Amaneció rápidamente. Durante el día todos tenían la adrenalina a millón en sus cuerpos, repasaban lo que tenían que hacer y como lo tenían que hacer. Pronto comenzaría todo: el programa de televisión donde aparecería Matsuda y el show daría inicio. Ahora todo estaba listo.
Acción. Higuchi lo vio todo, una llamada telefónica lo alertó de lo que estaba sucediendo en vivo y directo en una televisora, el nerviosismo recorría cada fibra de su cuerpo, pensó que ese imbécil estaba muerto, que se había suicidado ¡pero no! Allí estaba y a punto de contar todo acerca de su identidad.
Razonamiento. Necesitaba matarlo, terminar con su existencia, acabar con su presencia, terminar con todo porque de lo contrario terminarían con él y esa definitivamente no era una opción. Pero no tenía su nombre, el que utilizó aquella vez lógicamente era falso si es que aún sigue vivo, necesitaba saber su nombre a como diera lugar... MisaMisa, ella debe tener su nombre ya que él solía ser su manager, pero la tonta no contesta su teléfono y el idiota del nuevo manager no le puede conseguir su nombre a tiempo. En las oficinas de Yoshida debe estar su nombre y allá tenía carta libre de ir cuando le placiera pero al dar con el nombre de su, en ese momento, némesis se dio cuenta 40 segundos después que también era falso. Entonces no le quedaba de otra sino pactar lo antes posible, no tenía otra opción. Ya no razonaba, su razón se agotó; tal vez se agotaba rápidamente en aquellas personas que usaba un Death Note.
Hecho. Ya tenía lo que quería. Ahora solo faltaba verlo a la cara y se despediría de su patética y metiche existencia. Su cara se estaba deformando con una extraña y maniaca sonrisa, sudaba copiosamente por los nervios que sentía. Se sentía cada vez más y más poderoso porque ya tenía los ojos que le hacían falta. Terminaba con ese maldito hombre y sería invencible, esta situación no se repetiría una vez más.
Desesperación. Faltaba poco para que dijera todo al aire, había que apurarse y el maldito trafico lo detenía de a momentos. Aumentó la velocidad considerablemente y adelantaba los vehículos que tenía en el camino. No había tiempo que perder. Un imbécil policía de caminos lo detuvo pero no le importó en lo más mínimo deshacerse de él utilizando el cuaderno rápidamente mientras aceleraba nuevamente y se encaminaba hacia Yotsuba.
En marcha. Ryuuzaki y los demás llegaron a la conclusión de que Higuchi sabía los nombres de las personas solo con verlas a la cara, un helicóptero los esperaba en la azotea del edificio mientras que Soichiro y los demás se pusieron en camino por tierra.
Alegría. Lo asesinaba frente a millones de personas, y éstas reconocerían que con Kira no hay que meterse, que todo aquel que le quisiera hacer una mala jugada se iría de este mundo sin chistar lo que significaría que muchas más personas le temerían y con temor las personas eran mucho más manipulables.
Sinsabor. En Yotsuba no estaban los videos de seguridad de aquel día cuando ese imbécil fue a la empresa, ahora tenía que llegarse hasta la televisora y terminar con eso de una maldita vez.
Certeza. Todo volverá a la normalidad cuando ese tal Matsui o como se llame salude a Buda en el más allá.
Regocijo. Todo será muy fácil ya que no hay testigos presenciales que lo hubiesen visto ingresar a la televisora. Dios estaba de su parte.
Desconcierto. Tampoco hay público en el show a pesar de que es en vivo y directo. La situación se estaba volviendo un poco extraña pero eso no le importaba porque después de todo así tendría menos gente que matar al finalizar todo ese asunto.
Conocimiento. Solo eran muñecos. El muy bastardo osó a tenderle una trampa y ha caído como un verdadero idiota. ¿Cómo no pudo darse cuenta antes?
Atrapado. Varios policías lo rodean, no tiene escapatoria sin embargo la crea haciendo uso de un arma de fuego.
Huida. Le ha disparado y con eso se dispersaron un poco, se debe dar prisa y manejar a toda velocidad para poder escapar con vida pero una barricada policial le impide el paso. Tiene que pensar rápido y ver como saldrá de esa. Parece que si hay una salida posible.
