Esto pasa cuando... por Kokoro no Tenshi

- ¿Te encuentras bien Light-kun? - preguntó el mayor volteándolo a ver cuando éste se despertó de repente sobresaltado y jadeando -

- ¿Eh? Cierto, cierto...

- Al parecer no estaba durmiendo tan plácidamente como pensaba - pensó el pelinegro mientras seguía al castaño hacia el baño para tomar una ducha y bajar a desayunar -

- ¿Te sucede algo Light-kun? Luces distraído -preguntó el pelinegro mientras se duchaba -

- No, Ryuuzaki. No me pasa nada. - el castaño tenía los ojos abiertos pero en realidad no tenía ningún punto bajo su mirada por lo que no había notado que inconcientemente su mirada estaba dirigida hacia la ducha donde el joven de ojos azabache se bañaba tranquilamente, lo veía pero no lo miraba -

      Ryuuzaki al creerse observado decidió preguntar por el bienestar del castaño. Éste ni se inmutó por la pregunta y eso le pareció extraño al detective.

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      Todos se encontraban ocupados en el caso. Ryuuzaki cada día parecía más obsesionado con la investigación. No intervenía en los comentarios de los demás, no despegaba su mirada de la pantalla del computador. Solo le interesaba encontrar a Kira, descubrir quien era, encerrarlo tras las rejas, demostrar que Misa era la segunda Kira y que Light era Kira en si. Light por su parte se encontraba recordando el extraño sueño que había tenido en días pasados.

      De acuerdo a ese sueño él mismo era Kira, había creado un mundo nuevo sin criminales y estaba enamorado de... No. Eso no podía ser posible. Una cosa era hacerlo molestar con pequeños besos y cederle espacio al deseo y otra cosa es que de verdad un sentimiento más fuerte esté detrás de todas esas acciones. Solo era un simple deseo. Solo eso. No había más nada dentro de sí. ¿Cómo podía amar a una persona tan extraña como Ryuuzaki?

      Light estaba en su fase de negación total. Para él nada de eso que pensaba era posible. Lo que Light y hasta el mismo Ryuuzaki no se daban por enterados es que cuando una persona comienza a renegar tanto de otra es porque hay otro tipo de interes escondido. El problema es darse cuenta a tiempo... y aceptarlo.

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      Cuando Matsuda no se encontraba haciendo su trabajo como manager de Misa se encontraba en la sala de investigaciones tratando de darse a sí mismo algo de protagonismo en el desarrollo del caso. No era una persona muy astuta pero si tenía un sentido del deber inquebrantable, le gustaba su trabajo y era intuitivo. Por algo pertenecía al cuerpo policial de Kanto. Su característica especial era que en ocasiones decía cosas inapropiadas en el momento inapropiado. Sin embargo era muy apreciado por todos. En estos momentos se sentía un poco desplazado porque no había sido de mucha ayuda para con el caso y él quería que su trabajo fuese reconocido, quería dejar de ser el muchacho quien le lleva los dulces a Ryuuzaki.

      Por tal razón se mostraba muy cooperador con Yagami Light, creía que estando con él podría aprender ciertas técnicas aplicables en su labor diaria para así colaborar mucho más con la solución del caso. Había compartido la idea con Mogi-san y éste le dio el visto bueno, no le remarcó ningún tipo de impedimento, solo que no molestara a Light muy seguido, que no interfiriera con su trabajo.

      Light había pasado unos días llenos de tensión debido a ese extraño sueño. Seguía dando vueltas en su cabeza como un tornado, destrozando otras ideas y adueñandose de sus pensamientos. Matsuda lo notó estando sentado en el sofá con Mogi y Yagami-san justo detrás de los jovenes detectives, e intentó sacarlo de su ensimismamiento minutos antes de terminar el turno vespertino.

- Si Matsuda ¿Por qué lo preguntas? - Light se giró para darle la cara a Matsuda. Éste se había levantado de su asiento para acercarse al castaño -

- Estas distraído. Pensé que tal vez tu...

