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Cuando se descubre la verdad por Pao araceli

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Notas del capitulo:

hola! ¡¡quiero desearles feliz navidad y año nuevo atrasado!!

 

como regalo les he traído la continuación. Es un poco más corto de lo normal, pero tiene razón de ser, después de este capítulo daremos un pequeño brinco en cuanto a la línea temporal.

¡¡Espero lo disfruten!!

 

Capitulo 13

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No era fácil.

Con solo haber pasado una semana Ranma lo había notado. A diferencia de Kasumi, la madre de Ranma era aun mas estricta en las cuestiones de su cuidado personal, solo le permitía comer ciertas cosas que ella aseguraba como madre que era lo mejor para el bebe. Nodoka estaba empeñada en ser la mejor abuela en el mundo, además de que hacía mucho tiempo que no veía a su hijo por lo que estaba aprovechando al máximo el tiempo que pasaba junto a Ranma.

Por ese lado, Ranma no se quejó, en verdad le agradaba recuperar el tiempo perdido con su madre ya sea en pláticas de temas triviales o pasar tiempo de calidad sentados en el genkan que daba al jardín mientras admiraban las hojas de las plantas ser movidas por el aire. ¿Y por qué no?, tal como lo hizo siendo Ranko, disfrutar de la cocina como madre e hijo, preparando las recetas típicas de la familia las cuales Ranma se aseguró de aprender. No muchos lo sabían, pero disfrutaba pasar tiempo en la cocina, para él, cocinar era algo muy emocionante y a la vez relajante, simplemente lo amaba.

Pero lo que no amaba es que su madre en su empeño de cuidarle le ponía demasiadas restricciones y a pesar de que Ranma entendía que al estar en su estado había cosas que tendría que dejar de hacer para no poner en riesgo a su hijo, pero su madre exageraba un poco con aquello que no le dejaba hacer. Un claro ejemplo era no dejarle comer todo aquello que se le cruzara, era muy estricta respecto a la dieta que le había recetado el doctor y tan solo repetía “me lo agradecerás después”. Tal vez lo hiciera, no dudaba de ella, pero en ese momento lo que menos quería era agradecerle por privarle de la deliciosa comida que le hacía feliz.

Otra de las cosas por las que más le reñía era no dormir temprano, sin embargo, lo que ella no sabía era que por más que intentara cerrar los ojos y dejar de pensar, no podía llegar al mundo de los sueños tan rápido como le gustaría, su cerebro parecía querer llevar la contraria y elegía el peor de los momentos para sacar sus dudas e inseguridades y hacerle pasar la noche en vela tratando de resolver sus problemas existenciales.

Y ahí estaba, con ojeras bajo sus ojos recostado sobre el diván metido en sus pensamientos mientras su madre preparaba algo rico para el almuerzo, no dejaba de darle vueltas a la razón de su mal dormir, la razón tenia nombre y apellido y por mas que intentaba dejar de pensar en el su cabeza le jugaba en contra cada noche, eso y las náuseas que le atacaban cada mañana al despertar; le hacían sentirse increíblemente exhausto.

-Asi que no vas a dejarme descansar ¿eh? – le dijo a su abultado y pequeño vientre – sé que aún no puedes oírme, pero eso no evitara que me queje – dijo mientras levantaba un poco la tela de su camisa a la altura del pecho pues desde hace un par de días le molestaba el roce de la tela

Se acomodo en el diván de modo que estuviera más cómodo cepillando con sus dedos su propio cabello. Fue cuando cerró los ojos por unos minutos en un intento de recuperar un poco del sueño perdido, que el timbre de la casa interrumpió su propósito. Maldiciendo un poco a quien sea que tocara la puerta, se levanto lentamente y aviso a su madre que él se encargaría de ver de quien se trataba. Aun con algo de pereza camino hacia la puerta corrediza y abrió sorprendiéndose con la persona frente suyo.

-¿Mousse? – los ojos de Ranma se abrieron ante la sorpresa

-… Hola – saludo un tanto avergonzado

-Que… ¿qué haces aquí? – pregunto confundido

-Yo… ¿puedo pasar? – dijo mientras jugaba con la pequeña caja que traía entre sus manos

Normalmente no pediría permiso para entrar y solo lo haría, irrumpiría en la casa en busca de su rival de amores, pero esta no era la casa de los Tendo y por lo que Mousse sabia, la madre de Ranma era una mujer feroz a la que no debía molestar si le gustaba estar bien físicamente.

