No sabía cómo interpretar su expresión. Sostenía su mano esperando una respuesta o por lo menos que dijera algo.
¿Pero exactamente que esperaba? ¿Qué me correspondiera?
No soy de los que tienen una “relación” y menos de los que se declaraban pero tenía que hacerlo.
Christopher me gusta.
No sé en qué punto estos sentimientos empezaron en mí pero si se cuándo me di cuenta de estos, fue justamente hoy.
Cuando vi a Adam con Christopher me entro mucha ira, al principio creí que era por ver a ese imbécil en la secundaria, pero después cuando vi cómo se acercaba a Christopher y lo tomaba descabelladamente entre en furia, No quería que se acercara a él, a mi Christopher y cuando lo llamó puta, esa fue la gota que derramo el vaso.
Me preocupaba por Christopher, realmente lo hacía, odiaba cuando se sentía mal por culpa de los demás o se culpaba a él mismo.
Al principio creí que era por pena o lastima o talvez yo me sentía culpable por haberme “aprovechado” de él aquella noche, pero conforme paso el tiempo me di cuenta que estaba con él porque quería, no por obligación. Me gustaba estar con él.
Sus sonrojos, su risa, sus pucheros, me gusta todo eso, todas sus facetas.
Estar con él me hace sentir pleno, como si todas mis preocupaciones se fueran. Me hacía sentir bien.
Identifique este sentimiento como aprecio pero después me di cuenta que era mucho más que eso, quería estar siempre con Christopher pero no quería que nadie más estuviera con él.
¿Algo posesivo verdad?
Christopher tenía un sonrojo sobre sus mejillas que lo hacía ver aún más hermoso, eso también era una señal. Veía a Christopher hermoso, con sus cabellos rubios perfectamente peinados, su piel nívea y sus ojos color miel.
Christopher aún no daba señales de responder, a lo que yo mire de nuevo a sus nudillos y embocé una sonrisa amarga mientras negaba sutilmente con mi cabeza, no todo era como un cuento de hadas, tampoco esperaba que él me correspondiera pero en parte estaba alegre, por que pude decírselo, porque pude quitarme ese peso de encima, porque por primera vez pude sentir esta clase de cariño hacia una persona.
-Marcus.- Dijo en un susurro, yo alcé mi mirada y lo vi atentamente.-También me gustas.- Dijo mientras el sonrojo se intensificaba en su rostro.
Estaba feliz, muy feliz que fue imposible quitar la sonrisa que tenía en mi rostro, con mis dos manos acaricie sus mejillas sonrojadas y acerque nuestros rostros, sus cálidos labios tocaron los míos, el beso fue suave pero con sentimiento.
Me aleje de él y embozó una sonrisa tímida, nuestros labios chocaron de nuevo y paso a ser un beso más intenso, cada vez más intenso, acariciaba sus brazos suavemente hasta que agarre su cintura y lo acerque más a mí. Cuando nos separamos vi la expresión de Christopher y este jadeaba un poco.
Los besos se hicieron cada vez más constantes, el ambiente había subido de tono y esos simples besos ya no me eran suficientes, necesitaba más.
Posé mis manos sobre su espalda y lo acerque más a mí, acariciaba sus muslos sutilmente y él pasaba sus manos sobre mi espalda suavemente, en un arranque de pasión lo eleve sobre mis brazos y lo cargue como una princesa para llevarlo a mi habitación.
-¡Oye Marcus, espera!- Me dijo sorprendido por mi acción, seguidos de unas ligeras risas de mi parte.
Lo lancé a mi cama y me recosté sobre su cuerpo para inmediatamente besar su cuello suavemente, Christopher dirigió sus manos hacia mi nuca y empezó a enredar sus dedos sobre mis cabellos mientras inclinaba su cuello hacia atrás para darme mejor acceso.
Llegue hasta su clavícula y empecé a hacer chupetones en esta a lo que Christopher me recrimino ya que se notarían pero lo ignore. Me gustaba dejarle chupetones, era una muestra de que era mío y de que nadie más podría tenerlo de esta manera, después de todo yo había sido el único en tener completamente al señor perfección y así sería siempre.
Mientras besaba su clavícula coloque una de mis manos por debajo de su camisa, acariciando su suave piel con las yemas de mis dedos, él se estremeció ante mi caricia haciendo que una sonrisa se formara en mi rostro.
Empecé a lamer el lóbulo de su oreja, a Chris se le escapo un pequeño gemido, empezaba a acariciar de nuevo mi espalda hasta que llevo sus manos sobre el borde de mi camisa, al parecer quería quitármela, lo mire con algo de picardía a lo que él se sonrojo aún más pero esto no lo detuvo de terminar su acción con algo de mi ayuda, mi abdomen estaba completamente desnudo, no era justo, procedí a quitar su camisa a lo que él no puso ninguna resistencia y alzo sus brazos, ahora los dos estábamos desnudos de la cadera hacia arriba.
