Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Por qué Kacchan? por MimiChibiDiethel

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

4.

Midoriya dejó de mirar el cuaderno fijamente, observando a la persona delante de él. Pese a su mala relación Lady Midnight los había puesto juntos para hacer una tarea, como si aquello no fuera suficiente, todos ya se habían ido a sus respectivas casas, incluso Kirishima que parecía recio a esperar a Bakugou, fue llevado por Kaminari y Hanta directo al Arcade, pues tenían la tarde libre ya que al día siguiente sería el tributo a All Might y por ende las clases habían sido suspendidas.

El candidato a héroe extendió su mano, contrayéndola un par de veces antes de decidir sobreponerla con mucho cuidado encima del cabello de su amigo de la infancia. Katsuki se había quedado dormido cuando terminó la mitad de su trabajo, pero debido que tenían que finalizarlo y llevarlo a la profesora, ambos, no pudo marcharse hasta que Deku terminara el suyo.

Su cabello era suave, a pesar de que a distancia parecía ser agresivo y puntiagudo, cuando Deku hundía sus manos sobre los rubios cabellos, el contacto era delicado. Miró la cara de Bakugou, estaba bien dormido por lo que no pensó realmente cuando su mano descendió al rostro contrario, tocándolo con el borde del canto, en un roce; luego ese roce se convirtió en sus yemas, deslizándose por sus mejillas. Bakugou se removió ligeramente, por las cosquillas provocadas, aquel movimiento fue lo suficiente para que Izuku se apartara de inmediato, ruborizado.

— ¿Qué estás haciendo, Izuku? —murmuró para sí mismo, tomando la libreta entre sus manos. Ya había terminado, desde hace veinte minutos de hecho, pero quería seguir ahí, observando a su amor no correspondido.

Siempre supo que tenía mala suerte, no sabía porque le extrañaba tanto.

—K-Kacchan. —llamó al fin, sintiéndose cohibido. Esperaba que el chico no le explotara la cara. — ¡Kacchan!

— ¿Qué pasa? —murmuró él, soñoliento. Con una de sus manos, talló uno de sus ojos, mirando con el otro a Midoriya. — ¿Qué mierda quieres, Deku?

—Ya terminé.

—Al fin, mierda. —reprochó, arrebatándole el cuaderno para ver su trabajo. —Todos ya se fueron, maldición.

Ambos se pudieron de pie, recogiendo sus cosas para irse a la sala de maestros. Bakugou iba adelante como siempre, ignorándolo por completo; Midoriya entonces recordó aquellas veces en su infancia donde fue dejado atrás, eran memorias que no podía borrar, sin embargo, nunca pudo odiar a Katsuki por la manera en que lo trato. Y ahora, su amigo parecía estar mejorando su actitud, ya no estaba tan agresivo como antes.

Tal vez fue por eso que no pensó mucho cuando le propuso lo siguiente.

—Quizás…

—Dilo, maldita sea.

—Pensé que… sería lindo si volvíamos juntos, como lo hacíamos antes. —murmuró bajito, cubriéndose el cuerpo por si le daba un ataque al otro y lo mandaba a volar.

— ¡Qué mierda!

—O-Olvídalo, Kacchan. —pidió haciéndose a un lado, lleno de pánico. — ¡No dije nada! ¡No dije nada!

Katsuki tenía la mano alzada, advirtiendo que lo mandaría a volar en cualquier momento; sin embargo, lejos de eso, Deku se comenzó a descubrir el rostro al no sentir ningún ataque a él, Bakugou caminaba ya para afuera de las instalaciones, avanzando por el pasillo con las manos hundidas en sus bolsillos. Midoriya suspiró, sí, era obvio que jamás aceptaría su propuesta.

Midoriya comenzó a avanzar unos segundos después, de todas maneras iban al mismo lugar. Bakugou en ningún momento se giró a mirarlo, es más, parecía querer avanzar más rápido, no obstante, tampoco lo suficiente para hacer como si estuviera huyendo. Deku no podía mirarlo, pero por la postura de los hombros del contrario parecía estar debatiendo algo importante ya que estaban tensos.

En un momento Bakugou se detuvo delante, Midoriya se encogió de hombros, avanzando a su lado y justo al estar hombro a hombro, Bakugou lo tomó del brazo, echándolo para atrás.

— ¿Kacchan?

—Mañana irás a lo de All Might, ¿no? —preguntó volteándose a él.

—Oh, sí, estoy muy emocionado. —contestó de inmediato, poniéndose de nuevo a su lado. Ambos comenzaron a avanzar. — ¡He ahorrado tanto para este día! ¿Sabes? Quiero la nueva figura que sacaron de All Might, donde tiene esta pose. —alzó un brazo al cielo, contrayendo el otro en su pecho.

—Algo escuché sobre eso. —comentó Katsuki. —Será de edición limitada.

—Le venta comenzará a las doce del día. —dijo Midoriya, emocionado. —Según mis cálculos debo estar formado desde las siete de la mañana para alcanzar una. Pero es probable que llegue una media hora antes.

—Eres todo un nerd. —bufó Bakugou, burlándose.

— ¡Ah, Kacchan! —reprochó sonrosado. — ¿Tú no irás a comprarla?

— ¡Y-Ya no tengo cinco años, mierDeku! —contestó enojado. — ¡Quién compraría algo así!

—Bueno, de todas maneras irás al festival con los demás. ¿No? —contestó riendo. —Seguro que se la pasaran bastante bien.

—Esos malditos colados.