Acabado. La velocidad y el desespero no son buenos amigos y mucho menos cuando un proyectil de bala es lanzado hacia uno de los cauchos del vehículo que conduces cuando intentas desesperadamente pasar una barricada policial, varias vueltas y golpes después el vehículo se detiene por fin siendo rodeado al instante por varias patrullas policiales y por un helicóptero, donde un francotirador experimentado apuntaba directamente hacia su cuerpo.
Final. Con sus rostros cubiertos por los cascos pudieron apresar a Higuchi con esposas y casco incluidos y éste, luego que le preguntaran como mataba, respondió con voz clara como le era posible asesinar a las personas dejando atónitos a varios de los presentes con sus palabras. De acuerdo a su confesión con solo escribir el nombre de una persona en el cuaderno negro que tenía guardado dentro de su maletín ésta moría en el transcurso de los siguientes 40 segundos. Para comprobar lo que decía, Yagami Soichiro buscó el mencionado maletín para tratar de corroborar lo que Higuchi había dicho.
- Todo cambiará a partir de ahora según tú ¿cierto Ryuuzaki? - los jóvenes detectives se encontraban aun dentro del helicóptero observando todo lo que se desarrollaba afuera -
- No es simplemente porque yo lo diga Light-kun sino porque así será - respondió simplemente mientras se servía una taza de té -
- ¿Por qué estas tan seguro?
- Tengo una corazonada Light-kun - comentó antes de darle un sorbo a su taza de té -
- ¿Tendrá algo que ver con esa idea que tienes de que los poderes de Kira son transferibles? - inquirió el castaño volteándolo a ver por primera vez desde que comenzó a hablar -
- Bueno Light-kun...
- ¡AHHH! - escucharon un grito que provenía del exterior e interrumpieron su charla -
Ambos observaron como Soichiro gritaba sin cesar y señalaba hacia un mismo punto con sus ojos desorbitados y desgarrando su garganta con un grito. Al tratar de calmarlo Mogi tocó el cuaderno y se unió al grito al ver lo mismo que su superior. Ryuuzaki ordenó que le llevaran el cuaderno, Soichiro lo tomó en sus manos y se lo entregó, al instante Ryuuzaki dirigió su mirada hacia el vehículo de Higuchi y pudo ser consciente del porque de los gritos y la histeria ocasionada por el cuaderno: delante ellos yacía Rem, la shinigami, de pie observando la algarabía sin ápice de emoción. Justo en ese momento Ryuuzaki pudo ver con sus propios ojos que en realidad los shinigamis existían y además comenzó a atar cabos sueltos que lo llevaron a la conclusión que en la Tierra no solo estaba un solo cuaderno, aparte las sospechas de que Yagami Light era Kira aumentaron en un 3%.
Light pidió tener entre sus manos el extraño cuaderno para poder hojearlo. Sus gritos no se hicieron esperar al contacto con la negra portada. Sus gritos resonaban dentro del helicóptero y duraron un poco mas de tiempo que los de los demás que habían tocado el cuaderno con anterioridad.
- ¿Light-kun... estas bien? - preguntó el pelinegro un tanto preocupado -
- Si Ryuuzaki, estoy muy bien - respondió el castaño sin mirarlo. Una media sonrisa de satisfacción enmarcó su rostro y un tono rojizo bañó su mirada - jaque mate - pensó el menor -
Kira había vuelto.
- Te sorprendiste bastante al ver al shinigami - comentó el detective sin dejar de verlo analizado internamente su comportamiento -
- Si, jamás pensé que vería algo como eso en mi vida - el cuaderno seguía en su poder porque estaba cotejando los nombres presentes en las páginas de la negra libreta con los nombres de las victimas que tenían en la base de datos policial, aunque él ya sabía de sobra que si concordaban necesitaba una excusa para poder jugar con su reloj por unos segundos -
- Si yo tampoco lo pen...
- ¡AHHH!
Inesperadamente Higuchi había muerto y los allí presentes no pudieron hacer nada por evitarlo, solo verlo retorcerse de dolor y morir muy sorprendidos. Un joven, sin embargo, ni se inmutó, por el contrario: le parecieron los 40 segundos más largos de su existencia. Su compañero no apartaba la mirada de él mientras una frase recorría su mente sin cesar.
