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¿Los opuestos se atraen? por KylieNova

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Notas del capitulo:

Bueno, he tardado un poco en actualizar pero esque acabo de entrar a clases de nuevo y no he tenido tiempo. En este momento esta lloviendo asi que estoy de animos para actualizar. Espero que lo disfruten y no olviden de dejar su comentario, el cual me ayudaria mucho para seguir escribiendo.

¿Qué podía hacer en este momento? ¿Como le explicaba lo que acababa de pasar? Solo me le quede mirando, cada expresión, cada gesto que hacia lo miraba con detenimiento. Podía ver como cerraba sus ojos lentamente y se acercaba lentamente a mi rostro ¿Acaso él estaba pensando en…?

Mis dudas se fueron cuando él se inclinó sobre mí y pude sentir un suave roce, uniendo una vez más nuestros labios, solo un leve tacto. Fue un beso tierno y corto, cuando nos separamos pude ver sus mejillas más sonrojadas de lo que estaban anteriormente y bajó su mirada de manera tímida hacia el suelo.

Este sujeto me  iba a enloquecer si seguía de este modo.

Sentía algo de culpa en mi conciencia, él no estaba completamente en sus cinco sentidos  ¿Estaba bien si me aprovechaba de esta situación?

Decidí que lo mejor sería llevarlo a su casa, no creo que su amigo se encuentre todavía en la fiesta para llevarlo ya que no lo había visto en un buen rato. Lo tomé del brazo y me dirigí hacia la puerta para salir de ahí, mire de nuevo hacia la esquina y pude ver como Anthonny me miraba con una sonrisa divertida, de seguro estaba pensando en cosas que no eran, ya me lo podía imaginar. Solo voltee mis ojos ignorándolo. Salí de la casa y buscaba mi auto con la mirada, cuando al fin pude encontrarlo solté el brazo de Chris y me dirigí hacia él.

-Metete.- le ordené mientras caminaba hacia la puerta del piloto. Pero él no se movió, se quedo mirando hacia mi auto con una interrogante para después verme a los ojos.

-¿Para qué?- Dijo como un niño pequeño.

-Para llevarte a casa, ya has tenido suficiente por hoy ¿Dónde vives?- Le pregunte mientras abría la puerta y me colocaba en el asiento del piloto buscando las llaves.

-Yo vivo en… en, a la par de…- Me decía mientras trataba de recordar de manera torpe mirando hacia el cielo y colocaba su dedo índice en su barbilla.- ¡Jajajaja! No me acuerdo en donde vivo. -Decía como si fuera el mejor chiste del mundo y daba una carcajada. Era la primera vez que lo veía tan feliz, su sonrisa era hermosa… pero ya estaba acabando con mi paciencia. Le di una mirada severa y él subió al auto y se sentó en el asiento del copiloto, mientras se abrochaba el cinturón y como si fuéramos los mejores amigos del mundo me dijo:

-Hey Marc, tengo hambre.- Abrí mis ojos como platos ¿Me acababa de llamar Marc?- Tengo mucha hambre, quiero comer algo.- Lo decía como si fuera un niño el cual quería ser consentido y se sobaba su estomago.

-Vamos señor perfección, no estoy para juegos- Le dije de manera seria, pude ver como su expresión cambio para ser un puchero con sus labios y arrugar su entrecejo.

-¿Por qué me dices así, Marc? Sabes que no me gusta que me llames así, no tú…- Dijo mientras se veía algo triste y bajaba su mirada decaído. Por primera vez me sentí culpable de llamarlo así, no sabía que le afectara tanto. Demonios.

-Oye, yo lo….- Lo medite por un momento, no podía creer lo que iba a hacer.- Lo siento Christopher.- Le dije con una mirada sincera, el me volvió a mirar y pude ver algo de sorpresa en sus ojos pero los cambio rápidamente para darme una sonrisa de alegría.

-Está bien, Marc.- Eso hizo que mi corazón empezara a latir más rápido ¿Qué me estaba pasando?

Aparte mis ojos de él o si no, lo volvería a besar, y no de manera tierna como él lo había hecho la vez anterior.

¿Y ahora que hacía? ¿A dónde lo llevaba? Lo medite por un momento, no quedaba de otra más que a mi departamento, le daría unas sabanas y dormiría en el sofá, pan comido.

Arranqué el auto y me dirigí hacia mi departamento. Él se veía tan contento mientras miraba hacia el camino, ni si quiera una vez me había preguntado donde íbamos ¿Qué hubiera pasado si se lo hubiera llevado alguna clase de pervertido? En la mañana me tendría que dar las gracias, más que las gracias, además también por haberle tenido tanta paciencia.

