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Los Varones de Papá, los Donceles de Papi por Serenamoon

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Notas del capitulo:

Buenas mis queridos lectores, despues de varios dias sin yaoi... no se cuantos fueron pero me parecieron muchisimos a mi.

En fin, debido a los problemas de la pagina no actualice mi otro fic y no respondi los comentarios, que voy a hacer en estos dias, ademas que estuve accidentada. El sabado me cai muy estupidamente (porque soy muy torpe) y me esguince el pie. De mas esta decir que eran las siete de la tarde de ese dia y me moria del dolor, no exagero si alguien se esguinso alguna vez sabe de lo que hablo, el domingo me lo pase con calmantes y en cama y no pude hacer nada por aqui, pero no he abandonado.

Dejando de lado mis doberias, jejeje, les dejo el otro capi... se viene romance, mucho romance con nuestras parejitas favoritas.

Espero que les guste.

Mañana actualizo el GaaxNaru sin falta.

 

COMO QUIEREN LOS UCHIHA – PARTE II

 

Después de perseguir a Naruto por toda la casa por fin pudieron atraparlo y luego de chantajearlo con todo lo que quisiera acepto hacerse las pruebas pertinentes. Los resultados mostraron lo que Kakashi suponía, el corazón del doncel estaba deteriorándose de a poco, pero aun funcionaba. Claro que debían comenzar a tomar precauciones: comidas más saludables, complejos vitamínicos, muy poca o casi nula actividad física. Esto no le gustaba al rubito pero entendía que era por su bien. Cada vez que quería subir las escaleras, alguien lo cargaba. En el colegio ya no haría deportes por prescripción médica y siempre que se podía, Hidan o Pain lo trasladaban en brazos. El rubito ya figuraba en la lista de trasplantes, pero conseguir un corazón no era tarea fácil y debían mantenerlo lo mas saludable posible hasta que llegara uno. Además de todos esos cuidados era fundamental que Naruto no sufriera emociones fuertes, consentirlo para evitar un berrinche se había vuelto la ley en las vidas de todos los Uchiha-Namikaze, lo que el doncel quería lo tenia, sin importar que.

- No quiero ir a casa – dijo el pequeño a la salida de clases, sus dos custodios lo miraron serios – quiero ir a otro lado.

- ¿Dónde seria pequeño? – pregunto Hidan, ya resignado a llevarlo donde quisiera.

- A la casa del teme – Pain frunció le seño, eso no era posible – donde lo vi esa vez, quiero verlo de nuevo.

- Eso no es posible – hablo el pelirrojo.

- ¿Por qué no? Es viernes y quiero hacer algo con el, no quiero ir a casa – se cruzo de brazos – oto san dijo que podía hacer algo divertido.

- Si lo dijo, tenemos permiso para ir al cine o al teatro, pero no ahí – respondió Pain.

- Me parece muy injusto dattebayo, si lo que quiero es verlo a el ¿Por qué no puedo? – elevo un poco el  tono, los dos custodios notaron que se estaba enfadando y eso entraba en las emociones que el pequeño no debía experimentar.

- Naru – dijo Hidan, él era el mas fácil de persuadir y lo sabia. Una solo mirada de esos hermosos ojos azules y era capaz de saltar de un puente, pero también era consciente de que lo quería tanto que estaba dispuesto a dar su vida por el y su seguridad. Y llevarlo a la boca del lobo no era precisamente lo mas seguro. Bufo y miro a su compañero – esta deprimido ¿lo sabes verdad?

- Claro que esta deprimido, es un joven que tiene que hacer vida de anciano – hablo Pain cansado – pero eso no quita que el Uchiha sea un peligro.

- No lo es – hablo Naru decidido – él no es un peligro.

- Cariñito tú lo entiendes – dijo Hidan.

- Si lo entiendo, no quieren llevarme, esta bien, vamos a casa, tengo sueño – y miro por la ventana.

- ¿No prefieres dar una vuelta?  Hace un día hermoso – sugirió Hidan, que el doncel estuviera deprimido no era bueno tampoco, eso lo sabían bien. En ese estado las defensas le bajaban igual que las energías y las ganas de vivir, pero no podían desobedecer a su patrón. Uchiha Sasuke estaba desterrado de la vida del doncel, y con justas razones además. Sin decir una palabra más llegaron a la casa de la familia. Hidan tomo al pequeño en brazos y lo llevo a su habitación. El menor no dijo nada más, hacia más de dos semanas que no veía a Sasuke. Había soportado hacerse las pruebas y dejar de hacer las cosas que le gustaban para estar saludable. Lo único que deseaba era verlo un ratito, pero su padre le negaba esa posibilidad. Cuando su amigo lo dejo en la cama cerro los ojos, no tenia ganas de ver o hablar con nadie.

