Capitulo 9. ¿Cita? ¿Cuál cita?
El chico rubio tenía entre sus manos un gran helado de chocolate, como todo un niño saboreaba aquello y se llenaba la cara, el pelicastaño sólo sonreía, después de todo así era Naruto, alegre y tan niño.
- Calma Naruto, si quieres te compro otro helado pero ten calma que no se acaba.
- Mmm… no es eso – el Uzumaki lamía con mucha dedicación mientras movía sus piernas de un lado a otro – Así es que se come un helado.
El catire abrió grande la boca y se metió un gran trozo de helado de chocolate, en eso sintió un enorme frío en el cerebelo.
- ¡¡AAAAHHHHH CONGELAMIENTO CEREBRALLLLLLL!! – el chico tenía ambas manos sobre la cabeza mientras gritaba y todos en la heladería se le quedaban viendo.
- Naruto, me estas haciendo pasar pena – el Nara se encogía de hombros intentando ocultarse de las miradas.
Saliendo de la heladería pasaron por un local donde alquilaban videojuegos, al rubio casi se le desorbitan los ojos.
- ¡Shika! ¡Shika! ¿Verdad que me vas a llevar a jugar? – las pupilas azules se tambaleaban.
- Ah, que fastidioso eres Naruto, en mi casa hay mejores juegos que esos.
- Pero, pero… no estamos en tu casa, anda por favor – jalaba del brazo del pelicastaño.
- Está bien… que problemático.
- ¡¡SIIIIIIIIIIIII!! – Naruto se abalanzó sonriente sobre el chico haciendo que este se sonrojara por el contacto.
Ya dentro los chicos alquilaron un nintendo y se pusieron a jugar uno de carros (no me viene ninguno a la cabeza ahora n.nU) el catire apretaba los botones con furia y se movía como loco, en cambio Shikamaru estaba de lo más tranquilo sobrepasando a Naruto mientras bostezaba, los juegos de competencia le parecían en extremo aburridos.
- ¡¡ALLA VOY SHIKAMARU!! – el auto del ojiazul pasaba el del pelicastaño, giró el rostro hacía el chico e hizo la “V” para picar al Nara pero no lo logró, aprovechó la distracción para volver a tomar la delantera – Ay eso no es justo – el chico inflaba sus cachetes.
- Eso te pasa por no prestar atención.
- Mira quien lo dice el señor despistado.
- Creo que gané – decía Shikamaru ante la titiliante frase “winner” en su lado de la pantalla.
- ¡¿Qué?! Eso no es justo, te aprovechaste de que estaba distraído – el rubio reclamaba a más no poder llamando la atención de los otros chicos.
- ¿Ves? a eso me refiero, nunca te das cuenta de lo que pasa a tu alrededor.
- No es justo, no es justo – el Uzumaki estaba molestó - ¡Te reto a un duelo de monstruos! – señalaba al chico con su dedo encaramado en la silla del local.
Todos los fanáticos de aquel género se acercaron a ver la batalla.
- Naruto… sabes muy bien que soy malísimo en esa clase de juegos, hay que pensar mucho, son aburridos.
- ¡Cobarde! ¡Elige tu deck y te veo en el campo de duelo! – Naruto realizaba una pose que le proporcionaba misterio.
- ¡Oh! ¡Increíble! – Los chicos se emocionaban ante la actitud del chico - ¿Qué van a jugar? ¿Será Yugi? ¿Magic? ¿Pokémon?...
- Pues… - el rubio se rascaba la cabeza – “No sé de que rayos me están hablando, dije eso porque lo vi en un programa de tv anoche”
- Perdonen, pero mi amigo y yo nos tenemos que ir – Shikamaru tomaba al chico del brazo y lo sacaba del pelotón de jugadores.
- ¡Esperen! ¿Acaso se van a una arena especial? – uno de los chicos intentaba seguirlos y los otros hacían lo mismo.
Los chicos se encontraban caminando por las calles de la ciudad, habían logrado salir del local, Shikamaru observaba al rubio admirar cada tienda que pasaban.