Volví a besarlo de manera demandante en los labios, ahora eran besos apasionados, mi lengua recorría sus labios, los saboreaba, hasta que Christopher me dio la entrada para acceder a su boca.
Mientras esto se daba empezaba a desabrochar su pantalón y a bajar su bragueta, para que por fin quedara en ropa interior, estaba usando unos bóxer azul marino que le quedaban pegados perfectamente a sus glúteos y muslos, se veía jodidamente sexy.
Pasé mi mano a sus muslo para acariciarlos y después pasar a sus glúteos y estrujarlos, Christopher dio un gemido que fue en parte callado ya que nos estábamos besando, nos separamos por un momento para darnos una oportunidad a respirar, Christopher paso sus manos sobre la esquina de mi pantalón y empezó a desabrocharlo como yo lo había hecho anteriormente con él, le di una mirada divertida por su cooperación, a lo que él me miro con algo de fastidio pero se podía ver el deseo a través de sus ojos.
Bajo mis pantalones, ahora estábamos ambos en ropa interior, me acerque más a su cuerpo haciendo que hubiera fricción sobre nuestros miembros, apoyé mi cabeza sobre la curvatura de su cuello, sentí los labios de Christopher posarse sobre mi hombro, daba besos húmedos sobre estos hasta llegar a mi cuello, por la fricción que tenían nuestros cuerpos podía escuchar los jadeos de Christopher sobre mi oído, era realmente excitante.
Bese su pecho y fui bajando lentamente hasta dejar un camino que termino sobre su vientre, abrí sus piernas y me pose entre ellas, llegue a sus muslos y empecé a besar la parte interna de estos hasta dar una pequeña mordida a lo que se escuchó una pequeña queja de Christopher, pero a mí no me engaña, en el fondo le había gustado.
Seguí besando esta parte de su cuerpo hasta que note como se hacía presente su erección, conduje una mano sobre su miembro y encima de sus bóxer empecé a masajearlo lentamente, Christopher empezaba a dar pequeños gemidos más seguidos, alcé mi rostros para mirarlo, estaba con los ojos cerrados, sus mejillas estaban sonrojadas y su cabello todo despeinado, estaba mordiendo uno de sus dedos para callar sus gemidos a lo que yo fruncí levemente mi frente, no me gustaba que se hiciera eso.
Estiré mi brazo y aparte su mano de su boca, el me miro confundido.
-No hagas eso.- Le dije como reprenda, el pareció asentir débilmente, no quería sonar rudo así que me incline sobre él hasta estar a la altura de su rostro y lo besé demandantemente.-Me gusta oír tu voz, no la calles.- Le dije ahora con un tono más amable.
-Si te gusta oír mi voz entonces no la callare más.- Me dijo de una manera tan sumisa que hizo mi miembro despertar.
Lo besé de nuevo y seguí con mi labor sobre su miembro, podía escuchar como Christopher susurraba mi nombre lo que hizo que mi ego se alzara para ser sinceros.
Mi mano paso al elástico de su bóxer azul marino y lo jale hasta abajo dejando expuesto a Christopher, no importa cuántas veces viera esta imagen, nunca me cansaba de verla.
…
Estaba completamente desnudo ante Marcus, estaba algo avergonzado pero ya me estaba empezando a acostumbrar, se inclinó a besarme de nuevo intensamente, yo rodeé su cuello con mis brazos y le devolví el beso. Marcus tocaba todo mi cuerpo descaradamente, sin pudor alguno pero no me molestaba, todas esas caricias hacían que me excitara cada vez más, paso sus manos por mis mulos hasta llegar a mi trasero, di un leve quejido por esto pero a Marcus no le importó y siguió con su trabajo.
No era justo, yo estaba completamente desnudo pero Marcus aún seguía con ropa interior, coloque mis manos sobre el elástico de su bóxer negro y con algo de timidez empecé a bajarlo poco a poco, él se separó un poco de mi para que poder quitárselos fácilmente mientras besaba mi cuello, podía sentir que sonreía, está seguro. Ahora si estábamos en las mismas condiciones.
Marcus apegó más su cuerpo al mío haciendo que yo sintiera su erección contra mi piel, estaba completamente excitado, mi mente en este punto estaba completamente nublada, solo había una cosa que pensaba y era tener completamente a Marcus dentro de mí.
Besé sus hombros, eran fuertes y anchos, le hacían ver muy masculino. Dejaba chupetones por estos, si él podía dejarme marcas ¿Por qué yo no?