- Tranquilo. Estoy bien. Solo algo pensativo; el caso me ha tenido atareado. - Mientras decía esto Light sacó a relucir una sonrisa dirigida a Matsuda, agradeciéndole su preocupación. Matsuda al notarlo se sonrojó levemente y bajó la mirada rápidamente mientras jugaba con unas carpetas que tenía en la mano para que Light no se diera cuenta de la reacción que había tenido solo por una sonrisa -

- Que... Que bueno Light-kun. Oye, ¿Qué te parece si jugamos una partida de ajedrez?

      Tanto Mogi como Soichiro-san e incluso el mismo Matsuda se sorprendieron por la respuesta del castaño. Pensaron de todo menos que él daría una respuesta afirmativa.

- ¡Chevere! Creo saber donde se encuentra uno. Regreso en un momento - y sin decir más, dió media vuelta y salió de la habitación en búsqueda del tablero de ajedrez muy contento -

- No creo que eso sea una buena idea Light-kun - la voz de Ryuuzaki resonó por la silenciosa habitación -

- ¿Y más o menos como por qué Ryuuzaki? - inquirió el castaño dándose la vuelta en su silla para poder ver al pelinegro pero éste seguía impávido de frente a su computador -

- Ryuuzaki, casi es la hora de cenar. Faltan solo 10 minutos por eso acepté la idea de Matsuda. La investigación no se caerá solo porque no esté frente al computador 10 minutos menos de lo habitual. No pasará nada - ya había abandonado su asiento y se encontraba levantado a pocos pasos de la silla de Ryuuzaki, los demás detectives estaban a la espectativa ya que previnieron que se desataría alguna tormenta -

- En 10 minuntos se puede acabar el mundo Light-kun, se razonable. Una estúpida idea de Matsuda-san no salvará al mundo en esos 10 minutos, a decir verdad ninguna idea de Matsuda-san podría salvar nada. Lo máximo que se le puede ocurrir es jugar un simple juego de mesa

- Mejor lo dejamos para otro día Light-kun - Matsuda ya estaba de regreso con el tablero en sus manos y había escuchado todas y cada una de las palabras del pelinegro pero como éste se encontraba de espaldas no pudo notar que ya había regresado -

      Light al escuchar las palabras del joven detective se dió la vuelta bruscamente. Estaba sorprendido. ¿Lo habría escuchado todo? ¿Cuando llegó?

- Incluso Matsuda-san está siendo sensato esta vez. - Comentó tranquilamente el pelinegro mientras observaba la reacción de Matsuda. Matsuda seguía sosteniendo con sus manos el tablero de ajedrez pero lo sostenía tan fuerte que sus nudillos ya estaban pálidos. Tenía la cabeza gacha y unos pocos mechones tapaban su mirada -

- ¡Ryuuzaki!

- Dime Light-kun

- Matsuda me ofreció una partida de ajedrez en estos últimos diez minutos del turno y te opusiste porque de acuerdo a tu "profundo" análisis, el mundo se podría acabar en esos diez minutos. Pero ya que han pasado los diez minutos mientras estabas protestando pacificamente, el turno vespertino terminó y de paso el mundo sigue intacto... YO, voy a jugar una partida de ajedrez con Matsuda - Matsuda se sorprendió por el comentario de Light, se sentía eufórico. La alegría lo estaba invadiendo: ¡Light lo estaba defendiendo!

      Pasó un lento y tenso minuto de silencio. Nadie dijo nada, nadie comentó ni respondió nada. Solo esperaban a la persona que rompería el tenso ambiente. Incluso el mismo Soichiro-san estaba anonadado por lo que su hijo acababa de hacer. Sabía que su hijo tenía un caracter fuerte y que debido al encierro estaba de un humor no muy bueno pero últimamente estaba sufriendo cambios de ánimo sorprendentes: de estar completamente serio pasaba a reirse como nunca y de estar totalmente tranquilo a estar irascible.

