La mañana del sábado los encontró acostados en la cama de Stiles, el día estaba frio y se negaba a abrir los ojos a pesar de tener hambre y sentir como su hermano se removía incomodo a su lado, aunque recordaba gran parte de la noche, sobre todo los momentos vergonzosos, debía admitir que la paso bien, claro que Maze todavía tenía ese sentimiento cálido en el pecho, pero eso no era lo importante, hoy parecía ser un buen día y lo último que quería era matarse la cabeza con sus pensamientos.
-Maze, levántate, tengo hambre y quiero ir al baño- La voz de Stiles sonaba adormilada mientras intentaba quitárselo de encima.
-No me jodas Stiles, quiero dormir- Sin ser muy consciente de sus actos, Maze se abrazó más al pecoso, el pequeño zorro no era muy fanático de las mañanas frías. Al verse a atrapado y con la naturaleza llamando, Stiles no tuvo de otra que actuar, sin certeza de que su plan funcionaria Stiles coloco sus manos bajos los brazos de Maze, un rápido movimiento fue todo lo que necesito para hacerle cosquillas al pobre chico, que ante la sensación desconocida en el cuerpo se despertó completamente. –¡STILES! -
-Lo siento hermanito, pero te dije que necesitaba ir al baño- Al verse despejado de todo sueño, y con la cama fría, Maze no tuvo de otra que levantarse, sin esperar al pecoso pues seguía en el baño, el zorro bajo a la cocina sin muchos ánimos, el fuerte olor a café recién hecho lo recibió apenas entro en la estancia y fue todo lo que necesito para terminar de levantarse.
-Buenos días hijo- La voz del sheriff sonaba relajada, estaba sentado en el comedor leyendo el periódico mientras tomaba café, a diferencia de ellos, el sheriff lo tomaba con azúcar y cuando Maze se permitió saludar hombre, vio algo en sus ojos que lo extraño, el hombre escondía algo, de eso estaba seguro, pero era muy temprano para indagar en los misterios de otra persona, así que el zorro lo ignoro completamente.
-Hola- Maze no era muy hablador en las mañanas, pero eso no le sorprendía a Noah, había aprendido mucho del chico en este tiempo así que simplemente se levantó de la meza y empezó a servir el desayuno para todos, por el ruido de arriba sabía que Stiles ya estaba despierto.
-Buenos días papa- Como siempre, Stiles era un remolino de energía, así que le dio un abrazo a su padre apenas lo vio y a Maze simplemente le revolvió el cabello- Buenos días pequeño zorro-
-Grrr-
-No te enojes zorrito, es con cariño, por cierto, sé que te gusto la película de ayer, pero como no hemos terminado la saga, espero no hayas hecho planes para la tarde, porque ahora mismo seguimos, ¿entendido? - Así, sin poder evitarlo Maze se vio envuelto en torbellino Stilinski hijo, a decir verdad, la película si estaba interesante, pero solo por molestar a Stiles decía que no, definitivamente hoy sería un día largo para el chico de ojos color whisky.
….
Como Maze había predicho, el día había sido largo, mas no aburrido la verdad, después de desayunar, Stiles puso la siguiente película de la saga “El Imperio Contrataca” en el televisor de la sala, habían sacado una cobija y sentado en el sillón para verla, además que pidieron pizza para el almuerzo y comieron lo que Stiles llamaba “comida chatarra”, después habían seguido con la última y en eso se les fue su tarde, en algún momento el sheriff también se había unido a la maratón y molestaba a Stiles haciéndole preguntas bobas sobre los personajes. Maze debía admitir que fue divertido, la relación de padre e hijo de ese par era muy curiosa, pues a veces Stiles parecía ser el más maduro de los dos y otras el sheriff tenía todo para hacerse respetar.
Lo único malo es que el clima no había mejorado en el trascurso de las horas, por lo que vieron en las noticias del medio día se acercaba una tormenta eléctrica y aconsejaron no salir mucho en la noche, tal vez fuera el leve zumbar de los rayos en las nubes lo que tenía a Maze tan inquieto y en momentos como esos tenía ganas de salir a correr por el bosque, o taparse con todas las cobijas de la casa, ese era el problema de ser mitad animal, aunque le gustaba el agua, las tormentas eléctricas lo ponían nervioso. Stiles había notado la incomodidad del chico y aunque trato de distraerlo, con el paso de las horas fue imposible, y lo peor es que había quedado con Malia para una cita y su padre tenía turno nocturno, pero al caer la noche ambos se negaban a dejar al zorro solo.
