Capitulo 5
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Luego de la plática que tuvieron en el tejado el humor de Ranma había mejorado un poco lo cual agradecían los presentes en la mesa sobre todo Kasumi quien no había dejado de sentirse preocupada por Ranma a quien veía como un hermano, realmente le había afectado lo que había pasado con el así que al verle bajar por las escaleras con algo que parecía una sonrisa mientras tomaba la mano de Ryoga para evitar que se fuera con otro camino lo supo, que la felicidad de Ranma estaba más cerca de lo que todos pensaban.
Pero esa felicidad tardaría un poco más en llegar pues el humor recién mejorado de Ranma se vio opacado cuando la chica que había permanecido en su encierro voluntario bajaba por las mismas escaleras por las que había bajado unos minutos atrás. Nabiki fue la primera en levantarse alegando que ya había terminado con su cena y pronto los demás les siguieron, al final solo los “prometidos” quedaron en el comedor.
La tensión podía sentirse en el ambiente. Permanecieron en silencio por un momento pero a pesar de todo la chica no desistió, su mirada demostraba su determinación.
-Podemos hablar? – estaba decidida
-Claro… - respondió el sin saber muy bien que decir
-Ranma yo…
-Akane… lo siento – le interrumpió – lo siento por hacerte esto, realmente no fue mi intención
-No te disculpes Ranma, no tienes por qué hacerlo – dijo cabizbaja y con la voz quebrada – uno no elige de quien se enamora… no estoy molesta contigo – dijo por fin
-En-enserio? – Pregunto incrédulo – creí que me odiabas
-No podría hacerlo – rio con amargura – creo que es todo lo contrario – confeso
-Akane…
-No lo sientas! - le dijo – yo no me arrepiento de nada así que no lo sientas – te quiero y tal vez me cueste un poco aceptar que no seremos más que amigos pero no me arrepiento de sentir esto por ti…
-Espero que encuentres a un buen hombre que te amé como te mereces Akane – dijo conmovido por sus palabras – un hombre que te amé y dirija el Dojo Tendo contigo – expreso sus sinceros deseos hacia ella
-De que hablas Ranma, tú dirigirás el dojo conmigo
-Que?
-No es necesario que nos casemos, seremos socios! – dijo la chica haciéndole saber su decisión – no importa con quien te cases o con quien lo haga yo… pero nunca dejaremos de ser amigos no es así? – ella pregunto y de inmediato el asintió – no es necesario que las familias se unan con un matrimonio. Ya somos como familia! Así que no hay que formalizar nada, tú y yo dirigiremos el dojo Tendo pero lo haremos como socios
-Akane… - fue todo lo que salió de su boca, estaba muy feliz
Temía que al enterarse de sus sentimientos la relación que tenía con Akane se viera afectada pues apreciaba a la chica como a una gran amiga o más como aquella hermana en la que siempre puedes confiar. Estaba agradecido con ella por entender sus sentimientos y aceptarlos.
-Que dices… socios? – ella extendió su mano hacia él y espero su respuesta
-Socios – respondió el con una gran sonrisa en su rostro para luego abrazarla fuertemente – gracias Akane
-No hay porque – respondió la chica y a pesar de que en su rostro se mostraba una sonrisa no pudo evitar dejar caer una última lágrima por su amor no correspondido la cual limpio antes de que el chico la notara – y Ranma… - dijo un rato después de que estuvieran abrazados
-Si Akane?
-No te rindas – dijo ella
-Que? – por un momento se preguntó a que se refería pero luego de reflexionar un poco sobre lo pasado en el tejado de dio cuenta de algo, ella había escuchado todo! Pronto su rostro se volvió del mismo rojo que su cabello
-Lo siento! – dijo ella con el rostro tan rojo como la pelirroja – Ranma? – le llamo confundida al verle reír
-Lo siento, no puedo evitarlo – decía entre risas - tengo tanta vergüenza en este momento!
-Debiste ser más cuidadoso – rio un poco ella también – que te parece si me acompañas a cenar eh? – le pregunto ella luego de que las risas acabaron
-Claro!
Al día siguiente Akane le había dado a conocer a su padre la decisión que había tomado sobre cancelar el matrimonio y a pesar de que el hombre había pegado un grito en el cielo no le había quedado de otra más que aceptar la propuesta que la hacía su hija sobre cambiar el matrimonio por el acuerdo de socios.
Luego de platicarlo mejor entre los líderes del dojo y la escuela de combate libre además de sus hijos antes comprometidos lograron llegar a un acuerdo, ambos tanto Akane como Ranma se harían cargo de las disciplinas que les serian heredadas por sus padres al cumplir la mayoría de edad. Cuando cumplieran los 20 años.