Después de 20 minutos llegamos a mi departamento, el se veía muy curioso y empezó a recorrer todo MI departamento como si fuera de él, invitándose solo, yo me quede en el mismo lugar quieto hasta que termino de auto enseñarse mi departamento y volver en donde estaba yo.

-Me gusta tu departamento ¿Dónde está tu familia?- Me preguntó de manera inocente, agaché mi vista hacia abajo, esa pregunta me había hecho recordar momentos amargos, en los cuales no quería pensar ahora.

-Es una larga historia.- Simplemente le di esa respuesta, a él no le pareció importarle y siguió con esa sonrisa de idiota.- Me dijiste que tenias hambre, ven.- Le dije mientras me dirigía hacia la cocina y sacaba unos ingredientes del refrigerador y la lacena.

Le prepare un sándwich, él me miro fijamente mientras lo hacía, como analizando cada detalle o cada paso, cuando termine se lo di y él se lo comió muy a gusto.- Cocinas muy bien Marc.- Me dijo de un momento para otro cuando yo lo miraba comer.

-Es solo un sándwich.- Le dije de manera desinteresada.- Cualquiera puede hacerlo.- No era la gran cosa pero una pequeña sonrisa salió de mis labios por su comentario.

-De todos modos, gracias.- Se levantó y empezó a caminar de manera tambaleante hacia mi habitación… ¿Hacia mi habitación? Lo seguí para ver hasta dónde llegaba con algo de gracia.

-Marc, ya tengo sueño.- Me dijo mientras bostezaba y se sentaba en mi cama.

Me voltee y busque en mi armario algún cambio para que estuviera más cómodo, encontré una camisa simple de color gris, de seguro le quedaría algo grande, y un pantalón de una tela muy suave y cómoda. Se la arroje y me di vuelta para buscar unas sabanas extra para él.

 Cuando las encontré las tomé con mis manos y me di vuelta de nuevo para entregárselas a Christopher pero lo que vi fue a Christopher cambiándose lentamente, estaba sin pantalones y tratando de ponerse mi camisa, era una escena muy excitante, pude ver sus delgadas y largas piernas blancas y parte de su abdomen plano ¿Acaso lo hacía a propósito? Una sonrisa salió de mi rostro.

Me dirigí a él y nos quedamos frente a frente por unos segundos, lo miré a los ojos y lo besé.

Fue un beso lento, al principio, coloque mis manos sobre su cintura y lo acerque más a mí, nos separamos un segundo, lo suficiente para ver que el tenia los labios entre abiertos, lo volví a besar y pude meter mi legua en su boca, subí una de mis manos a su mejilla y él agarro mi camisa  con fuerza.

El beso se intensifico, ya no era suficiente para mi, quería tocarlo más. La mano que estaba sobre su mejilla la baje lentamente sobre su cuello, hacia su pecho y al final en su abdomen, metí mi mano dentro de su camisa y toqué la piel de su abdomen con la palma de mis mano. Al hacer esta acción pude sentir como daba un gemido ahogado mientras nos besábamos.

Si tenía un poco de culpabilidad, en este momento se había ido a la mierda. Rodee con mis brazos su cintura y los baje lentamente hasta su espalda baja, baje mis palmas y agarre su trasero mientras seguíamos besándonos. Él se sintió avergonzado por mi acción y rompió el beso agachando su mirada. Esta sonrojado y jadeando por el largo beso que nos habíamos dado.

Este no era momento para echarse para atrás, ya sentía un poco molesto la presión que tenía en mis pantalones.

Lo acerque más hacia mí, teníamos nuestros cuerpos pegados el uno con el otro. Levantó su mirada y pude ver sus ojos color miel pero esta vez tenían algo diferente, tenían lujuria en ellos. Lo volví a besar pero más apasionadamente, el beso se intensifico muy rápido, ya no eran solo roces y tiernas caricias, lo mejor de todo fue que vi como a él le gustaba y sonreía entre cada beso, trate de quitarle la camisa, caminábamos hacia mi cama entre risas y caricias de manera juguetona. Él se cayó de espaldas en mi cama y yo encima de él, cuando pude quitar su camisa completamente me alejé un poco de él y para apreciarlo mejor.

Tenía su cabello alborotado, sus mejillas sonrojadas, estaba en ropa interior y sobre mi cama, era la imagen más erótica que había visto en mi vida.

Empecé a besar su cuello apasionadamente y me detuve en un lugar específico para marcarlo. Él dio un leve quejido el cual yo ignore siguiéndome con mi trabajo. Bajé hasta llegar a su pecho y después detenerme en su vientre, el cual besé repetidas veces en diferentes lugares.

