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Ave de Oro. por himeko-san

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Notas del capitulo:

OwO Otro cap si si ewe ando On fire(?)
Capitulo especial disfrutenlo
Enjoy~ <3 

Cap 9

 Camino a la Guerra: (Parte 3)

La ira Del Romano.

 

 

-M-Mi señor...! -A la sala del rey, entra uno de sus sirvientes, suavemente este se inclina dándoles sus respetos al futuro gobernante de esas tierras- S-Su majestad Ha llegado un visitante al Palacio, dice ser el Emperador de Roma y Está Exigiendo Hablar con usted de inmediato. Esta blandiendo una espada y esta amenazando con matar a un sirviente por cada Minuto que lo haga esperar...

 

-Pero, ¿Qué clase de falta de respeto es esta? -Indignando El joven faraón se levanta de su asiente. Seguido de cerca por sus guardias y sacerdote, Baja hasta el recibidor encarando al intruso. Ambos , el gobernante y el futuro rey se ven a los ojos- ¿ Cómo se atreve a Amenazar a mis sirvientes, quien demonios es usted y que quiere de mis tierras?

 

-Hasta que por fin aparece...-sonríe con aire prepotente- vera Faraón, quiero sus tierras. Son prosperas y hará mi imperio más grande, resistirse es inútil, muchos reinos han caído ante mi ejército. Solo cédame el control y le aseguro que ningún inocente morirá bajo su cargo.

 

-...-Decir que estaba furioso de quedaba corto, con paso firme y sin duda en su mirada alza su brazo. Se oye el sonido seco, que hizo eco en las paredes del palacio. Había abofeteado al prepotente emperador frente a las miradas incrédulas de sus guardias y sirvientes- Lárguese de mi vista... O mandare a Ejecutarlo a base de golpes y Piedras en la plaza de mi palacio.

 

-Maldito Bastardo...-con el ego herido, arrebata contra el faraón agarrándolo del cuello alzándolo en el aire apretándole la tráquea- Jajajaja... Este reino será mío a las malas, maldito faraón de quinta!!...

 

-Aghh...! Suéltame maldito!

 

-Loa guardias del faraón reaccionaron rápido sacando sus espaldas pero fueron retenidos por los guardias del romano, incapaces de moverse ya que tenían machetes contra sus gargantas solo les quedaba ver como aquel hombre prepotente ahorcaba al faraón.

 

-SUELTALO...

-El tiempo parece haber trascurrido en cámara lente. Atónitos veían como el príncipe de Siria quien literalmente parecía haber salido de la nada, se desplazó con rapidez hacia la escena desenfundando su larga espada. En un arrebato simple corto la mano del emperador desde la muñeca. El hombro soltó un chillido de dolor, alejándose mientras su mano cercenada aún estaba sujetando el cuello del faraón.

 

-Ah...-Este se quita la mano apuntada del cuello, tomando grandes bocanadas de aire. Una gran cantidad de sangre se había esparcido por el suelo y por su ropa. El romano chillaba de rabia y dolor, mientras el sirio se colocaba frente al futuro rey de Egipto- Príncipe Yugi...

 

-Largo de estas tierras...-Murmura el divino quien con una mirada feroz sostenía con fuerza el mango de su espada. Los guardias del romano se abalanzaron contra él, este respondió esquivando sus ataques y cortándoles el cuello a ambos guardias dejándolos morir-...Lárguese ahora o será su imperio quien se quede sin rey.

 

-Maldito seas...-con su capa hacia un torniquete en el muñón que le quedo de mano- Volveré con mi ejército y hare cenizas este Insignificante pueblo de porquería...-Dice con sus dientes apretados conteniendo la enorme ira que estaba creciendo en él. Sin más partió de ese lugar mientras su brazo dejaba un camino de sangre entre las arenas.

 

-...Me has salvado. -con paso torpe se acerca a su salvador, como si nadie mas estuviera ahi, rodea con sus brazos el frágil cuerpo del Sirio plantándole un beso en los labios, profundo, suave y apasionado. Juntando sus cuerpos en un abrazo cálido.