Involuntariamente mi cabeza se dirigió hacia su cuello y aspire su aroma, era realmente excitante, una mezcla entre canela y almendras, mis manos fueron hacia su espalda, la acaricie suavemente, su piel era realmente suave.
Sentía que iba a explotar, quería que estuviera dentro de una vez, así que entrelacé mis piernas sobre su cintura para darle un mejor acceso a su “labor”.
-Parece que estas desesperado por tenerme dentro tuyo ¿No es así?- Había dado justo en el clavo, el tono de su voz fue tan sensual y burlona a la vez, algo tan característico en él. Empezó a besar mis hombros, los lamia, podía sentir su lengua húmeda pasar sobre mi piel, sentí su mano rozar la piel de mi abdomen hasta llegar más abajo y aprisionar mi miembro, movía su mano de arriba hacia abajo a un ritmo tortuoso. No pude evitar gemir sonoramente, jadeaba desesperadamente, hundí mi cabeza en la curvatura de su cuello y cerré mis ojos fuertemente, cegado completamente por las nuevas sensaciones que venían a mi cuerpo, dejándome llevar completamente.
Aceleró el ritmo de su mano, sentía algo de humedad sobre mi frente, producto de las grandes sensaciones que mi cuerpo estaba recibiendo, esperando a que nunca parara, pero quería algo más, quería a Marcus.
-M-Marcus quiero…-No podía formular pregunta, mi voz se escuchaba entrecortada por los jadeos y gemidos que salían de esta.
-¿Qué quieres Christopher?- Me dijo Marcus sobre mis labios, pero sin llegar a tocarlos, él lo sabía, sabía lo que quería y conociéndolo bien sabía lo que él quería, quería que se lo pidiera.
-Te quiero a ti- Le dije uniendo nuestros labios y dando un beso apasionado-Quiero que me hagas el amor- Le dije cuando nos separamos, él sonrió, yo no podía creer lo que había dicho, era realmente descarado pero en estas circunstancias no me importaba ser así.
Marcus dejo de hacer su “labor”, su mano paso hacia las comisuras de mis labios y los acaricio con el pulgar.
-Lámelos- Me dijo mientras colocaba tres dedos sobre mis labios, no opuse resistencia y me los metí a la boca, empecé a lamerlos lentamente, sin comprender totalmente para que hacia esto, aunque tenía una idea. Pasaba mi lengua sobre toda su extensión, de arriba hacia abajo, estaba tan concentrado en hacerlo bien que perdí la vista que tenía sobre Marcus, cuando lo volví a mirar este tenía una expresión de completa lujuria, parecía que le excitaba que hiciera estos, así que no aparte mis ojos sobre los suyos y seguí lamiendo sus dedos.
Sacó rápidamente sus dedos de mi boca y me beso bruscamente, con su otra mano alzo un poco mis caderas para posicionarme mejor, después coloco mis tobillos sobre sus hombros, ahora si estaba completamente expuesto ante él.
Nos separamos del beso, pero no nos dejamos de mirar, me enseño los dedos que había lamido anteriormente para después bajarlos hasta mi entrada, los sentí rozar sobre esta, hasta que sentí el primer dedo meterse completamente de un solo movimiento. Con tal acción cerré mis ojos sorprendido por la ola de placer que había invadido mi cuerpo, gemí fuertemente al sentirlo dentro de mí. Recuerdo que la última vez que tuvimos sexo Marcus no me preparó, por lo que sentí un gran dolor al comienzo pero después me acostumbré.
No paso mucho tiempo para que el segundo dedo también entrara, ya no era virgen, así que era más fácil y más rápido prepararme, Marcus hacia movimientos de tijeras con los dos, los metía y los sacaba constantemente, haciendo que yo me retorciera de placer, sostenía fuertemente las sabanas con mis puños y no podía evitar gemir y jadear desesperadamente.
Después metió el tercer dedo, su ritmo fue más acelerado, simulando pequeñas y rápidas embestidas, sentía que con solo esos dedos me iba a venir pero Marcus paró.
Se colocó entre mis piernas y acerco su miembro erecto sobre mi entrada, se inclinó hacia mí y me dio un corto beso en mis labios. Empezó a mover sus caderas haciendo que su miembro estuviera completamente dentro de mí, me hacia estremecer, sentí una corriente eléctrica en mi columna vertebral.
Mis manos se aferraron a las sabanas para poder controlar estas sensaciones pero era simplemente imposible. Marcus empezó con un ritmo lento pero profundo, cerré mis ojos fuertemente, no podía sobrellevar el placer que estaba sintiendo ahora, era demasiado.
-¡Agh! M-Marcus…- Sus embestidas iban cada vez más, aumentado el ritmo, yo mordía mis labios, tratando de reprimir mis gemidos ya que eran indecorosos pero luego me acorde lo que dijo Marcus.