-Por última vez Stiles, estoy bien- La noche había caído demasiado rápido para el gusto de todos, pero Maze no se dejaba intimidar por la posibilidad de una tormenta, por más que su cuerpo digiera otra cosa. - Y por última vez, tampoco quiero ir a tu estúpida cita-
- ¿Estás seguro? No tengo problema en llamar a Scott y a los otros chicos, podríamos divertirnos-
- ¡Carajo que no! Ya te dije, ahora iré a correr un poco por el bosque así que no me jodas y vete de una vez-
-Sigo sin estar convencido de eso Maze- Esta vez fue el sheriff el que intervino, al igual que su hijo, no quería que Maze corriera peligro en el bosque, él sabía que el chico podía defenderse y muy bien, pero su instinto de padre lo obligaba a actuar. –puede ser peligroso con la tormenta–
-Por última vez, a la primera señal de lluvia me devuelvo, conozco el bosque, además para eso me dieron las llaves y el teléfono ¿o no? En caso de emergencia, voy a estar bien maldición-
-Está bien Maze, pero si algo pasa, lo que sea, me llamas ¿ok? O a Scott, o Isaac o a cualquiera de la manada-
-Stiles tiene razón, avísame si algo malo sucede o lo que sea que necesites estaré en la estación toda la noche- Las insistentes advertencias de los Stilinskis lo estaban volviendo loco, pero no podía hacer nada para callarlos. Después de cinco minutos de más advertencias y que cada uno se despidiera con un abrazo, Maze por fin pudo respirar con tranquilidad.
Diez minutos después de que los dueños de la casa salieron a trabajar y a su estúpida cita respectivamente, Maze ya estaba listo para salir a correr, la última vez que estuvo en el centro comercial aprovecho para comprar ropa deportiva, así que eso era lo que llevaba puesto, una chaqueta impermeable azul, una sudadera para correr negra y unos tenis, el atuendo era cómodo y lo mantenía a buena temperatura. Cerrando la puerta con seguro, como Stiles le había enseñado y revisando que llevaba el celular, algo le decía que Stiles y su padre armarían todo un convoy de búsqueda si no les respondía una llamada, teniendo todo listo y con el mismo murmullo de todo el día de la famosa tormenta, Maze se encamino al bosque.
El bosque era un lugar tranquilo, que respiraba por si solo y llenaba sus pulmones con olor a madera y tierra húmeda, como siempre estaba lleno de árboles, plantas y uno que otro animal. Esa noche en especial estaba especialmente silencioso y aunque la luz de la luna atravesaba las nubes de vez en cuando, estaba más oscuro de lo normal, claro que eso no intimido a Maze, quien después de estirar los músculos emprendió su carrera por el lugar, la idea era ir hasta la casa Hale, la cual estaba como a una hora y media de su casa y devolverse, el recorrido se lo sabía de memoria así que no se preocupó demasiado.
A medida que sus pulmones se llenaban del aire frio de la noche, y los truenos rompían el silencio del lugar, Maze se permitió pensar en la noche anterior, cuando Derek le beso, si era sincero consigo mismo, el beso le gustó mucho, claro que como le dijo a Stiles, no tenía mucho con que compararlo, pero le había gustado cuando Derek lo agarrado fuerte de las caderas y lo pego a su cuerpo, un cuerpo por cierto muy musculoso y caliente, que olía como a menta y cuero, era un olor raro pero a Maze le había encantado, y el beso, tan violento y fuerte a la vez que había logrado hacer corto circuito en su cerebro y la sensación de los labios de Derek sobre los suyos le encantaba, tanto que se moría de ganas por volver a sentirlos, solo que no sabía cómo conseguirlos y aunque odiaba admitirlo, Stiles tenía razón esta vez y debía hablar con Derek sobre lo que ese beso significo para ambos.
Cuando llevaba un poco más de medio camino empezó a llover, las gotas que caían eras frías, pero gracias a su impermeable no sentía frio, claro que si se quedaba mucho tiempo bajo ella si sentiría mucho frio. Deteniéndose un momento para analizar el camino y su situación, se dio cuentan que no estaba el camino que él conocía, al parecer en algún momento, posiblemente cuando pensaba en el condenado beso se había desviado y sin saber cómo, había terminado en un claro del bosque, el maldito problema era que, no era cualquier claro del bosque, no señor, cuando Maze reconoció la base del tronco que se encontraba en la mitad, un pequeño escalofrió recorrió cada rincón de su cuerpo poniéndolo alerta, estaba en el claro del Nemeton, el condenado árbol druida en el que había sido encerrado por varios años.
