Dieciséis años, una edad difícil, una edad en la que la mayoría de adolescentes se sienten descontrolados hormonalmente, ya ha pasado el tiempo de la investigación y los cambios, es el momento en que todo el mundo da por supuesto que eres lo suficiente mente mayor para entender lo que pasa a tu alrededor, pero lo suficientemente pequeño para que tu opinión no sea tomada en cuenta y los adultos te digan “¿Y tú qué sabes? Todavía eres un crío…” sin embargo, también es el momento de tomar decisiones importantes, como decidir si continúas estudiando, si empiezas a trabajar o si estudias y trabajas. Es un momento en el que abres algunas puertas y cierras otras para siempre.
En un día cualquiera de su vida, un joven azabache de 16 años recién cumplidos se encontraba estudiando, era consciente de la cercanía de sus exámenes y el momento en que tendría que tomar su decisión final, hacía mucho tiempo que había decidido ir a la universidad, pero aún no decidía si quería ser abogado o químico. Si lo sabía, no tenían nada que ver la una con la otra, pero si seguía su corazón se decantaría por la química, le chiflaban los experimentos y todo lo que tenía que ver con la formulación. Pero si quería superar a su hermano, debía demostrar que él era el mejor abogado de todo Japón. Concentrado en sus tareas y en la fecha de su decisión se sobresaltó al escuchar el sonido del timbre. “¿Quién sería a esas horas? No esperábamos a nadie” sin darle más importancia intentó concentrarse en sus deberes de nuevo.
- Naruto-kun- escuchó decir a su madre con dulzura. “¿Qué hace aquí el dobe? - Hacía tiempo que no te veía. Sasuke está en su habitación estudiando, puedes subir y acomodarte antes de la cena
- Lo siento Mikoto-san- escucho la chillona voz de su amigo- sé que Sasuke está muy ocupado estudiando, no quiero molestar.
- No eres molestia, cariño, seguro que se pone muy feliz cuando te vea
- Gracias Mikoto-san
Después de eso escuchó los pasos apresurados de su amigo acercarse a su habitación, hacía tiempo que no lo veía, por lo que se sentía un poco nervioso por encontrarse frente a él de nuevo. Cuando lo viese no lo demostraría, decidió que lo mejor era simular que no había escuchado nada y hacer ver que estaba estudiando, pero en el fondo sabía que lo había extrañado.
- ¡Teme! - Gritó Naruto abalanzándose sobre él, con tanta fuerza que logro tirarlo de la silla
- ¡Dobe! - dijo el azabache dándole un capón a modo de reprimenda- eres un salvaje
- Y tú un amargado- dijo regalándole una hermosa y enorme sonrisa, mientras lo miraba directamente a los ojos
- Como sea, quítate de encima- dijo el azabache apartando la vista del contrario, sintiendo como ardían sus mejillas
Naruto se apartó rápidamente, y empezó a inspeccionar la habitación, en un primer momento Sasuke se extrañó por el escrutinio de su rubio amigo, pero después recordó que desde que había cambiado de casa y escuela, éste, no lo visitaba. Se levantó del suelo tranquilamente y volvió a sentarse tras el escritorio para acabar la tarea.
- ¿Nee, Sasuke?
- Hmp
- ¿Te queda mucho? - Sasuke apartó la vista de su cuaderno para mirar al rubio de ojos azules, notando que desde la última vez que lo había visto había crecido un poco, su cuerpo se veía algo más atlético y estaba empezando a perder sus rasgos infantiles.
- Un rato- contestó con un tono neutro
- ¿Puedo quedarme aquí contigo? - Naruto notó como los orbes negros de su amigo volvían a centrarse en él- Prometo estar callado
- Haz lo que quieras- dijo volviendo a centrar la vista en el cuaderno
- ¡Genial! - el azabache escuchó el ruido de una cremallera abrirse lo que provocó que se girara disimuladamente a ver que hacía el rubio
- ¿Y esa bolsa? - preguntó curioso el azabache
- ¿No te lo había dicho tu madre? - ante la falta de respuesta de su amigo decidió explicarle la situación- mis padres tienen una cena de negocios y no saben hasta que hora durará, por lo que le han pedido a tu madre permiso para que pase la noche con vosotros
- ¿Qué? - dijo el azabache abriendo los ojos de par en par- ¿Y dónde vas a dormir? - preguntó intentando guardar la compostura
- Pues contigo, como en los viejos tiempos- dijo el rubio con cara de no entender la pregunta
- Hmp- musitó el azabache intentando controlar el ataque de pánico que estaba a punto de sufrir
- Chicos la cena estará lista en unos 15 minutos- se escuchó la voz de Mikoto
- Si quieres ves a ducharte, te dará tiempo, yo lo haré después de cenar- dijo Sasuke antes de salir por la puerta de la habitación sin darle opción a replica al rubio.