“Me gusta oír tu voz, no la calles”
Mi cuerpo se sentía caliente, el ambiente se sentía caliente, como si hubieran subido la temperatura, arqueaba levemente mi espalda por los escalofríos que sentía por todo mi cuerpo, sentía un cosquilleo sobre mi vientre. Mis piernas empezaban a cansarse de estar en esta posición así que baje mis piernas de los hombros de Marcus y las entrelace sobre la cintura de Marcus, este acercó mi cuerpo sobre el mío y me agarró ambas manos para posicionarlas sobre mi cabeza.
Empezó a besar mi cuello desesperadamente, sin dejar de moverse en mi interior, sus embestidas iban más profundas y rápidas, haciéndome gemir aún más fuerte, él daba gruñidos y jadeos de placer sobre mi oído, eso me hacía excitarme aún más.
Llego hasta el punto dentro de mí que me hacía delirar, di un fuerte gemido y arquee mi espalda, apreté mis piernas sobre su cintura para poder sentirlo más cerca de mí, Marcus acelero el ritmo cuando encontró este punto.
Sentía que ya me venía, pero Marcus paró de repente haciéndome enfadar un poco.
-¿Por qué paras?- Le dije mientras me reincorporaba.
-Ponte en cuatro-Me dijo como orden, yo no espere más y le hice caso.
Rápidamente me levante y desgraciadamente Marcus salió de mi interior, me había puesto en cuatro, si hubiera estado en mis cinco sentidos me sentiría avergonzado pero el calor del momento me impedía pensar racionalmente, llevándose mi orgullo lejos.
Marcus sostuvo con sus manos mis caderas fuertemente y metió su miembro de una sola estocada, di un fuerte gemido y apreté mi mandíbula fuertemente, no paraba de jadear y Marcus no paraba de moverse.
Sentía que estaba en el paraíso, no hubiera podido aguantar más si Marcus no estuviera sosteniendo mis caderas fuertemente, mis piernas temblaban por las fuertes sensaciones de placer que sentía, de nuevo ese punto dentro de mí se hacía presente.
Marcus lo tocaba fuertemente, yo ya no aguantaba me iba a venir, recosté mi pecho sobre la cama y con mis manos estruje las sabanas.
-M-Marcus, ya no voy a a-aguantar más.- Marcus paso su mano sobre mi espalda y la acaricio, después más abajo hasta llegar a mi miembro, lo masajeo primero y después empezó a masturbarme al mismo ritmo en que daba sus embestidas.-M-más Marcus..- Jadeaba, gire mi cabeza hacia atrás para darme cuenta que Marcus me estaba mirando intensamente, inclino su cabeza y empezó a lamer y besar mi espalda, todo esto sin quitar su mirada penetrante de mis ojos. Me giré rápidamente y cerré mis ojos fuertemente.
-¡Ah!- Grité cuando sentí que me vine, mi cuerpo llego al clímax, haciendo que me cuerpo entero empezara a palpitar, Marcus dio unas embestidas más y se vino en mi interior, podía sentir su caliente esencia recorrer mi interior, se sentía bien.
Estaba agotado, mi cuerpo entero se desborono y termine tendido en la cama, no paraba de jadear, estaba tratando de recuperar el aliento pero todo eso había sido muy… intenso.
Sentí el cuerpo de Marcus sobre el mío, coloco sus dos manos alrededor de mi cintura y empezó a besarme las mejillas de forma tierna, yo no pude evitar sonreír como una adolescente enamorada, me voltee lentamente, Marcus de levanto de donde estaba y me dio espacio para acomodarme.
Se acostó boca arriba y yo me acomodé sobre su pecho, cerré mis ojos lentamente dejándome llevar por las suaves caricias que ahora sentía sobre mi cabello.
-Me gustas mucho Marcus.- Le dije en un suave susurro, mire hacia Marcus y este sonrió, inclino su cabeza y posó un casto beso sobre mis labios.
-Tú también me gustas mucho Woodgate.- Dijo con un suave tono de voz sobre mis labios, me sonroje, estaba muy feliz, era la primera vez que sentía algo así por una persona.
¿Quién diría que sentiría esto por Marcus? Nunca me imaginé que estaría en esta situación con él pero no me arrepiento de nada.
-Marcus- Le llamé la atención.- ¿Por qué me odiabas?
Marcus pareció algo extrañado por mi pregunta, enarco una ceja, su expresión cambio a una más seria y dirigió su mirada a otro lado de la habitación, parecía estarlo pensando.
-¿Recuerdas cuando nos conocimos?- Asentí levemente con mi cabeza.
Marcus pareció meditarlo pero después me miró fijamente a los ojos y después acaricio mi mejilla con una de sus manos.
Empezó a relatar cuando fue el momento en que me tomo “odio”