Me senté apenas sobre él y empecé a quitarme la camisa, pude notar como él miraba mi cuerpo fijamente, esto hacia crecer mi ego. Cuando pude terminar de quitármela me incline nuevamente para besarlo y recorrer cada parte de su cuerpo con mis manos: sus brazos, sus hombros, pecho, vientre, espalda, cuello, piernas… Todo.

Me acomode entre sus piernas y toque sus muslos descaradamente para volver atacar su cuello, sentí como colocaba sus manos de manera tímida sobre mis hombros. Me acerque a su oído y susurre.-Puedes tocarme.- de manera sensual. Él asintió y condujo sus manos sobre mi espalda  mientras la arañaba suavemente.

Volví a besarlo, ya no aguantaba más, quería tenerlo para mí. Bajé lentamente mi mano hasta su miembro sin que se percatara, cuando pudo sentir mi mano sobre él se alarmó y cortó el beso abruptamente.

-¡No! Marcus, ahí no…- me dijo avergonzado mientras apartaba su mirada hacia a un lado de la habitación. Estaba confundido, no era la gran cosa ¿Acaso él nunca…?

-¡¿Eres virgen?!- le dije de manera sorprendida, quise sonar más calmado para no avergonzarlo pero no pude, él tenía casi 18 años, me había sorprendido que todavía siguiera siendo “inocente”, no creía que lo hubiera hecho con un hombre pero si que por lo menos con una mujer, no es como si no tuviera admiradoras, él es muy atractivo y era muy codiciado en la secundaria.

Apartó más su vista avergonzada y más sonrojada de lo que estaba, parecía un tomatito.

-Bueno… yo, es que nunca…- Este balbuceo nervioso me lo confirmó completamente, yo sería el primero del señor perfección, me sentí culpablemente orgulloso. Pero me dio algo de pena, era su primera vez y quería que fuera algo inolvidable como todo el mundo… y yo se lo daría.

-Tranquilo Chris- posé una mano sobre su mejilla y la acaricie dulcemente.- Vas a disfrutarlo bastante, te lo prometo.- Pude ver cómo me miro con ilusión en sus ojos, él solo asintió tratando de relajarse pero estaba tenso.- Se que nosotros no tenemos la mejor relación del mundo, pero si quieres que esto salga bien para ambos debes hacer lo que te diga y relajarte. Confía en mí.- Él pareció meditarlo, no estaba muy seguro.

-De acuerdo.- Trató de sonar firme pero sonó algo dudoso, pero eso fue suficiente para mí.

Empecé a bajar la bragueta de mi pantalón. -Quítame el pantalón.- Le dije de manera juguetona. Vi que él me miro incrédulo, pero a los pocos segundos se dio cuenta que yo estaba hablando muy enserio. Coloco sus manos en las esquinas de mi pantalón y empezó a bajarlos lentamente. Yo estaba disfrutando este momento al máximo.

Se inclino hacia adelante y cuando mi pantalón estuvo hasta mis rodillas detuve sus manos, las coloque sobre mi cuello y yo mismo me quité los pantalones de una vez para volver a mi posición. En un rápido movimiento lo senté sobre mí y empecé a besarlo.

Los dos estábamos en ropa interior y besándonos, agarre su trasero firmemente y lo restregaba contra mi erección, oía como daba gemidos ahogados dentro de mi boca.

-No te calles, quiero escucharte gemir.- le susurre cuando corte nuestro beso en su oído para después lamer el lóbulo de su oreja. Pude oír como ahora gemía más deliberadamente.

Me incline hacia adelante para recostar su cuerpo sobre la cama, abrí sus piernas y  me acomode entre ellas. No era la primera vez que lo hacía con un chico, así que ya tenía algo de experiencia, lo que no había hecho era tener sexo con un chico virgen, había una gran diferencia.

Cuando recosté su cuerpo pude notar que estaba en mi misma situación, de nuevo lleve mi mano hacia su miembro erecto sobre su bóxer y empecé a mover  mi mano de arriba abajo, parecía algo tenso con esta acción pero al poco tiempo pude notar como aumentaba el tono de sus gemidos haciéndolos más alto y empezaba a mover un poco sus caderas. Acelere el ritmo de mi mano.

-Marcus…- pude oír como con un suspiro gemía mi nombre, esto me calentó más, la tela que se encontraba entre mi mano y él se hacía molesta, así  que lleve mis manos a la esquina del elástico de su bóxer, parando la acción que estaba haciendo anteriormente y oyendo como este daba un quejido molesto.

