Capitulo: 7
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-Ranma - le llamo Ryoga cuando estuvo en el tejado
-por aquí - respondió el chico. Estaba sentado con la mirada fija en aquel lugar donde se ha dado un sin fin de chapuzones
-estas bien? - pregunto Ryoga. Últimamente lo preguntaba mucho
-si - dijo Ranma
-Porque estás aquí? – pregunto de nuevo
-Tan solo necesitaba pensar, lo hago mucho ahora - agrego
-Esto está relacionado con lo que te dijo el doctor?
-Si – dijo simplemente
-Oh – fue todo lo que respondió, no sabía si tenía el derecho de preguntar qué había pasado o no pero Ranma adivino sus pensamientos y decidió hablar
-Es algo complicado… y quizás no me creas – comenzó
-Por favor que podría ser tan malo como para que digas eso
-Estoy embarazado…
-…
-…
-…
-Te dije que no me ibas a creer – se quejó mientras hacia un puchero
-No… no estas bromeando conmigo? – pregunto en espera de la risa del chico a su lado
-Te estoy diciendo la verdad – aseguro Ranma
-Pero…
Ranma tan solo le miro un poco antes de devolver su vista al estanque, no sentía ganas de pelear con el si es que no le creía aunque realmente no tenía ganas de nada, estaba confundido, mucho pero no sentía algo en especial.
-Está bien, te creo
-… - el tan solo asintió en respuesta
-Y… estas bien? – Pregunto Ryoga – me refiero a...
-te refieres a lo del embarazo? - más que pregunta era afirmación pero aun así Ryoga asintió - estoy bien. Enserio
Se quedaron por un momento en silencio como tratando de escoger cuales serían sus siguientes palabras sin embargo Ryoga le notaba muy calmado lo cual era preocupante. En que tanto pensaba?
-cómo es que esto pa... como es posible? - reformulo su pregunta al darse cuenta de que era obvio como había pasado
-no lo sé - dijo Ranma - salí del consultorio antes de que el doctor Tofu pudiera explicarme...
-que es lo que vas a hacer?
-hablas de si voy a conservarlo o no? - Ryoga volvió a asentir - debo admitir que tengo miedo - confeso - tengo miedo y es obvio que aun soy muy joven como para cuidarme a mí mismo en este momento además ni siquiera tengo trabajo, vivo a expensas del señor Soun!
-Ranma no estarás tratando de decir-
-pero! - le interrumpió - a pesar de todo eso. No pienso deshacerme de este bebe - dijo con decisión en su mirada - ni él ni yo tenemos la culpa así que ambos debemos aprender a superar esta situación. Además... sé que no estoy solo y ya me canse de compadecerme de mi mismo. Voy a tener este bebe y voy a salir adelante - la determinación en su voz era más que obvia y Ryoga no pudo evitar sentirse orgulloso de el
-Estas oyendo lo que dices? – pregunto Ryoga
-Que? – Ranma temía que le dijera que era una locura
-Es lo más responsable y cuerdo que has dicho desde que te conozco – Rio con fuerza mientras que el chico le miraba sin entender – serás un buen padre Ranma – aseguro aunque de pronto la duda se vio en su rostro – o quizás será madre? – pregunto haciendo que esta vez Ranma riera
-Gracias – dijo luego de clamarse – hablar contigo siempre me ayuda mucho Ryoga, siempre sabes que decir
-Naah – negó – hago lo que puedo
-Aun así, gracias – dijo Ranma sinceramente
Eres un gran chico pensó Ranma y era algo que se repetía constantemente eso y que por desgracia Ryoga le veía más como un amigo que como alguien a quien pretender. Afortunada Akane que tenía a este maravilloso chico babeando por ella. Seguro que cuando le dijera sus sentimientos ella lo aceptaría, no sabía porque Ryoga aún no le había dicho… un momento, si lo sabía pero no quería aceptarlo.
Conocía a Ryoga y sabía muy bien lo noble que era, no podía seguir frenando sus deseos de tener a la chica que amaba, tenía que hacer algo y eso iba a hacer.
-Ryoga – le llamo – aún tenemos algo pendiente
-Eh?
-Bésame – dijo tomándolo desprevenido
-Ehhhh?!
-Sé que no le has dicho a Akane sobre tus sentimientos por respeto a ella y a nuestra promesa y a pesar de que me siento muy alagado por eso no puedo seguir reteniéndote… Bésame – volvió a decir
-Pero Ranma tu-
-Descuida yo estaré bien – aseguro mientras ocultaba su pesar – además no puedo estar más que feliz por que seas tú quien despose a Akane, estoy contento por ella porque ha conseguido el amor de una gran persona, es por eso que no debemos hacerla esperar – dijo con la mejor sonrisa que pudo poner en ese momento
-Ranma! Eres increíble! – Ryoga feliz le abrazo – eres el mejor lo sabias? – dijo aun abrazándole
-Si…
-Bien! Hagámoslo!
Sin perder más tiempo y aprovechando lo cercas que estaban luego del abrazo Ryoga coloco su mano en la mejilla de Ranma quien no pudo evitar cerrar los ojos ante el toque del chico, estaba nervioso, ya no había vuelta atrás, esto sería lo último que obtuviera de Ryoga así que tenía que aprovecharlo del todo y entregarse a las sensaciones que le causaba estar cerca de él.
Ryoga se detuvo un momento a admirar el rostro sonrojado de Ranma, estaba a punto de besar a un hombre y sin embargo no lo sentía incorrecto quizás por el hecho de que lo hacía por una buena causa o simplemente por la promesa que había hecho, no lo sabía sin embargo no le era repulsivo no como cualquier otro hombre pensaría al estar en su situación. Con su pulgar acaricio la mejilla de Ranma y cerrando sus ojos comenzó a hacer más pequeño el espacio que los separaba.
