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Intento de conquista por BlackHime13

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Notas del capitulo:

Espero que no me odies mucho pero aparte de que estaba completamente bloqueda a la hora de escribir la continuación de este y del de "Respuesta a una confesión", también estuber con trabajos y exámenes.

Además que cuando porfin terminé este se fue la luz en casa y solo pude recuperar la mitad :'( y cuando lo terminé no me gustó porque no era igual al original por lo que me piqué y llevo dos semanas reescribiendolo cada dos por tres xp

Bueno pero por fin lo terminé y aquí está, un par de minutos de terminarlo os lo dejo.

Nos vemos en las notas finales (=^w^=)

Capitulo 15


 


Mientras ellos conversaban tranquilamente y teniendo a los menores más relajados, la madre de los Uchiha había llegado frente al hotel donde se hospedaban sus amigos. Suspiró y decidida entró al lugar para aclarar las cosas de una sola vez.


 


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Un moreno caminaba por los pasillos hacia su oficina realmente molesto. No podía creer lo que había averiguado gracias a su secretario Zabuza. Llegó a su despacho y entró dando un gran portazo para después dejarse caer sobre el sillón detrás de su escritorio y dejar salir un pesado suspiro.


Dirigió su mirada hacia los papeles sobre la madera y volvió a suspirar solo que esta vez con frustración. No podía creer que hubiese dejado pasar algo como aquello. Nunca habría pensado que algo como aquello fuese posible pero delante suyo tenía las pruebas. La compañía de sus amigos estaba casi en la quiebra. Si no hubiese sido por su hijo menor, ciertamente ahora ya no existirían.


Suspiró por tercera vez y miró hacia el exterior por su gran ventanal. Ahora solo le quedaba esperar a que su mujer consiguiese una respuesta para poder resolver toda esa situación.


Si no lo conseguía era probable que sus hijos actuasen y aquello no sería nada bueno, puesto que estos harían cualquier cosa con tal de proteger a sus parejas.


 


 


La señora Uchiha se encontraba en el salón del hotel donde se hospedaban sus amigos esperando por ellos para poder hablar. Se encontraba sentada en un cómodo sillón detrás de unas plantas decorativas tomando té. Estaba a punto de levantarse para ver porqué tardaban tanto cuando vio a una persona caminar por el pasillo en dirección a la salida. Le reconoció al instante y eso le hizo fruncir el ceño molesta. No sabía porqué pero la expresión de ese tipo no le había gustado para nada. Al menos estaba segura de que este no le había visto ya que si lo hubiese hecho la habría saludado y no le caía para nada bien.


Poco después vio salir del mismo pasillo a sus dos amigos, los cuales traían una expresión bastante tensa. Los saludó y estos se acercaron pero sin cambiar la expresión.


-¿Qué es lo que quieres Mikoto?-preguntó algo rudamente la pelirroja.


-Eso debería de ser obvio ¿no crees?-respondió intentando permanecer calmada.


-No andes con rodeos y dilo de una vez.-dijo el rubio fríamente.


-¿Porqué tenéis esa actitud con vuestros hijos?-preguntó directamente.


-Eso es algo que no te incumbe así que si solo era eso nosotros nos retiramos.-dijo la mujer.


-Si me incumbe porque vuestros hijos salen con los míos, aunque eso no os guste. ¿Acaso tiene algo que ver ese tipo?-preguntó y llegó a notar la tensión que se formó en los cuerpos ajenos.


-¿Ese tipo? ¿De quién estás hablando?-se hizo el desentendido el único hombre.


-No os hagáis los que no sabéis. Me refiero a esa víbora de Orochimaru. Lo vi salir hace un rato.-respondió y vio como ambos palidecían.


-¿Te vio aquí?-preguntó asustada la pelirroja y la morena solo negó con la cabeza. Ambos suspiraron más relajados y se miraron con preocupación.


-Contadme lo que está pasando. Sabéis que os puedo ayudar, tanto yo como Fugaku lo haríamos sin dudar.-les dijo amablemente y ellos solo volvieron a verse para después asentir.