Sabía que entrar en pánico no era lo más indicado cuando estabas cerca del árbol y como si quisiera demostrarle algo a algún espectador invisible, Maze se acercó al tronco con la intensión de tocarlo, con cada paso que daba más observado se sentía, sabía que era un simple reflejo de sus instintos que estaban alerta así que trato de ignorarlos, pero cuando estaba a un paso del tronco, un ruido, como de ramas moviéndose lo termino de alertar (por no decir que lo asusto), rápidamente y olvidándose del Nemeton, Maze giro sobre si buscando de dónde provenía el ruido, claro que con la lluvia empeorando a cada minuto era imposible y en serio estaba empezando a asustarse cuando un rayo, más brillante que cualquiera que hubiera caído en la noche ilumino el cielo, Maze los vio.
Justo sobre el lugar por donde él había entrado al claro, un par de ojos brillaban en blanco sobre la hierba, decir que sintió que su corazón se detenía era poco la verdad, un frio intenso lo recorrió cuando trato de moverse, pero era inútil, esos malditos ojos lo tenían congelado en su puesto, eran tan repulsivos que Maze quería vomitar o mejor aún irse de ese maldito lugar, y como si sus suplicar fueran escuchadas, un nuevo rayo, acompañado de un sonoro trueno fue todo lo que el zorro necesito para despertar de su trance y salir corriendo por su vida.
A pesar de estar transformado, Maze no veía nada debido a la lluvia, lo único que veía era oscuridad y ese maldito par de ojos que lo venían persiguiendo, cada que obligaba a su corazón a latir y mandar más sangre a su cuerpo Maze se arrepentía de no haber escuchado a Stiles y su padre, si salía de ese maldito bosque, se prometió obedecer más al sheriff, claro que ahora no podía pensar en eso, necesitaba concentrarse en el camino, y en eso estaba cuando una raíz especialmente alta se interpuso en su camino, antes de que siquiera pudiera reaccionar, se abalanzo hacia delante cayendo sobre la tierra mojaba y las raíces levantadas de los árboles. El golpe le había sacado el aire y sus manos, cara y rodillas ardían, al parecer se las había raspado, pero no era momento para pensar en eso, cuando observo a su alrededor estaba seguro que había más ojos siguiéndolo y sintiendo el terror recorrerlo como una corriente de agua fría, no tuvo más remedio que volverse a levantar y seguir corriendo, obligando a su cuerpo a superar su límite.
Sentía que todo estaba perdido cuando volvió a mirar a su alrededor, al parecer su suerte había cambiado pues reconoció rápidamente donde estaba, casi lloro de alegría cuando vio la entrada de madera de la casa Hale, sin pensarlo dos veces Maze entro corriendo al lugar, ya sentía a su perseguidor encima suyo, así que buscando el bate de madera que Stiles había dejado en el último entrenamiento se acomodó detrás de la puerta listo para atacar, por fortuna no tuvo que esperar mucho y cuando un rayo ilumino la noche y diviso una figura negra entrando por la puerta, rápidamente se abalanzo sobre ella en un ataque sorpresa.
-MUERE, MALDITO, MUERE- Sin darle tiempo a su atacante de reaccionar; Maze le golpeo la espalda y las costillas, claro que su ataque no sirvió mucho pues la figura negra se giró atrapándolo, no pudo evitar gritar y cerrar los ojos, maldición estaba perdido.
-MAZE, Maze cálmate por amor a dios- Logro escuchar la voz que lo estaba llamando por encima de sus gritos de terror, su mente, la parte que no había sucumbido al pánico, le aviso que él conocía esa voz, era la voz de Derek- Abre los malditos ojos y deja de gritar-
Cuando por fin se atrevió a abrir los ojos, no se encontró con un horrible mostro como había pensado al principio, frente a él estaban unos ojos grises muy familiares- Oh Derek eres tú, ¡eres tu maldito!, ¿Cómo se te ocurre perseguirme en el bosque? ¿acaso querías matarme de un susto? - Antes de que el lobo pudiera responder, Maze se había soltado de sus manos y de nuevo le estaba pegando.
