Capítulo 3
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Cuando Genma estuvo frente a la puerta que le separaba de su hijo pudo escuchar los sollozos provenientes del interior de la habitación. Lo pensó un momento antes de siquiera atreverse de abrir la puerta pero decidió que era lo que tenía que hacer. Como padre no había sido bueno… era hora de arreglarlo.
-Ranma – dijo al entrar notando como su hijo que estaba de espaldas a él se tensaba – Ranma – repitió y al ver que su hijo no diría nada se acercó al futon donde descansaba la pelirroja y se sentó a su lado en silencio esperando el momento en que se calmara y pudiera hablar
-Per… perdóname papa – dijo el chico entre sollozos
-Perdonarte? Por qué? – respondió tratando de facilitarle las cosas
-Porque un artista marcial no debería llorar de este modo – dijo entre hipidos – por haber salido corriendo… por enamorarme de un chico
-Basta! – Exclamo Genma y al instante Ranma se quedó callado, seguía sin mirar a su padre pues creía que estaba molesto con el
El llanto volvió a él, Genma no sabía que había hacer su hijo jamás se había comportado de ese modo… se veía muy frágil, nada comparado al Ranma de siempre el que se molestaba con él por cualquier cosa insignificante, el que detestaba parecer débil.
Ranma tan solo sentía que su mundo se había caído en pedazos, jamás creyó que su secreto fuera revelado de ese modo y peor aún que todos los que conocía se enteraran de ello. En especial Ryoga el que nunca tuvo que haberse enterado. Seguramente solo lo busco y lo ayudo porque Akane se lo había pedido…
Y no solo le preocupaba el hecho de él se enterarse si no que ahora su más grande pesadilla se estaba volviendo realidad. Enfrentar a su padre era algo a lo que siempre le había temido no era que le preocupase que se llevara a cabo un duelo, no, jamás le temería a una pelea y menos con su padre pues se sabía capaz de ganarle pero el miedo al rechazo… eso era diferente. Aun podía recordar aquella vez que su padre había fingido tomar a Ryoga como su hijo, aun cuando trato de actuar normal y hacer como que no le importaba pero aunque lo negara realmente le había lastimado.
Justo cundo pensaba en una manera de escapar llevando a cabo pocos movimientos sintió como su cuerpo se tensaba al sentir los brazos de su padre alrededor suyo. Lo estaba abrazando
-Papa?...
-Llora todo lo que necesites hijo – le dijo sin deshacer el abrazo – tu padre está aquí
-Perdóname papa! – escondió el rostro en el pecho de su padre continuando con las lágrimas que no se detenían
-Tranquilo Ranma, ya todo paso – frotaba su espalda en un intento de reconfortarlo
El bello momento padre e hijo se vio interrumpido cuando se escucharon tres golpecitos en la puerta
-Disculpen – dijo el doctor Tofu al abrir un poco – pero tengo que revisar a Ranma
-Bien – dijo Genma, se levantó y salió de la habitación hasta llegar al piso de abajo donde los demás lo esperaban
-Como esta Ranma? – pregunto Akane en cuanto le vio llegar
-Lo siento Akane pero él no se siente bien y creo que tardará en recuperarse – dijo al sentarse frente a la mesa del te
-pero que fue lo que le paso? – pregunto nuevamente desesperada por tener noticias
-Es mejor esperar a que el doctor Tofu de su diagnóstico Akane – dijo Ryoga más serio de lo normal
-Ryoga…
Mientras tanto en la habitación del piso de arriba Ranma no se había movido ni un poco desde que su padre había salido del cuarto. Todo estaba muy tenso.
-Ryoga me puso al corriente de la situación – dijo luego de un suspiro que demostraba su frustración
-Ah – fue toso lo que salió de sus labios
-Tengo que revisarte para ver qué tan grave es el daño
-…- se quedó callado sin saber exactamente que decir – proceda – dijo en voz baja
-Sabes, esto será un poco incómodo – se arrodillo a un lado del futon y comenzó a sacar los instrumentos que creyó necesarios – Tienes alguna idea de lo que tendré que hacer? – pregunto mientras se colocaba sus guantes de látex
-Si… - dijo quedito, se recostó y puso su brazo sobre sus ojos y con el otro destapo su parte baja que era cubierta por la cobija que ocultaba sus ropas rasgadas que no había cambiado desde que Ryoga le trajera
-Esto no tardara nada – le aseguro mientras quitaba su “pantalón” y comenzaba con su trabajo
Ranma se sentía muy muy incómodo a pesar de que dolía tenía que ser fuerte y soportar pero aunque se decía que eran cosas muy diferentes, el toque del doctor Tofu le hacía recordar el mal momento que había vivido antes.