- No te sacan muy seguido ¿No es así? Naruto – caminaba con las manos en los bolsillos.
- Pero ¿Qué dices? ¿Acaso crees que soy un perro al que sacan a pasear? – Naruto hacía pucheros.
- No me refería a eso pero… te debes ver muy lindo con cola.
- ¿Qué… te pasa? – las mejillas del ojiazul se pintaron de rojo.
Shikamaru sonrió, extrañaba tanto al antiguo Naruto que se enojaba con sus comentarios y hacía berrinches, nunca pensó que necesitaría tanto de la compañía de una persona.
- Oye Shikamaru… - el catire caminaba junto al chico - ¿Adonde vamos ahora?
- Mmm – miraba las nubes en el cielo pasando lentamente – no sé, dime tú.
- ¿Cómo que te diga yo? ¿Acaso no fuiste tú el que me sacó de clases porque quería pasear?
- Si.
- ¿Entonces? – el rubio se cruzaba de brazos.
- No me importa a donde ir Naruto, con tal de que esté contigo.
El Uzumaki detuvo el paso dejando que el pelicastaño continuara el camino, al darse cuenta de que su amigo se había detenido el Nara también hizo lo mismo, las personas a su alrededor pasaban y seguían su ruta.
- ¿Qué te pasa Naruto? ¿Quieres ir al baño?
- ¿Qué baño ni que baño? – Ahora parecía estar molesto o más bien intentaba ocultar su rostro – sólo llévame a casa ¿Quieres?
La gente continuaba transitando por ese sitio, esquivando a los dos muchachos detenidos en media acera, no pronunciaban palabra alguna, Shikamaru no dejaba de mirar al rubio de espaldas.
- ¿Qué… haces? – Shikamaru tomaba al ojiazul de la mano lo que lo hizo sonrojarse de nuevo.
- Bien, antes de irnos vamos a un sitio.
- ¿Un sitio? – el rubio caminaba pero no dejaba de mover su mano entre la del Nara para sentir la piel - ¿Qué… sitio?
- Que fastidioso eres ¿No puedes simplemente dejarte llevar?
El catire no contestó hasta que llegaron a un parque, donde se sentaron en uno de los banquillos.
- ¿Este es el sitio donde querías traerme? – Naruto observaba chiquillos jugando a su alrededor – Oye Shikamaru, ya no estamos en edad de jugar con críos.
- Deja de fastidiar, te traje aquí porque es un buen sitio para hablar.
- ¿Hablar? – el rubio entrecerraba los ojos, la palabra “hablar” significaba otra palabra para él… “aburrido”.
- Si… - el pelicastaño se enfocaba en los niños que corrían - ¿Hace cuanto que no hablamos Naruto?
- Oye Shika… perdona que te lo diga pero… ya Iruka me da bastantes sermones para que tú me vengas con más.
El Nara mantuvo silencio unos segundos mientras trataba de no darle un coscorrón al chico.
- Skika… ¿Crees que yo… sería una linda chica? – Naruto jugaba con sus deditos mientras cambiaba de tema.
- ¡¿Pero… qué te pica Naruto?! – el pelicastaño tenía un tic en una ceja.
- Es que anoche tuve un sueño y… - giró su vista para encarar al Nara, se dio cuenta de que éste lo miraba de manera extraña – Ay, olvídalo “si me va a ver así mejor no le cuento”
- Anda, ya dime que soñaste.
- No, jódete – el chico se cruzaba de brazos.
- Esta bien no me cuentes – el Nara sonrió y se puso a mirar el cielo.
Ambos estuvieron un rato admirando las nubes, estaban debajo de un árbol y entre las ramas se colaban las mismas casi confundiéndose.
- Nos van a armar bronca mañana – el Uzumaki reía por lo bajo.
- Así es.
- ¿Qué excusa vamos a dar?
- Mmm – un ave pasó a la vista del chico – que tuvimos una cita.
- ¡¿Pero qué dices?! ¡¡Tú mismo me aseguraste que no era una cita!! – las mejillas del rubio de nuevo se coloreaban.