      Contra eso Ryuuzaki no tuvo más argumentos con los que refutar lo dicho por Light así que optó por guardar silencio así él no quisiera y acceder a la petición del partido de ajedrez. Matsuda le estaba ganando a Light por dos piezas, pero sigilósamente un peón de Light acechaba al rey de Matsuda. Estaban muy concentrados en su juego. Relajándose un poco después de los eventos acontecidos hacía unos minutos. Se encontraban en la misma sala de investigaciones: Light y Ryuuzaki sentados en el sofá grande separados a medio cuerpo de distancia mientras que Matsuda estaba frente a ellos sentado en una cómoda. El juego reinaba entre ellos sobre una mesa de vidrio mientras las piezas eran movidas o retiradas del tablero. Ryuuzaki degustaba una rebanada de pastel de fresas muy lentamente. Su cara no denotaba emoción alguna. Varias veces la pequeña cucharilla quedaba inmovilizada a medio camino de su boca. Importantes cavilaciones cruzaban la mente del pelinegro. Mientras que Light y Matsuda estaban concentrados en su juego, él se encontraba concentrado en su pastel.

- En realidad no le veo la finalidad de jugar ajedrez a estas horas. Si quería desestresarse o algo así por el estilo pudo haber jugado ajedrez digital o al menos pudo haber jugado conmigo. De esa manera el juego resultaría más interesante y podría ser más duradero. Con la inteligencia de Matsuda-san el juego no durará más de 15 minutos. Además pude haber utilizado el juego para comprobar de alguna manera que él es Kira. Tomando en cuenta que ha estado irascible últimamente podría sacarle provecho a ello y hacerlo confesar. Pero si se empeña en hacer las cosas alejado de mí me coloca en una dificil situación. Así no lo podré hacer confesar - la pequeña cucharilla llegó a su destino y el pastel de fresa se disolvía lentamente en su boca - Matsuda-san no es tan bueno en ajedrez, solo tiene suerte. Aunque cabe la posibilidad de que Light-kun lo esté dejando ganar. Si hubiese jugado conmigo yo le estaría ganando limpiamente y él no tendría que hacer las veces que está perdiendo el juego. Light-kun me sigue sorprendiendo con sus acciones. Una vez más su patrón de reacción ha cambiado. Me gustaría saber que es lo que lo hace cambiar así de repente - ya se había comido su rebanada de pastel y tomado su taza de té cargada de azúcar pero la pequeña cucharilla seguía en su boca mientras dirigía una mirada inquisidora a Light. Matsuda se dió cuenta y perdió un peón por ello -

      Luego de 45 intensos minutos el juego llegó a su fin. Fue un final cerrado porque Matsuda resultó ser un excelente jugador de ajedrez pero al final Light hizo jaque mate.

- Buen juego Matsuda. Nunca pensé que fueras tan bueno en esto

- Uhm... Pues será. Se volverá a repetir Matsuda. Tenlo por seguro - dijo Light mientras estrechaba la mano de Matsuda, éste la recibió gustoso. Haciendo una reverencia y despidiéndose de los jovenes se marchó a su habitación - ¿Ya estas contento Ryuuzaki? - dijo el castaño volteándose para mirar salvajemente al pelinegro -

- Claro, ahora entras a tu fase de que no entiendes nada y estas hecho de inocencia pura - dijo el menor acercándose al detective -

- No se de que hablas Light-kun - su corazón latía con fuerza, veía como lentamente su principal y único sospechoso se acercaba lentamente a él con sus labios entreabiertos. Se imaginó lo que pasaría a continuación. ¿Lo dejaría seguir o lo detendría antes que sucediera algo más? Comenzaba a sentir un leve vacío en su estomago cuando...-

- Olvídalo ¿si? Juraría que ví a Ryuuzaki entreabrir un poco los labios. En estos casos que te involucran a ti... es mejor que lo olvides... ambos. Comentó mientras suspiraba cansinamente. Dió media vuelta y avanzó unos pocos pasos lejos del pelinegro, tantos como permitía la cadena - Lo que mejor sabes hacer, entre otras cosas, es evadir ciertas responsabilidades - Se giró nuevamente buscando la mirada de su interlocutor -

- ¿Evadir responsabilidades dices? - El pelinegro levantó su mirada encontrándose con la del castaño. Había sido una jugada sucia por parte del menor pero no diría nada. No le daría el gusto. Su mirada era inocencia total. No podrían culpar a nadie que tuviera esa mirada que brindaba el ojinegro en esos momentos y menos cuando le agregaba el toque de colocar su pulgar en su boca -

- Dije que lo olvidáramos. ¿No tenías hambre? Entonces vamos a cenar.

