Atrape su cuerpo en el aire luego de que el cloroformo hizo su efecto y su rostro quedó frente a mi. Mechones de cabello Negro resbalaban por esa fina y blanca piel.
- Que maldita odisea hasta poder encontrarte.
Había recorrido todos los bares en los que pensé que estaría, conduje de un lado a otro de la ciudad tejiendo una red de informantes que me avisaran de tu paradero, moví amistades de los más bajos fondos y toque un centenar de puertas que fueron falsas alarmas. Pero aquí estas, te tengo y ahora solo queda cumplir mi voluntad.
Le recoste un instante sobre la cama y acerque mi rostro a su cuello, su aroma siempre había sido como un sedante, yo iba como una abeja tras el polen que me desquiciaba, desde mucho antes de hacerlo mio el ya jugaba a volverme loco solo con pasearse frente a mi desprendiendo su nociva toxina, era como si un pez sangrara a propósito para que el tiburón siguiera su rastro, el quería ser devorado y yo jamás estaría satisfecho de complacerlo.
aparte el cabello de su rostro peinandolo tras sus orejas, y mis dedos se pasearon por sus mejillas mientras observaba sus larguísimas pestañas. Me imagine sus cristalinos ojos azules bajo esos finos párpados, los ojos más claros que jamás vi. Sus labios ahora heridos ¿habría pensado en mi realmente? Que diablos importa eso...
Me percaté de que su bata seguía aún abierta y mis ojos recorrieron la abertura. Las yemas de mis dedos comenzaron a deslizarse por su cuello y bajaron hasta su pecho, entonces me detuve, mi mano se cerró en un puño lleno de coraje y mi rostro se fruncio por ira ¿Que maldito poder tenías ciel phantomhive que aún inconsciente me sigues provocando? Mi mirada se desvío a sus caderas descubiertas por un lado y vi las marcas de unas manos que no eran mías. Era suaves a penas visibles, pero aquella piel blanca de porcelana no tenía secretos para mi, me susurraba como un extraño la había tocado, otro que no era yo recorrió lo que es mio ciel, tu lo dejaste, lo permitiste entonces ¿como es que ese sucio cuerpo que recibe a cualquiera solo para atormentarme, aún puede parecerme tan hermoso, como puedo seguir deseándote así? Con estas malditas ansias. Mi puño se abrío y puse mi mano al rededor de su frágil cuello.
- Debería matarte ciel, debería acabarte ahora antes de que seas tu quien me aniquile.
Pero por supuesto que no lo haría, porque esto no se trataba de fuerza y a un zorro así de astuto yo no quería colgarlo muerto en un muro, lo quería vivo, volviendo a mi, siempre pidiéndome más.
Me acerque al mini bar y me serví un trago de licor, aún tenía tiempo y me esperaba un viaje algo molesto con el pequeño ciel en la dulce inconsciencia. Claro que aún tenía un asunto pendiente. Tome el celular de ciel y marque un número que ya existía en su directorio.
- ¿Aló?
- Hola hermosa ¿como estas?
- Hola cariño, Sebas lo lamento tanto estas próximo a irte y yo no he hecho más que trabajar, me siento en verdad muy apenada.
- Comprendo perfectamente como es el trabajo además me dejaste un buen guía, me he divertido de muerte.
Mi propio cinismo estuvo a punto de causarme risa, ciel inconsciente y un maldito molido a golpes en el suelo. Vaya diversión la mía.
- Bueno de eso estoy segura, los jóvenes se entienden siempre muy bien.
- Por su puesto y de algo de eso quería hablarte precisamente. Un cliente amigo mío me ha invitado a su casa de verano a estar unos días, a las afueras de Londres, quizás hasta que me vaya, estoy seguro de que será un magnífico retiro y quería llevar a ciel como agradecimiento por sus atenciones. Te invitaría pero...
- Oh mi dulce Sebastián, suena estupendo pero me sentiría terrible si además de mi poco tiempo te quedarás también a cargo de ciel, no quiero que sea una carga.
Me acomode en uno de los sillones mientras bebía, tendría que endulzar a mi preocupada hermana.
- Por dios como dices eso mujer ha sido un compañero más que agradable, pienso vacacionar más seguido por Londres luego de tanta diversión.
- ¿Lo dices en serio cariño?
- Claro que sí, no mentiría. Ha sido un encanto conocer a mi... Sobrino, todo un placer sin lugar a dudas. Entonces que piensas de que le lleve?
