Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La razón de mi odio por kurerublume

[Reviews - 259]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡HOLAA! antes de irme a la Uni jaja aquí les dejo el nuevo caítulo.

AGRADEZCO A TODOS SUS REVIEWS: Ciel Michaelis, LocaSuelta, Cristabelle, Sakurai, Lola98, PrincesitaChoi, Yuuki ta KS, WENISA, desi_chan, liostark16.

Les adelanto que ya el siguiente capítulo, será el lemon jaja ¡a leer!

CAPÍTULO XXII: Por ti.

Escucho cómo cae un traste y se rompe. Me levanto de mi cama para ir a buscar qué fue.

Bajo las escaleras con cuidado de no hacer ruido, voy casi de puntitas. Veo el plato roto y comienzo a buscar con la mirada lo que lo ocasionó. Una respiración a mis espaldas hace que me dé escalofríos y cuando quiero voltear a ver me es imposible. Alguien ha tapado mi boca y quiero soltarme, forcejeo un poco.

-Shhh, Kian, soy yo – Dejo de moverme y acaricio esas manos grandes que conozco muy bien; las manos de mi papá. Estoy tan feliz que comienzo a llorar y volteo para abrazarlo fuertemente, empiezo a sollozar y a restregar suavemente mi cara en su pancita. Lo extrañé. Creí que no volvería a verlo.

-Papá – me abraza. Sé que él también está llorando.

-Kian, disculpa. Tardé más de lo esperado en regresar. ¿Tu mamá y tú están bien?

-Sí, te extrañamos mucho. ¿Por qué no regresabas? – se hinca para quedar a mi altura y es ahí que apenas me doy cuenta que está algo sucio, igual que su ropa.

-Eso… Kian, pasó algo y no es bueno. He conseguido un ayudante, alguien que se llevará a Shere Khan y a los demás… “animales exóticos”. No podemos quedarnos aquí, tenemos que irnos.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Kian, el proveedor, el que nos prestó a Indira, se molestó cuando le mencioné que Shere no la ha preñado y me dijo que él se encargaría. Que yo no cumplí mi parte y por ello tendría que darle dos crías de tigre de manera… secreta.

-¿Ilegal?

-Sí. Obviamente no accedí, sé a la perfección para qué los quiere y no seré yo quien se los dé. Pero él tiene personas a su cargo, personas malas. Vendrán aquí a secuestrar a los tigres y Dios sabe si no se llevarán algo más. Por eso tenemos que irnos. Necesito que vayas con tu mamá a despertarla y decirle esto que te acabo de contar y que los esperaré afuera de tu restaurante favorito, ahí estarán las personas que nos ayudarán. Traigan lo mínimo, ¿entendido?

-S-Sí, papá. Espera, ¿te irás? – sujeto su manga al sentir que se quiere alejar. No me puede volver a dejar después de contarme todo eso, además, ese miedo de no volverlo a ver regresa.

-Sí, nos veremos en unas horas. Tranquilo – besa mi frente y comienza a soltarse de mí. Vuelvo a llorar – Kian, pequeño, vuelve a ser fuerte por nosotros. Te amo, hijo.

-Y yo a ti – sin más, lo veo salir de la casa sonriéndome una última vez.

Me quedo parado un rato, precisamente por donde salió mi papá.

Comienzo a caminar y justo cuando voy a subir con mi mamá, escucho algo más. Es cerca del hábitat. Me asomo por ese pasillo y lo veo, la puerta ahora está abierta. Imposible.

Me acerco despacio, no hago ruido. Una sombra cruza el otro cuarto y comprendo que lo más seguro es que sea una de las personas malas. No quiero pelear, pero si es necesario, lo haré. Tomo un palo de la entrada, cuidando que la otra persona no me vea.

Un momento, ¿y si viene acompañado? Tal vez afuera o incluso ya haya alguien más a la casa. ¡Maldición! Bien, primero me encargaré de este.

Logro golpearle en los pies. Jamás había hecho algo así, pero logro hacer que se caiga. Aunque tal vez no lo pensé bien, logra levantarse y comenzamos a forcejear. Me sostiene desde atrás y aprieta mi pecho.

- ¡Suelta!

-Niño, quédate quieto de una buena vez – me tumba en el piso y se pone sobre mí – deja de moverte o te juro que será peor.

- ¡No! ¡Quítate de encima! – pesa mucho, pesa demasiado. Me está costando respirar - ¡Ma…! – no, no puedo llamarla, si viene, la lastimarán. Yo solito puedo, yo puedo. Pero pesa tanto que es imposible quitármelo. En serio, no importa cuánto lo golpee y patee, este hombre es demasiado fuerte. Estoy comenzando a ver borroso… yo….

                                                                                              ***

 

Vamos, Kian. Tienes que lograrlo.

¡Maldición! ¿Por qué ya no se mueve? Imposible, tiene que seguir respirando.

¡Kian!

Observo cómo el otro humano lo carga y lo coloca en otra parte. ¡Está tocando a ese cachorro humano sin su permiso! No sé si está respirando o no, pero no se mueve y eso me está preocupando.

Vuelve su mirada hacia mí, sonriendo.

Pretendo no darle importancia, no sé cómo hará esto. Seguro usará algo para dormirme y así poder dominarme. De acuerdo, tengo que mostrarme tranquilo.

Me recuesto pesadamente con la sangre tan caliente que quiero destrozarlo en cientos de pedazos. Como siempre, mi plan funciona. Supongo que su error es que está demasiado confiado, maldito humano. Se acerca cuidadosamente y escucho ese sonido tan particular, un arma.

