Capítulo 16
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- ¡Estas hiperventilando!
Ranma se habia perdido en sus pensamientos, le estaba costando hacer que su cerebro reaccionara, sabia que no estaba respirando, pero por alguna razon no podía regresar. Tan solo podía mirar ese par de ojos que fijos, mantenían la mirada en los suyos.
No fue sino hasta que sintió que su rostro era volteado por la fuerte bofetada recibida que reacciono, llevo su mano a su mejilla magullada y de inmediato devolvió la vista hacia donde antes habia mirado dándose cuenta de que aquellos ojos habían desaparecido.
- ¿Estas bien? – le pregunto su padre apoyando su mano sobre su hombro
-Ranma – le llamo otra voz, una muy conocida – lamento haberte golpeado, pero no reaccionabas
-Ryo… ¿Ryoga? – dijo Ranma casi sin creerlo, dejando atrás la bruma restante sobre su cerebro
- ¿Estas bien? – repitió la pregunta que quedara sin respuesta
-Si, yo… ¿qué haces aquí? – pregunto Ranma aun confundido, ¿Que acababa de pasar?
-Iba a preguntarle a una viejecita donde me encontraba cuando escuche a tu padre gritar tu nombre, pero tu parecías ido y no estabas respirando – recordó
-Lo lamento – se disculpo la pelirroja tocando nuevamente su mejilla golpeada
-No, yo lo siento, creo que no medí mis fuerzas, se que fue un golpe muy fuerte – se disculpó apenado, pero es que habia entrado en pánico al ver que la chica no respiraba
-No te preocupes, se que fue necesario – le restó importancia, aunque lo más seguro es que apareciera un moretón
- ¿Que paso ahí Ranma? – le pregunto Genma haciéndole recordad que estaba ahí
-Yo… - agacho la cabeza ¿Cómo decirlo? – creo haber visto…
- ¿A quién? – preguntó Ryoga, que persona era capaza de hacer que Ranma hiperventilara de esa forma, o es que habia visto un gato? Después de todo les tenía miedo
-Al padre de mi hijo – respondió Ranma de golpe con la mirada más seria que tenia
- ¡¿Que?! – exclamo Genma mirando a todos lados en busca de aquel desgraciado
- ¿Donde esta? – pregunto Ryoga realmente molesto
-No lo sé, cuando mire de nuevo habia desaparecido – dijo mirando al suelo con el seño fruncido, estaba molesto por la manera en la que habia reaccionado
Ryoga adivinando los pensamientos de la chica, llevo la mano a su mentón pera luego acariciar la mejilla que el mismo golpeara, su mirada denotaba culpa por aquello. Mientras tanto, Genma siendo testigo de aquella escena extrañamente intima, fue retrocediendo con la intención de darle su espacio a ambos, de cualquier manera, Ranma lucia bien y era obvio que Ryoga no dejaría que nada le pasara, además tenia que contarle a Nodoka sobre lo que estaba sucediendo y ¿porque no? Comenzar con alguna apuesta.
Ninguno de los dos noto que Genma habia desaparecido, estaban tan concentrados el uno en el otro, Ryoga estaba perdido en la profundidad de los ojos azules de Ranma mientras que la pelirroja estaba disfrutando de la calidez de la mano de Ryoga sobre su piel.
-No dejare que te haga daño – prometió Ryoga de repente – se que eres el mejor artista marcial que conozco… pero, déjame protegerte ahora que te encuentras en este estado…
-Ryoga…
-Se que es extraño que tu rival te pida esto, pero, no soporto ver como esta persona te hace daño cada vez que aparece ¡Cuando lo tenga frente mío… - no lo dijo, pero Ryoga sabía que era capaz de matar con la fuerza descomunal que poseía
Con su viaje, no planeado; por el mundo, durante esos 2 meses tuvo mucho tiempo para pensar y reflexionar sobre si mismo y sobre sus sentimientos y habia llegado a la conclusión de que Ranma era alguien importante en su vida y él se encargaría de ver que nadie más le hiciera daño… era lo mejor que podía hacer, Ranma le amaba pero Ryoga no podía corresponder sus sentimientos, el amor de su vida era Akane… ¿ella era la dueña de su corazón verdad? ¿verdad?... lo estaba dudando ¿Qué demonios pasaba consigo mismo?