Cuando salió de la habitación se dirigió directamente al comedor, dispuesto a ayudar a su madre a preparar la mesa y de paso hacer unas cuantas preguntas.
- ¿Por qué no me avisaste de que venía Naruto?
- Por qué no quería que estuvieses tal y como estás ahora, de mal humor
- No estoy de mal humor- dijo después de dejar el último plato en la mesa para sentarse con los brazos cruzados y el ceño fruncido
- Antes de mudarnos no había ni un solo día que no pasasen juntos… ¿Es que no lo echas de menos?
- No es eso
- ¿Entonces?
Justo antes de responder, la Uchiha dejó a su hijo con la palabra en la boca, y se centró en servir la comida y preguntar su invitado, que había entrado en el comedor por detrás de Sasuke evitando que este pudiese verlo “Menos mal que no he dicho nada…” pensó cuando se dio cuenta de la presencia del rubio. El azabache no miró en ningún momento a su invitado, ni siquiera se preocupó por escuchar las respuestas que daba el rubio a todas las preguntas que le hacía su madre mientras cenaban. La mujer le estaba haciendo un interrogatorio en toda regla, cómo iba la escuela, si ya había decidido que haría, si sus padres seguían igual y por último si tenía novia. Curiosamente, esta fue a la única pregunta que Sasuke puso atención a la respuesta y ante su sorpresa, fue la única respuesta que Naruto tardó en dar. Tras un momento de silencio el rubio contestó un simple no, con un hilito de voz apenas audible para el resto, lo que causó que su madre sonriese cariñosamente, y que él soltase el aire que había quedado retenido en sus pulmones ante la falta de respuesta, sin embargo, Mikoto no se detuvo ahí
- Por la cara que has puesto deduzco que te gusta alguien- “¿Qué cara había puesto Naruto?” Tenía muchas ganas de mirar al rubio, sin embargo solo atinó a apretar los puños esperando la respuesta de este
- S… Sí-tartamudeó
Al oír la respuesta Sasuke se levantó de golpe, dio gracias por la comida y salió del comedor diciendo que iba a terminar los deberes antes de ducharse, sin siquiera dignarse a mirar al rubio “¿Por qué había sentido ese vacío en el centro de su estómago?” Seguramente le habría sentado mal la comida, si eso era, había comido demasiado rápido, solo tenía que terminar los deberes asignados y después relajarse con una reparadora ducha. Cuando llegó a la habitación se centró en estudiar, su prioridad en ese momento era estudiar, por lo que ni siquiera se giró a mirar al rubio cuando este se tumbó en su cama. Una vez finalizada la tarea, se levantó de la silla y estiró los brazos mientras se giraba para recoger la ropa del armario. Entonces sus ojos se encontraron con el cuerpo de su amigo, que se estaba leyendo el manga “Shingeki no kyojin”, sin embargo el rubio estaba tan concentrado en su lectura que no se había dado cuenta de que lo miraba, por lo que se permitió el lujo de examinarlo con todo detalle.
Naruto estaba tumbado boca abajo, con una camiseta demasiado ancha para él que dejaba entre ver su hombro derecho, el muy dobe no se había secado la cabeza correctamente, por lo que algunas gotas de agua aún resbalaban por su piel, colándose bajo su camiseta, haciéndolo ver muy sexy “¿Sexy? Mmm sí es sexy, pero no lo admitiré en voz alta”, negó un par de veces y siguió con la inspección visual, sus oscuros orbes descendían lentamente por la espalda de su amigo, cuando llegaron a la cintura, se dio cuenta de que la camiseta se le había quedado enrollada, hecho que le robó una divertida sonrisa “seguro que se ha quedado enrollado mientras daba vueltas sin parar… hmp dobe… ni leyendo puedes estarte quieto…”, sus ojos siguieron descendiendo y no pudo evitar abrirlos de golpe, cuando descubrieron un firme y redondeado trasero que se marcaba perfectamente a través de la tela del pantalón deportivo que vestía, quedando totalmente hipnotizado por él “¿Será blandito?” Unos segundos después un pequeño movimiento del rubio lo sacó de su ensoñación, y se dio cuenta de que estaba levantando la mano y estaba a punto de colocarla sobre las nalgas de su amigo “¿Pero que estoy haciendo? ¡Otra vez no! Menos mal que me he detenido… Qué le hubiese dicho, ¿que era una broma? Además ¡Es Naruto! ¿Por qué me pasan estas cosas con él?” pensó Sasuke antes de salir corriendo hacia el baño para darse una ducha de agua fría para intentar tranquilizarse y apartar todos esos pensamientos que pasaban por su mente.