- ¿Mi hijo? – pregunto Minato a Pain.

- Durmiendo – dijo el pelirrojo algo triste, se había encariñado con el niño y saber que su vida pendía de un hilo lo amargaba bastante.

- ¿Paso algo? – El varón elevo los hombros – dime Pain, es mi hijo.

- Quiso ir a ver a Sasuke – confeso – pero nos negamos claro, la semana pasaba fue lo mismo – Minato asintió – no se porque tiene tantas ganas de verlo.

- Al parecer mi hijo heredo mis gustos por los Uchiha bastardos – Minato quiso bromear pero no le salió bien – voy a verlo – y subió las escaleras – Hidan custodiaba el sueño del pequeño cerca de la puerta – buenas tardes Hidan – el varón hizo una reverencia – puedes ir a descansar un rato, yo voy a cuidarlo.

- Me llama si me necesita – Minato asintió y se quedo a solas con su bello durmiente. Se sentó a su lado y le acaricio el cabello. Su niño lucia cansado y triste y eso le rompía el corazón. El día paso y el doncel no se levanto, apenas comió un poco de caldo y volvió a dormirse y así todo el sábado y el domingo. Ni siquiera quiso ver una película o jugar con sus hermanos. El lunes tampoco tenia ganas de ir a clase y siguió en cama.

- Está muy apagado – Deidara velaba a su niñito con Sai.

- Era de esperarse – suspiro el varón – no hay nada que lo levante, ya intentamos de todo.

- Lo se, pero el esta cansado Aniki, creo que ya no quiere luchar mas – comenzó a sollozar el rubio y Sai lo abrazo.

- No digas eso, él es fuerte y no quiere dejarnos, solo es una fase – miraba a su hermanito y noto que bajo al almohada aparecía un papel, se acercó a tomarlo - ¿Qué es esto? – lo abrió con cuidado y noto la perfecta caligrafía de su primo y se dispuso a leer la carta – por Kami sama – aparto un poco la camisa del pijama del dormido rubito y noto el colgante – esta enamorado.

- ¿Quién? – el pelilargo le arrebato el papel y a medida que leía la declaración de amor abría los ojos y la boca como platos – ese desgraciado – estaba por romper el papel pero Sai lo evito.

- Dei es de Naru – volvió a colocar la carta donde la encontró.

- Lo engaño – exclamo el rubio.

- No lo creo – Sai conocía a su primo demasiado bien como para saber que no era capaz de semejante canallada. Si había escrito esa carta era porque de verdad sentía lo que decía allí – Sasuke puede ser lo que quieras, pero no jugaría así con los sentimientos de nadie.

- Pero mira como esta por su culpa.

- No es su culpa, Naru-chan se ha sentido atraído a Sasuke desde que lo conoció, esta enamorado Deidi, y eso no es culpa de nadie – el rubio bufo – puedes culpar a cupido si quieres, pero no podrás evitarlo.

- ¿Cómo se enamoro de ese infeliz? – pregunto el rubio cruzándose de brazos indignado.

- Lo lleva en la sangre – Dei lo miro intrigado – es parte de la maldición o el encanto de ser un Uchiha, como quieras tomarlo – se apoyó en una pared frente a su hermano – nosotros nos enamoramos una vez en la vida Dei y es inevitable. Cuando conocemos a esa persona es como si nos golpeara un coche a más de 100 km por hora. De repente todo tiene mas color, mas sabor ¿no se si me entiendes? – No lo dejo responder – cuando papá me lo dijo pensé que era una idiotez, pero cuando conocí a Gaara supe que era verdad – suspiro – no pude no enamorarme como un idiota de el Dei, y por mas que el me desprecia tengo que hacer hasta lo imposible por conquistarlo porque es mi única posibilidad de estar con la persona amada, si fallo con el voy a tener que conformarme con alguien a quien quiera mucho, o me guste, o me convenga, yo que se.

- ¿A todos les pasa lo mismo? – pregunto desconcertado el rubio, le parecía irreal.

- Si, pregúntale a quien quieras, a papá le paso con papi, al tío Fugaku con tía Mikoto, a mi con Gaara, a Naru con Sasuke, a Sasuke con Naru – sonrió amargamente – a ti va a pasarte cuando conozcas a tu otra mitad – Dei se tenso.

- ¿Cómo sabes que es tu otra mitad? – estaba aturdido, él también era un Uchiha en parte así que posiblemente debería pasar por eso o ya habría pasado.