- Te lo dije Light-kun... todo cambiará a partir de hoy
De vuelta a la oficina, cada uno de los detectives comenzaron a dar sus opiniones acerca de lo que acababa de suceder y a interrogar al shinigami para ver si podían obtener información de ella pero resultó casi imposible porque todo lo que decía ya lo sabían con anterioridad o solo daba la información a medias ya que ella no estaba de su parte y por ello no se sentía en la obligación de brindarles ayuda.
Ryuuzaki solo preguntó acerca de la existencia de otro cuaderno en el mundo terrestre y algo acerca de las reglas que tenía impresa el cuaderno y al leer una de ellas en particular se llegó a la conclusión de que tanto Misa como Light podrían quedar libres ya que seguían vivos. De acuerdo a esa regla la persona que haya utilizado el cuaderno y no haya escrito un nombre en el transcurso de 13 días entonces perecería, por lo tanto Misa y Light podrían salir al fin de su confinamiento y ya no serían vigilados. Yagami Soichiro y los demás presentes estaban muy felices al escuchar la noticia, como siempre Ryuuzaki no mostró ninguna emoción.
- Lamento las molestias que les he causado. Al ya no ser sospechosos son considerados unos extraños - dijo seriamente sin mirar a nadie -. Podrás salir libre hoy Yagami Light pero ahora más que nunca tengo la certeza de que tú eres Kira y que Misa-san es la segunda Kira
- Ryuuzaki, esto no termina aquí. Voy a soltar las cadenas pero aún así déjame ser parte de la investigación, ya sabemos que es posible que un segundo cuaderno esté en este mundo - decía mientras abría las esposas que lo mantenían unido a su principal enemigo -
- Esta bien Light-kun pero hay que despedirse de Misa-san
- Eso quiere decir que si quiero verla tendría que ser afuera
- ¿Ahora te nacen las ganas de verla? - preguntó el detective un tanto escéptico mientras sentía una extraña opresión en su pecho y garganta -
- Ryuuzaki ella nos ayudó bastante en el caso y además no se cansa de profesarme amor cada dos de tres
- Cierto Light-kun - finalizó, mientras la misma frase le seguía dando vueltas en su mente - todo cambiará a partir de mañana
Al día siguiente Light y los demás detectives, con excepción de Ryuuzaki, se encontraban en la puerta del edificio despidiendo a Misa. Mogi, Aizawa, Soichiro y Matsuda se despidieron de la rubia y subieron mientras que Light se quedó con ella unos minutos más. Soichiro y los demás llegaron a la oficina, Mogi pudo ver como Ryuuzaki estaba observando la despedida de Light y Misa por el monitor de su computador así que sin previo aviso lo apagó.
- Ya deberías dejar de observarlos tanto ¿no crees Ryuuzaki? - la acción tomó totalmente desprevenido al detective en vista que no estaba 100% seguro del porque los estaba viendo: ¿sería para continuar con lo de la investigación solo por si acaso ó porque quería ver las acciones que tomaría Light para con Misa ya que ella se iba del edificio? -
- Tienes razón Mogi-san
Light le dio un fuerte abrazo, un beso en la frente y dejó marchar a la muchacha prometiéndole que se verían pronto. Su plan funcionó casi tal como había pensado: él era demasiado inteligente como para no descubrir pronto a la persona que tendría el cuaderno de Rem pero su magnífico plan tuvo un pequeño desvío pues increíblemente no tomó en cuenta la naturaleza humana. Apretó sus puños con furia, ese pequeño error que hizo de su perfecto plan un casi perfecto plan tendría que corregirlo. En realidad esperaba poder conseguirlo y tal como era él... estaba seguro de que lo lograría con la nueva idea que se le acababa de instalar en su mente.
Tarde en la madrugada, el detective de negros cabellos y ojos azabache abrió sus ojos de repente, notablemente sorprendido primero porque se había quedado dormido y segundo porque había tenido una pesadilla, lo malo era que no recordaba nada de lo que había soñado exceptuando solo una cosa: el repicar de unas campanas.