 

- !!... -Aquel beso no se lo esperaba. Más correspondió de una forma suave. Al separarse aprecio los ojos que ahora lo observaban con tanto amor. Un fuerte vuelco sintió en su pecho, algo que aprisiono su corazón. Mientras dos sensaciones completamente distintas se apoderaron de él.

 

Una era de lo que el creía amor. Amor hacia la persona que tenía justamente frente a sus ojos.

Y La otra. Era de odio puro, Odio contra aquel emperador que había tomado el cuello de su (Ni es mismo sabia porque ahora consideraba suyo al príncipe) Faraón, iba a protegerlo en nombre de Egipto y en nombre de ese amor que estaba naciendo en él.

 

-Búsquense un cuarto...-Y como si tuviera un doctorado para romper momento el guardia de pelo cenizo grito desde el pasillo, para evitar que el faraón volviese a tirarle un zapato.  Pero para su mala suerte, el faraón dotado con una buena puntería esta vez le tiro su corona de príncipe que dio justamente en medio de la cara del moreno-...

 

-Perdona eso, voy a encerrarlo en un calabozo después de esto -se escusa mientras toma la mano del Sirio- Debemos prepararnos para una feroz guerra, por ello... Le invito a mis aposentos para discutir sobre esto...

 

-Con gusto, príncipe Atem -aprieta la mano Del susodicho dejándose Guiar por el próximo en trono. Nuestro ser de procedencia divina pensaba de forma muy seria, en que mientras más se acercaba la guerra más se acercaba el momento de confesarle su verdad al faraón.

 

Y si se lo decía

¿Qué sería de ellos a partir de ese momento...?

 

****

 

En un barco de madera, dirigiéndose a aguas romanas estaba el Emperador el cual gritaba de puro dolor mientras el medico del navío estaba cosiéndole la herida que le habían hecho. Ahora tenía una mano menos, su mano derecha con la cual manejaba la espada. Internamente maldecía una y otra vez a ese muchacho desconocido que había asesinado a sus guardias y cortado su mano tan fácilmente.

 

-No sé quién eres maldito mocoso.. Perote juro en nombre de mis ancestros que cuando vuelva de esta guerra mi espada estará manchada con tu sangre!  ¡TE LO JURO! -Se levanta de golpe ni bien terminan de coserle. Tira al suelo todas los objetos de su cuarto maldiciendo e insultando a aquel muchacho con rabia pura corriendo por sus venas.

 

***

Desde lo más alto del castillo, en los aposentos de Atem se muestra a nuestro divino viendo el paisaje que le ofrecían esas tierras. Después de un rato de silencio siente los brazos del príncipe Egipcio rodearlo por detrás. Esa sensación de calor estaba ahí de nuevo, se dejó hacer mientras cerraba sus ojos escuchando la respiración de su acompañante.

 

-Yugi...-Hacia rato que había dejado de usar "príncipe" cuando se refería a el- Quiero conocerte, realmente conocerte. Saber todo de tu vida y ser parte de ella... Porque lo que siento por ti es tanfuerte. Mi padre me dijo que debía escoger a alguien que no solo me amase sino que también amara estas tierras. Sé que esa persona eres tú... Lo sé, quiero que gobiernes a mi lado.

 

-Atem...- se separa con cuidado posando sus blancas manos en el pecho del recién nombrado- debo de confesarte algo, no soy quien crees que soy. Debo decirte mi verdad.

 

-¿Cuál es esa verdad...?

 

-Soy un ángel Atem...-se separa completamente, Sus orbes amatista brillan y de su espalda se despliegan sus enormes alas. Dejando atónito al Egipcio- fui mandado hasta aquí por amon para volver a llevarte al buen camino. Pero, las cosas han cambiado. Amón, me ha avisado de esta guerra y ahora... Para poder ganarla, debo sacrificarme en ella. Atem, no puedes enamorarte de mi. Solo tu alma se romperá, déjame ir. No... Merezco gobernar a tu lado.