Me acerque a la cama dónde ciel parecía dormido, con una respiración tranquila y un rostro perfecto y apacible ¿Quien pudiera ver lo realmente oscuro que eres por dentro? Me senté a su lado.
- Bueno pues ya que lo pones así ¿el que piensa de ir?
- En realidad no se lo he comentado. Planeaba que fuera una sorpresa y además queria tu permiso primero. Si decides que no puede ir habría sido una pena desilusionarlo.
- Sebastián eres toda una maravilla. Imagino que no puedo privar a ciel de disfrutarte en tus últimos días aquí. Pero debes prometerme que me escribirán para saber como están, una llamada o un mensaje de vez en cuando. Para no preocuparme.
- Dalo por hecho preciosa, entonces le buscaré y le daré la noticia, deberíamos salir lo más pronto posible asi que debemos alistarnos, el día pasa rápido.
Mis dedos acariciaron su cabello.
- Bueno bueno pues espero que lo pasen increíble y que todo este bien, están apurandome para que cuelgue, el trabajo llama de nuevo. Cuéntame como va todo ¿de acuerdo?
- Claro que lo haré un beso hermosa, estamos en contacto.
- Hasta luego cariño.
Colgué la llamada y di un sorbo profundo a mi trago, me sabía a gloria luego de tanta mentira junta. Ahora una última llamada.
- Dígame señor.
- Grell ya estoy listo, trae el coche de inmediato, necesitamos irnos a aeropuerto en cuanto antes.
- entendido señor ¿necesita algo más?
- Dos personas que suban a la habitación a limpiar el desastre.
- Lo tengo señor, subirán de inmediato, en cinco minutos llegaré.
- Perfecto, llama cuando estés abajo.
La llamada se colgo y encendí un cigarrillo.
De nuevo mire a ciel, había planeado perfectamente nuestra próxima parada. Te llevaré lejos, donde no tengas mas opción que depender de mi y te castigare flagelando tu orgullo así como has hecho conmigo. Nos quedan cuatro días y juro por dios que jamás los olvidarás, te torturaran aún mucho después de que me allá ido.
desde la cama los ventanales ofrecían una vista hermosa.
- ¿Que pensarás de la vista en tu nueva prisión?
Recogí su ropa que estaba en el suelo y cerre bien su bata, debía cubrir ese lascivo cuerpo. Por encima le abrigue con mi chaqueta. De nuevo me senté a su lado y me incliné sobre el. Con nuestras caras tan cerca pude sentir nuestras respiraciones chocar, y la mía comenzó a agitarse, se me hacía extraño un ciel tan calmado luego de haberle oído gemir sobre mi cuerpo tantas veces. Mi nariz rozó su mejilla y pronto mis labios estuvieron sobre los de él. De nuevo me odie por no poder sentirme asqueado, me odie por no poder detestarlo y mis puños se apretaron, tan cerca de su boca pero obligandome a resistir mi impulso, desee que estuviese despierto y que me besara de nuevo como hacía un rato, que se desnudara para mi de nuevo provocandome. Mi voluntad flaqueo al imaginar la blanca tela deslizarse por su piel y le tome en brazos listo para devorar aquella boca en un beso.
El celular sonó. Y reconocí el número de Grell en la pantalla.
Aprete mi frente contra la de él y respire tratando de calmarme, entonces abandone mi propósito de besarle y me levante con el en brazos. Ya era hora de marcharnos.
Me di la vuelta hacia la puerta y un quejido me detuvo, al voltear me di cuenta de que el malnacido del suelo estaba por despertar. Me acerque a el despacio y vi el pánico en sus ojos que enseguida me reconocieron. Alcanzó a abrir sus labios y en un murmullo...
- Po... Por favor... Llevatelo pe... Pero no me lastimes...
levanté mi pie y con fuerza aplaste su cabeza y al golpearse con el suelo se desvaneció por completo nuevamente. Su nombre era Tonny, los colegas por los que encontré a ciel le identificaron, me advirtieron que estaba involucrado en tráfico humano. Quien sabe que habría sido de ciel sino hubiese podido encontrarle a tiempo.
- Que cobarde hijo de puta...
"y tu me debes otra phantomhive, pero ya tendrás tiempo de pagarme"
Abandone la habitación con ciel en brazos, había que darse prisa. Un vuelo privado nos esperaba.