
Totome
--- Desde que yo recuerdo hemos sido el abuelo y yo pero siempre se ha quejado el abuelo del mal gobierno del rey y si tú has venido a salvarnos, es un día de fiesta en casa se lo diré al abuelo..----
Wolfram
--- No, espera por favor, nadie debe saber quién soy, es más, necesito que me ayudes, debo irme de aquí eh ir a Shimarron el grande, ¿me podrías ayudar?----
Totome
---- Si, lo hare, dime que necesitas angelito---
Wolfram
---- Hehehe, que buen niño, en primer lugar ayúdame a irme antes de que llegue ese tal Andrew Adams, y consígueme un buen bastón que me sirva de guía y apoyo---
Totome
---¡¡¡Ah!!! ¿Es que acaso no puedes ver?----
Wolfram
---- Así es, no veo el mundo terrenal más si puedo ver el alma y el color de sus corazones, dime ¿ podrías ayudarme con eso?-----
Totome
---- Si, espera por detrás de la casa hay unas largas varas alguna de estas te serviría de soporte ¡<<< Ahora entiendo por qué dicen que la justicia es ciega, los ángeles también lo son y no ven este mundo de la misma manera que nosotros es por eso que son justos, gracias al cielo que llego este Ángel salvarnos>>>------
Aquel pequeño salió en busca de un apoyo para el ángel justiciero que ha llegado a su casa, cuando a lo lejos Totome logra ver los carruajes de la noble familia Adams, Totome toma una vara rápidamente y corre de regreso a donde Wolfram le toma de la mano y lo hace correr guiado de la mano de este niño, Wolfram comprende que algo terrible se avecina pues hasta el viento parecen enranciarse con una pesada atmosfera.
Totome lleva a Wolfram hasta una vieja Choza algo desalineada, donde le cubre con unas mantas que estaban por allí y le da aquella vara que Wolfram mide previamente con sus manos para saber la longitud de esta y de qué manera le usara.
Wolfram
--- ¿Es acaso que ya ha llegado?---
Totome
--- Si, pero no dejare que te encuentre, encórvate, anda hazlo, encórvate lo más que puedas y ponte esto en tu cabeza.----
Wolfram
--- ¿¡Pero qué es esto!?----
Totome
--- Con esto tu cabello se teñirá del mismo color que el mío, y así no te reconocerán---
Totome le coloco unas mantas viejas y le pidió se encorvarse hasta quedar en un aspecto de un anciano con el jugo de unas extrañas frutas su cabello se fue tiñendo a uno más obscuro y con un extraño sombrero de paja ocultaba el rostro de aquel al que llamaba ángel salvador.
Andrew llego a la Choza de los pescadores y pidió le entregasen a Hicari, más el anciano no sabía dónde es que se encontraba el rubio causando así una gran furia en Andrew quien arremetió contra el senil hombre, el viejo pescador cayó al suelo cuando en eso se disponía a entrar a la choza el pequeño Totome, pero al ver tras una rendija la crueldad con la que fue castigado su abuelo corrió de regreso a donde Wolfram y le tomo de la mano saliendo sin mirar atrás .
La vida da miles de vueltas y en ocasiones las buenas acciones son recompensadas y otras no tanto más el destino tiene preparado para cada quien un trayecto una historia que seguir. Eso mismo pensaba una bella dama mientras caminaba por los pasillos solitarios de un majestuoso palacio en el reino de Geoda hace milenios en un palacete similar se encontraba con la persona que llego a considerar como parte de su familia.