Volteo inmediatamente y logro tumbarlo con sólo dar un salto hacia él. Su cara, aterrorizada. Cómo extrañaba ver esa expresión. Mi lado más salvaje me está dominando. Quiero probarlo después de matarlo. Por fin tengo una presa justo debajo de mí, moviéndose desesperadamente por zafarse de mis patas. Ansiaba esto.

Sin más, comienzo a acercar mi cara a la suya, nos vemos durante apenas dos segundos:

-No volverás a lastimar humanos… ni animales – susurro esto y se queda totalmente quieto, me ha entendido a la perfección. Y como este juego ya tiene que terminar, me acerco a su cuello listo para matarlo - ¿Kian? – pregunto cuando ese cachorro comienza a levantarse desde el otro lado, parece muy confundido. Después de unos segundos logra verme y su rostro se deforma en una expresión de miedo.

Se acerca rápidamente.

-No, Shere. No – dice en un tono de voz muy bajo, manteniendo su distancia de nosotros – por favor.

¿Por favor? ¿En serio piensa que sólo con eso pararé?

-Se lo merece, además, él ahora es mi presa. Largo de aquí.

-N-No.

-Cachorro humano…

-No, esto está mal.

-¿Mal? Él te durmió aplastándote. No veo por qué no hacerlo. Soy un tigre, cachorro humano. Esta es mi naturaleza.

-Shere, sólo…vamos al otro cuarto y ahí yo me encargo de lo demás – suelta viendo al piso. Supongo que tendré que ayudarle. Aunque no sé qué es lo que planea hacer.

-Bien – una vez más, veo a ese humano. Está llorando, sudando y ha vuelto a removerse sin cansancio – ya escuchaste –  lo arrastro hasta donde me indica Kian y una vez dentro, Kian regresa con un palo en su mano - ¿ahora?

-Lo encerraremos. Ven – vuelvo a seguirlo y llegamos a otro cuarto. Ahí Kian me dice dónde dejarlo y comienza a amarrarlo para que no escape – te traeré agua y comida al rato. Disculpe, señor – y antes de decir algo más, golpea atrás de su cabeza, haciendo que el mayor ahora esté dormido.

- ¿Kian?

-S-Shere, yo también soy una mala persona.

-No, no lo eres.

-¿Por qué querías matarlo? Al menos así ya no lastimamos a alguien más.

-Porque… es precisamente por eso que logró superarte, si tuvieras menos compasión por los humanos y animales, tendrías una vida muy diferente.

-Sí, y no sería esta que me gusta tanto. ¿Entonces tu naturaleza es querer matar? – su rostro se vuelve triste.

-No sólo de eso vivo, cachorro humano.

-Yo… de verdad pensé que lo ibas a matar.

-Temí que lo hubiera hecho contigo… es decir, yo…

-¿Creíste que me había asesinado? ¿Por eso te pusiste así? – Comienza a acercarse a mí y se sienta en el piso – No, no podría abandonarlos. Aunque me dio mucho miedo, era más fuerte que yo y no pude con él. Gracias, Shere. Pero no mates a más personas.

-No puedo prometerte eso.

-¿Me matarías a mí?

-Por supuesto que no, si he tenido demasiadas oportunidades y no lo he hecho. Por ahora no debes temer.

-Shere Khan – me abraza y lo siento temblando.

-¿Quieres descansar los ojos un rato? – pregunto en tono burlón.

-No, tengo que ir con mi mamá para decirle todo. Vendremos por ustedes lo más pronto posible – y cuando se pone de pie, vuelve a sentarse de golpe - ¡Ouch! Creo que durante mi pelea con el señor me lastimé el tobillo. No lo había sentido hasta ahora, probablemente por el miedo.

-Ven – lo tomo suavemente del tobillo con mi hocico y lo arrastro un poco – quítate esto, me estorba.

-¿Mi pantalón?

-Sí.

-No.

-¿Por qué? ¿Tienes miedo? Vamos, también estás sangrando – señalo un pequeño hilillo rojo que está cayendo al piso. Asustado, Kian me hace caso.

-Rayos, no me había dado cuenta, ni siquiera sé con qué me lo hice – cierra los ojos por el dolor y aprovecho para lamer su herida - ¡Ahh, Shere! ¿Qué haces?

-Curándote – sigo lamiendo su herida y bajo hasta su tobillo para ir subiendo poco a poco.

-S-Shere… n-no. Puedo hacerlo yo mismo – con sus manitas pretende quitarme.

-Ya hiciste suficiente por todos. Es mi turno de ayudarte un poco. ¿Acaso te está gustando? – vuelvo a ver su carita, sonrojada y sudando un poco; tan ansioso y nervioso.

-S-Sí, me está gustando, Shere – eso me ha tomado por sorpresa, fue tan sincero. De repente ese cachorro comienza a tener un atractivo casi insoportable. Quiero volver a escuchar sus jadeos, quiero que vuelva a sentir ese placer que ni yo mismo he experimentado - ¿Shere?

-Lo siento, me detuve, en seguida seguiré con mi labor.

Quiero aparearme con Kian…

Notas finales:

¿Qué les pareció?

Bueno, jaja Shere Khancito (ok no), Shere Khan ya quiere aparearse ;) jaja

LES DESEO UN HERMOSO DÍA. ¡BESOOOS!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).