- No, Light-kun. - Light se sorprendió porque el pelinegro se había levantado del sofá y ahora tenía una mirada totalmente seria.

      Y sin decir más dirigió sus pasos hacia las escaleras que lo conducirían a su habitación y a la ducha. Light dejó su estomago en la sala de investigación. Fue un golpe bajo lo utilizado por el pálido detective. - Maldito Ryuuzaki - pensaba mientras se dejaba guiar hasta el cuarto de baño.

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      Los minutos seguían su camino inquebrantable. Creando horas, muriendo ahogados dentro del tiempo para no regresar. Limitando su existencia a sesenta segundos. Los primeros o los últimos de todos y cada uno de los seres vivos. Los mejores y los peores, los más rápidos y los más lentos. El tiempo. Para algunos no transcurría y otros querrían poder retrocederlo. Jugar un poco entre sus redes. Tejer algo más o desenredar otro poco. Pasaba igual para todos. Jamás se detenía aún si juntáramos toda nuestra energía tratando de hacerlo. Los días pueden parecer suspiros de un niño. Algunos cortos y otros largos. Unos divertidos y otros tristes. Unos entendibles y otros muy complicados. Así era para todos. Aunque algunos se rehusaran a aceptar el hecho de que el tiempo lo soltó un niño por la ventana y por eso pasaba tan rápido.

      Los días habían pasado rápidamente en la sala de investigación. Ya sabían que en Yotsuba estaba Kira. Estaban esperando el momento indicado para poder acceder a la empresa y averiguar como mataba y capturarlo. El momento de la verdad estaba cerca.

      Mientras se acercaba insipientemente el momento que todos esperaban. La investigación continuaba pero ahora centrada en Yotsuba. Light y Matsuda jugaban ajedrez ocasionalmente. Era su manera de desestresarse. Ryuuzaki no veía con buenos ojos esa costumbre ya que según él, los distraía de sus deberes como detectives pero no lo vociferó porque ese no era su estilo. Aún y cuando gracias a una de las "estupideces" de Matsuda habían descubierto valiosa información del grupo Yotsuba, había algo que a Ryuuzaki no le acababa de gustar de la cercanía de esos dos. Solo los miraba de reojo cuando al terminar el turno vespertino cada cierto tiempo, los jovenes se disponían a jugar en la sala de investigaciones.

      Ya sabían que en Yotsuba se encontraba Kira, lo que no sabían y era justamente lo que L quería saber era el hecho de como mataba. Y atrapando al Kira de Yotsuba lo podría saber. Light había conseguido aplazar el asesinato de Coil un mes. Tenían justo ese tiempo para descubrir el método o de lo contrario asesinarían a Ayber. Tenía un plan en mente para probar que Light era o alguna vez fue Kira.

- Puede que cuando yo muera, Light-kun sea quien herede el nombre de L - Ryuuzaki se encontraba de frente a su computador. Acababan de presenciar la última reunión del grupo Yotsuba. Light, Mogi, Matsuda y Soichiro se encontraban a sus espaldas -

      A todos les sorprendió esa declaración pero no más que al mismo Light.

      Ambos estaban mirándose fijamente. Negro contra castaño. Light buscaba en algún lugar dentro de los ojos de Ryuuzaki algo que lo pudiera hacer creer que en Ryuuzaki además de todo, había algo más que el caso Kira. Ryuuzaki por su parte, buscaba un indicio de lo que podría ser la respuesta de dos grandes preguntas que tenía tatuadas en su pecho... Una de ellas era si Light-kun era Kira y la otra...