De un tirón baje sus bóxers, estaba completamente desnudo, él no se esperaba esto y se sonrojo de sobre manera, pero no presento  queja alguna, con algo de nervios llevo sus  manos al elástico ahora de mi bóxer jalando lentamente el elástico hacia abajo, lo hacía de manera lenta mientras me miraba fijamente a los ojos.

-Eres hermoso.- Se me escapó de mis labios al quedar hipnotizado por sus ojos miel, parece que él se sorprendió al igual que yo.

-Yo… t-tú también lo eres.-  Me dijo cuando termino de bajarme los bóxers y enroscaba sus brazos sobre mi cuello, me acerqué hacia él para besarle, Christopher aprendía rápido, ya sabía cómo besar de la manera en que yo lo estaba haciendo, él tomo la iniciativa e introdujo su lengua en mi boca y empezó a rozar su lengua con la mía.

Me acerque más al cuerpo, rozando nuestros cuerpos completamente desnudos por primera vez, di un gruñido de placer. Bajé mi mano hacia su miembro y empecé a masturbarlo de manera acelerada mientras el no dejaba de dar suspiros entre gemidos.

-Ngh… Marcus…- Decía una y otra vez encendiendo algo dentro de mí, él estaba cerca de terminar, podía sentirlo. Lo besé apasionadamente y sentí como se corrió en mi mano, volví a mirarlo a los ojos, estaba jadeando mientras colocaba su mano sobre su rostro, pero lo que más note fue esa pequeña sonrisita que se asomaba por sus labios.

-¿Te gustó?- Le decía de manera picara, era obvio que lo había disfrutado, demasiado. Él asintió.-Si me gustó.- Decía  algo avergonzado por sus palabras.

-Porque esto es solo el inicio- Le dije, cuando gire su cuerpo bocabajo de un rápido movimiento, me acomodé mejor entre sus piernas y me incline para besar su cuello, seguido de su hombro en el cual deje una marca con mis labios. Seguí besándolo dejando un camino de saliva por toda su espalda hasta llegar a su espalda baja y dirigirme hacia sus caderas en donde mordí de manera juguetona para después darle un dulce beso.

Coloque mis dos manos sobre su caderas y las eleve un poco para quedar en una posición más cómoda, me dirigí a su entrada con uno de mis dedos que aún estaba húmedo por su esencia y lo metí de manera lenta, Christopher era muy estrecho y eso me excitaba mas.

-Marcus, para, se siente incomodo.-Se quejaba.

-Al principio lo vas a sentir así, ten paciencia. Pronto te gustara.- Le decía de manera positiva para darle más confianza, seguí con los mismos movimientos por unos minutos, pude sentir como se relajaba y empezaba a respirar más agitado. Metí otro dedo y hacia movimiento de tijeras dentro de él, hasta el punto que pude meter tres y con estos simular pequeñas embestidas, podía oír como Christopher daba pequeños gemidos ahogados. Lo estaba disfrutando, esa fue la señal para que sacara los dedos, al hacerlo pude oír como Chris daba un pequeño gruñido de disgusto. Era la hora, quería tenerlo debajo de mí y hacerlo retorcerse de placer, alce un poco mas sus caderas y posicione mi miembro en su entrada, al hacer esto pude notar cómo se tensaba.

-Marcus, n-no sé si esto sea una bue-. Me decía cuando giró su rostro para verme, pude ver que tenía miedo, pero ya no me podía echar para atrás, habíamos llegado muy lejos para que ahora lo dejáramos así.

-Estás listo.- Le acorte, me incliné sobre él y le di un beso en la mejilla, agarre una de sus manos y la coloque más arriba de su hombro, la sujetaba fuertemente para que supiera que estaba allí para él y con mi otra mano sujetaba su cadera.

Me introduje dentro de manera lenta, no quería lastimarlo, él estaba muy tenso y pude notar como sollozaba y respiraba de manera entre cortada.

-¡Marcus detente! Me duele mucho.- me decía mientras unas lagrimas rebeldes corría por sus mejillas. Sabía que si seguía de esta manera iba a ser doloroso para él, así que de una sola estocada me introduje completamente. Di un gruñido de puro placer, sus paredes me apretaban de una manera muy placentera, Christopher era virgen con todas sus letras. Pero al mismo tiempo pude oír como el daba un grito de dolor, estaba respirando aceleradamente y más lagrimas caían sobre la almohada que él sostenía debajo de su cara, era una sensación culposamente placentera para mí.- ¡No te muevas!- Me grito como orden, obedecí y me quede en mi lugar hasta esperar que él estuviera listo, eran los segundos más largos de mi vida, quería moverme salvajemente dentro de él, pero sabía que si lo hacía lo echaría todo a perder. Quería que se sintiera bien con esto y lo disfrutara tanto como yo lo haría, con este pensamiento en mente lo bese sobre su espalda, arrastre mis manos sobre su cintura hacia su abdomen para acariciarlo, bajé un poco más hasta llegar al vientre y después a su miembro. Empecé a mover mi mano de abajo hacia arriba de manera lenta al principio, pude sentir como se volvía a poner duro con mis caricias y empecé a acelerar el ritmo devolviéndole el calor a su cuerpo. Christopher daba gemidos ahogados en su garganta, y empezó a mover un poco sus caderas para tener más contacto, esa fue la señal que estaba esperando.

