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Cuando se descubre la verdad por Pao araceli

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Capitulo 19

 

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Tuvieron que pasar un par de horas para que los efectos del Nekoken se desvanecieran, Ryoga se habia encargado de darle de comer a Ranma pequeñas porciones de curry que habia tenido que soplar pues al parecer todo el cuerpo de la chica creía la transformación y su lengua no soportaba las cosas calientes.

 

Cabe destacar que fue un almuerzo bastante incomodo debido a que Nodoka no habia dejado de amenazarlo con su mirada, para ella habia información frente suyo que moría por saber a la brevedad posible.

 

Sin embargo, no fue hasta que Ranma tomo una siesta acurrucada sobre las piernas de Ryoga que volvió a la normalidad. Ryoga estaría mintiendo si dijera que no le habia encantado tener a la chica ronroneando mientras enredaba sus dedos entre su cabello rojizo.

 

-Ryoga?... – fue la primera palabra de Ranma al volver en si – ay no, sucedió otra vez no es asi? – se quejó al darse cuenta de que era lo que habia pasado

 

Ella se enderezo pero no se bajó de las piernas del muchacho, su mente seguía un tanto dormida asi que no se habia percatado la presencia de las dos mujeres frente suyo, de ser asi no se habría recargado en el pecho de Ryoga… no fue hasta que noto su nerviosismo exagerado que se percató de que algo andaba mal, es decir, podía ser posible que le causara nervios su nuevo estatus como novios pero ya habían superado aquel nivel de incomodidad ante su cercanía.

 

-Ranma cariño – al escuchar aquello Ranma casi salto de donde estaba

 

-¡Mama! – exclamo entendiendo la situación - … A-Akane tu… ¿hola?

 

-Ahora podemos huir… ¿o quieres seguir con eso del honor? – le susurro Ryoga al oído haciendo alusión a su pasada conversación

 

-No sé qué está pasando, pero huir suena bastante prometedor – contesto ella igual en un susurro

 

-Se lo que están pensando – dijo Nodoka interrumpiendo sus planes – Ryoga, ya hablamos sobre esto, no pueden huir de mi – sentencio

 

Por alguna razon, en las manos de Nodoka se encontraba el mazo de Akane, hasta la pelinegra estaba sorprendida de que su arma favorita le fuera arrebatada de sus manos aun cuando ella aun no habia hecho su truco de materializarlo de la nada… Tenía mucho que aprender de esa mujer, por fin tenía un modelo a seguir.

 

Cabe decir que, a pesar de las amenazas, ambos intentaron huir, por eso ahora se encontraban de rodillas en la sala de estar, cada uno con un chichón en la cabeza… genial, el anterior aun no desaparecía y ahora tenían otro aún más grande.

 

-Ahora, quiero que comiencen a hablar – sentencio apuntándolos con el mazo

 

-Está bien – soltó Ranma luego de un suspiro – nosotros…

 

-RANMA-CHAN

 

Sin saber cómo o cuando, en un parpadear de ojos sobre el pecho de Ranma se encontraba un viejito libidinoso apretando con sus manos la zona prohibida, el señor no demostraba ningún tipo de vergüenza y con tal descaro todavía escondió el rostro entre los senos de la chica, todo esto ocurrio en cuestión de segundos dando como resultado que la pelirroja gritara y antes de que Ryoga pudiera hacer algo en modo “novio furioso”, dicho viejecito saliera volando ante el golpe de le mazo en las manos de la madre de la afectada.

 

-¡Quien se cree usted para faltarle el respeto a mi hija de ese modo! – le grito la mujer enfurecida asustando al viejecillo

 

-… ¡Alto! ¿Nodoka-chan? – más que pregunta era una afirmación, y al menos por su rostro no parecía ser una buena señal

 

-Happosai san – soltó la mujer con una voz de ultratumba – que gusto volver a verle – dijo con un asesino sarcasmo

 

-¡Querida!, no es lo que tú crees, yo tan solo tropecé y convenientemente tu hermosa hija estuvo ahí para salvarme – dijo con una risa nerviosa mientras retrocedía

 

-Asi que no tenías idea de donde te estabas metiendo antes de pensar en hacer tus cochinadas, ¿o si viejo? – se burló Ranma de su maestro

 

-¡No! Yo solo quería pasar a saludar – se escuso – quería ver como estabas y traerte esto

 

De su bolsillo saco unas panties con encaje, pero de inmediato se dio cuenta de su error. Se hizo bolita y antes de que Nodoka le golpeara nuevamente mientras que el le aseguraba que no se trataba de eso, saco un par de zapatitos para bebe de color azul.