Sin embargo cuando estaba a punto de llegar a gritarle que se alejara el doctor termino con su trabajo. Todo fue muy profesional en cuanto a su trato a Ranma, se quitó los guantes y volvió a cubrirle con la cobija antes de tomar otro par de guantes y ponérselos.
-Bien ahora veamos las heridas en tu cuello – se acercó a él con cuidado no queriendo causarle más incomodidad de la que sabía que sentía
-Au! – se quejó al sentir el contacto del algodón con su piel
-Lo lamento pero necesito desinfectar la zona… esto ardera un poco – no termino de hablar cuando la pelirroja se había quejado de nuevo
Esperaron un tiempo sintiéndose cada vez más desesperados por saber el estado de Ranma, sin embargo cuando creyeron que no iban a poder soportar más el doctor Tofu llego a su encuentro, se le notaba un tanto tenso. Tanto Ryoga como Genma suponían que no había sido nada fácil.
-Como esta Ranma doctor? – Akane fue la primera en preguntar
Los lentes del doctor se obscurecieron antes de responder era una situación complicada y no había manera fácil de hacerle frente.
-Antes que nada… - comenzó – les pediré que sean pacientes con eso, acaba de pasar por una experiencia traumante y lo más seguro es que se mantenga aislado y en silencio
-Que quiere decir doctor? – pregunto Soun
-Denle su espacio – aclaro el hombre
-Está seguro de que es lo mejor? – cuestiono Genma decidido a cumplir la promesa de ser mejor padre
-Lo será los primeros días… no me sorprendería que se mantuviera en silencio, es normal en este tipo de situaciones, no se alarmen. Pero el hecho de darle su espacio no significa que le dejen sin vigilancia… en algunos casos las víctimas de abuso atentan contra su vida…
-A-abuso? – Akane hizo la pregunta que todos se hacían a sí mismos a excepción claro de Ryoga y Genma que ya lo sabían
-Conociéndolo, no creo que Ranma lo intente pero es mejor ser precavidos – dijo el doctor mientras acomodaba sus gafas – también – agrego – traten de hacer el menor número de preguntas posibles y actúen como normalmente lo hacen
-Está bien doctor Tofu – dijo Kazumi – gracias por venir, le acompañare a la puerta
-Gra- gracias – las gafas del hombre se empañaron y torpemente siguió a la chica hasta la salida
-Espere! – pidió Genma que venía detrás de ellos – Doctor Como se encuentra Ranma… físicamente? – pregunto el abrumado padre
-Bueno… esto es difícil de decir pero… creo que tiene que saberlo – suspiro antes de seguir - Ranma tiene una pequeña laceración en la parte inferior de la vagina lo cual tardara un poco en sanar por lo que es recomendable que permanezca en su forma femenina al menos hasta que deje de doler pues al estar la herida en una parte tan sensible del cuerpo al transformarse en hombre lo más seguro es que permanezca como un dolor fantasma… de ahí en más solo tiene mordidas y unos cuantos moretones en los hombros y piernas – dijo el doctor sintiendo lastima por el chico
-Oh pobre de mi hijo – sollozo el hombre
-Oh casi lo olvido! – dijo el Doctor de cierta manera molesto consigo mismo por tal descuido - esta es la lista de medicamentos que Ranma necesitara – le entrego la hoja al padre que la miraba confundido – ya le explique a Ranma como es que debe aplicar las pomadas y ungüentos y a qué horas debe tomar sus medicamentos… eso le ayudara a disminuir el dolor que pudiera sentir
-Cuanto tiempo…
-En una semana debería sentirse mucho mejor y la herida quizás tarde dos semanas o menos en sana, todo depende del cuerpo de Ranma – aseguró
-Gracias doctor… por todo
-No se preocupe, es mi trabajo – sonrió el doctor
Luego de despedirse del doctor y de que este finalmente se marchara Genma regreso al lugar donde se encontraban los demás en compañía de Kazumi a quien se le notaba la tristeza que la invadía había escuchado la situación de Ranma y no podía evitar sentirse mal por el pero ella daría todo de sí para ayudarle, ella se encargaría de administrarles sus medicamentos a las horas correctas, quizás no era mucho pero era lo que podía hacer.
-Tío Genma – le llamo Akane en cuanto le vio, la chica había permanecido en silencio tratando de aclarar su mente después de escuchar todo lo dicho por el doctor – lo que dijo el doctor… está equivocado no es así?
