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¿Los opuestos se atraen? por KylieNova

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo, el nuevo capitulo, ya lo habia subido pero el capitulo se me borró :(

Aqui esta de nuevo, dejen sus comentarios porfavor.

Nos dirigíamos hacia el gimnasio, el cual estaba vacío por la hora del receso, seguimos caminando y pude ver cómo nos acercábamos a la sección de vestidores en el camerino masculinos. Cuando llegamos, de un empujón me puso de espaldas a los casilleros y me miró a los ojos.

-¿Y bien?- Me preguntó esperando una respuesta. No sabía que decir, estaba nervioso y mi corazón latía desenfrenadamente.

-Y bien… ¿Qué?- aparte mi mirada a un lado. Marcus posó sus dos manos a la par de mi cabeza, apoyándose sobre los casilleros.

-Has estado evitándome, lo he notado, de hecho es muy notorio. ¿Qué pasa? ¿Te sientes avergonzado?

-¡No! Bueno… un poco, pero al parecer tu estas muy bien con lo que ocurrió ¿Cierto?- Le dije encarándolo al rostro.

-¿Qué estas tratando de decir?- preguntó de manera seria.

-Tú sabes lo que quiero decir, tú te…T-te aprovechaste de mi.- Le dije pero no soné tan convencido como quise sonar, lo empujé con mis brazos para que me diera algo de espacio.

Me miro fijamente para después reírse de manera exagerada. Me estaba molestando.

-¡Crees que yo me aproveche de ti! ¡Por favor! Eso ni tú te lo crees Woodgate.- Decía mientras se sostenía del estomago tratando de apaciguar su risa. Esto me enojó aún más, se estaba burlando de mí.

-¡C-claro que sí! ¡¿Y porque te burlas?!- Le decía molestó mientras le daba un golpe en su hombro.

-Eres realmente ridículo Christopher.- Me dijo mientras reía pero en vez de enojarme me sorprendí ¿Acababa de llamarme Christopher? Era muy extraño que me llamara por mi nombre completo, sin apodos, cuando pronuncio mi nombre recuerdos vinieron hacia mí de esa noche, de esa noche que compartimos juntos, la suave manera como pronunciaba mi nombre, sus caricias sobre mi piel, sus labios que recorrían todo mi cuerpo mientras me repartía innumerables besos. Al pensar en todos estos recuerdos me sonrojé y lo miré con sorpresa en mi rostro, el se percató de lo que había hecho y de la reacción la cual tenía, cambio a un estado más serio y se reincorporo para acercarse unos pasos y vernos frente a frente.

-Lo recuerdas- Me dijo sabiendo a que se refería, carente de emoción, solo diciendo lo que era obvio. Yo asentí débilmente y agaché mi mirada al suelo.-Entonces sabes que tu también querías ¿No es cierto? No digas que yo me aproveche de ti.- Me dijo sin apartar su vista de mí, yo sabía que todo lo que decía era cierto, pero trataba de excusarme, me sentí mal pero mal por mí mismo, por ser un cobarde y tratar de echar toda la culpa a Marcus.-Me sorprende de ti, siempre andas diciendo que hay que responsabilizarse por las acciones que tomamos y mírate ahora.

Eso me había dolido, algo que había dicho Marcus me había dolido, era como volver a hace tres años, me sentí pésimo más por el hecho de que todo lo que había dicho era verdad. Marcus estaba molesto y su expresión tenía algo de ¿Decepción? Se volteo para estar a espaldas mías y se dispuso a irse del lugar, no podía dejarlo irse así sin hacer nada así que rápidamente  me encamine hacia él y lo agarre del brazo, pude notar cómo se quedaba quieto, sin resistirse pero esperando una explicación. Agaché mi mirada, como podía empezar a explicarme…

-Lo siento- Susurré, él no se movió, se quedó como piedra pero sabía que me había escuchado y que esperaba por más.-No es justo que solo te eche la culpa a ti.- Lo solté de mi agarre, no me sorprendería que ahora se fuera y solo ignorara mis palabras, pero para mí alivio se volteo lentamente, al menos no iba a dejarme con las palabras en la boca.

-No sé si perdonarte señor presidente, la verdad es que has herido mis sentimientos.- Me dijo mientras tocaba su corazón teatralmente y hacia una mueca de indignación y dolor fingida apropósito.