Sin saber que mas decir, Ranma se hizo a un lado dejándole pasar y cerrando la puerta detrás de él, le guio hasta el recibidor donde ambos tomaron lugar en el tatami. Ya que ninguno hablaba el silencio que reinaba el lugar se tornó incómodo. Ranma solo observaba a su acompañante en silencio hasta que decidió que no podía soportarlo más.

-Asi que… - comenzó

-Se que te estas preguntando la razón de mi presencia – dijo Mousse levantando la mirada que hasta ese momento había permanecido en el suelo

-Es solo que… nuestros encuentros nunca han sido tan “pacíficos” – dijo Ranma recordando como, cada que se encontraba con el acababan en una pelea innecesaria

-Esa es una de las razones por las que estoy aquí…

-No entiendo – confeso

-Quiero pedirte una disculpa – soltó Mousse mirando a Ranma a los ojos

-¿Qué? – dijo Ranma sorprendido, aunque inmediatamente frunció el seño y exclamo - ¡¿Cuál es el truco?! – con Mousse siempre había “algo”

-No hay truco – dijo ante la mirada incrédula del pelinegro - Me di cuenta de que todas las veces que dijiste no sentir nada por Shampoo… tú estabas diciendo la verdad y aun asi yo no te creí y te desafié

-Oh si, aquellas peleas en las que siempre gane – dijo con afán de molestarle

-Enserio estoy tratando de disculparme y tu… ahg! – frustrado llevo las manos a su cabello jalándolo fuertemente

-Como puedo saber si realmente eres sincero si desde que te conozco, tu siempre has escondido algo bajo la manga – renegó cruzando los brazos sobre su pecho 

-Solo créeme esta vez ¿sí?, esto no es nada sencillo, pero es algo que debo hacer, mi moral me lo exige

A pesar de querer hacerlo, Ranma se contuvo antes de decir algo sobre lo que Mousse acababa de afirmar, sabia que el chico frente a él podía ser un tanto traicionero, pero realmente le habían necesitado, este les había ayudado.

-Tambien quiero disculparme en nombre de Shampoo y mío por casi causarte un aborto el otro dia con nuestras acciones – esta vez Mousse se inclino sobre el tatami, haciendo su disculpa un poco más formal

Ranma se sentía incomodo, no sabía que decir o que es lo que debería hacer. Era la primera vez que se encontraba en una situación como esta y a causa de la inexperiencia no sabía cuál debía ser su siguiente movimiento.

-Le-levántate Mousse – dijo sin poder evitar que la voz le tambalera al inicio

Mousse se levantó haciendo caso a su petición, Ranma no era el único que estaba nervioso y tal vez un poco confundido por lo inusual de la situación sin embargo sabia que era algo que tenia que hacer. De pronto recordó aquello que había traído para el pelinegro.

-Yo amm… te traje algunos tés – dijo mientras extendía la mano en dirección a Ranma

-Gracias – respondió el tomando los sobres que Mousse le ofrecía

-Son para combatir las náuseas – dijo señalando los sobres de color lila – y por lo que veo, estos – apunto a los de color blanco con letras amarillas – te ayudaran mucho con esas ojeras debajo de tus ojos, una taza de esto antes de acostarte y dormirás como un bebe… mi madre y yo siempre lo recomendamos a nuestras pacientes – agrego

-¿Tu madre?

-Oh cierto, tu no estabas cuando lo mencione… mi madre es la matrona de nuestra aldea – dijo con cierto grado de orgullo – y bueno, yo le he ayudado unas cuantas veces asi que se algo del tema – agrego algo apenado

-En ese caso… gracias, enserio Mousse, esto me será de mucha ayuda – dijo Ranma sinceramente

El silencio volvió a la sala, aunque esta vez no era tan incomodo como al inicio, solo era una pausa para reacomodar los pensamientos que vagaban por sus mentes, no era muy común que conversaran tranquilamente como lo estaban haciendo en ese momento. De repente, algo paso por la mente del de anteojos, algo que le daba demasiada curiosidad y que no pudo evitar preguntar.