 

Hubo silencio por un momento pues ninguno de los presentes creía que aquel viejo pervertido pudiera realizar un gesto de buena fe como aquel asi de la nada.

 

-Son lindos – murmuro Ryoga encantado con lo pequeñitos que eran los zapatos

 

-¿Que significa esto? – pregunto Ranma tomando el par de zapatos que el hombre le ofrecía

 

-Es que no lo ves niña, son un par de zapatos, los encontré en unos de mis viajes de recolección… cof cof… de entrenamiento – cambio con nerviosismo, se aclaró la garganta y continuo, son especiales, están encantados con un poderoso conjuro de protección

 

-Vaya… maestro… yo – Ranma no sabía que decir, no estaba acostumbrado al actuar gentil de Happosai

 

-No tienes que decir nada – le restó importancia – a cambio me gustaría que modeles para mí – dijo con una sonrisa torcida a lo que Ryoga frunció el ceño dispuesto a darle un puñetazo

 

-¡Suficiente! – exclamo Nodoka antes de dejar caer el mazo sobre el viejito, aplanándolo sobre el piso, justo como una hoja de papel

 

-Oh dios, no tienen compasión con este pobre viejito – se quejó mientras tomaba aire para intentar volver a ser redondito

 

-Akane tráeme mi espada – pidió la mujer

 

Happosai no lo pensó dos veces antes de exclamar “hay mamita” y salir corriendo de aquel lugar que pronto, si no se iba, se convertiría en su tumba.

 

En cambio, mientras que ambas mujeres estaban distraídas con aquello, Ranma tomo la mano de Ryoga y ambos se escaparon de la casa antes de que su madre se diera cuenta. Corrieron un par de cuadras antes de detenerse a descansar… o a que ella descansara, él bebe hacía que su capacidad normal disminuyera un poco, aun asi, en todo el camino, Ranma estaba bastante divertido y agradecido con su madre, por fin alguien ponía en su lugar a ese viejecillo pervertido.

 

-¿Viste su cara? – se burló Ranma

 

Ryoga la acompaño en su risa, caminaban sin rumbo disfrutando de la compañía del otro cuando Ranma noto el repentino silencio de su acompañante intento cuestionar el porqué de ello pero se vio sorprendida por una mano que con gentileza tomaba la suya y entrelazaba sus dedos, la pelirroja miro al muchacho pero este giro su rostro que estaba completamente rojo, Ranma tan solo rio enternecida por tal acción, eran artistas marciales de renombre, grandes guerreros pero acciones tan simples como están lograban derrotarlos fácilmente.

 

-Sabes – hablo Ryoga luego de un rato

 

-Hum…

 

-Estaba pensando en volver a mi casa – dijo

 

-¿Eh? ¿Volver? – Ranma se sintió nerviosa por un momento… ¿volver? ¿Sin ella?

 

-Si, ya sabes, ventilar la casa, alimentar a mi mascota, tomar el dinero que mis padres me han dejado, una visita de rutina – explico

 

-Ya veo

 

-Me acompañarías? – pregunto Ryoga por fin sorprendiendo a Ranma que de pronto frunció el ceño

 

-… alto, lo dices solo porque no sabes cómo volver sin perderte ¿cierto? – le riño molesta entre bromas, pero aun asi sus ojos dejaban ver su emoción

 

-Bueno, si – dijo tambien divertido mientras le sacaba la lengua ganándose un pequeño golpe en la cabeza – pero tambien…

 

-¿Que? – preguntó, pero el chico no respondió, tan solo enrojecía ante lo que sea que estuviera pensando – ¿Queeee? insistió Ranma

 

-Tambien… me gustaría pasar unos días a solas contigo – soltó por fin

 

-Oh – fue todo lo que pudo decir, sus mejillas se habían tornado rojas ante los pensamientos que de pronto llegaron a su mente

 

-Entonces… - hablo Ryoga salvándola de su propia cabeza

 

-Vamos – dijo ella luego de aclararse la garganta – vamos ahora – agrego

 

-Pero ¿y tu madre? – pregunto el sintiendo un escalofrío en la espalda

 

-¿Enserio quieres volver ahí? – contrataco Ranma – ahora nos conviene más pedir perdón que pedir permiso

 

-Supongo que tienes razon – rio un tanto nervioso al recordar el semblante amenazador de su suegra

 

No hubo más que decidir, por suerte Ranma aun recordaba bien donde se encontraba la casa de Ryoga, después de todo no podía negar que aquella época en la que permaneció en una escuela y en un mismo lugar por mucho tiempo le habia encantado, gracias a los viajes de entrenamiento que realizaba con su padre era imposible quedarse el suficiente tiempo en algún lugar como para poder asistir a una escuela o si quiera hacer amigos.