¡ESE DESGRACIADO! Estuvo riéndose de mí todo el tiempo, me sentí mal por nada, ni siquiera debí preocuparme por eso bueno para nada, rebaje mi orgullo para disculparme y estuvo burlándose todo este tiempo. Rodé mis ojos, estaba muy molesto, me había tomado del pelo, quería ya irme de allí, toda esta conversación fue una completa pérdida de tiempo, me giré y empecé a caminar lejos de él, al fin y al cabo tenia cosas más importantes que hacer. Pero Marcus repitió mi acción anterior y me sostuvo del brazo.

-¿Adonde crees que vas? Todavía no te he perdonado- Me dijo mientras enarcaba una ceja inocentemente y de un tirón me acercaba más a él. Ni siquiera me digne a responderle, no quería hablar con él, aparte mi vista lejos de la suya con el ceño fruncido y haciendo un puchero involuntariamente.- Sabes… yo se que puedes hacer para ganarte mi perdón.- Me dijo de manera picara cerca de mi oído, me sonrojé por el tono de voz que había usado y me volteé bruscamente viendo su cara para ver si hablaba enserio. Me tomó desprevenido y en un pestañar me besó, yo tenía un lio en mi cabeza ¿Qué le estaba pasando a Marcus? Sentía mi cara arder hasta mis orejas, trate de forcejear y separarme pero él me rodeo completamente con sus brazos dejando sin escapatoria. Al ver que no podía hacer nada me quede estático, estaba muy tenso, solo quería que esto terminara, o eso es lo que me trataba de convencer, poco a poco perdí las fuerzas y no pude evitar corresponder tímidamente el beso.

<<Por Dios Marcus besa muy bien>> pensé y me avergoncé de mis propios pensamientos, nos separamos un mínimo segundo y a un centímetro de nuestras bocas para agarrar aire, cuando el nuevamente me besó, esta vez no me resistí como la vez anterior, abrí un poco mi boca y él la invadió con su lengua, cerré mis parpados fuertemente, ¡no podía creer que estaba dejando que Marcus me besara con la lengua! Pero tampoco me negué´, cuando ya estaba aprendiendo a llevar el ritmo del beso y a sentirme más cómodo, Marcus aflojo su agarre y me abrazo de la cintura bajando lentamente por mis espalda de manera suave, más abajo hasta llegar a mis caderas y mucho más abajo hasta… ¡Hasta mi trasero! Y no fue sutilmente que lo agarró, el literalmente me toco todo el trasero con sus manos y los apretó descaradamente en un fuerte agarre, estaba bastante avergonzado y el parecía que lo estaba disfrutando bastante, quería zafarme pero me tenia sujetado fuertemente .

Una idea vino a mi mente, era la única salida de esta situación, así que mientras me besaba tome la oportunidad y lo mordí fuertemente en el labio inferior, él se separo del beso para dar un grito pero sin zafar su agarre de mi trasero.

-¿Qué te pasa? ¿Por qué me hiciste eso?- Me reclamó molesto como si él fuera la victima ¿Cómo se atrevía a reclamarme? Yo era el que estaba siendo irrespetado y-y…

-¿Qué te pasa a ti pervertido? D-deja de tocarme de esta manera.- Le dije rojo como un tomate, quería sonar furioso pero estaba totalmente avergonzado, así que mis palabras salieron rotas.

-¿Cómo?- Me dijo como si fuera lo más normal del mundo.- ¿Así?- Me dije con una sonrisa maliciosa y estrujaba más mi trasero. Yo me altere y trate de zafarme de su agarre pero Marcus era más fuerte que yo.

-¡A-aleja tus sucias m-manos de mi trasero!- Le ordené pero este hizo caso omiso a mi orden para dedicarme una mirada carente de alguna expresión y enarcar una ceja.

-¿Mis sucias manos? ¿Por qué? ¿No te gusta o te da vergüenza? – Me dijo ingenuamente, era obvio que estaba avergonzado, más que obvio.- Esta no es la gran cosa ¿sabes?, aquella noche hice más que solo tocar tu trasero yo lo-

-¡Cállate! ¡Cállate! ¡Cállate!- Le grite mientras colocaba mis dos manos sobre mis orejas.

-¿Este es realmente el presidente del consejo estudiantil?-Le escuche decir aunque tuviera mis manos sobre mis orejas de manera burlesca para reírse a puras carcajadas. Era cierto ¿Qué me estaba pasando? Había perdido el control y ahora me comportaba de manera infantil, no estaba siendo maduro en esta situación, agaché de nuevo mi mirada avergonzado por mi comportamiento.- Oye está bien, solo tranquilízate- Me dijo para después soltar su agarre y calmar su risa, aunque todavía tuviera esa sonrisa divertida en su rostro, le agradecí internamente por soltar su agarre pero yo todavía tenía mi cabeza hacia abajo. Marcus posó una mano sobre mis cabellos y los acaricio como si yo fuera un niño pequeño, por alguna razón este acto me gustó y me quede aceptando su caricia.