El momento en que Ranma sintió la respiración de Ryoga le hizo dudar de si lo que iba a hacer era correcto después de todo al chico no le gustaban los hombres, estaría forzándolo? Sin embargo todas sus dudas e inseguridades murieron al sentir la calidez de los labios de Ryoga sobre los suyos.
No lo creía! Estaba besando a Ranma! Y se sentía bien! Quería suponer que esa sensación era porque era la primera vez que si quiera besaba a alguien más pero… oh dios sus cerebro estaba tan confundido!
Esto es el paraíso! Pensaba Ranma sobre todo cuando sintió que los labios de Ryoga comenzaban a moverse sobre los suyos, este beso comenzaba a ponerse más y más candente sin embargo como el cuerpo lo indica la falta de aire se hizo obvia para ambos y no tuvieron más opción que separarse.
-Wow – escucho Ranma antes de abrir sus ojos – Esos fue… fue – intentaba decir Ryoga
-Increíble – completo Ranma con las mejillas encendidas – quien diría que el chico cerdo serían tan buen besador eh
-Podría decir lo mismo de ti Ranko – bromeo
Por alguna razón no se sentían incomodos a pesar de lo que habían hecho, era como si estuviera destinado a pasar, eso aumento la confusión de Ryoga aunque no lo demostró, prefirió dejarlo como “confusión del momento” después de todo él amaba a Akane y eso no cambiaría.
-Ahora ve – dijo Ranma sacando a Ryoga de sus pensamientos
-Eh? – fue todo lo que pudo decir
-Hueles eso? – dijo Ranma a lo que el chico asintió – es señal de que Akane está preparando bocadillos – de inmediato vio como Ryoga se puso pálido – tendrás que sacrificarte por nosotros
-Uhg
-Ve antes de que haga para todos, tendremos suerte si solo ha hecho unos cuantos – rio
-Estas disfrutando esto no es cierto? – mas que pregunta era una afirmación
-Puede ser – dijo con una sonrisa malvada
-Vienes? – le pregunto cuando se puso de pie
-No, seguiré disfrutando del aire aquí, gracias –
-Muy bien – fue todo lo que dijo antes de irse
De pronto Ranma quedo solo en el tejado disfrutando del fresco aire que traía la noche, millones de pensamientos pasaban por sus mente unos más pesimistas que otros sin embargo ya lo había dicho, dejaría a de compadecerse de sí mismo y empezaría a pensar de manera positiva después de todo ahora no solo veía por su vida si no también por la de su hijo… hijo, era la primera vez que lo pensaba así estaba a unos meses de convertirse en papa… o mama en este caso pero era lo mismo, iba a tener un pequeño ser que formaba parte de él, era increíble de solo pensarlo. Y fue así como el pensamiento llego a su mente, a pesar de que no lo esperaba y jamás espero que un hijo llegara de esta manera a su vida ya lo amaba.
En la cena nadie menciono nada acerca del bebe, Ranma quería tener primero la explicación del doctor Tofu antes de revelar su secreto, no le avergonzaba ya lo había pensado y estaba bien. De alguna forma ese bebe le hacía sentir querido alguien le necesitaba, y no es que su papa o la familia tenido o Ryoga también no le quisieran si no que saber que él bebe le necesitaría y le llamaría solo a él le hacía sentir importante, ya no era uno más del millón. Tendría a alguien por quien velar, tendría una razón de vivir.
Sin ningún contratiempo la cena transcurrió como cualquier otro día con platicas amenas y una que otra broma, todos notaron el cambio de humor de Ranma se le veía más feliz y eso les alegraba ya había sufrido bastante en poco tiempo.
Aun así cuando se preparaba para dormir su padre preocupado le miraba ponerse el pijama, sabía que su hijo había ido ese día al doctor y el hecho de que Ranma no dijera que era lo que pasaba le tenía intranquilo, era bueno? Malo? No era nada? Que pasaba.
-Ranma – le llamo
-Que pasa papa? – pregunto el acomodando su futon
-Que dijo el doctor – fue directo al grano
-No te preocupes papa – dijo el tranquilamente
-Como no hacerlo si mi hijo estuvo devolviendo todo lo que comía durante dos semanas! – le riñó
-No hay de qué preocuparse – aseguro – no es nada malo
-Entonces si no es malo porque no me lo dices
-Porque primero quero hablar con el Doctor Tofu, sé que estas preocupado por mí y lo aprecio mucho papa- dijo sincero – pero primero quiero que todas mis dudas sean resueltas antes de poder contarles
-Ranma…
-Te aseguro papa que mi vida no se encuentra en peligro – dijo para tranquilizarle – son solo síntomas comunes, ya pasara te lo aseguro – repitió
-Está bien – dijo no muy convencido – pero en cuanto hables con el doctor quiero que me digas que es lo que está pasando
-Por su puesto papa, no te preocupes – dijo mientras apagaba el foco y se acostaba – buenas noches papa – le dijo luego de un bostezo
-Buenas noches hijo – respondió el
Que era lo que estaba pasando con su hijo? Se preguntó. Le veía muy tranquilo y no sabía si preocuparse por eso, desde cuando su hijo era así de tranquilo? Normalmente le veía peleando con medio mundo y últimamente ya ni sus “prometidas” le perseguían… aunque bueno ellas también debían de estar confundidas con lo que estaba pasando o quizás habían perdido la esperanza al saber que su hijo prefería a los hombres… bueno no importa, se dijo. Si mi hijo es feliz yo también lo seré, y con ese último pensamiento por fin se quedó dormido.
continuara...