-Ryoga – dijo Ranma una vez habia procesado las dulces palabras de su interés amoroso
Sabía que Ryoga no lo veía mas que como un amigo, pero… a veces le hacia creer lo contrario, a veces era tan dulce y tan amable que Ranma cometía el error de crear esperanza en su corazón, a pesar de lo que la razon le decía.
-Por favor… cuida de mi – dijo un tanto sonrojada, aceptando aquella promesa de protección a su persona.
-Lo hare por mi vida
-Gracias – respondió Ranma antes de dejarse llevar por sus sentimientos que mezclados con sus hormonas estaban por los cielos; y abrazarlo – te extrañé – confesó
-Igual yo… - dijo Ryoga correspondiendo el abrazo con gusto y una extraña sensación de calidez en el pecho – yo… ammm… debería llevarte a tu casa – dijo cuando se dio cuenta de que estaban dando toda una escena de “pareja” frente a todos.
-Claro – respondió Ranma
Cuando llegaron a su casa Nodoka ya los estaba esperando, ya habia sido informada por su esposo de todo lo que habia pasado, tuvo tiempo para procesar dicha información y pensar cual sería su próximo actuar, estaba feliz por su hijo, esto le daba una oportunidad de que sus sueños se cumplieran, ella ayudaría en todo lo que le fuera posible, quería que su hijo fuera muy feliz. Pero asi como estaba feliz por su hijo tambien estaba asustada, no solo noticias buenas le llegaron el dia de hoy, cuando Genma le dijo que su bebe habia tenido un ataque de pánico en plena calle ella habia querido correr a su encuentro, solo se tranquilizo cuando le dijo que se encontraba en buenas manos, pero aún no se sentía segura, debía hablar con su hijo a la brevedad.
Cuando lo vio llegar lo abrazo con fuerza besando su cabeza, el que en ese momento era chica y era mas pequeña que ella le correspondió el abrazo dejándose mimar por el cariño de su madre, era la medicina perfecta para el trauma que habia vivido hace poco.
- ¿Estas bien? -preguntó revisando a su hijo en busca de alguna herida notando su mejilla magullada en el proceso – Cariño… - murmuro acariciando su herida
-Estoy bien mamá – dijo la pelirroja restándole importancia – papá y Ryoga estaban ahí, ellos fueron de mucha ayuda
Fue ahí cuando, luego de asegurarse casi al 100% que su hijo y nieto estaban bien, Nodoka reparo en la presencia de Ryoga mirándolo fijamente, casi escaneándole hasta los pensamientos, ante esto Ryoga se sintió incomodo o asi lo hizo hasta que la mujer le sonrió. Estaba contenta de que hubiera regresado, Ranma le habia contado mucho sobre el tanto que ya creía conocerlo lo sufriente y podía entender él porque del enamoramiento de su hijo, además con su regreso Ranma volvería a la felicidad que le caracterizaba y por eso estaba muy agradecida con él.
-Gracias – dijo Nodoka en dirección su futuro yerno, porque ella estaba segura de que terminarían juntos
-No fue nada- aseguro nervioso, no entendía la mirada de la mujer, algo le decía con esos sonrientes ojos, pero no podía descifrarlo
-Vamos – dijo Nodoka – vengan a comer, es la jora de ingerir alimentos de Ranma y no debe malpasarse, por supuesto Ryoga estas invitado
Para Ryoga era extraño, bastante, es decir, era una comida como cualquier otra, pero habia algo que la hacia parecer más… familiar, y si, ellos eran una familia, pero a pesar de ser un intruso, Ryoga se sentía incluido, como su fuera parte de la familia, su familia, como si la hija le presentara a sus padres a su nuevo… ¿yerno? ¡Si! ¡Exactamente asi se sentía! Y por alguna razon ¿no le molestaba es mas se sentía a gusto, en paz. Por un momento no le importo que aquella escena que se desarrollaba en su mente se volviera verdad.