Sonó el timbre indicando que teníamos que volver a clases, yo me sobresalte cuando lo escuche ¿Tan rápido se había pasado el tiempo? Alcé mi vista para mirar a Marcus, él seguía sonriendo.

-Deberíamos ir a clases- Le dije para cortar con el silencio incomodo que se había hecho.

-Acaban de tocar, no seas intenso.- Me dijo quitando su mano de su cabeza.- Tu puedes ir, yo me quedare un rato fuera de clases.- me dijo despreocupado.

-No deberías faltar a las clases.- Le dije con un ademan de regaño y fruncía levemente el ceño.

-Y tú no deberías preocuparte tanto.- Me dijo contraatacando con una sonrisa ladina, di la vuelta y me encamine hacia el salón de clases.

Por suerte el profesor no había llegado, todo el salón estaba en un alboroto, estaban gritando, corriendo y lanzándose bolitas de papel pero cuando apenas llegué todo el salón se tranquilizó un poco,  me dirigí aliviado a mi pupitre por no haber perdido clases, odiaba perder clases, cuando me senté mire alrededor y empecé a buscar a Josh, el cual estaba con los chicos, me levanté de mi pupitre y camine hacia ellos.

-Hola chicos.- los saludé casualmente.

-¡Hola Chris!- Me dijo Matías alegre como siempre.

-Hola Christopher- Me dijo Mateo serio… como siempre.

Matías y Mateo eran los gemelos de nuestra generación, estos chicos eran realmente… interesantes, aunque fueran completamente idénticos físicamente sus personalidades eran como el agua y el aceite. Los dos eran de cabello castaño claro y tenían los ojos café oscuro, tan oscuros que parecían negros si no les ponías atención, su complexión era la misma ni tan musculosos pero tampoco eran flacuchos, tenían una tez blanca y su estatura era exactamente igual ninguno tenía un centímetro más que el otro, ellos eran los gemelos mas idénticos que había visto en mi vida, pero solo físicamente. La razón por la que las personas podían distinguirlos era por sus personalidades, si no fuera por eso sería imposible diferenciarlos.

Primero empezaremos con Matías, era un chico muy extrovertido y alegre, siempre tenía metas y sueños que sobrepasaban los límites de la lógica, nunca se mantenía quieto, siempre pasaba de un lado para otro, no se con exactitud en cuantos clubes estudiantiles estaba pero sabía que estaba en la banda escolar, el equipo de soccer, en el club de arte, el club de cocina, el club de teatro y muchos más. Es un chico bastante amable cuando le conviene ¿Qué quiero decir con esto? Matías era una buena persona, no me malinterpreten pero era un tanto… manipulador.

Había visto como más de una vez manipulaba y engañaba a las personas con su alegría extrema, les decía cosas como ¿Es que no quieres verme feliz? ¿Por qué quieres entristecerme si soy feliz? Cuando pedía algo y la respuesta era un NO. Siempre vestía con ropas muy alegres y con muchos colores, los fines de semana por supuesto, ya que en este colegio utilizábamos uniforme.

Después estaba Mateo, que a diferencia de Matías era muy introvertido y reservado, nunca hablaba de más, solo lo necesario era lo que decía él, solo estaba en un club y era el de literatura, su expresión siempre era una seria, una vez pude ver como casi curveaba ligeramente sus labios, eso era lo más cerca que lo había visto de sonreír, a la primera vista podría uno decir que era de esas personas que no tenían sentimientos o emociones pero la verdad era que Mateo era bastante sensible.

Le encantaban los animales tiernos y lindos pero su favorito eran los gatos, amaba a los gatos tanto que cuando veía a uno callejero o domestico paraba todo lo que estaba haciendo para darle de comer y acariciarlo. También era bastante cariñoso, siempre pasaba abrazando a las personas cuando se sentían mal o lo necesitaban, a veces demasiado.

Todavía recuerdo cuando apenas Josh y yo los estábamos conociendo, ese día Josh se había sacado una mala calificación en Matemáticas y estaba deprimido, los gemelos vinieron hacia nosotros, Matías le decía que se alegrara, que la vida no solo eran calificaciones, que si se esforzaba para el próximo examen lo iba a superar y que después se convertiría en el matemático más importante de este siglo y que trabajaría en la NASA… y un montón de cosas sin sentido alguno y después Mateo se dirigió hacia él y lo abrazo, colocó una mano sobre su cabellos y lo peinaba hacia atrás mientras decía:-Todo va a estar bien- repetidas veces, era algo escalofriante y Josh se veía muy incomodo, fue muy gracioso para mí y yo simplemente me reía, fue en ese momento que me agradaron los gemelos.