Tardó más de lo normal e intentó por todos los medios retrasar su regreso a su habitación, rogando a todos los dioses para que cuando volviese a la habitación su rubio amigo ya se encontrase durmiendo, armándose de valor e impulsado por su orgullo decidió que era el momento de volver a la habitación. Cuando abrió la puerta se encontró al rubio recostado en su cama, sobre las sábanas, con los ojos cerrados y el manga sobre su pecho. Se acercó hasta él y se dedicó a contemplarlo otra vez, solo que esta vez se dedicó a recorrer su rostro, Naruto parecía muy tranquilo, respiraba suavemente “Te han sentado bien estos dos años… ¿tu piel seguirá siendo tan suave?” esta vez, confiado en el sueño profundo del rubio, no reprimió el impulso de acariciarlo, paso la yema de sus dedos por encima de las tres marquitas que tenía en sus mejillas, con suma delicadeza y ternura, y sin poder evitarlo una nostálgica sonrisa escapó de sus labios “¿Se habrá olvidado de lo que pasó aquel día?” pensó mientras acercaba su rostro al del rubio.
De repente Naruto abrió los ojos, sobresaltando a Sasuke, el azabache retrocedió lo más rápido posible, intentando huir de esa situación tan comprometedora, casi se cae de culo de la impresión, pero para su suerte o para su desgracia el rubio fue más rápido que él y atrapó su mano evitando su caída y cualquier tipo de huida.
- ¿Sasuke?- preguntó el rubio sorprendido
- Etto… yo… no estaba… tenías un bicho en la frente por eso estaba así- dijo Sasuke sin mirar a Naruto
- ¿Así… cómo? - dijo Naruto ladeando la cabeza y poniendo cara de interrogación- ¡Un bicho! ¡¡Ahh!! ¡Quítamelo! ¡Quítamelo! - Sasuke lo miró derrotado y con una gota escurriéndole por la nuca “¿Es que acaso no se había dado cuenta?”
- Ya está dobe, ya te lo he quitado, vamos a dormir- dijo calmando su respiración, tumbándose en la cama, dándole la espalda al Uzumaki en un intento de zanjar la conversación.
- ¿Teme?
- Hmp
- Por… ¿Por qué ya no pasas tiempo conmigo?
- ¿Eh? - preguntó Sasuke “¿A qué viene esta pregunta?”
- ¿Ya no quieres estar conmigo? ¿te molesta mi compañía? - Sasuke abrió los ojos sorprendido “No me molesta tu compañía, a ver ¿cómo te lo explico?”
- No me molesta, simplemente, no tengo tiempo, estoy muy ocupado, ya sabes los estudios y eso…-contestó sentándose de nuevo, “Cada vez que estamos a solas me pongo algo ansioso y ¡Somos dos chicos!”
- ¡Mentira!- exclamó Naruto sorprendiendo aún más a Sasuke- te he visto varias veces saliendo con tus nuevos amigos
- ¿Me estas espiando?
- No, cuando salgo con Kiba y Shikamaru te vemos muchas veces, pero tú ni siquiera nos miras, es como si no fuésemos suficiente para ti… Es que acaso…
- Si salgo o no salgo con otras personas no es asunto tuyo- dijo Sasuke enfadado “¿Cómo le explico a este dobe lo que me pasa con él?”
- Per…
- Pero nada… ¿Por qué insistes en seguir a mi lado?
- Porqué eres mi mejor amigo
- No entiendes que yo ya no quiero ser tu mejor amigo
- Pe… pe… pero…
- No insistas, y a la próxima no metas a mi madre en medio, te crees que no sé qué tus padres están en tu casa y que solo era una excusa tonta para hablar conmigo… ¡pareces un acosador!- exclamó Sasuke, arrepintiéndose milésimas de segundo después al ver la cara descompuesta de Naruto, este bajo su cara y escondió sus ojos bajo su flequillo para que el azabache no siguiese viéndolo
- Mis padres han salido a cenar y estaba solo en casa- dijo mientras apretaba su camiseta con sus puños- la única mentira ha sido que era yo el que les he convencido para que me dejasen venir, si no lo hubiese hecho seguirías ignorando mis llamadas y pasando de mi- Naruto sintió como Sasuke iba interrumpirle, por lo que levantó la mano en señal de que no había acabado de hablar- Hace casi dos años que te cambiaste de escuela y de casa, y aunque solo estás un poco más lejos que antes, siempre me ignoras, o sales con alguna excusa de que no “puedes” verme. ¿Tan desagradable soy?