 

Por ello el haber conocido a Ryoga y haberlo considerado SU AMIGO, aun si este no lo veía asi por sus constantes peleas como rivales, Ryoga habia sido la primera amistad que hizo luego de Ukyo, habia pasado muchos años en soledad con su padre asi que conocerlo habia sido algo especial en la vida de Ranma… tan especial que termino teniendo sentimientos por el… sonrojándose por el rumbo que estaban tomando sus pensamientos se golpeó la mejilla y acelero el paso aunque se detuvo poco después antes de quejarse de sus pies que ya no daban más.

 

-Estúpido cansancio – murmuro ranma frotando su estómago donde él bebe pateaba en acuerdo a su madre, tal vez estaba molesto por que no podía dormir ante tanto movimiento

 

Notando el cansancio que aquejaba a Ranma, Ryoga sugirió que tomaran un autobús, ya que luego de correr para escapar de su madre no tenía tanta energía para seguir a pie; el cual los dejo a unas cuantas cuadras de donde se encontraba la dichosa casa.

 

Aprovecharon el poco dinero que traían encima para comprar algo de comida e ingredientes para después, tambien compraron uno que otro bocadillo para Shirokuro y sus cachorros, hacía tiempo que Ryoga no veía a su mascota, pero confiaba en que ella sabría bien como alimentarse y a sus bebes, era una perrita bastante lista, Ranma llego a conocerla en una de las tantas veces que llevo a Ryoga a su casa y admitía que la perrita le agradaba.

 

-Bueno, hemos llegado – dijo Ranma soltando el brazo del muchacho, el cual habia tomado luego de que sus manos se vieran ocupadas con las bolsas de las compras – Hogar, dulce hogar

 

-Gracias Ranma – agradeció con una sonrisa antes de comenzar a caminar… pero iba hacia el lado contrario

 

-Ahora entiendo porque nunca logras llegar a tu casa – murmuro ranma antes de volverlo a agarrar del brazo y arrastrarlo a la residencia

 

Una vez estando frente a la puerta, Ryoga se inclinó en busca de la llave que escondía debajo del tapete de entrada. A Ranma siempre le habia gustado la casa de Ryoga ya que al parecer sus padres tenían un gusto por la decoración occidental por lo que la mezcla de ambas culturas que se reflejaba dentro de la casa se volvía algo muy digno de admirar.

 

-Adelante – dijo Ryoga cediéndole el paso cuando logro abrir el cerrojo

 

-Gracias – asintió – que caballeroso – se burló haciéndolo sonrojar

 

Apenas se quitaron los zapatos en el genkan, no paso mucho tiempo antes de que lograran escuchar el golpeteo de las patitas de los perros en la casa, unos minutos y ya tenían a una pequeña manada de perros bicolor corriendo a su encuentro con emoción.

 

-Alto Shirokuro – exclamo Ryoga haciendo que la perrita terminara sentada a unos pasos frente suyo y ladrara al verse frenada por su amo, los perritos que seguían a su madre terminaron estampandonse en ella dejando ver una escena enternecedora – yo tambien estoy emocionado de verlos, pero tenemos una invitada muy especial y no pueden saltarle encima – regañó

 

-Oh vamos Ryoga, no soy una damisela en peligro ni tampoco estoy echa de cristal – se defendió aun enternecida por sus cuidados

 

Ranma se agacho a la altura de los canes y comenzó a acariciarlos mientras que los cachorros lamian sus manos. Viendo que Ranma estaba ocupada con los perros, Ryoga (asegurándose de llegar a la cocina) aprovecho para guardar las compras en el refrigerador encargándose de separar los ingredientes que usarían más tarde cuando les diera hambre.

 

-Sabes, siempre me ha parecido sorprendente como ella se encarga de alimentarse a sí misma y a sus cachorros cuando ustedes no están – dijo Ranma entrando a la cocina

 

-Ella siempre ha sido muy lista – concordó Ryoga – ya sea que mis padres o yo logremos encontrar la casa, nos encargamos de dejar las suficientes provisiones para ellos

 

-Hum… - murmuro Ranma sentándose en uno de los bancos junto a la barra

 

- ¿Tienes hambre? – le pregunto

 

-Nop – contesto ella recargando su cabeza sobre sus manos – pero si tengo algo de sueño – dijo antes de bostezar

 

-Tal vez deberías llamar a tu mamá y luego tomar una siesta, ha sido un dia bastante agitado – froto su nuca con frustración, la señora Nodoka era alguien de temer

 

Ranma se levantó del banco y se dirigió al teléfono que colgaba de la pared antes de suspirar y comenzar a marcar el número que ahora se sabía de memoria posó la bocina en su oido, pero casi la quito de inmediato cuando su madre le grito del otro lado.