Mateo vestía de negro o colores oscuros nada más y siempre usaba abrigos y chaquetas, aunque estuviéramos en verano, él era una buena persona al igual que su hermano pero también había algo en él… Era rencoroso y vengativo.

No tenía pruebas concretas, pero sabía que cuando alguien se burlaba de su hermano o de él no terminaba bien. Siempre cuando había alguien que lo molestaba lo hacía sentir mal le ocurría un accidente ¡Pero no se asusten! No era grave como para que terminara en el hospital o algo por el estilo, lo que pasaba eran cosas como que en sus mochilas se encontraban con una mezcla pegajosa desconocida que echaba a perder sus cuadernos y materiales, como que cuando se cambiaban en los camerinos del colegio perdían sus ropas o publicaban anónimamente una foto de la persona la cual era bastante vergonzosa o penosa o simplemente se divulgaban rumores malos.

Estos gemelos eran bastante singulares, se podría decir que su comportamiento era extraño pero ¿Eso qué? Al final lo que importaba es que eran personas que se preocupaban por sus amigos y eran amables con todos, son definitivamente buenas personas.

-¿Cómo te fue con tu asunto?- Me preguntó Josh.

-¿Ah?- Le pregunté perdido, no sabía de que estaba hablando.

-Tú asunto del gobierno o algo así.-Me dijo Josh diciéndolo como algo obvio, no sabía a lo que se refería, le di una mirada de que no estaba entendiendo lo que me estaba diciendo, hasta que recordé la mentira que le había dicho.

-A-ah sí, claro, el asunto, si…- Le dije como si siempre hubiera sabido que estábamos hablando de eso, lo cual no me funcionó para nada.- Me fue bien, ya lo pude arreglar.- Le dije de manera nerviosa y daba una sonrisa forzada.

-Estás mintiendo.- Dijo de manera fría y directa Mateo viéndome a los ojos ¿Este chico no podía ser más disimulado o menos perceptivo?

-¡N-no! ¿De qué estás hablando Mateo?- Le dije “tranquilamente” él solo se me quedaba viendo de la misma manera que antes, empecé a ponerme más nervioso ¿Acaso era muy obvio?

-Chris, puedes contarnos lo que sea no te juz- No terminó de decir Matías porque el profesor estaba entrando al salón, detrás de él venía Marcus pero este no se daba cuenta, así que llegó al mismo tiempo que él sin que este se diera cuenta que había llegado tarde, se dirigieron hacia sus asientos. Puso todas sus cosas en el escritorio y pasó la lista. Cuando terminó caminó hacia el frente del salón para vernos a todos.

-Bueno chicos, tenemos que hablar sobre el asunto del Festival Estudiantil.- Dijo sin interesarse mucho por el tema, apenas dijo esto se empezaron a escuchar a los estudiantes emocionados por las actividades de ese día, unos diciendo ideas, otros de que iban a comer…- ¡Hagan silencio!- Dijo el profesor alzando su voz.-Christopher es él que está encargado de la esta clase de actividades así que él les explicara todo sobre el asunto.-Finalizó.

Yo me levanté de mi asiento y pasé al frente para explicar todos los detalles.

-Lo que tenemos que hacer es un bloque de entretenimiento en grupo como saben, tenemos tres opciones las cuales son: una casa embrujada, un café ambientado o un circo.- Les explicaba y ellos ponían atención. Varias respuestas se escucharon por toda la clase y se empezaba a armar un desorden. Esto iba a tardar mucho.

                                                                                      …

Después de unos minutos todos hicimos una votación y concordamos con la actividad. Sería una casa embrujada. Sinceramente yo estaba muy emocionado, nunca había ido a una casa embrujada y la que planeábamos hacer tenía muy buenas ideas, sería divertido. Después hablamos sobre el vestuario, los personajes y la utilería. El festival seria en una semana.

La clase acabó y todos empezaban a abandonar la clase para irse al receso incluyéndome, esta vez sí tenía que ir al salón del gobierno estudiantil, tenía que ir por lo menos una vez al día para asegurarme de que las cosas estuvieran bien y en orden, me dirigía hacia allá cuando un grito me detuvo.

