Séptimo capitulo
Perdóname
Llego hasta el calabozo y inmediatamente despertó a los guardias.
- ¡Abran la celda de inmediato! - les ordeno enojado.
Ambos guardias se asustaron porque estaban dormidos y fueron a abrir la celda.
Alfred entro observando la oscuridad de la celda y lo fría que estaba, sintió mucho dolor al pensar en lo que paso el pobre de su amor pero no lo encontraba hasta que lo vio un pequeño bulto en un rincón así que se acerco y al ver que era Wolfram inmediatamente lo cargo entre sus brazos, se sintió terriblemente mal al ver lo pálido y delgado que estaba además de que se encontraba temblado.
Salió de allí con el gritándole a los sirvientes para que llamaron a un medico, lo llevo hasta su habitación y lo deposito suavemente en la cama.
- Perdóname por todo el daño que te hice Aki, por favor despierta mi amor - le dijo tomando su mano y acariciando su cabello mientras lloraba al ver así a su amor, se arrepintió mucho al no haberle creído y mas a un al imaginar el dolor que paso en aquella fría celda sin comida.
El doctor no tardo mucho en llegar y le pidió a Alfred que saliera de la habitación para revisarlo mientras el estaba como León enjaulado afuera.
Después de unos minutos salió el doctor.
- ¿Como esta? - pregunto inmediatamente Alfred.
- Ese niño se encuentra muy mal, tiene una fiebre muy severa además que esta muy desnutrido ya le puse unos medicamentos que le ayudarán, necesita mucho reposo - contesto seriamente el doctor.
<<Rayos, ¿Cómo pude ser tan tonto al creerles?>> pensó Alfred entrando a la habitación.
Vio lo mal que estaba Wolfram mientras dormía y como aún estaba el golpe que le dio en su mejilla.
Se acerco hasta el y lo acaricio en dónde le golpeo.
<<Espero que me perdones>> pensó Alfred y unas lágrimas bajaron por su rostro.
Se quedo un largo rato con el hasta que Wolfram por fin despertó.
Iba abriendo los ojos, se sentía muy mareado y se preguntaba donde estaba pero al ver su rostro se puso pálido y empezó a temblar del miedo.
- Por fin despiertas, no tienes idea de lo preocupado que me tenías - le dijo Alfred feliz de verlo despierto tratando de acariciar su mejilla pero Wolfram retrocedió cerrando los ojos lleno de terror.
Alfred se sintió muy mal al ver las reacciones de su pequeño, preferiría que le gritará o golpeará por lo que le hizo pero no le tuviera miedo.
- Por favor perdóname yo se que hice mal al no creerte - dijo tratando de tomar sus manos pero este lo rechazo.
- Príncipe Alfred le pido por favor que me deje solo - contesto seriamente volteando hacia otro lado.
- ¡Aki por favor déjame explicarte! - le dolía mucho la indiferencia y el trato tan formal que le estaba dando.
- ¡Yo y usted no tenemos nada de hablar, yo intente muchas veces explicarle lo sucedido y nunca me dejo, al contrario no le importó humillarme y maltratarme! - le dijo enojado - le ruego que por favor me deje solo - le pidió en un susurro.
Alfred con mucha pena prefirió mejor acceder y más al rato tratar de hablar con el así que salió de la habitación dejándolo solo.
<<Tengo que escapar de este lugar en donde me han hecho tanto daño>> pensó Wolfram con lágrimas en los ojos.
Tomo unas cortinas y las amarro logrando una larga cuerda la cual amarro en la cama y la dejo caer por la ventana.
<<Yo puedo hacerlo>> pensó mientras miraba hacia bajó y se deslizaba por la cuerda escapando de aquella habitación.
Logro llegar hasta el piso y corrió con todas las fuerzas que tenia hasta los establos y tomo su caballo pero al ir saliendo unos guardias lo vieron.
- ¡Alto allí! - le gritaron apuntando con sus armas.
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Salió triste de la habitación y mientras iba caminando se topo con Mizuki, trato de ignorarla pero lo tomo del brazo.
- Alfred por favor tenemos que hablar - le dijo.
- ¡¿De que?, ¿de tus mentiras?, me hiciste lastimar a la persona que mas amo, lárgate no quiero volver a saber de ti! - le dijo serio soltándose de su agarre.
- ¡Lo hice porque te amo, óyeme bien jamás permitiré que seas feliz con esa zorra! - le grito enojada pero recibió un golpe en el rostro por su insolencia.
- ¡Y tu óyeme bien a mi, jamás vuelvas a atreverte a hacerle daño porque no permitiré que ni tu ni nadie lo vuelvan a lastimar! - le grito furioso marchándose de allí.
Mizuki se quedo llorando llena de rabia.
- ¡Príncipe, el joven Aki acaba de huir del castillo! - le gritaron unos guardias.
- ¡¿Pero que han dicho?, alisten inmediatamente mi caballo! - grito corriendo para ir en busca de su amor.
<< No lo permitiré Aki, tu eres mío y jamás escaparas de mi>> pensó furioso por su escape.
Continuara...