Pero… ¿y su amor por Akane? En aquel viaje involuntario que habia realizado por un par de meses, habia tenido mucho tiempo para organizar sus pensamientos y reflexionar de una vez por todas sobre sus sentimientos, pero a pesar de todo no habia llegado a una conclusión, al contrario, se habia confundido mas aun más de lo que ya estaba pero algo de lo que si se habia dado cuenta es que aquello que sentía por Akane lo habia comenzado a ver duplicado cada vez que miraba a Ranma.
Habia notado que lo preocupaba mucho lo que le pasara a Ranma y al principio pensaba que solo se trataba de su amistad que con el tiempo se fortalecía, pero… ya no le parecía correcto catalogarlo como una simple amistad. Lo mas extraño de todo era que no le molestaba la idea de ir tomado de la mano con Ranma, hasta se podía decir que lo deseaba un poco.
-…oga… Ryoga – le llamo una voz sacándolo de la profundidad de su mente
- ¿Eh?
- ¿Que si te sientes bien? – pregunto la voz a la que identifico como la de Ranma –
-De repente te pusiste todo rojo – dijo ahora Nodoka sonriendo de una manera muy extraña
- ¡Si! – exclamo de inmediato – estoy bien!
- ¿Estás seguro? – pregunto Ranma antes de llevar con rapidez una mano a lo bajo de su propio vientre – ouch – se quejó
- ¡Ranma! – exclamaron los tres a la vez al ver la confusión en su rostro
-Es… es la primera vez que me patea – les dijo con lágrimas en los – y vaya que patada, creo que el bebe será un buen artista marcial – soltó con orgullo mientras limpiaba las lágrimas de sus ojos
Esto les hizo reír y ninguno de los padres de la pelirroja tardo mucho tiempo en abrazarla e intentar sentir al bebe dentro de su vientre, Ryoga sintiendo que no era adecuado se abstuvo de repetir las acciones de los orgullosos señores Saotome a pesar de que deseaba hacerlo. El resto de la tarde transcurrió de la misma manera entre bromas y risas, fue un buen momento sobre todo para Ryoga que extrañaba a sus propios padres habia sido una tarde muy agradable.
Al anochecer a Ryoga le ofrecieron pasar la noche con ellos ya que los Tendo que era donde normalmente se quedaba, ni siquiera estaban al tanto de su presencia por eso es por lo que no pudo negarse o mejor dicho no quiso hacerlo.
Gracias a eso ahora se encontraba ayudando a Ranma a colocar ambos futones, a veces sus manos se rozaban, pero fingían no notarlo y disfrutar de la calidez de la piel contraria, para Ranma era el paraíso, atesoraba mucho ese tipo de momentos sabiendo que no podría llegar a nada con él, pero a pesar de todo estaba feliz que aun sabiendo sobre sus sentimientos y aun si no los correspondía Ryoga se haya quedado a su lado.
-Sabes – dijo Ryoga de repente, sentado en el futón que le correspondía, estaba dándole la espalda a Ranma que se colocaba un camisón para dormir
- ¿Mh? – murmuro dándole a entender que le escuchaba
-Me gusta mucho la forma en la que nuestra relación se ha tornado, viendo hacia atrás jamas habría imaginado que terminaríamos siendo asi de cercanos
-Si, te entiendo – dijo mientras se sentaba a su lado siendo ayudado por Ryoga que le habia ofrecido su mano como punto de apoyo, él bebe comenzaba a volverse pesado – jamas hubiera pensado que estaría frente a ti en mi forma masculina utilizando un camisón de mujer – soltó con diversión haciéndolos reír a ambos - pero creo que… ambos hemos madurado, es decir, aun peleamos, pero ya no tan frecuentemente como antes
-Tal vez solo sea por él bebe, cuando nazca le enseñare como es que debes enfrentar a tu rival adecuadamente – le dijo mientras saltaba los músculos de sus brazos
Ranma tan solo lo miro con una extraña mirada en sus ojos. Ryoga le enseñaría a su bebe… Ryoga permanecería a su lado en la crianza de su hijo, el estaría ahí a su lado y ante la comprensión de esto Ranma sonrió.