Sujeté sus caderas con ambas manos y  empecé a meter y sacar mi miembro lentamente, ahora daba pequeños gruñidos molestos pero con el tiempo empezó a dar gemidos ahogados. Ahí fue cuando todo se torno más… apasionado.

Si teníamos antes una gota de cordura, ya se había esfumado. Empecé a embestirlo de manera más rápida y profunda mientras Chris no paraba de gemir sin ningún pudor. Quería ver su rostro mientras lo follaba, quería ver cada una de sus expresiones producto del placer que ahora le estaba proporcionando, quería ser el primero que viera como era su cara en esta situación y que solamente gimiera mi nombre.

-Quiero ver tu cara.- Le dije demandante sin dejar de follarlo ni por un segundo, hasta que pare un mínimo momento para girarlo y acomodarlo debajo de mí para seguir follándolo. Era hermoso, su cabello alborotado y algunos mechones pegados a su frente por una fina capa de sudor, sus mejillas sonrojadas y su boca entre abierta jadeando, no pude más y empecé a besarlo de manera salvaje mientras él me correspondía y colocaba sus manos sobre mis hombros y espalda, Me separe por la falta de aire y coloque mi cabeza en la curvatura de su cuello, pude sentir como hincaba sus uñas, las deslizaba sobre mi espalda y la aruñaba para minimizar más sus gemidos, pero era imposible, ahora me tocaba sin ningún pudor, dirigió una mano sobre mi trabajado abdomen mientras lo acariciaba y la otra en mi nuca para acercarme más a él.

Ahora daba estocadas más fuertes y profundas hasta que pude notar un cierto punto que lo volvía loco, esta vez dio un grito de placer que estoy seguro de que mis vecinos escucharon y arqueaba su espalda. Volví a tocar ese punto dentro de él violentamente, yo estaba en el paraíso, Christopher era exquisito.

Llevo su otra mano sobre mi nuca y empezó a besarme en el cuello y hombros, no supe en que momento fue que enrosco sus piernas en mi cadera para profundizar más mis movimientos.

-Ngh... ¡Ah! Marcus no pares…- Me susurro en mi oído, agarre fuerte sus muslos y masajeaba su trasero sin pudor alguno, cada parte de su piel era suave y adictiva. Yo estaba cerca de terminar.

Unas embestidas más en ese punto dentro de él y pude  sentir como se corría entre nuestros vientres, sus paredes me estrujaron de una manera que me enloquecía y ahí fue cuando finalmente me corrí dentro.

Estaba agotado pero no tanto como Christopher, que cuando termino cayó rendido para de inmediato cerrar sus ojos y dormirse, no lo culpo. Salí cuidadosamente de él y dio un gruñido molesto, me dio gracia.

Me eche en la cama a su lado pensando en todo lo que habíamos hecho y tratando de regular mi respiración.

Lo había hecho con Christopher Woodgate.

No podía creerlo, pero para nada me arrepentía. Había sido el mejor sexo de mi vida y había sido con nada más ni nada menos que con el señor perfección, ¿Quién lo diría?

Estaba sumido en mis pensamientos cuando note su cuerpo queriendo acerarse al mío en busca de calor, agarre una sabana y la acomodé encima de nosotros para cubrir nuestra desnudez, para mí no era problema  verlo desnudo durante toda la noche, pero el frió sí.

Pude sentir un brazo posarse sobre mi pecho, fue un impulso el que yo lo hubiera rodeado por su cintura con mi brazo. Me quedé unos  minutos viendo fijamente su rostro, era realmente hermoso, tanto en las facciones de su cara como las curvas de su cuerpo, más que una chica.

Con este pensamiento en mente fue que me quede dormido poco a poco hasta llegar a los brazos de Morfeo.

Notas finales:

Espero que les haya gustado, diganme su opinion sobre el lemon o cualquier critica que tengan y ya la recibire gustosamente si es respetuosamente por supuesto.

Dejen su comentario y hasta la proxima actualizacion~ <3 


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