Arturia
---- <<< Aun que se, que ya han pasado ya miles de años, aun su ausencia me cala en lo más hondo del corazón, pero juro que llegara el día en que me cobrare venganza y aquella infiel morirá, por haberme arrebatado a mi querida hermana>>> Aun parece que le escucho llamándome como antes…-----
FLASHBACK
----“Arturia, Arturia, hahahahha que bueno que ya regresaste” ----
Arturia
---- Su majestad, no corra así puede caerse ----
---- Arturia porque ¿por qué dices así¿?¿Ya no me quieres?-----
Arturia
--- Esta mal que yo su guardián le llame de otra forma, entre guarda y amo no se debe pasar de estos limites----
--- ¿Ya no quieres ser mi hermana? Ya no quieres que seamos familia Arturia yo te quiero mucho----
Arturia
--- ¡¡ah!! Es imposible hacerte entrar en razón Zumiko, si somos hermanas, pero por esa razón debes escucharme , no te la puedes pasar toda la vida así, eres la Reina de este lugar, anda compórtate como tal-----
Zumiko
--- Esta bien, está bien solo porque tú me lo pides. SI, SI, SI, Hare le que mi Oneechan me pide wwwiii---
Zumiko daba giros y giros por a medias del aquel gran salón girando y girando alrededor de Arturia Pendragon su leal custodia, aquella a la que le llamaba hermana, Zumiko a pesar de ser la Reina del lugar se comportaba cual niñata de 10 años, su aspecto no era como si mostrase más edad , de hecho parecía una chiquilla de no más de 13 años de piel blanca y ojos y cabellos marrones, hija del gran Rey Kronos , su padre al morir le dejo a cargo de su reino, por ser esta hija de aquel poderoso ser amo del tiempo, ella posee la juventud perpetua, su padre amaba verle de esta edad así que le dejo para siempre de esta misma apariencia, no creía, ni envejecía, tampoco se cambiaba su tono de voz, siempre con ese aspecto infantil, una niña por siempre …
Arturia se había habituado a su presencia y sus infantiles caprichos, esta niña eterna se había convertido en su familia, se le había colado al corazón y se ganó cada espacia con su ternura e ingenuidad, con esas alegres risas y su singular manera de ser, Arturia le consideraba en verdad su hermana por lo que le procuraba aún más, cierto día Zumiko corría alegre por los prados bajo la mirada protectora de su custodia Pendragon.
Por un largo rato s e alejo de su vista y Arturia empezó a importunarse cuando le ve correr de regreso muy feliz, con los ojos destellantes y una gran, gran sonrisa.
Zumiko
----Oneechan, Oneechan, me he encontrado con algo muy Kawai, ven, ven, ven, ven que quiero que le conozcas---
Arturia
---- ¿¿Cómo que te has encontrado con algo así?? ¿¿Conocer dices a quién??----
Zumiko
--- ¿¡Pues como que a quien!? A mi novio---
Arturia
--- ¿¿¡¡QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!?? Lo matare, lo desollaré vivo, ¿Quién es, dime quien es el desgraciado que se atreve a quitarme a mi hermanita??---
Zumiko
--- Cálmate Arturia que cuando le conozcas te quedaras impresionada es tan genial y sabe tantas cosas ----
Al irla llevando halando de la mano Zumiko a Arturia llegaron a un claro y tras unos matorrales estaba aquel infeliz que sufriría en carne propia la furia de Arturia Pendragon y su maravillosa espada, la rubia de ojos jade mira al infeliz con desprecio y una gran furia cuando en eso Zumiko corre al encuentro de su amado.
Zumiko
--- Siro, Siro, que bueno que no te marchaste, ven, ven, que quiero enseñarte a mi hermanita----
Siro
--- Tu hermana menor me dices, bien, bien vamos a ver… ¿¿la??!!----
Zumiko
--- Oneechan, Oneechan, mira él es Siro, ¿¿verdad que está lindo?? Y tiene unas grandes orejooototototas me encantan, es tan lindo ¡!!
Arturia
---- Esto…. Esoro es… ¿¿¡¡Un sátiro??!!---
Arturia mueve a un lado la cabeza en clara confusión, mientras al sátiro le escurre una gotita por el costado al notar que la hermanita de la cual hablaba Zumiko no era nada más ni nada menos que de la poderosa guardián Arturia Pendragon.
