Me quedé dormido mientras recordaba, cuando desperté ya había oscurecido. Bajé a la cocina porque tenía hambre, quería prepararme un sándwich. La casa estaba en silencio, pero ya estaba acostumbrado a ese silencio, en la cocina encontré una nota. “Christopher, fui a mi club de lectura en la casa de Sandra, te iba a avisar, pero vi que estabas dormido, regresare más tarde. Dejé un pedazo de lasaña en el horno "<3 .PD: No creas que no vi ese chupetón en tu cuello”
¡DEMONIOS! A mi madre no se le escapaba nada, esa mujer era muy lista o yo algo tonto, como sea, me senté en la silla del desayunador y empecé a comer mi lasaña, mire hacia el reloj de la cocina, eran las 6:30 PM, mi madre llegaría como a las 9:00 PM.
Recordé que hoy era domingo, di un suspiro… Mañana tendría que ir a la secundaria y verlo a él. No quería ir, pero tenía que hacerlo, era el presidente y no podía fallar con mi asistencia perfecta.
Me incliné hacia atrás y puso mis brazos sobre mi nuca.
Me levanté a las 5:30 AM y me alisté, terminé de desayunar y bajé a la cochera para encontrarme con mamá en el auto.
-Vamos cielo, se hace tarde.-Me dijo con una mirada dulce. Abrí la puerta y me senté en el asiento del copiloto, me abroche el cinturón y nos fuimos.
A los 20 minutos llegue a mi destino, di un suspiro, no quería entrar.
-Vamos cariño o llegaré tarde a la oficina ¿Qué pasa?- Me dijo de manera preocupada, yo solo di mi mejor sonrisa.
-Nada mamá no te preocupes.-Me bajé del auto. Agradecía a Dios que hoy estaba nublado y haciendo mucho frío, así no era extraño que llevara un abrigo y una bufanda, para ocultar el chupetón.
Entré rápidamente, no quería ver a nadie que haya ido a aquella fiesta, mucho menos a Marcus. Me dirigía rápidamente a mi aula cuando él apareció.
-¡Hola presidente!- Me dijo aquel niño que se posó enfrente mío de manera desesperada.
-Hola Kevin- trate de sonar amable, pero más bien soné como cansado. Ahora no tenía la paciencia para tratar con él. Kevin es un chico de primer año, tenía cabellos rubios, unos tonos más claros que los míos y unos ojos azules hermosos, en sus mejillas tenía unas lindas pecas que lo hacían lucir aún más tierno. Él era uno de mis “asistentes” del gobierno estudiantil y lo digo entre comillas porque él ni siquiera pertenecía al gobierno estudiantil. Tenía una actitud extrovertida y era muy hiperactivo. Siempre estaba ahí para ayudarme, a mi me caía muy bien, era amable y servicial aunque a veces parecía un poco… ¿obsesionado? Conmigo. Decía que cuando tuviera mi edad quería ser como yo, quería ser presidente para ayudar a todos los estudiantes y cosas así… Casi llegaba al punto de idolatrarme.
-Te he dicho que me llames Chris, deja de llamarme solo presidente-Dije mientras posaba mi mano sobre su cabello de manera cariñosa, Kevin era como un hermanito para mí.
-Lo siento presiden... ¡Digo! Christopher-Agacho su mirada algo avergonzado.
-Está bien Kevin- Le sonreí. -¿Ahora qué pasa?- Le dije de manera tranquila.
-Ha habido quejas de estudiantes últimamente, dicen que la cafetería no ha estado sirviendo pizza en los martes de pizza-Me decía de manera acelerada mientras me entregaba algunos documentos en mis manos, eran las quejas de los estudiantes .Di un largo suspiro, ser presidente era agotador, los estudiantes siempre se quejan, los profesores piden favores y el director no hacia su trabajo, así que era yo el que ponía orden.
-Está bien, me encargare de eso después, gracias Kevin.-Le dije tratando de poner mi mejor sonrisa.
-¡Con mucho gusto Christopher!- Me dijo para después irse, cuando lo vi irse se me salió una pequeña sonrisa de los labios, ese chico es una ternura.
Iba caminado para mi salón apresuradamente, faltaban 3 minutos para que tocara la campana de entrada, llegue a mi asiento habitual y deje mis cosas, me senté y moví mi cuello para ambos lados, me dolía la nuca.
-Hola Chris. Me saludó Josh sentándose a la par mía.- ¿Cómo estuvo tu fin de semana? Porque el mío estuvo ¡increíble!- Dijo de manera animada, este infeliz, si no se hubiera ido de aquella fiesta con esa pelirroja yo no hubiera…
-Ni te lo imaginas- Le dije de forma seria y cortante.