Así habían acordado ese día y de eso había pasado ya una semana, las cosas se habían tranquilizado y poco a poco volvían a la normalidad, la única diferencia era que ahora Ranma ya no era perseguido por aquellas que se proclamaban a sí mismas “sus prometidas”. Era raro, sí, pero estaba muy a gusto de ese modo, no las había visto desde aquel incidente con el espejo y de cierta manera le tranquilizaba pues a pesar del tiempo que había pasado aun no soportaba que nadie le tocara a excepción de su padre, Ryoga, Kasumi y Akane cuando estaba tranquila. El solo pensar que pudieran llegar esas locas chicas y tratarle como acostumbraban le aterraba, no sabía cómo reaccionaría a sus acciones, sabía que tenía un problema psicológico pero no era tan fácil resolverlo.
Pero prefería no pensar en ello o al menos no ahora que por fin había llegado el momento que tanto había esperado. El doctor Tofu había terminado de revisarlo por ultima vez, había sido igual de incomodo que la primera vez que lo hizo pero se obligó a soportarlo, estaba impaciente por volver a su cuerpo normal así que prefería que todo se hiciera rápido.
-Bien Ranma parece que la herida ha desaparecido por completo pero creo que las marcas en tus hombros tardaran un poco más en desaparecer – dijo el doctor mientras tapaba de nuevo las piernas desnudas del chico ahora chica
-Ya puedo volver a mi forma normal? – pregunto Ranma esperanzado
-Dado que la herida ya cerró no veo porque no – le sonrió
-Enserio?! – pregunto como si se tratara de una broma – Gracias! – dijo de pronto
-No hay porque Ranma – contesto el doctor antes de levantarse y despedirse
Cuando el hombre se fue Ranma se vistió de nuevo a prisa, no podía esperar a recuperar su forma normal así que luego de que sus pantalones estuvieran en su lugar salió corriendo en dirección al baño donde al llegar abrió con prisa la regadera y al ver el humo salir estuvo seguro de que el agua estaba lo suficientemente caliente.
-Ranma? – Kasumi le llamo, estaba parada en la puerta del baño que el chico no se molestó en cerrar – estas bien? – había subido al escuchar tanto alboroto luego de que el doctor se fuera
-No puedo…
-Que? – confundida pregunto
-No puedo… - volvió a decir. Tan solo miraba la tina llena de agua caliente, estaba a unos pasos de volver a ser el mismo pero había algo que le hacía dudar – y si no siento lo mismo? Como me sentiré al volver a ser un chico? - Temía que al regresar a su cuerpo no fuera lo mismo que antes
-Está bien tener miedo – dijo la chica comprendiendo un poco el temor de Ranma – después de todo estuviste atrapado en tu forma de chica por un tiempo, y esta vez fue por una situación mayor. No te preocupes por lo que paso antes, eso no afectara nada en ti, seguirás siendo Ranma el chico que todos queremos – le sonrió con calidez
Ranma tan solo le devolvió la sonrisa a la chica. Ella tenía razón, no importaba lo que había pasado con su cuerpo tenía que olvidarlo y seguir adelante, nada de eso le impediría ser quien era. Ranma Saotome. Se alejó un poco de la bañera y tomo algo de vuelo para luego saltar y darse un chapuzón. Si iba a hacerlo lo haría de una sola vez.
Al instante salió del agua recuperando el aire perdido por el esfuerzo, se sentía extraño volver a su cuerpo luego de haber sentido dolor en partes que su cuerpo ahora no tenía pero además de eso todo era igual, extrañaba su cuerpo eso era seguro.
-He vuelto – dijo feliz el (por fin) chico
Había llego el momento. Estaban uno frente a otro, la habitación de Ranma como fondo, los nervios a flor de piel, las miradas desviadas y ambos con las manos sudorosas. Habían acordado que se besarían cuando Ranma volviera a su cuerpo y ahora un par de días después de ello estaban listos para hacerlo.
-Es-estas seguro que aun quieres hacerlo? – pregunto Ranma con timidez luego de un rato de silencio por parte de ambos
-Sí, te lo prometí – respondió el
-Muy bien… entonces…
-Vamos a hacerlo – dijo Ryoga con el rostro totalmente rojo
-Si – respondió Ranma y si el rostro de Ryoga ya estaba bastante rojo, el suyo lo estaba aún más
Se acercaron un poco más y por fin sus miradas se encontraron. No podían echarse para atrás. Así que decididos cerraron los ojos y lentamente comenzaron a acercarse. Ranma sentía que el corazón se le saldría del pecho y Ryoga estaba igual aunque su corazón no palpitaba por la misma razón que el chico que tenía en frente, seguro para Ranma ese pequeño beso significaría mucho así que no podía negarse a dárselo. Eso fue lo último que pensó antes de sentir el aliento del chico rozándole el rostro, en ese momento las ideas de Ryoga abandonaron su cabeza y tan solo se concentró en sus sentidos y guiado por ellos se acercó más para besarle.
Y eso habría pasado si Nabiki no hubiera interrumpido en ese momento…
-Oigan ustedes dos, el almuerzo está listo – dijo la chica sin percatarse de lo que había hecho – que están haciendo? – Pregunto al verlos a cada uno de esquina a esquina en la habitación – saben que, olvídenlo solo bajen – dijo para después irse
-Sera me-mejor que bajemos – dijo Ranma con demasiada vergüenza
-Si ahh creo que es lo mejor – respondió el de igual modo
Continuara…