-¡Christopher!- Me gritó Josh y se caminaba hacia mí, esto era extraño, el nunca me llamaba por mi  nombre completo a menos que tuviera algo importante que decirme.

Se posó frente de mí, estaba serio, esto no me daba buena espina.

-¿Que pasa Josh?- Le pregunté para averiguar qué era lo que lo tenía tan serio-

-¿Vas a ir de nuevo al consejo?- Me dijo pero incrédulo, con una ceja enarcada y su voz un poco molesta.

-S-si es que no termine el problema sobre el asunto y…-Él sabía que le estaba mintiendo.

-¿Porque me mientes?- Me preguntó afligido y con su cara dolida.-Has estado muy extraño hoy- Me afirmó, tenía razón, yo suspiré con culpabilidad.

-Tienes razón, Josh es solo que…- Tenía miedo de explicarle ¿Y si me juzgaba? No quería que pensara mal de mí por haberme emborrachado el día de la fiesta y haber tenido sexo con Marcus así porque así.-Tengo que contarte algo- Le dije más seguro de mis palabras. Lo tomé del brazo y nos fuimos a unas bancas que estaban en la zona verde del colegio, alejados de todos, al fin y al cabo no quería que nadie escuchara. Cuando nos sentamos lo volví a verlo y cerré los ojos para tomar valor.

Tenía que contarle muchas cosas a Josh.

                                                                                        …

 

-Y eso fue lo que pasó.- Finalicé. Pude ver como Josh se quedaba perplejo mirándome fijamente con la boca abierta y los ojos como platos, cambio su expresión para concentrarse en las palabras que me iba a decir a continuación ¿Cuáles serian? ¿Me iba a juzgar? ¿O a decir que fui como una zorra por haberme acostado con Marcus? Estaba nervioso esperando su respuesta.

-Entonces… Te gusta Marcus.- Me dijo como aclarando lo obvio, tenía una pequeña sonrisa en sus labios, pero no era una sarcástica o de burla, era una sonrisa comprensiva.

-N-no ¡Claro que no!

-¿Por qué no me lo dijiste antes?

-Es que tenía miedo… bueno, de que pensaras mal de mi.- Le dije cuando baje mi mirada, se que suena tonto, pero a mí me importaba lo que pensaran las personas de mi, era una de mis defectos.

-¿Cómo puedes decir eso? Christopher soy tu amigo, tu mejor amigo, nunca pensaría mal de ti.- Me dijo mientras me sonreía y colocaba su mano sobre mi hombro de manera reconfortante, lo agradecí internamente, ahora me sentía como un idiota por haber pensado que Josh podría dejar de ser mi amigo por esto.-De hecho, me siento ofendido porque hubieras pensado eso de mi.- Hizo un puchero gracioso, tenía razón.

-Lo siento Josh, no volverá a pasar.- Le dije dándole una sonrisa sincera.

-Más te vale.- Me amenazó y me señalo divertidamente, di una risa nasal, ahora estaba algo avergonzado.

-Bueno, eso explica porque ahora Marcus te estaba sonriendo y no dejaba de mirarte.- Me dijo de manera picara, lo que hizo sentir un ligero calor en mis mejillas.

-S-si, era por eso.- Voltee mi mirada hacia otro lado, ahora debía de verme patético.- Pero ya hablamos sobre el… asunto.

-Entonces ya están como antes.- Me dijo Josh aclarándolo, no podía decir que estábamos como, apenas nos hablábamos y solo eran él y sus comentarios sarcásticos y yo advirtiéndole lo que le pasaría al faltarse las clases. Ahora solo había como una especie de tensión sexual-¿Están como antes?- Me preguntó enarcando una ceja.

-Bueno, creo que sí, pero no estoy seguro, ahora no es lo mismo...- No sabía cómo explicarme hacia Josh, ni siquiera yo comprendía lo que éramos ahora ¿Seguiremos como si nada? ¿Somos amigos? Esas y un sinfín de preguntas más pasaban por mi mente, ya no quería seguir hablando de esto.-Pero no importa, ya no quiero hablar más de esto.

-Está bien, si no quieres que sigamos hablando de esto ya no lo haremos.- No lo dijo por despecho o de manera sarcástica, lo dijo en el buen sentido para hacerme sentir más tranquilo.

Por esta y por muchas razones más era por lo que Josh es mi mejor amigo, se preocupa por mi pero  me da mi espacio cuando lo necesito, le agradecí internamente por comprenderlo.

Notas finales:

Espero que lo hayan disfrutado ¿con quien se identifican más, con Matías o Mateo?

Dejen su comentario, siempre me alegra leerlos.


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