- Tsk…
- Ya he dicho y hecho todo lo que podía en estos dos años para que no te alejaras, yo ya no sé qué más hacer, me prometí a mí mismo que si en realidad era una molestia para ti desaparecería de tu vida así que…- Sasuke se quedó atónito ante las palabras de su amigo, “no eres una molestia, es todo lo contrario” quiso gritar, pero su voz se había quedado estancada en su garganta-si tanto te desagrada mi compañía dejaré de insistir- concluyó mirando a Sasuke, que seguía congelado, Naruto interpretó que el que había sido su mejor amigo no quería dañarlo más así que simplemente se dio media vuelta y se tapó con la sábana
- Dobe… Dobe… ¡Naruto! - dijo finalmente Sasuke, si no hacía algo en ese mismo instante no volvería a verlo
- Hmp- musitó el rubio dándole a entender que lo escuchaba pero que no pensaba girarse a mirarlo.
- Cada vez que te veo recuerdo lo que paso en tu casa y… yo quiero… acabar lo que empezamos hace dos años - dijo Sasuke tras un sonoro suspiro, con un notable sonrojo mientras enterraba su cabeza en sus manos. Naruto se giró con cara de no entender nada
- ¿En mi casa? - dijo Naruto mirando hacia Sasuke y poniendo su dedo índice en su labio
- Sí, en tu casa- bufó Sasuke- ¿No recuerdas lo que paso? - Dijo el azabache mirando a Naruto
Cuando se giró para ver la expresión de Naruto se encontró con un rubio que le miraba expectante, con un dedo sobre sus labios, esos que tanto había echado de menos, semirecostado, de manera que un hombro quedaba al descubierto y… al igual que hacía dos años, su mente quedó en blanco y lo besó, un beso corto, muy corto, con el que pensaba saciar sus ganas y le daba la oportunidad a Naruto de apartarse y huir, rechazándolo completamente. Cuando se separaron era él el que miraba expectante al rubio, no había saciado sus ganas, al contrario las había avivado, pero por lo menos esperaba obtener la negativa rotunda del rubio para zanjar el tema de una vez por todas. Sin embargo, lo que pasó a continuación fue algo que descolocó completamente al azabache
- Entonces, cuando me ves… ¿Quieres volver a besarme?
Sasuke se sonrojo por completo ante la pregunta de su rubio amigo, esa pregunta era demasiado directa y había sido hecha con una voz más ronca de lo normal y con una sensualidad inesperada, esa pregunta pronunciada de esa forma, acompañada por la mirada que le estaba dedicando el ojiazul fue lo que mandó a volar la racionalidad del azabache y que hizo que su cuerpo se moviese solo, en un rápido movimiento volvió a atrapar los labios de su hasta ahora amigo, llevando al olvido todo pensamiento racional que pudiese aparecer en su mente, pero no fue hasta que el rubio posó sus manos tras su nuca profundizando el beso, para entrelazar y succionar su lengua, que enloqueció completamente. Sasuke coló su mano bajo la camiseta de Naruto y empezó a acariciar su abdomen delineando cada parte de la anatomía del ojiazul “Esto se siente mejor de lo que recordaba” pensó el azabache mientras se deshacía de su camiseta y la del rubio.
Naruto, aprovechando el descenso de intensidad y que el azabache se estaba deshaciendo de las camisetas, se deshizo de los pantalones y bóxers de ambos, y aún sin romper el beso empezó a acariciar la espalda de su compañero, perdiéndose a través de cada caricia que recibía y el suave tacto de la espalda de Sasuke. Mientras se besaban Sasuke aprovechó para colar un dedo en la cavidad bucal de Naruto, quien no dudo en jugar con él sin dejar desatendida la lengua del ojinoche.
Sasuke rompió el beso, manteniendo su dedo en la boca de Naruto, para deslizar su lengua a través del cuello bronceado de su amigo, repartiendo pequeños besos y lamidas a lo largo de todo el camino, solo detuvo su descenso cuando llegó al pezón de Naruto, no dudó en cazarlo con su boca y empezó a acariciarlo con su lengua, realizaba movimientos circulares alrededor resiguiendo la pequeña aureola del rubio intentando concentrarse en proporcionar placer al rubio y no en el excelente trabajo que estaba haciendo Naruto con su dedo. Sacó el dedo de la boca del rubio reemplazándolo por su lengua, mientras deslizaba su mano hacia el firme y redondeado trasero del rubio.