-Maldición Maze- De nuevo Derek tuvo que sostenerlo, el chico no solo le estaba pegando en la cara, también lo estaba llenando de barro- No te perseguía en el bosque imbécil, estaba leyendo cuando reconocí tus gritos y fui a buscarte-
- ¿Entonces no eras tú el que me perseguía?
- ¿Quién te estaba persiguiendo? - Por el tono que estaba usando el lobo, Maze pudo intuir que, si le decía lo que vio, Derek saldría en plena tormenta a eliminar cualquier peligro y la verdad, lo último que necesitaba era quedarse solo en la casa de campo.
-Nada Derek, seguramente me asusté con la tormenta y no sé lo que vi-
- ¿Seguro? - Al ver que el chico no le iba a responder y que simplemente levanto los hombros Derek supo que no debía seguir ese camino, así que lanzo otra pregunta- Ahora, me podrías decir ¿Qué carajos hacías en el bosque en medio de una tormenta? -
-Pues lo mismo que tu, lobo inútil-
-Maze-
-Está bien, estaba inquieto por la tormenta eléctrica, y no quiera estar con Stiles y su novia en su cita y tampoco quería quedarme solo en casa ¿Feliz? - Por la cara que tenía Derek, Maze sabía que no estaba feliz, pero como no quería ponerse a pelear después de semejante susto, prefirió observar su alrededor, la casa estaba iluminada por unas cuantas lámparas y parecía que Derek llevaba ahí toda la noche, pues las mantas en el colchón estaban revueltas, por su parte, Derek observo al chico, Maze estaba mojado de pies a cabeza, su cara y manos estaban llenas de barro y ante la poca luz de la casa sus ojos brillaban con un raro tono dorado, sin poder evitarlo su mirada se posó en los labios del chico, estaban blancos por el frio pero eso no evito que sintiera ganas de besarlos, pero no era momento para eso, se dijo a sí mismo, lo primero era que Maze se cambiara antes de que le diera una pulmonía por el frio, al parecer la tormenta había tomado más fuerza desde que entraron a la casa.
-Lo mejor será que te cambies en el baño de allá atrás- Sin poder evitarlo Derek se fijó en la forma tan obscena en que la ropa mojada marcaba el cuerpo de Maze, tuvo que reprimir el impulso de pegarse al chico, primero debía concentrarse en su salud- Hay algo de ropa mía en él, mira a ver que te sirve, mientras llamare al sheriff, con esta tormenta los caminos estarán bloqueados y no creo que salgamos de aquí hasta mañana-
Sin nada más que agregar Maze se fue corriendo al baño, al igual que Derek, él también se había fijado en como la ropa mojada marcaba su pecho, sus abdominales y algo más grande justo debajo de la tirilla del pantalón, muerto de la vergüenza y antes de que lo descubrieran el zorro se encerró en el baño.
Una vez que hablo con el sheriff y de asegúrale que él iba cuidar del pequeño zorro hasta el siguiente día, Derek pudo cambiarse de ropa, por suerte el pantalón deportivo que había usado hace poco seguía sobre uno de los sillones y mientras esperaba por el zorro, aprovecho para preparar algo de café en la pequeña cocina, todavía no estaba lista, pero les serviría por esa noche. Mientras el café estaba listo Derek se preparó mentalmente para la noche que iban a tener, estaba seguro que podía mantener el control, pues como se había dicho mil veces en el día, el desliz de ayer solo fue por la adrenalina de la pelea y aunque se moría por volver a probar los labios del chico, estaba seguro que podría mantener el control.
Pero todo se fue a la mierda cuando Maze salió del baño, el chico solo llevaba puesta una de sus camisas negras manga larga, que apenas le cubría los muslos, unos muslos llenos de lunares y tan largos y suaves que Derek moría por tocarlos, el lobo tuvo que tragar saliva con fuerza, si la sola imagen de las piernas del chico lo ponía así, esa sería una noche demasiado larga y cuando se atrevió a mirar a la cara de Maze, supo que todo estaba perdido. El chico tenía el cabello revuelto y algunos mechones se pegaban a su cara mientras le devolví la mirada, una que por cierto se veía tan inocente y brillante que lo cautivo por completo.