-Vamos Chris ¿estás enojado porque me fui? Perdón, pero tenía que aprovechar la oportunidad con Tiffany, no volverá a pasar.- Me dijo haciéndome ojitos de cachorro, yo tenía un tic en la ceja de la cólera.
-¡Claro que no volverá a pasar! ¡Porque nunca más voy a volver a ir a una fiesta y mucho menos contigo! Traidor…-Esto último lo murmuré entre dientes.
-Por favor Christopher, no volverá a pasar ¡Te lo prometo!- Me dijo tratando de llorar de manera cómica y sacudiendo mi hombros. Yo no lo pude evitar y una risa se escapó de mi boca. No podía enojarme con él.
-Para de hacer eso, te ves ridículo.- Le dije de una vez.- Me alegro que ya te hayas atrevido a hablarle a Tiffany.- Le dije para cambiar de tema y molestarlo un poco.
-¡Lo sé verdad! Ajam...-Se aclaró la garganta al ver que estaba brincando como una quinceañera enamorada.-Al parecer sus amigas la dejaron sola en la fiesta y no tenía a nadie con quien irse a casa, así que me pidió que la llevara.- Lo dijo tan feliz y con un sonrojo en sus mejillas, estaba feliz por él.
Tiffany Anderson era una chica algo tímida, pero era amable, No era cercano a ella pero había intercambiado unas palabras con ella, Joshua estaba enamorado de ella desde el cuarto grado cuando entró a la secundaria después de las vacaciones de medio año.
-¿Te pidió?- Pregunte de manera dudosa.
-Bueno… Tal vez yo fui el que me ofrecí a llevarla.-Dijo volteando su mirada. Yo levanté una ceja, no creía que eso hubiera pasado realmente.-O le rogué que se fuera conmigo ¡Es lo mismo!-Di una carcajada, Josh nunca iba a cambiar.
Sonó la campana y me acomode en mi asiento para tener una mejor postura, no pude evitar mirar hacia mi derecha y ver aquel campo vació al final. No había llegado. Eso era lo mejor, que no viniera hoy, así me quitaba un peso de encima. Di un suspiro de alivio y cerré mis ojos, tal vez mi suerte estaba empezando a cambiar…
-Llega tarde señor Johnson.- Escuché como la profesora decía algo irritada. Abrí mis ojos y pude notar a la profesora con un semblante serio. Sin duda mi suerte no estaba empezando a cambiar.
-Lo siento profe, no volverá a pasar.- Dijo dándole una sonrisa de niño bueno. Ni él se lo creía.
-Ya me ha dicho eso antes, tome asiento-Dijo la profesora quitándole importancia al asuntó, cuando iba caminando hacia su pupitre me miro de reojo y me dedico una sonrisa, yo solo pude desviar mi mirada hacia la pizarra, disimulando que no lo había visto. Josh se dio cuenta de esto.
-¿Soy yo o Marcus acaba de sonreírte?-Me dijo de manera incrédula, no supe que decirle.- Parece que hoy el cielo se va a caer entonces.
-No sé de qué estás hablando- dije de manera seria para cortar con la conversación, parece que entendió la indirecta porque no me volvió a preguntar más sobre el asunto.
La clase pasó normal, sin el hecho de que ¡Marcus estuvo mirándome todo el tiempo! Me sentía muy incomodo, cada vez que lo miraba de reojo él estaba ahí, mirándome fijamente y algunas veces me sonreía. Lo hacía a propósito, ese maldito…
Sonó la campana para el receso, recogí mis cosas y salí de ahí rápidamente.
-¿Qué te pasa, Chris? Siento que tienes una energía muy nerviosa.-Y ahí venia Josh, con sus cosas sobre la energía y las auras. Tenía que pensar en algo rápido, más tarde le diría lo que pasó, tal vez, pero por el momento no quería hablar del tema.
-Necesito ir al salón del gobierno estudiantil a arreglar unos asuntos, te veo más tarde. Le dije de manera apresurada para irme de ahí, pasaba caminando rápidamente por los pasillos, algunas personas me saludaban o me dedicaban sonrisas amables que yo devolvía y otras me miraban de manera odiosa, ser el presidente te traía algunos enemigos, no todos siempre estaban de acuerdo con algunas acciones que hacía, pero no tenían de otra.
Y ahí fue cuando me topé con Thonny, solo veía su cabellera negra y su espalda, estaba molestando a un estudiante contra los casilleros, a Jeremy para ser más precisos. Pobre chico, era el principal objetivo de Thonny cuando este buscaba molestar a alguien. Nunca lo había agredido de manera física, pero si lo molestaba frecuentemente.
Di un suspiro cansado y fruncí mi ceño mientras me dirigía hacia él. Pude escuchar parte de su conversación mientras me iba acercando.