Arturia
--- Ya basta de bromas Zumiko, esa cosa esta horrible, tú no te puedes casar y menos con eso tan asqueroso---
Zumiko
---Pero… pero… mira hasta tiene colita de borreguito y lana en sus piernitas rechonchas , esta Kawai además mira tiene dos …----
Arturia
---- ¡¡DIJE QUE NO TE CASARAS CON ESE INSECTO!!----
Arturia alzo con potencia su voz y miro con ira a el Sátiro el cual salió por piernas del lugar, Zumiko se le quedo viendo con enojo y reproche y justo cuando iba a retarle Arturia le jalo de la mano y la abrazo a su ser con vos más calmada y le dijo
Arturia
--- Eres mi hermanita no puedo permitir que seres asquerosos se te acerquen, no quiero que vuelvas a ver a ese tipo, prométeme que no lo harás----
Zumiko
--- E… Está bien, lo prometo….-----
Arturia exhala un desahogado suspiro de alivio al escuchar de la pequeña peli marrón que no volvería a ver al Sátiro, mas no se esperaba lo que a continuación la chica le diría.
Zumiko
--- pero de todas formas buscare a una pareja----
Arturia
----¿¿¡¡¡¡Que!!!!???----
Zumiko
---- ¡¡¡Tengo 300 años creo que ya es justo que tenga una pareja!!!----
Arturia
--- ¡¡Pero me tienes a mí!!!----
Zumiko
--- Pero tú eres mi hermana y te quiero mucho pero a ti no puedo besarte ni hacer cosa de adultos, y yo quiero casarme y tener muchos hijos----
Arturia
--- ¿¡¡Casarte… tener hijos!!? Esta muy chiquita para eso---
Zumiko
---- pero tengo 300 años----
Arturia
--- No importa, tendrás novio hasta que tengas mil y aun y así me parecen pocos para ti, así que he dicho que no y no es no-----
Arturia avanzó de regreso al castillo con Zumiko cogida de la mano mientras esta hacia rabietas por la rotunda negativa de su Oneechan con respecto a su deseo de ser esposa y madre.
FIN DEL FLASH BACK
Una cristalina y destellante lagrima corrió por la mejilla de la gran Arturia al recordar aquellos ayeres cuanto tenía a su hermana y lo feliz que era con su compañía, mira por un gran ventanal asía el cielo estrellado y con la mirada fija empuña la mano derecho y la coloca en su pecho como queriendo encerrar en este todo su dolor.
Arturia
--- Juro… juro que vengare tu muerte Hermanita, te lo juro----
La mirada de Arturia se tornó tornasol resplandeciendo en sus ojos una gran luz y una terrible furia que contenía en su corazón, en aquel gran salón unos pasos se hacen resonar al fondo y un par de aplausos se escuchan al unísono, una voz conocida por Arturia en tono burlón se dirija a ella.
--- Bravo, bravo… ahahhha siempre tan dramática, te deseo suerte con eso, sabes… Cuando le arrebate su tibio corazón a la reina, solo una cosa alcanzo a decir, ¿sabes cuál fue? ----
Arturia mira de reojo a aquella recién llegada mientras seguía inmutable en su mismo lugar, en eso aquella que le hablaba abrió la palma de su mano y una luz violeta se presentó y una imagen se empezó anotar, era la imagen de Zumiko en sus últimos momentos de vida, Arturia se giró por completo al ver de nueva cuenta a Zumiko y en eso vio y escucho su último aliento, con un solo nombre en sus labios “Arturia”…
Zumiko
---- Ahhggg…. Ahhhgg… Ar…. Artu…ria… ayu…da…m…eh…-----
Después de aquello la perversa mujer le saco el latente corazón aun tibio de la pequeña niña, mientras el cuerpo de esta caía desplomado al piso, la mirada quedo fija en dirección de donde Arturia se encontraba, la rubia se quedó sin decir nada y un gran destello negro se presentó en su mano y de este una poderosa espada se materializo.
Arturia
--- ¡¡¡Ex….EXCALIBU!!!!----
De un tajo corto a la que allí estaba disolviéndole en un humo negro, la mujer había desaparecido sin darle oportunidad a Arturia de cobrar venganza, la bella dama suelta la espada de sus manos y cae de rodillas en donde yaciera su querida hermana, intenta tocar aquella imagen y esta se empieza a desvanecer tras el soplo del viento, un desgarrador grito de impotencia e ira es liberado por Arturia haciendo estremecer a los que allí se encontrasen cercas al escuchar el lamento de una guerrera al sufrir la pérdida de su hermana.