Por su parte Maze trato de esconder su sonrojo detrás de una de las mangas de la camisa, apenas salió lo primero que vieron sus ojos fue la ancha espalda de Derek y el sexy tatuaje que tenía en la mitad de esta, y cuando creyó que no podía parecerle más lindo y sexy, Derek se giró y pudo apreciar en primera fila su impresionante pecho y sus abdominales, Jesús en cualquier momento se desangraría por la nariz si el lobo no se ponía una camisa.
Armándose de valor al ver que Derek también se había quedado quieto, se acercó a la mesa de la cocina para agarrar uno de los vasos de café caliente, aunque ver a Derek semidesnudo era muy interesante, se moría de frio y la bebida le venía de maravilla.
-Ninguno de tus pantalones me quedaba bien de la cintura…espero no te moleste que este así- Mientras hablaba el chico sostenía su café con ambas manos, y le daba pequeños sorbos intentando no quemarse la lengua.
-Como te sientas cómodo-Derek tuvo que hacer un enorme esfuerzo por hablar, sobretodo porque Maze, después de dar un último sorbo a su tasa, se había lamido los labios de una manera tan sensual que Derek habría podido morir solo con esa imagen. Ninguno de los dos volvió hablar después de eso, el silencio del lugar era un poco incómodo, parecía que ambos estaban esperando para hacer algo, pero ninguno se atrevía a dar el paso, cansado de solo oír el golpeteo de la lluvia sobre la casa, Maze suspiro cansado, al parecer eran un par de gallinas.
-Creo que iré a acostarme, tengo algo de frio sabes- Viendo como el zorro iba a la sala, y como sus lindos mulsos se movían, Derek por fin se atrevió a hacer lo que su cuerpo pedía a gritos.
Sin darle tiempo a nada, Derek acorralo a Maze contra una de las paredes, esta vez con sumo cuidado lo agarro de la cintura y al sentirlo temblar tuvo que darse fuerzas para no apresurarse, quería disfrutar el momento, muy despacio y observando al chico entre sus brazos Derek acerco su boca a la contraria, fue un simple roce de labios, sin correr, solo disfrutando los labios del otro, como la noche anterior, esos labios le parecieron condenadamente suaves y entre más los besaba más adicto se volvía a ellos, claro que sus manos no se pudieron quedar quietas, apenas las movió unos centímetros sobre las caderas de Maze, deleitándose con los pequeños temblores que recorrían el cuerpo contrario, pero lo que más le estaba gustando era su sabor, Maze sabía a café y agua, era refrescante y adictivo al mismo tiempo, tanto que necesito aumentar la intensidad del beso, solo lo suficiente para que ambos gimieran en la boca contraria.
Maze se sentía en las malditas nubes, apenas Derek lo había agarrado de la cintura quiso gritar de alegría, claro que la boca del mismo se lo impidió y a diferencia de la primera vez, este beso era lento, si apenas un roce de labios que hacia girar su cabeza en mil direcciones y que su corazón latiera demasiado rápido, sin olvidar los ligeros pero ricos temblores que las manos de Derek le producían, sin poder evitarlo pego su cuerpo al del lobo, mientras sus manos se deleitaban acariciando la espalda ajena, la piel de Derek era cálida y suave, pero firme bajo su toque, Maze estaba tan desorientado por todas las sensaciones que apenas si reacciono cuando el beso acabo.
-Derek- Maze hablo tan pasito que si no fuera por sus poderes jamás lo habría oído, al igual que el zorro, Derek se sentía desorientado y si no fuera porque sostenía a Maze de las caderas y las manos de este en su espalda, se iría al piso en un segundo.
Antes de que el zorro pudiera hablar Derek enterró su cara en el espacio entre el cuello y el hombro, donde el olor de Maze era más fuerte, era obvio que el chico olía a excitación, pero también había un sutil aroma dulce en su piel que le llamo la atención, Maze olía a leche y azúcar, a vida, Derek nunca se había detenido a pensar en lo que significaba que Maze estuviera vivo, a pesar de estar en el cuerpo de un humano de 16 años, Maze era un neófito, una nueva vida para un alma vieja que el Nemeton les había regalado, sin poder evitarle beso su cuello, no sabía porque, y ahora no le importaba pensar en eso, pero se sentía tan bien tener a Maze entre sus brazos y viceversa que no pudo reprimir el impulso de morder su delicada piel, solo que esta vez el temblor del chico fue más fuerte al igual que el agarre de sus manos en su espalda, cosa que logro preocuparlo.