—Será divertido, Kacchan. —sonrió Midoriya.

Bakugou bufó al ver su sonrisa, quería estallarle la cara pero no quería otra charla de Aizawa o de cualquier profesor por su mal comportamiento. Mucho menos que notificaran a su madre.

—Lo que sea, nerd.

Le sacó el dedo de en medio enseñandole la lengua antes de girarse en la calle que él debía para volver a su casa, justo donde sus caminos siempre se separaban. Deku parpadeó mirando la espalda de su amigo alejándose cada vez más hasta perderse de su vista.

Ahora que se daba cuenta, ¿no habían ido caminando juntos todo este tiempo?

—Kacchan. —Midoriya sonrió, recordando su infancia.  

Paró a su mente antes de que pudiera generarle miles de pensamientos, exigiendo explicación de lo hecho por el rubio. Ahora solo quería disfrutar el momento, la alegría que le causaba en su pecho que hubiese aceptado su petición.

—.—.—.—.—

—Bakugouuuuu—Kirishima alargó su nombre en busca de atención. El nombrado cambió de hoja del libro ignorándolo. —Bakugouuuuuuuuu.

— ¡Cierra la boca, idiota! —protestó cerrando el libro de golpe y lanzándoselo a la cabeza. Dado el endurecimiento contrario, no le hizo nada. — ¡Ponte a estudiar!

—Es que no entiendo, Bakugouuu. —se quejó Kirishima, poniendo la cabeza en la mesa, lloriqueando. — ¡Necesito que me ayudes

— ¡Muérete!

—Tsh. Eres malo. —murmuró, cerrando los ojos. —Si me ayudas, yo puedo ayudarte a entrenar.

— ¡No te necesito, desaparece!

— ¡Pero es mi casa! —se quejó él. Después de la escuela habían acordado que Bakugou visitara la casa de Kirishima, para leer unos cuantos comics.

— ¡Cierra la boca, no me importa! —rechistó Bakugou, dándose media vuelta ya que estaba recostado en la cama de Kirishima directo a la pared.

Eijirou lo miró frunciendo la boca, después miró su cuaderno. Suspiró una vez más y fue directo a la mesa de estudio, donde todas sus plumas estaban regadas, queriendo entender el problema.

Quizás debería pedirle ayuda a Iida o con Midoriya…—murmuró para sí mismo. —O Mina.

—Tienes que despejar la X de aquí. —dijo Bakugou, señalando su cuaderno. Kirishima pegó un salto, al verlo tan cerca de él, el brazo de Bakugou pasaba por encima de su hombro y estaba inclinado sobre él, casi pegado a su cuerpo. —¿¡Qué mierda es eso, pelo pincho!? ¡Ni siquiera sabes hacer una lineal! —se quejó molesto.

Kirishima volteó a él, casi chocando sus rostros, Bakugou lo miró con una ceja alzada antes de darse cuenta de la posición tan cercana en la que estaban y se apartara de inmediato, mirando a otro lado, yendo por otra silla para poderse sentar al lado de su amigo.

El corazón de Kirishima comenzó a latir como loco, ruborizándose por las acciones de Bakugou.

¿Cómo podía ser tan lindo? Por más que dijera que odiaba ayudarlo, que jamás se pondría a estudiar con él o le explicaría un ejercicio, siempre, como ahora, terminaba siendo completamente diferente. ¿Cómo decirlo? Era un idiota que sólo tenía ojos para las acciones de Bakugou, para sus sonrisas, sus enojos, sus maldiciones. Simplemente todo de ese chico le encantaba.

— ¿Me estás prestando atención? —preguntó Bakugou escribiendo con el lápiz.

—Sí. —sonrió y aunque no agregó el siempre, este se quedó en su cabeza. —El resultado es cinco.

—Menos mal que sabes sumar. —se burló Katsuki, cruzándose de brazos. — ¿En qué más tienes problemas, tontoshima? Ya que estoy aquí, te ayudaré.

—Con este también. —señaló su cuaderno, sonriendo.

— ¿Qué te pone tan feliz, imbécil?

—Eres genial, Bakugou. —contestó casi por inercia, sorprendiendo al otro.

— ¡Por supuesto, pelo pincho! —rio de inmediato, con sus aires de grandeza. — ¡Ni en mil años podrás superarme!

Kirishima aguantó una risa interna, tan solo con ese comentario Bakugou se había puesto increíblemente feliz e incluso le ayudó con la mayoría de la tarea pendiente y algunas preguntas extras. A pesar de todo, Bakugou era muy fácil de leer, incluso cuando ya estaba acostumbrado a los halagos, estos seguían gustándole.

—Se ha hecho muy tarde, Bakugou. ¿Por qué no te quedas a dormir? —dijo alegre. —Incluso puedo prestarte ropa.

—La bruja se pondrá como loca si no llegó.

—Podemos llamarle. ¿Qué dices? ¿Aceptas dormir con tu amigo del alma? —preguntó señalándose a sí mismo. Katsuki podía jurar que le salían brillitos al bastardo con dientes de tiburón.

—Lo que sea. Dormiré en tu cama. —se aprovechó sonriendo.

— ¡Podemos compartirla!

— ¡Puedes morirte! —reprochó haciendo estallar su rostro. Kirishima tomó su mano, frunciendo la boca en un mohín. — ¡Muere! ¡No eres adorable, mierda, pelo pincho!

— ¡Eres muy cruel, Bakugou! —se quejó, persiguiéndolo por la casa, en busca del teléfono.  


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).