-Está bien pero.... esto es algo que lleva pasando de hace bastante así que será largo de contar.-dijo el rubio y la morena solo asintió para darle a entender que estaba bien, lo escucharía todo sin importar qué.


-Verás.... la última vez que nos vimos fue cuando Naru tenía cinco años. Un par de años después las cosas empezaron a ir mal en la empresa. Minato no entendía porqué si él seguía haciendo el trabajo como se debía y un par de semanas más tarde descubrió porqué algunos socios querían dejar de serlo.-comenzó a explicar la pelirroja.


-Orochimaru estaba haciendo de las suyas y muchos socios quisieron dejarnos. Cuando lo descubrí fui a encararle pero las cosas no salieron bien.-siguió el rubio.


-¿Qué pasó?-preguntó preocupada al notar la mirada de tristeza en ambos.


-Al parecer, la última vez que él asistió a una reunión en nuestra casa....


-....le gustó Naruto.-terminó la frase de su mujer al ver que esta no podía.


-¿Cómo?-preguntó sorprendida.


-Así es..... en cuanto vio que nuestro hijo era muy lindo lo quiso para él y empezó a causar problemas en la empresa sabiendo que yo iría a por una explicación.-siguió el hombre.


-Le propuso a Minato que si lo comprometía con Naruto dejaría de molestar pero nos negamos ambos. No íbamos a hacerle algo como eso a nuestro hijo.-continuó la mujer conteniendo las lágrimas.


-Se enfureció pero entonces nos propuso otra cosa.-dijo el ojiazul.


-¿El qué?-preguntó la morena temiendo lo peor.


-Nosotros seguiríamos trabajando como siempre pero.... en cuanto Deidara cumpliera los 16 (ahora tiene 20) este tendría que hacerse cargo de todo. Nosotros sabíamos que a él no le gusta para nada lo que esté relacionado con la empresa así que no sabíamos qué hacer. Entonces nos dijo que también podían ayudar Naruto y Gaara pero no podíamos decirles porqué.


-Pero eso no explica porqué los tratáis tan fría y duramente. Además de ¿qué importancia tiene que tengan pareja o no? Yo se que la edad no os importa porque sabéis reconocer cuando alguien se quiere de verdad y sé que lo visteis con mis hijos y los vuestros.-comentó la morena.


-Esa era la trampa del trato. Nuestros hijos tenían que ser capaces de mantener la empresa sin nuestra ayuda y sin tener una pareja hasta que Naruto cumpliera la mayoría de edad. Si lo conseguían él nos dejaría en paz pero si se incumplía una de las dos condiciones....


-Naruto sería comprometido con él automáticamente.-terminó la pelirroja. La morena estaba perpleja por toda aquella información.


-Esa es la razón por la que empezamos a tratarlos fríamente y a obligarlos a aprender cómo hacer el trabajo para que pudiesen cumplir la primera condición. Para la segunda nos aseguramos de mantenerlos ocupados y en escuelas solo para donceles.-dijo el rubio.


-Pero.... ¿Por qué Dei-chan y Gaa-chan tenían que seguir esa segunda regla? Entiendo que Naru-chan no pudiese tener pareja pero.... ¿por qué los otros dos también?-preguntó la ojinegra.


-Porqué si Dei conseguía pareja, en cuanto cumpliese los 18 la familia del varón se asociaría con la nuestra y serían capaces de arreglar las cosas, sobretodo si fuese una familia poderosa. Aquello no le convenía y puso esa condición.-respondió el ojiazul.


-Tienes que saber que nosotros más que nadie quisimos protegerles y aceptar eso fue lo mejor. No queríamos tratarlos de aquella forma pero no queríamos arruinarle la vida a Naruto comprometiéndolo con ese tipo.-dijo la pelirroja llorando.


-Os entiendo pero podríais habernos pedido ayuda.-dijo la morena preocupada.