-Vaya… nunca aprendes Jeremy, solo te pedí un favorcito y ni siquiera puedes hacer eso, ahora voy a reprobar Literatura ¿quieres que este enojado contigo?- Pude escuchar a Thonny que le decía de manera “amable”.
-¡Lo siento Anthonny! Es solo que no tuve tiempo…- Decía Jeremy mientras agachaba su cabeza hacia el suelo.
-¿Sabes que hare para que aprendas la lección?- Le decía mientras se acercaba a su rostro.-Voy a-
-¡Anthonny!- Le grite cuando estuve a espaldas de él.
-Christopher...- Oí que murmuro de forma malhumorada mientras cerraba sus puños con fuerza.
-¿Se puede saber que haces con Jeremy?- Dije de forma seria hacia él mientras enarcaba una ceja, no le tenía miedo, de hecho solo me parecía una persona muy molesta.-Ya te lo he dicho antes, vuelves a provocar problemas y serás ex -
-Y seré expulsado.- Finalizo él, se volteo lentamente y me dedico una sonrisa de lo mas hipócrita.- Tranquilo señor presidente, solo estaba hablando con Jeremy de algo… personal.- Enfatizo en la palabra “personal” mientras agarraba fuertemente la mano de Jeremy, me parecía extraño, no le creía. Así que mire a Jeremy y él solo asintió.- Me tengo que ir señor presidente, si me permite- Me dijo de manera burlona para después lanzarme una mirada de odio y pasar a la par mía, muy cerca solo para intimidarme, lo cual no funcionó. Cuando vi que estaba lo suficientemente lejos me dirigí hacia Jeremy.
-¿Cómo estás Jeremy?- Le dije de manera amable, el alzo su cabeza y me miro a los ojos.
-Estoy bien, gracias Christopher.-Me dijo, para después voltear su mirada y murmurar-De nuevo...
Jeremy es un chico algo tímido, de hecho por lo que yo sé es primo de Tiffany pero a diferencia de ella que era pelirroja, él poseía un cabello cobrizo oscuro y unos ojos verdes. Tenía una tez blanca que hacia buen contraste con su cabello y ojos, es unos centímetros más pequeño que yo, máximo 3 cm.
Anthonny lo había empezado a molestar desde el año pasado, pero fue a finales que los profesores se dieron cuenta de la situación por un problema que ocurrió entre ellos dos, pero nadie sabía que era lo que había pasado, solo ellos. Por eso es que estaba algo pendiente de él, estaba preocupado por lo que le pudiera pasar por culpa de Anthonny.
-Hey, no te preocupes, sabes que puedes contarme cualquier problema que tengas con Anthonny, yo solo le diría al director y él seria inmediatamente expulsado.- Le dije de manera reconfortante, pero fue su reacción la que me sorprendió.
-¡No quiero que lo expulsen!- Me dijo de manera apresurada, solo pude enarcar una ceja.-Digo… es solo que no tengo ningún problema con él y si lo tuviera, al primero que se lo diría seria a ti Chris.- Me explico de manera nerviosa y con una sonrisa forzada.
-Okay… - Dije, no me esperaba esa reacción.
-Bueno, hasta luego.- Me dijo rápidamente para irse de la escena.
-¡Oye espera!- Trate de decirle pero era demasiado tarde, ya había escapado.-ah- suspiré y me sobresalté cuando sentí una mano posarse en mi hombro.
-Qué lindo, el presidente ayudando a los estudiantes débiles- Pude identificar esa voz al instante, era él. Me giré rápidamente y pude ver sus ojos cafés sobre mí. No sabía que decir.-Oye, no estarás tratando de evitarme ¿verdad?- me dijo serio Marcus.
-¡Para nada!- Le dije de manera “calmada” o así quería sonar cuando en realidad soné como una niña asustada. Demonios.- Tengo unos pendientes en el salón del gobierno, así que me tengo que ir.-Me voltee para irme, pero él me sostuvo del brazo y me hizo girar mi mirada hacia él.
-¿Adonde crees que vas? Los dos sabemos que tenemos que hablar de un… asuntito.- Me dijo mientras me guiñaba un ojo y me sonreía de manera picara. Tenía razón, tengo que afrontar la situación o si no estaría escapando de él todo este ultimo año que nos quedaba .Asentí y zafó su agarre de mi brazo.
-Vayamos a un lugar más privado.-me susurro en el oído.-Porque no creo que quieras que todos los alumnos escuchen lo que hicimos el sábado en la noche.- Lo decía con la voz un poco más alta para molestarme. Entre en pánico y coloque de manera rápida mi mano sobre su boca para que se callara, pude sentir como sonreía.
-Vamos.- Le dije molestó. Marcus tomó mi mano y me llevo a rastras hacia el gimnasio.
Este iba a ser el día más largo en la secundaria de mi vida.