      Pasó muy rápido. Al segundo siguiente Light le había propinado un puñetazo en la cara a Ryuuzaki y éste le había pegado una patada en el rostro al castaño exactamente en el mismo instante. Los demás detectives estaban sorprendidos de la reacción de los jovenes y se aventuraron a separarlos. Las cadenas los habían ayudado a no separarse mucho entre sí y por consiguiente los golpes seguían produciéndose en serie. Luego de una lucha de pocos minutos que pareció eterna. Ambos detectives terminaron con los labios partidos, cansados, jadeando, y cada uno con un moretón en sus rostros. El dolor que sentían en sus cuerpos era solo un extra. Mogi, Matsuda y Soichiro quedaron agotados después de separarlos. Luego de aquella "discrepancia de ideas" todos los presentes regresaron a sus asientos sin pronunciar palabra. Fue un día muy pesado.

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      Soichiro-san se encontraba un poco enfermo. Necesitaba ver a su familia más seguido además de que luego de estar encerrado en la celda mientras Light también lo estaba lo dejó algo debilitado pero por continuar con su deber como detective no se preocupó mucho por su salud. Ahora se sentía mal y necesitaba un descanso. Los demás detectives no pusieron objeción alguna: Soichiro-san tendría que hacer una visita médica. Le recomendaron reposo por una semana y tratamiento para controlar su presión arterial. Al segundo día de haber comenzado el reposo de Soichiro-san el grupo de detectives determinó que era bueno hacerle una visita a su "jefe", estuvieron de acuerdo entre ellos. Ahora solo faltaba comunicarselo a Ryuuzaki... y que éste aceptara.

- Digame Mogi-san

- Hemos pensado que sería buena idea que le hagamos una visita al jefe Yagami

- Por su estado de salud ¿cierto?

- Pues... sí. ¿Qué dices? Estabamos pensando en ir hoy ya que es sábado y a estas horas no hay nadie en Yotsuba ya pospusieron el asesinato de Coil por un mes y estamos a la espera de un nuevo movimiento de ambas partes y por los momentos todo está tranquilo pues... podríamos aprovechar este tiempo para visitarlo y así no entorpecer nuestra labor en el caso ¿no crees?

- Pues... veo que lo pensaron detalladamente. No creo que haya algún inconveniente en que lo vayan a visitar hoy.

- ¡Chevere! Entonces debemos irnos para poder llegar temprano. Ryuuzaki ¿te gustaría venir?

- Lo siento pero no puedo dejar de trabajar. Envienle saludos de mi parte a Yagami-san

- Saluden a mi padre por mí chicos. Ya saben... las cadenas - decía Light mientras alzaba un poco la cadena para que quedara a la vista -

      Los detectives salieron de la oficina estando un poco preocupados

- Claro que si Matsuda. Ya son mayores de edad y se pueden cuidar solos

- No lo digo por eso Mogi-san. Es que... ¿Qué pasaría si se vuelven a pelear como la vez pasada?

- Ahora que lo dices...

- ¡¿Lo ves?! Cuando lleguemos es muy probable que la oficina no será una oficina sino un campo de batalla y...

- A ti te gusta Light-kun ¿Cierto Matsuda?

- ¿Q... Q... Qué? ¿Qué cosas dices? - Matsuda estaba sonrojado hasta la médula y titubeaba sin parar. Jugueteaba con sus manos nervioso y bajó su miraba totalmente rendido - Estas equivocado Mogi-san -logró decir luego de un par de minutos. Ya habían llegado al automovil y cada uno se encontraba frente a la puerta del auto sin entrar. Esperando que la conversación terminara - Light-kun es... - entraron al automovil - él es mi amigo y compañero de trabajo. Solo eso - suspiró aliviado al poder haber encontrado las palabras que buscaba frenéticamente en su cerebro -

      Mientras que esto acontecía a la salida de los detectives rumbo a la casa de Soichiro-san. En la sala de investigaciones...