-… - Genma no respondió, se sentía mal por su hijo y por la chica frente suyo que intentaba creer que todo era una equivocación
-Tío Genma? – le llamo de nuevo
-Akane… - Ryoga dijo su nombre cabizbajo dándole a entender a la chica que no había equivocación
Todo era una cruel verdad
Akane hizo ademan de levantarse y antes de que pudieran detenerla había salido corriendo hacia el piso de arriba seguida de cercas por Ryoga. La chica no se detuvo a tocar la puerta si no que al contrario la pateo con fuerza haciendo que esta se azotara en la pared lo que ocasiono que se callera uno de los cuadros de la habitación.
-Ranma! – no recibió respuesta al igual que noto que el chico, ahora chica, se encogía debajo de la cobija
-Akane no creo que sea bueno… - Ryoga intentaba hacerla entrar en razón, lo menos que Ranma necesitaba ahora era una sesión completa de preguntas
-Ranma! – intento de nuevo y obtuvo la misma respuesta por parte de la pelirroja que le daba la espalda y parecía no querer responder – No me ignores! – molesta le tomo del hombro con fuerza para darle vuelta
Ninguno, ni siquiera Ranma había esperado la reacción que tuvo al ser tocado tan bruscamente. Al sentir el toque de la chica en su cuerpo se separó rápidamente de ella, en su rostro podía presenciarse el terror y por si no fuera poco había gritado “aléjate de mí” como si el toque al que estaba acostumbrado de pronto le quemara la piel. Sin ser capaz de mirar a la chica a los ojos mantuvo su mirada sobre la cobija que había quedado revuelta ante el movimiento brusco e inevitablemente comenzó a temblar.
-No me toques… - dijo la pelirroja en una voz tan baja que de haber estado un poco más lejos ni Ryoga ni Akane hubieran podido escuchar
-Ranma… - las lágrimas se acumularon en los ojos de la pequeña Tendo
-Todo está bien? – de pronto se escuchó la voz de Genma que se había preocupado al escuchar el grito de su hijo
-Akane? – pregunto Soun que venía de tras de su amigo – porque lloras?
-No… no es nada papa – dijo con la mirada baja – si me disculpan tengo cosas que hacer – dijo antes de salir de prisa de la habitación
Todas las miradas recayeron en la pelirroja que sin dejar de temblar se abrazaba a sí misma en un intento de reconfortarse.
-Pu-pueden salir? – les dijo entre murmullos – quiero estar solo
Ambos adultos se miraron como preguntándose el uno al otro si eso sería conveniente pero luego de un pequeño momento ambos asintieron y salieron del cuarto acatando la petición al contrario de Ryoga que no se había movido de su lugar.
-Podemos hablar? – pidió
-Lo estamos haciendo – respondió sin animo al saber lo que seguía. Solo suspiro y volvió a hablar – solo dilo ya – le dijo cabizbajo
-Que? – confundido Ryoga preguntó
-Vas a pedirme que no vuelva a acercarme a ti… no es cierto? – dijo aun sin levantar su rostro
-En serio crees que haría eso? – respondió seriamente
-Yo… - Ranma dudó
-Escucha – dijo el Hibiki luego de un gran suspiro - Esto que paso… yo no voy a alejarme ni comenzar a evitarte – aclaró – es decir. No puedo corresponder tus sentimientos pues amo a Akane – admitió y se sintió mal al ver la triste mirada de la chica – pero… eso no impedirá que sigamos siendo amigos, todo será igual que antes a excepción de que ahora tendré consideración de tus sentimientos… si alguna vez yo-
-No te disculpes – le interrumpió
-pero…
-Tu no lo sabias – le dijo con una triste sonrisa – Así que no hay porque disculparse – ambos se quedaron en silencio sin saber que más decir, comenzaba a volverse incomodo por lo que Ryoga decidió intervenir
-Prométeme algo – dijo llamando su atención de inmediato
-Qué cosa? – pregunto curioso
-Prométeme que no te dejaras vencer por esto… promete que saldrás a delante sin importar lo que paso hoy, que seguirás siendo el mismo Ranma Saotome ese que no se da por vencido y es terco cuando se trata de cumplir sus metas – le dijo sin dejar de mirarle a los ojos
-Lo prometo – dijo luego de un pequeño momento mientras trataba de ocultar el sonrojo que se había instalado en su rostro
-Eso quería escuchar! – dijo feliz
-… - Ranma pudo notar los colmillos del chico asomándose en su bella sonrisa lo que solo aumento su sonrojo
-Bueno es hora de irme para que puedas descansar
En cuanto termino la frase se levantó y salió de la habitación y cuando no hubo rastro de Ryoga, Ranma se dejó caer al futon y cubrió su sonrojado rostro con sus manos.
-Como no enamorarse de el – murmuro – Akane tiene suerte
Mucha, pensó.
Continuara…