-Ese tipo nos mantenía vigilados. Nada de llamadas, visitas ni cartas a otras personas estaban permitidas. Si contábamos el problema el trato acababa y sabíamos que pondríamos en peligro a Naru.-explicó el rubio con tristeza.


-Ya veo. Por eso os alterasteis al saberlo, puesto que a Naru-chan le faltan dos años para cumplir los 18 y terminar con el contrato.-habló con comprensión y recibió un asentimiento por parte de ambos.


La ojinegra los miró a ambos y pudo observar el dolor que expresaban sus ojos. Realmente les había dolido en el alma comportarse de esa forma con sus hijos pero había sido lo mejor para protegerles. Suspiró después de asimilarlo todo y les sonrió para tranquilizarlos.


-Fugaku y yo nos encargaremos de todo. Si conseguimos pruebas de lo que ese tipo ha estado haciendo podremos pararle. Sé que será difícil pero necesito que sigáis comportándoos como hasta ahora aunque les diré la verdad a ellos, no quiero que sigan odiando a sus padres por algo como esto.-les dijo con una sonrisa en el rostro.


-De acuerdo y.... realmente me alegra que nuestros hijos estén juntos.-comentó la pelirroja con una sonrisa sincera al igual que el rubio que también sonrió pero no dijo nada.


La morena asintió y se despidió de ellos para seguidamente marcharse a casa, asegurándose que nadie les hubiese escuchado.


Llegó a la mansión Uchiha y al llegar vio a todos en el salón, incluidos a los Namikaze, entre una aura tensa. No supo muy bien lo que pasaba pero en cuanto los menores la vieron entrar la miraron con los ojos aguados.


-¿Es verdad?-preguntó el rubio menor.


-¿El qué?-preguntó ella preocupada al verlos.


-¿No fue culpa de nuestro padre el que la empresa fuese mal?-preguntó ahora el pelirrojo mirándola con dolor.


Ella no supo qué responder ante esa repentina pregunta y miró a su marido por una explicación. Este suspiró y le mostró los papeles que anteriormente él se encontraba leyendo en su despacho.


 


-Cuando te fuiste a hablar con sus padres yo decidí comprobar si era cierto que la empresa estaba tan mal. Me sorprendió ver que así era y que si no hubiese sido por los chicos ahora mismo estaría en bancarrota. Pensé que tal vez las cosas habían ido como los chicos decían pero yo conozco a Minato de hace mucho y sé que nunca cometería errores como esos por lo que decidí profundizar más en el asunto. Ahí fue cuando descubrí que todos esos problemas con el dinero no tenían que ver con los Namikaze sino que otra persona estaba detrás de ello.-paró para mirar a los mencionados y después volvió su mirada a la mujer.


-En cuanto llegué quise primero hablar contigo pero todavía no habías regresado así que hablé con ellos y decidimos esperar para ver qué era lo que habías averiguado.-terminó de contar.


La mujer sonrió y asintió, para después acercarse a los hijos de sus amigos y abrazarlos con cariño. Después se sentó al lado de su marido y decidió explicarles las cosas.


 


-En realidad tenía pensado hablar con Fugaku y explicarle la situación para después ver cómo explicárosla a vosotros; si lo haríamos directamente o nuestros hijos serían los que hablarían con vosotros pero, creo que lo haré ahora.-dijo y cogió aire para proceder a contarles todo lo que le habían dicho los otros mayores.


 


Cuando terminó vio distintas expresiones en los rostros de los presentes: su marido estaba enojado y aguantaba las ganas de golpear a aquella serpiente rastrera; sus hijos parecían sorprendidos pero al mismo tiempo estaban preocupados por sus parejas y enojados con el tipo que había provocado toda aquella situación, sobretodo su hijo menor que parecía tener los ojos enrojecidos de la ira; y por último estaban los más involucrados, se les podía ver con lágrimas en los ojos y temblando pero cuando levantaron los rostros estaban sonriendo levemente.