 

-Dios, me quedare sordo – murmuro sobando su adolorida oreja

 

- ¡Ranma! ¡Ranma! – le llamaba su mamá al no escuchar nada

 

- ¡Aquí estoy! – respondió molesta

 

- ¡¿Esas son formas de hablarle a tu madre jovencita?! – le regañó

 

Sentado en el piso junto a Shirokuro, Ryoga presenciaba el encuentro pasivo-agresivo de las dos mujeres, pensándolo bien, Ranma se parecía a su madre más que en solo la apariencia femenina, eran igual de testarudos y malhumorados… aunque bueno, Ryoga no podía criticar nada relacionado con el mal humor después de todo el mismo era conocido principalmente por ello y sus ataques de ira mal contenida.

 

-Tal vez el humor de Ranma mejore cuando tome una siesta – le susurro a Shirokuro que ladro en respuesta

 

 

 

-Ese niño! – Bufó Nodoka luego de terminar la llamada con su hijo

 

Akane se habia ido hace un tiempo cuando se habían percatado de la ausencia de los muchachos pues no quería recibir el enfado de la mujer asi que dijo algo asi como que habia olvidado ayudar a Kasumi con algo y huyo mientras pudo olvidándose por completo de su mazo que seguía en las manos de la señora Saotome.

 

Sabiendo que no ganaría nada por enojarse, Nodoka intento relajarse y principalmente soltar el mazo del cual todavía apretaba el mango con todas sus fuerzas. Tan solo se escucho el golpeteo de la madera sobre el piso, se dijo a si misma que pronto debía regresarlo a su dueña.

 

Reacomodo la mesa y los cojines que habían salido volando luego de la conmoción con el señor Happosai y luego se sentó, dejo salir un suspiro y sonrió. Estaba contenta y no solo porque su hijo y su… ¿novio tal vez? Tan solo estaban retrasando lo inevitable y se moría de ganas de ver a su esposo y restregarle en la cara que habia ganado la apuesta; si no por el hecho de que finalmente su hijo sería feliz, el hombre que de sus sueños habia correspondido sus sentimientos.

 

Auqnue ahora que lo pensaba, tal vez tambien significaba que su nieto tendría un padre tambien… excelente, todo se estaba acomodando a la perfección, próximamente tendría la familia hermosa con la que siempre habia soñado.

 

Soñando, asi fue como Happosai la encontró cuando regreso, inseguro de hacer notar su presencia, el viejito camino lentamente y se paro en frente de la mujer teniendo como barrera la mesa que se encontraba entre ellos.

 

-Nodoka-chan – le llamo aun inseguro

 

-Espero que tenga una buena razon para estar aquí maestro – dijo ella cuando lo noto, aunque no dejo su sonrisa y esto solo asusto mas al viejito

 

-Si eh… veras… - el pobre viejito aun temeroso intentaba armarse de valor para hablar – ¡yo tengo información importante! – exclamo por fin

 

-¿información? – pregunto confundida - ¿A qué se refiere?

 

-Tiene que ver con el padre de tu nieto Nodoka-chan

 

 

 

Continuara…

Notas finales:

 

 

Ugh vaya, ya no voy a prometerles rapidez nuevamente, por mas que intento cumplir ya sea por una u otra razón no me es posible, he aquí las razones esta vez:

 

1. Tuve que salvar la carrera (si soy de las que se graduaran en línea XD)

 

Fue bastante frustrante porque mi jefa de equipo en la materia fuerte que es Diseño, prácticamente nos estaba negreando, fue tanta la frustración que explote y llore en una de nuestras llamadas de equipo… seh que pena  

 

2. Mientras lavaba los trastes un vaso se quebró y pues mi mano derecha se vio afectada, yo pensé que no era sangrona pero ya vi que estaba equivocada jjajaja

 

Tuve que esperar hasta que pude movimientos nuevamente sin que doliera porque por si no lo sabían, soy un bebe cuando se trata de dolor.

 

3. Bloqueo, Bloqueo, oh si, empecé muy feliz a escribir el capitulo y poco a poco se volvió mas complicado y vaya que me costo bastante decidir como terminarlo (soy de esas autoras que van planeando la historia en la marcha jeje)

 

 

 

En fin, dije que no volvería a prometer rapidez asi que solo me queda decirles, hasta luego jeje

 

 


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