-Ranma, si no te molesta que pregunte… aquel dia… el espejo… ¿lo que vimos es cierto? – preguntó al fin a pesar de dudarlo

-Oh… hablas de Ryoga ¿cierto? – respondió con otra pregunta ante lo que Mousse asintió – es cierto – confeso – por eso… siempre les he dicho que jamas podría corresponder sus sentimientos – dijo un tanto perdido en sus pensamientos, recodando todas aquellas veces en las que negó sentir algo por alguna de sus “prometidas”

-Ya veo – murmuro sabiendo que no solo se refería a Shampoo – lamento haber sido tan… molesto – se disculpo

-Descuida – dijo Ranma desechando las fuertes ganas que tenia de debatir la palabra “molesto” por algo peor

-Bien – dijo Mousse mientras se levantaba – creo que es hora de irme, debo ayudar con el restaurante

-Ah… Mousse – hablo Ranma mientras se levantaba, pero fue interrumpido por el de lentes

-Si te preguntas por Shampoo, La abuela se enteró de la situación y le prohibió venir a verte, ella entiende lo delicado de la situación y no le gustaría tener que cargar con la muerte de un bebe – dijo Mousse entrelazando las manos detrás de su nuca

-… - Ranma miro al piso en silencio

-… lo siento – se disculpo apenado por la rudeza de sus palabras – me alegra que tu hijo se encuentre bien Ranma – agrego sinceramente

-Yo tambien – respondió

Se dirigieron a la entrada y luego de un pequeño intercambio de palabras Ranma despidió a Mousse antes de cerrar y volver al recibidor para tomar los sobres que antes Mousse le entregara. Una vez los tuvo en sus manos camino hacia la cocina donde su madre terminaba de preparar el almuerzo.

-Ese muchacho con quien hablabas ¿era tu amigo? – pregunto Nodoka realmente curiosa en cuanto vio a su hijo, quería saber todo de él, incluido el tipo de amistades que tenia

-Lo es – dijo Ranma después de un corto silencio

-¿Que traes ahí? – pregunto nuevamente

-Solo algunos te que me dio Mousse para las nauseas y el insomnio – contesto Ranma mostrándole los sobres

-Oh vaya, serán de mucha ayuda – dijo ella mientras acariciaba la mejilla de su hijo tocando con sus delgados dedos aquellas sombras bajo sus ojos

Ranma se alejó discretamente de su toque, no quería que le preguntara de acerca de la razón de su insomnio pues de lo contrario no sabría que responder.

 

 

Esa razón tenia nombre y apellido y ahora se encontraba en otra casa ayudando con las mismas tareas con las que contribuía en la casa antes de que su amigo y rival se marchara de ella, pero a pesar de hacer las mismas actividades que cabe decir, no le costaban nada; y convivir con las mismas personas… ahora todo era… aburrido.

Sin Ranma en la casa todo era tan monótono, no pasaba nada fuera de lo común, comenzaba a sentirse un poco asfixiado de esa misma rutina de todos los días. Tal vez lo que debería hacerle una visita a Ranma. ¡Si! ¡Eso es lo que haría! Buscaría su mochila y le pediría a Akane que le acompañara… bueno tal vez se lo pediría a Kasumi, aun no se creía capaz de hablarle sin tartamudear, a veces pensaba que se parecía un poco al doctor Tofu.

Mientas guardaba sus cosas en su mochila un pensamiento atravesó por su mente. ¿Qué pasaba con la madre de Ranma, ella le permitiría quedarse? ¿O le echaría a la calle?… no perdía nada con intentar. Se colgó la mochila sobre los hombros y bajo las escaleras teniendo en mente que pasa encontrar a Kasumi no debía salir de la casa, mas sin embargo no encontró a nadie por ningún lado.

Se pregunto si debía esperar a que alguna de las chicas llegara y le hiciera el favor, pero llegando a la conclusión que sería una molestia de su parte decidió aventurarse el solo. Acercándose a la puerta aspiro el aire puro antes de dar el primer paso con destino a la casa de la madre de Ranma. Sabia que estaba cerca, ya había estado ahí por lo menos una vez cuando ayudo a Ranma a llevar sus cosas a pesar de que él se negó a recibir ayuda.

Sin embargo, al pasar de las horas se dio cuenta de que algo andaba mal, ya no había casas a su alrededor y tan solo podía ver grandes árboles, decidió caminar un poco más, tal vez solo estaba atravesando uno de esos parques con estanque de patos de los que Nerima tenía por lo que al volver a la civilización se detuvo a preguntar a una persona que pasaba por el camino.

-Disculpe, ¿esto aún es Nerima? – pregunto un tanto temeroso de la respuesta

Y no estaba muy equivocado en temer pues aquel extraño tan solo respondió “¿estas bromeando?” creyendo que se trataba de una broma. Ryoga tan solo pudo pensar en una cosa y vaya que se arrepentía de salir el solo.

“Estoy perdido… de nuevo ¿Cierto?”

 

 

Continuara...

Notas finales:

No olviden comentar, a veces se me pasa responder los comentarios pero no duden en que amo leer lo que tienen que decirme <3

 

saludos!!


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