Con toda la delicadeza y tranquilidad de la que disponía en ese momento, introdujo su dedo en el interior de Naruto, y empezó a moverlo lentamente, entrando, saliendo, girando y dilatando ese orificio, hasta ahora prohibido, notó que el rubio empezaba a relajarse y a disfrutar de su acción, entreabrió los ojos para mirarlo a la cara… craso error, vio a Naruto debajo suyo, sonrojado, con los ojos y la boca entreabiertos, con una mano en la frente y mirándolo con el deseo y la lujuria imprimadas en esos hermosos orbes azules. Sasuke sintió un pinchazo en su entrepierna, si seguían así acabaría antes de entrar en él.
- Sa… Sasuke… - dijo entre jadeos y con la voz roca
El anhelo y el deseo imprimidos en la voz de su rubio amigo, agotaron su escasa paciencia, se colocó entre las piernas del rubio y entró en el de una sola vez, en un acto desesperado y necesitado. Al notar que Naruto empezaba a acostumbrarse a la intrusión, volvió a centrar la atención de su boca en esos hinchados y enrojecidos labios y la de sus manos en esos dulces botones, poco a poco el azabache empezó a entrar y salir lentamente, moviéndose en su interior casi de manera imperceptible, pero lo suficientemente rápido y seguro para que Naruto pudiese sentirlo. Para Sasuke, tenerlo de esa manera era excitante, con solo oír su voz se estaba poniendo a mil, habían sido 2 años, 2 malditos y eternos años esperando por estar así, y en esos momentos no entendía por qué tanta oposición por su parte “Esto es el paraíso”, en ese mismo instante el azabache sintió la contracción del preludio del orgasmo de Naruto y no pudo controlar el suyo propio, e instantes después el rubio libero la suya manchando a ambos.
Sasuke salió lentamente de su compañero, sentándose con la espalda apoyada en la pared abrazando sus propias piernas, abrumado por todo lo que acababa de pasar y sentir “¡¿Qué… Qué he hecho?! ¡Acabo de acostarme con Naruto! Finalmente lo hice… ¡Maldición! Bien, Sasuke, tienes que calmarte… ya lo has hecho… ahora tienes que…”
- Sa… Sasuke… - “¿Por qué no me ha apartado? ¿Por qué yo… estaba tan ansioso?”- Supongo que esto es…- “Realmente yo…”- el fin
- ¿Qué? ¿No te ha gustado?
- Mmm, si, bastante- “bastante” repitió el azabache en su mente “estábamos en el paraíso hace un momento ¿sabes?”
- ¿Te marcharás? - Sasuke abrió los ojos y la boca sorprendido
- Naruto- dijo Sasuke apoyando su mano en la dorada cabellera mientras le revolvía un poco el pelo- te lo dije en su momento, esto- no pudo evitar sonrojarse al recordar lo que había pasado hacía solo unos instantes- no tiene por qué cambiar nada entre nosotros
- Pero… ya lo hizo, tú te fuiste y no querías casi ni hablar conmigo- Sasuke torció el gesto y sintió un pinchazo de culpa
Sin apartar su mano de la cabeza de su amigo reflexionó un momento sobre lo que había pasado “Tiene razón, todo empezó una tarde porqué sentíamos curiosidad por cómo tener sexo, ese día solo nos besamos pero yo me alejé… Aunque si lo pienso, creo que el problema no fue que tuviésemos sexo, más bien creo que fue no tenerlo, realmente me sentía ansioso en ese momento y cada vez que estaba con Naruto. Ahora es diferente, me siento bien, mejor que nunca…”
- Creo que el problema fue que no tuviésemos sexo- dijo Sasuke estirando del brazo de Naruto para abrazarlo
- Entonces… ¿Repetimos?- Sasuke se sonrojo por completo ante la pregunta de su rubio amigo
- ¡ES HORA DE DORMIR! - gritó Sasuke mientras se acostaba y se tapaba con la sabana hasta la cabeza “¿Cómo puede decir esas cosas tan vergonzosas tan tranquilo?”
- ¡Vale! - gritó Naruto justo antes de acostarse a su lado, atrapándolo en un abrazo mientras se acomodaba en su pecho para dormir “Mmmm creo que repetiremos bastante pronto” pensó Sasuke al sentir la desnudez de Naruto sobre la suya propia, mientras esbozaba una sonrisa.
FIN
Publicado 06/07/2013
Editado 08/07/2021