- Cierto, no lo es… pero me gusta verla cara que pones cuando digo que si lo es.
- ¡¡!! – Naruto estaba furioso y sonrojado.
En ese instante Shikamaru le hizo entrega de algo.
- ¿Qué es esto? – El rubio examinaba lo que parecía una especie de entrada - ¿No me digas que es lo que pienso que es?
Shikamaru sonreía ante la expresión de asombro de su amigo.
- ¡¡Entradas para ver a Sasuke Uchiha en concierto!! – en los ojos de Naruto se reflejaban corazoncitos.
- Es a finales de este mes, tendrás que buscar una excusa para perderte ese día porque dudo que tus padres te dejen ir por tus calificaciones.
- No importa, invento lo que sea – el rubio pasaba el papel por sus mejillas – Voy a ver a Sasuke… las chicas del liceo me envidiarán – tenía una expresión maliciosa imaginándose a las admiradoras del chico celosas - ¿Cómo las conseguiste?
- Pues… ¿Por qué crees que no me encontraste ayer?
- Quiere decir que tú…
- Así es, fui de puesto en puesto, de lugar en lugar… - el Nara recordaba todo el trajín que había hecho – pero a la final mi padre las encontró por medio de un amigo que trabaja con él… mi padre es tan olvidadizo que las dejó en su oficina – iba a continuar pero Naruto lo interrumpió.
- Lo… siento Shika pero… no puedo aceptar estas entradas – el rubio le devolvía los papeles al chico mientras en su interior lloraba a chorros.
- ¿Por qué no? – el Nara se negaba a aceptarlas.
- Es que te esforzaste en conseguírmelas y yo…
- Vamos a hacer una cosa – el pelicastaño bloqueaba los labios de Naruto con su dedo – Te las iba a regalar para que invitaras a Sabaku no Gaara a que te acompañara.
- Yo no… - fue interrumpido de nuevo.
- Pero si lo que te molesta es que te las de así no más, entonces me quedo con una y hacemos como que te estoy invitando.
- ¿O sea que vendrás conmigo? – los ojitos azules brillaban de emoción.
- Si, pero luego me tendrás que pagar.
- ¿Cómo? – El catire tenía una gotita en la cabeza – pensé que me la estabas regalando.
- Me refiero a lo de ir – el chico desviaba la mirada – sabes que no me gusta ese.
- ¡¡No es ese se llama Sasuke!! – Los cachetes del rubio se inflaban al insultarle a su artista - ¿Y cómo te voy a pagar? Sabes que no me dan dinero por el incidente de las compras por teléfono… ¿Quieres que te haga la tarea?
- Si te permito eso mi promedio caerá en picada – mantenía una sonrisa.
Naruto no respondió, se quedó observando el diseño de su entrada mientras le entregaba la otra al pelicastaño.
- Sólo que eso si será una cita.
- … - el Uzumaki bajó la mirada al sentir sus mejillas calientes, se percató de que el Nara le tomó la mano lo que le hizo sentirse sofocado y que el corazón aumentara su ritmo.
- ¿Qué me dices Naruto? – Shikamaru miraba al chico mientras mantenía su mano - ¿Quieres salir conmigo?
- Pues yo… - los ojos azules evitaban chocar con los castaños.
- Si dices que no entonces invitaré a Sakura o a Ino al concierto de Sasuke.
- ¡¡No!! Quiero decir… si, acepto salir contigo.
Shikamaru se sentía en extremo feliz, sonrió al tiempo que el rubio intentaba ocultar lo rojo de su rostro, le soltó la mano al sentir que le había sudado toda la suya.
- “Será mejor que no le diga que las entradas que estaba buscando eran las de My Chemical Romance” – el Nara se percató de que Naruto de nuevo estrujaba la entrada contra su mejilla - “Si le digo que esas si que estaban agotadas se pondrá a llorar por no poder ir a verlos”
- “Voy a ir a ver a Sasuke en concierto” – los corazoncitos invadían sus ojos de nuevo – “y lo mejor es que Shikamaru va a venir conmigo, soy tan feliz…”
Continuará…