-Si, me gustaría que le mostraras como debe comportarse un artista marcial – le dijo con una cálida sonrisa que calentó inmediatamente el corazón de Ryoga
-Le mostraremos juntos – respondió el tomando su mano
-Si
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Tiempo después Ranma se encontraba recostado sobre un arbol mientras un recipiente con fruta picada descansaba sobre su estómago. Estaba escuchando a Akane contando sobre como le habia ido en la escuela, hablaba con tal ahincó que parecía estar viviendo el momento nuevamente, se le veía molesta. A su lado recostado en el mismo arbol Ryoga tomaba fruta del recipiente de vez en cuando, Kasumi sonreía mientras acomodaba los bocadillos para repartirlos, Nabiki recostada sobre el mantel miraba una revista de negocios y por último los adultos charlaban entre ellos, Nodoka quien estaba sentada al otro lado de su hijo acariciaba su vientre distraídamente.
Todo parecía perfecto, pero no era asi.
Lo que parecía ser un dia soleado pronto se vio opacado por las negras nubes que cubrían el sol, de pronto hasta se podían ver rayos cruzar el cielo quejándose con gran estruendo, cuando Ranma lo noto, su familia ya no estaba ahí, asustado miro a todos lados y de pronto ya no se encontraba en el perfecto dia de campo si no en una horrible pesadilla.
Un par de brazos salio de la tierra y tomaron con fuerza de sus pies haciéndole caer, se asustó mucho por su bebe pero no pudo pensar mucho en ello cuando se vio inmovilizado de brazos y piernas, intento soltarse pero era en vano, en un abrir y cerrar de ojos se vio en un callejón obscuro que de pronto le parecio familiar, su corazón empezó a brincar con fuerza cuando escucho pasos a lo lejos, podía imaginar de quien se trataba y no podía negar que estaba muy asustado.
Entre las sombras pudo distinguir dos luces que conforme se acercaban podía ver con mayor claridad que se trataban de un par de ojos, ah, eran esos ojos de nuevo.
Ranma reanudo sus intentos de soltarse, aunque se lastimara, los pasos cada vez se hacían mas cernos y pronto se habían detenido cerca suyo, sin poder bien en dirección hacia sus pies debido a su vientre sintió como una áspera mano recorría lo largo de su pierna… lo ultimo que recuerda es gritar…
- ¡Hey! – dijo el dueño de aquella voz mientras esquivaba un golpe – Ranma
- ¡No! – grito aun en la bruma de su sueño - ¡no me toques! – le grito de nuevo
- ¡Ranma! – le llamo de nuevo tomándole de las manos para evitar otro golpe – estabas soñando
-No – soltó un quejido lastimero antes de que su cerebro reaccionara por completo – Ry… Ryoga
-Era una pesadilla – le aseguro de nuevo – no fue real
Ranma se quedo callado, las lagrimas se resbalaban por sus mejillas, se abrazo a si mismo mientras intentaba convencerse de que está a salvo
Ese dia habia sido uno muy pesado para Ranma, es decir habia visto al culpable de todas sus desgracias sin siquiera podido racionar y ahora para hacerlo aun peor habia tenido una pesadilla rememorando las sensaciones vividas ese dia.
- ¿Puedo… abrazarte? – pregunto Ryoga al ver al chico temblar a lo que el asintió en silencio
Ryoga envolvió sus brazos en el cuerpo contrario y sin pasar mucho tiempo Ranma correspondió el abrazo. El chico de la bandana se encargo de reconfortarlo y asegurarle que no dejaría que nada ni nadie le lastimara, él lo mantendría a salvo. Poco a poco volvieron a recostarse sobre el futón de Ranma y cuando menos lo esperaban se quedaron dormidos.
Nodoka que estaba recostada de espaldas sobre la puerta de la habitación de su hijo con todo y espada en mano no pudo evitar sonreír, estaba feliz por su hijo, su amor era correspondido y tal vez ninguno de los dos se habia dado cuenta de ello.
Continuara…