 

-...Yugi -Varios minutos se mantuvo en silencio hasta que dio un paso al frente y tomo en brazos nuevamente al ser divino. Abrazando fuerte hundiendo el rostro en el hombro izquierdo de este- un ángel, un príncipe o un simple plebeyo, no importan quien seas... Sé que te amo -sus mejillas enrojecen- No le temo a amon, luchare contra el pero no hay manera... No la hay que yo te deje morir en esa guerra. Perdóname pero soy un humano, un humano enamorado y egoísta.

-Atem...- "Me ama... Me ama, en verdad me ama" sus brazos delicados lo rodean, tratando de tal vez fundirse con el calor que su pecho emanaba, solo tal vez- Es inevitable que yo muera Atem el destino lo ha escrito...-Lo ve a los ojos- Olvide que alguna vez fue un humano y contigo lo he recordado. -recordó por un momento las palabras de amon "Los humanos se demuestran amor de esa forma... Uniéndose físicamente"-...Faraón tal vez no pueda quedarme, no se puede luchar contra el destino por eso -se pone de puntillas para verle más de cerca-...Tome mi cuerpo, hágame suyo. Hagamos aquello que hacen los humanos... ¡Tengamos sexo!

 

-Ah...-nuestro egipcio parecía una bombilla roja de lo avergonzado que estaba- Q...¿¡Que!? -murmura y baja la mirada muy avergonzado- es...eso no puede hacerse, no estamos casados siquiera l-lo siento no... No es correcto, debemos casarnos primeramente...

 

-Lo lamento Atem, pero no hay tiempo para una boda...-Y con suavidad empuja a atem haciéndolo caer al suelo de la habitación. Cierra la ventana y se sienta sobre la pelvis del futuro faraón-...A veces hay que romper algunas tradiciones...-

 

-N-No y-Yugi...-Y Sintió los finos labios del besarlo de forma profunda. Las manos delicadas del ángel le alzan el faldón al futuro faraón, mientras él se baja de a poco sus propios pantalones. Había visto como ryou y Bakura habían tenido relaciones así que nuestro divino tenía algo de información. A pesar del que faraón pusiera quejas. Al separarse del beso la boca de nuestro niño se aventuró por su cuello por sus pezones mientras esas manos delicadas acariciaban la virginal zona genital de nuestro egipcio

 

-Agh... Y...Yugi.

 

-Faraón... Atem~ -sus orbes amatista lo reflejaban totalmente- estas ... Todo rojo...

 

-P-porque es-esto e-es ve-vergonzoso -murmura el futuro rey mientras siente como nuestro nono saca su miembro-.!!!... Aahmm! Ahmm! -Gemidos jadeos y suaves suspiros (las mayoría de Atem, si cabe decir) hacían ecos en las paredes, mientras el calor subía.

Finalmente, después de algunas replicas y quejas, nuestro divino ser llega a la parte crucial. Iba a fundirse con Atem a pesar de que el asegurara de que "no quería", se posiciono sobre su pelvis, moviendo su cadera introduce el virginal miembro del Faraón en su también virgen entrada. Al cabo de algunos minutos comenzó a bajar y subir con rápidamente mientras el faraón se tapaba los ojos con su antebrazo-

 

-Aghh, Aagh! Aaahh... Yugi!

 

-Aagh, ahmmn... Ahmm Atem...

 

-Su cara aperlada completamente sonrojada su mirada amatista nublada de razón, movía sus caderas a un ritmo rápido mientras e abrazaba al cuello del príncipe. Sus gemidos hacían coro con los de el, sus jadeos y sus suspiros comenzó a hacerse eco.

 

-Te... Te amo...

 

-Concentro sus orbes en el faraón, le había dicho aquellas palabras en medio de un susurro de excitación. Justo después sintió algo caliente en su interior. Se había corrido dentro suyo, el ángel tiembla ante la calidez de esa sustancia blanca se aferra más al cuello del príncipe Egipcio se acerca hasta su oído y en un jadeo ronco, entrecortado además le susurra.

 

"También te amo..."

 

Notas finales:

GRACIAS POR LEER!


*-* / vivan las gatitas rechonchas!
Bye~


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