Las voces alrededor son intranquilidad pura, con ecos y llanto de por medio, todo tan oscuro y tenebroso, la luz me ciega por completo.
Escucho a mi nuevo rey hablar con unas voces menos robustas, trato de mover mi cuerpo, pero todo está cimentado a la cama, más voces, discusiones, ¿Qué sucede?
—¿Loki? —Mi rey me habla.
—Mnf. —Mi voz no sale, es como si todo estuviera entumido.
—Está bien, todo está bien. —Me dice. —Fue un gran susto, pero ya estás bien.
Abro mis ojos parsimoniosos, veo a mi alrededor con mucha calma, el tipo extraño de la vez pasa está aquí, junto a Hulk, tiemblo de pies a cabeza al verlo.
Tomó mi tiempo para recuperar a mi cuerpo y con voz suave contesto.
—¿Q-qué su-suce-dio? —Logro articular. Laufey me ve con una mirada que no logro descifrar.
—Casi tuviste un aborto, te traje aquí porque los curanderos en Jotunheim no podrían ayudarte. —La rabia me invade.
—¿Ca-casi? —Le digo con todo el odio que puedo mostrar.
—Sí, lograron estabilizarte. —Siento mis ojos arder ante la tranquilidad y preocupación de mi rey.
—¿P-por qué no de-dejaron que su-suce-diera? ¿¡Po-por qué!? —Mis ojos tiemblan ante una oportunidad.
Laufey me ve, esta vez con tristeza, una tristeza que me es imposible de creer en un ser tan despiadado y sin corazón. —Loki, hice lo imposible por salvarte, un trato con Odín para que no te degollara enfrente de todos, tengo que hacer lo justo por salvarte, y al bebé también.
—No.
Mis ojos se disuelven en gotas, gotas saladas y llenas de rabia queman por mi piel, la desesperación me invade, estuve a punto de perder a este ser tan asqueroso, tuve la oportunidad y Laufey, ese imbécil lo salvó.
Mi llanto se impregna en todo el lugar, los vidrios tiemblan, el suelo se abre, dejo escapar mi tristeza sin parar, las miradas de los presentes me incomodan, pero aun así yo dejo fluir todo lo que siento en estos momentos.
Las oportunidades para ti
No son una opción,
Siempre habrá algo que te impida
Ser feliz.
No lo mereces,
Así que púdrete entre llantos,
Es lo único que obtendrás.
—El estrés y la anemia fueron un factor importante, no está descansando bien, no lo suficiente para tener fuerzas, necesita comer más y no estar bajo presión. —Unos pasos se acercan hacia mí, el hombre de barba de candado con algunas canas es quien camina hacia mí. —Doctor Stephen Strange, Loki.
—Sa-saqueme a este... esta por-porque-ría. —Le suplico entre mares, él me ve con pena y niega.
—Lo siento.
Tomo el suficiente aire para poder hablar con sensatez. —¿Por qué? —Veo a mi rey. —¿Por qué?
—Lo siento, debo cuidar de ti y de ese bebé.
—¿El bebé por qué? ¡L-lo odio!
Laufey me ve. —No puedes abortar un hijo, es pecado.
—¡Es una estupidez! ¡M-me iré al infierno de todas maneras! ¿Qué cambia si no lo aborto? ¡Nada! ¡Y-ya m-me...! —Tomo aire. —Ya me pudriré en Hell.
—Estoy tratando de que seas perdonado, la reina Frigga también está haciendo de su parte en Asgard. —Lo veo con ironía.
—Lo que quiero es estar bien muerto, ¡Bien muerto! —Bajo mi mirada y con pesar lo digo. —¿Para qué vivir si ya no puedo tener a Thor en mi vida? Él es el amor de mi vida y yo, simplemente yo lo engañé. —Veo a Laufey con lágrimas en mis ojos. —Esto también es pecado y cuenta como burla al trono, al futuro rey, debería estar muerto.
No creas en tu camino,
Pues este no existe,
No creas en un milagro,
Pues esto no te responderán.
Llora por favor, suplica,
Ya no vivas,
No hay más por lo que vivir.
El retiro hacia Jotunheim es silencioso, todavía siento como si fuera a vomitar y el olor a esa habitación blanca y gris me sigue hasta mi celda. Para cuando llego, hay cambios en ella, colchas finas de lana están en la piedra donde duermo, un poco de comida en el suelo recién hecha, antorchas iluminando el lugar y dando algo de calor para mi debilitado cuerpo, me siento sobre las colchas, veo mi cuerpo cubierto por una bata amarillenta de manga larga que me cubre un poco debajo de las rodillas. Veo al suelo azul y frío, detallado con un poco de hielo que se está derritiendo gracias al calor, es como si el vacío dentro de mi estuviera haciéndose cada vez más y más grande, estallando mi cuerpo en partes, pero mi mente está tranquila, pienso y pienso en el futuro, ¿Qué es lo que sucederá conmigo? ¿Qué es lo que está haciendo Laufey? ¿Mi madre sigue creyendo en su hijo pecador?
Cada pregunta formula una nueva, así hasta descansar en pesadillas. Las lágrimas regresan, pero esta vez salen sin ningún sollozo. Me levanto, tomo las sábanas, dejo dos cubriendo la sofría piedra y con la otra me abrigo intentando calentarme, el dolor de cuerpo gracias a lo helado me hace quejarme o despertarme por las noches en medio de un marchito sueño.
Rezo por tener una noche tranquila.
Dioses amados
Perdonen mis pecados por un tiempo finito
Descansar en las penumbras no aviva mi corazón
Así que en esta noche calmosa
Les pido que cuiden mis sueños con sus alas
Me den un momento para brillar en las nubes
Se los ruego desde mi corazón desolado
Gracias, Dioses míos.