Bakugou estaba sorprendido, no todos los días Todoroki se acercaba a él pidiéndole salir a una convención que se daría en el centro de la ciudad celebrando a All Might. Así que cuando se lo pregunto, miró rápidamente a Kirishima, y este se encogió de hombros, sin saber como reaccionar tampoco. Después de todo Kirishima también estaba a punto de pedírselo.
— ¿Para qué quieres ir conmigo? —preguntó Katsuki a la defensiva como siempre. — ¿Por qué no vas con el imbécil de Deku?
—No seas así con Todoroki, hombre. —dijo Kirishima, metiéndose. Ante la ingenuidad de no saber de los sentimientos del bicolor. —Además, a ti también te gusta mucho All Might. ¿No?
—Bueno sí pero…
— ¡Podemos ir los tres juntos! —sonrió de pronto. Kaminari y Hanta no tardaron en involucrarse también, reclamando el hecho de no haberlos invitado desde el principio. —Claro, Midoriya también puede acompañarnos. —dijo Kirishima.
Todoroki suspiró, eso no estaba saliendo precisamente como lo planeo. Debió decirle a Bakugou cuando se encontraran solos y no enfrente de todos. Mientras escuchaba como Midoriya aceptaba junto a Uraraka e Iida, notó que Katsuki lo estaba mirando fijamente, extrañado. Sabía que Todoroki no tenía malas intenciones, de hecho Bakugou lo consideraba algo lento en las relaciones personales, sin embargo, era extraño que últimamente pasara más tiempo con su grupo que con el de Deku.
Ah, quizás ahora lo entendía todo.
Deku pegó un brinquito, sintiendo la mirada fija de Bakugou, molesta. Paso saliva sin querer, ¿ahora que había hecho mal? Aunque bueno, Bakugou seguía molesto con él por haberle mentido con lo de Uraraka.
A la hora del almuerzo, pese a todas las quejas de Uraraka, Deku fue llevado Bakugou a la fuerza. Con las miradas de Todoroki, Kirishima y todo el salón.
— ¿Qué pasa, Kacchan? —preguntó Midoriya, viéndose acorralado entre una esquina y Katsuki. ¿No iba a golpearlo, verdad? Eso ya había quedado atrás entre ellos, además, Deku ya no lo permitiría.
—Dejar del lado a las personas no va contigo. —sentenció él, cruzándose de brazos. — ¿Tan fuerte fue tu pelea con mitad-mitad para que ustedes dos ya no se hablen?
—Kacchan.
Izuku apretó con fuerza uno de sus puños detrás de su espalda, buscando tranquilizarse. ¿Por qué Katsuki parecía tan preocupado de pronto por sus relaciones? ¡Él no era así!
¿Por qué seguía creándole falsas esperanzas?
—No me he peleado con Todoroki-kun. —dijo Midoriya, dejando caer ambos brazos a sus costados. —Todo está bien Kacchan, no tienes por qué preocuparte.
— ¡No estoy preocupado! —contratacó de inmediato.
—Claro. —contestó Midoriya, rodeándolo para poder irse. Bakugou seguía refunfuñando por detrás, decidiendo o no si era buena idea mandarlo a volar con una de sus explosiones. —Por cierto, Kacchan…
— ¿Qué mierda quieres?
—Deberías ir con Todoroki-kun.
— ¿De qué hablas? Por si no te diste cuenta ahora todo el puto salón se invitó por si solo. —refunfuñó. —El idiota del pelo pincho no puede contener la boca por ningún maldito segundo.
—Todoroki-kun solo te quería invitar a ti. —Midoriya se volteó, viéndolo serio. Paso saliva. Aquello le quemaba infinitamente por dentro. —Que ustedes dos fueran juntos.
— ¿Eh?
Midoriya sabía que no le correspondía decir aquello, que Todoroki debía ser quién expresara de manera correcta sus emociones a Bakugou. Pero Deku conocía a su amigo mejor que nadie, sabía que a menos que tuviera un empujón por parte de alguien, ignoraría todo los esfuerzos de los demás hacía su persona.
—Kacchan, Todoroki-kun está interesado en ti.
—Ya era hora, maldita sea. —bufó cruzándose de brazos. —Así que al fin aceptará pelear conmigo el bastardo, perfecto, pediré permiso al profesor Aiza…
—No, Kacchan.
— ¿Por qué mierda no, Deku? —gruñó, enojándose. — ¡Si te reconoció a ti también debe hacer lo mismo conmigo!
—Verás, Kacchan…
— ¡Bakugou, tengo hambre! —se metió Kirishima, apareciendo de repente. Ambos se giraron a él, sorprendidos de vero ahí. —Compré algunos panes en la cafetería, vamos a comerlos juntos.
—Pelo pincho, el idiota de Todoroki al fin me ha reconocido. —celebró, sonriendo arrogante. — ¡Tendré al fin una pelea verdadera con él!
—Kacchan.
—No te preocupes, Midoriya. —dijo Kirishima, volteando a él. Deku pasó saliva, Kirishima parecía molesto. —He entendido perfectamente el mensaje.
Deku se quedó otro rato más ahí, analizando las palabras del pelirrojo. ¿Había entendido el mensaje? Pero Kacchan lo había transmitido de manera errónea, Todoroki no quería pelear con él, quería salir con Kacchan de forma romántica, era imposible que Kirishima hubiera comprendido eso. ¿No? Pero parecía enojado, quizás era algo receloso con sus rivales pero no parecía ser el caso, Kirishima era muy buena persona, como un sol que alumbraba a todos.
Cedió a sus pensamientos cuando su estomago le exigió comida. Así que se levantó sin muchos ánimos y se dirigió al salón. Todoroki por extraño que pareciera estaba comiendo con Bakugou y los demás, sonriendo ante las bromas de Kaminari y Hanta. Pero Kirishima parecía estar mirándolo de forma rara, como sí…
— ¿Deku? —llamó Uraraka confundida. — ¿No vas a comer?
Cielos, ¿no era posible o sí?
— ¿Te sientes mal Midoriya? —preguntó Iida.
—Podemos llevarte a la enfermería. —comentó Tokoyami.
—No, estoy bien. —sonrió modesto, tomando asiento, abriendo su obento. Mientras comía escuchando algunas conversaciones de Mineta que hacían reír a todos, él sentía que había hecho la peor cosa del mundo, no debió intentar decirle a Kacchan que Todoroki gustaba de él, no solo lo había conseguido que lo malinterpretara, sino que involucró también a Kirishima en eso.
Aunque Midoriya no tenía la culpa a decir verdad. ¿Cómo iba a saber que a Kirishima también le gustaba Kacchan? Y peor todavía, ¿por qué sabiendo eso le daban tantas ganas de ir por Kastuki y apartarlo de ambos como si su vida dependiera de ello? Su corazón no era justo, no aceptaba la derrota.
Seguía totalmente enamorado de Bakugou.