- ¿Estas bien? – Sin poder evitarlo su tono de voz era apretado, no quería aceptarlo, pero él también estaba excitado.
-No…solo, se siente diferente- Ver como Maze tragaba saliva antes de hablar le dejo claro a Derek que el chico estaba peor que él, solo que para el pequeño zorro todo era nuevo. Con mucho cuidado volvió a poner sus labios sobre el cuello del chico, besando despacio cada trozo de piel que se encontraba a su paso, claro que su tarea era difícil con el collar de seguridad, pero eso no le impido a Derek pues pudo besar otros lugares, como sus hombros y su clavícula.
Queriendo llevar las cosas un poco más lejos, Derek pego más su cuerpo, metiendo su rodilla entre los muslos de Maze, pero el repentino cambio de olores, del dulce al amargo, advirtió al lobo que no era una buena idea apresurar las cosas, sobre todo cuando alzo la mirada y pudo ver como Maze tenía los ojos fuertemente apretados y temblaba más de lo normal.
-Maze ¿Qué pasa? –
-Nada, solo…no sé, fue raro-Esta vez, la voz del chico sonaba demasiado nerviosa, como si se sintiera muy incómodo y si eso no fue suficientemente para hacerlo sentir como un abusador, que Maze agachara la mirada antes volver a hablar, lo hizo sentir como una mierda -No es nada, tu sigue si quieres-
Con solo es frase Derek supo que lo mejor era parar por ahora, que Maze se asustara le recordaba que por muy ex demonio que fuera, el chico era inexperto en estas cosas y lo mejor era tomárselo con calma, sin querer demostrar que estaba un poco frustrado, Derek levanto su cabeza y lo miro a los ojos.
-Está bien Maze, la verdad esta tarde y estas temblando de frio, lo mejor será que nos acostemos de una vez- Antes de que el chico pudiera protestar lo volvió a besar, definitivamente se había vuelto adicto a sus labios.
Cuando Derek dejo de besarlo Maze era solo un montón de carne temblorosa, no pudo evitar sentirse decepcionado, pero consigo mismo, no es como si no supiera lo que Derek quería hacer una vez se acomodó en sus piernas, pero saber que sintió una repentina corriente de pánico lo avergonzó demasiado, Por Dios, él era un ex demonio, esas cosas no deberían asustarlo, aunque si recordaba que había gritado como una niña bajo la lluvia solo porque creyó ver algo, decía otra cosa, pero nunca confesaría eso, el punto era que le gusto lo que estaba haciendo con Derek y que el contacto se hubiera acabado tan rápido lo ponía triste.
Sin querer darle más vueltas al asunto, se acostó en el olvidado colchón de la sala mientras esperaba que Derek hiciera lo mismo, pero cuando vio que el lobo tenia intensiones de dormir en el sillón tuvo que intervenir.
-Derek ¿Qué estás haciendo? -
-Me preparo para dormir- Le parecía gracioso que hace solo unos minutos Maze no era capaz de hablar y ahora hasta estaba usando su típico tono de “eres un idiota” –Cosa que tú también deberías estar haciendo.
-Eso veo, pero porque lo haces en ese pequeño sillón ¿Cuándo tienes un colchón enorme al lado? -
- ¿Acaso quieres que duerma contigo? - En vez de responderle Maze levanto la cobija para que pudiera entrar y acostarse a su lado, cosa que hizo sin rechistar y apenas estuvo acostado no pudo reprimir el impulso de coger a Maze de la cintura y pegarlo a su pecho, aunque por lo visto, el chico estaba feliz con la idea de dormí abrazado a él.
-Mientras no te muevas tanto como Stiles, no tengo problema-
- ¿Cuándo dormiste con Stiles-
-Es una larga historia que no contare, pero tú tienes la culpa-
- ¿Mi culpa? -
-Sí tu culpa, ahora duérmete lobo inútil- Aunque quería saber lo de Stiles, cualquier pensamiento murió en su mente apenas vio la pequeña, pero sincera sonrisa que Maze le regalo mientras restregaba su frente contra su pecho, como queriendo impregnarse de su olor. - Descansa Derek.
-Tú también Maze- Así, enrollados en los brazos del otro y sintiendo la lluvia golpeando en el techo, ambos chicos se durmieron sin saber que, cuando la lluvia terminara y el sol saliera, les esperaban varios problemas.