-Ya veo....-dijo el mayor de ellos.


-Siento no haber confiado en ellos.-comentó el pelirrojo con finas lágrimas bajando por sus mejillas.


-Podrían haberlo dicho.....a mi no....-dijo entrecortado el rubio menor por el llanto.


-Por que sabían que no te negarías a casarte si sabías que podría hacer sufrir a tu familia fue por lo que no dijeron nada. Te criaron ellos y por eso no te habría importado sacrificarte pero son tus padres. No iban a dejar que aquello pasase, habrían hecho cualquier cosa para que os casaseis con una persona que amaseis de todo corazón, incluso si eso significaba hacer que les odiaseis.-le explicó la mujer al menor con una dulce sonrisa.


Hubo unos minutos de silencio en los que los chicos siguieron llorando pero en cuanto se tranquilizaron miraron a todos los presentes.


-Sentimos haberos metido en todo esto.-dijeron los tres a la vez pero mirando solo a sus respectivas parejas.


-No es nada chicos. Nosotros haremos cualquier cosa para ayudaros, ¿verdad hijos?-preguntó la mujer y estos solo sonrieron a sus parejas a la vez que asentían.


-¿Qué haremos ahora?-preguntó el moreno mayor.


-De momento no podéis salir juntos a la calle ni acercaros más de lo necesario en la escuela.-dijo seriamente la mujer.


-¿Por qué?-preguntó un disgustado azabache.


-Porque ese tipo estará vigilando. Ya debe saber que los chicos se quedan aquí y eso significa una oportunidad para que gane lo que tanto quiere.-explicó.


-Maldita sea.-dijeron los tres a la vez. A la mujer no le extrañó aquello puesto que llevaban semanas sin separarse puesto que les había costado conseguirlos y no les gustaba nada eso de dejarles solos.


-Esto....-llamó la atención tímidamente el pequeño kitsune.


-Dinos Naru-chan.-le alentó la mujer.


-Siempre y cuando no nos vean como nosotros ¿no sería posible salir de vez en cuando?-preguntó con un sonrojo. Todos le miraron sin entender hasta que sus hermanos captaron el significado de lo que había propuesto su hermanito y se sonrojaron.


-¿Qué quieres decir Naru-chan?-preguntó Sai.


-Em.... pues.... me refiero a usar....-intentó explicarse pero no sabía como decirlo sin avergonzarse. En ese momento la mujer entendió lo que quería decir el menor y sonrió.


-¿Te refieres a usar la ropa de mujer que os compré?-preguntó divertida y este solo asintió a la vez que se sonrojaba de sobremanera. Es cierto que la primera vez se divirtió pero no tenía pensado volver a hacer algo como aquello.


Los morenos se sorprendieron por aquella propuesta pero sonrieron. El azabache le miró con dulzura y le dio un casto beso en la frente.


-Aunque me gustaría volver a verte con ropa de mujer..... tú eres mi novio y no quiero que piensen que salgo con una mujer, incluso si eso significa estar un poco apartado de ti por un tiempo.-le dijo con una tierna sonrisa.


-Sasuke...-susurró sonrojado pero sonrió ante las lindas palabras de su novio.


-Bueno, aunque era una buena idea mis hijos no cambiarán de opinión así que seguiremos con lo que yo dije. Tampoco os preocupéis porqué nosotros dos nos encargaremos de que no sean mucho tiempo.-les aseguró la única mujer presente.


Los chicos solo asintieron y decidieron confiar en las palabras de la mujer.


 


......Continuará......


 

Notas finales:

Al principio os expliqué el porqué no pude acutalizar en todo este tiempo y espero que lo entendáis u.u

Mi otro fic en cuanto pueda también subiré la conti al igual que tengo otro nuevo que es más cortito que lo subiré dentro de poco, aunque no estoy muy segura cuando exactamente.

Bueno, espero que os haya gustado y espero vuestros reviews que terminé de responder los del cap. pasado ayer.

Matta nee (=^w^=)


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