- A mi me temblaron las piernas cuando lo vi por primera vez a los ojos, la primera vez que escuche su voz casi tengo un orgasmo, sin exagerar – aclaro divertido – cuando lo roce sentí un electricidad recorrerme entero, puedo pasarme la vida entera contemplando su rostro, incluso soportando sus malos tratos, yo sé que suena masoquista, pero lo amo, no puedo hacer otra cosa.

- ¿Qué es un orgasmo dattebayo? – La vocecita de su dulce hermanito los saco de su charla – yo he sentido todo eso con el teme, pero no sé que es un orgasmo.

- Y no vas a saberlo – dijo Deidara abrazándolo - ¿estas seguro que sientes eso por ese tipejo?

- Si – respondió con la mirada soñadora – cuando veo sus ojos siento que no existe nada mas para mi, cuando me habla me parece que vuelo lejos de este mundo y cuando me abraza o se me acerca me da cosquillas aquí dentro – se toco el vientre – me siento muy feliz a su lado, como si nada pudiera dañarme jamás ¿tiene sentido Aniki?

- Lamentablemente si – respondió Sai, sentándose en la cama – has hecho click con el bastardo – beso su frente – y por lo que dice aquí – le devolvió el papel – él también lo hizo contigo – los mayores admiraron como las pálidas mejillas del rubio se sonrojaban y sus ojitos brillaban ilusionados – si, definitivamente, sufres de enamoramiento crónico – bromeo Sai.

- Quiero verlo – pidió suplicante, sus hermanos se miraron derrotados – solo eso pido dattebayo, he obedecido todo lo que Kakashi ha dicho y lo único que quiero es verlo ¿acaso no puedo? – sus ojitos se humedecieron – quiero verlo, solo un ratito por favor Aniki – Sai suspiro, odiaba a su primo por lo que le había hecho a su hermanito, pero no podía negar que entendía porque había reaccionado así después de leer la carta. El mismo había tenido sus momentos de locura cuando se enfadaba demasiado. Simplemente dejaba de razonar y se dejaba guiar por los impulsos y los instintos.

- Veré que puedo hacer pequeño – dijo finalmente – pero tienes que salir de la cama un rato ¿si?

- Saldré cuando el venga – Naru volvió a acostarse – ahora estoy cansado, no tengo muchas ganas de salir de la cama.

- Pero has dormido todo el día – hablo Deidara.

- No tengo nada que hacer Dei, déjame dormir dattebayo – y volvió a recostarse, apretando la carta contra su pecho.

- Nos esta chantajeando – se quejo el rubio mayor.

- No Dei, esta triste y deprimido, no lo hace a propósito, necesita algo que lo motive y ese algo es el bastardo de Sasuke – Sai salió decidido a hablar con su papi, con su padre ni lo intentaría, era una causa perdida. Encontró a Minato en cocina preparando un ramen saludable para su hijito, se le notaba lo melancólico que estaba. Sai lo abrazo por detrás – volvió a dormirse – le dijo a su papi que suspiro derrotado, no quería llorar mas, necesitaba ser fuerte por su familia, pero la situación lo superaba – creo que se como hacerlo sentir mejor – Minato se giro y lo miro esperanzado – solo diré una palabra y tu decides que hacer – el rubio asintió – Sasuke – pronuncio y se marcho dejando a su desconcertado padre pensando.

- No es posible – murmuro el rubio.

- Está irremediablemente enamorado de él – se sorprendió de encontrar a su hijo de medio en la cocina, no lo había escuchado – total y perdidamente enamorado y aunque me duele admitirlo es posible que es bastardo también este enamorado de él.

- ¿Cómo lo sabes?

- Le escribió una carta, y es bastante directa.

- Lo se, yo también la leí ayer, demasiado emotiva tengo que reconocer – se sentó junto a su hijo - ¿tu crees?

- Odio a Sasuke – admitió Deidara serio – pero si él es lo que mi hermanito necesita para reponerse y volver a sonreír creo que deberías traerlo, no me importa nada más que Naru en estos momentos.

- A mi tampoco – admitió Minato – ya lo había pensado, pero si tu padre lo ve, lo mata y ahí mi Naru terminaría de apagarse, al parecer Sasuke es su alma gemela.

- Lo se, Sai me explico lo del click de los Uchiha y eso – Minato sonrió - ¿tu crees eso?

- Cariño lo he visto demasiadas veces como para no creerlo – le acaricio el cabello - ¿tu no lo has sentido aun? – el menor se sonrojo y negó efusivamente con la cabeza – ya veo que si, me pregunto quien será el afortunado.

- ¡No es nadie! – Respondió enojado – y mejor preocúpate por Naru, no tenemos que distraernos con nimiedades.

- Si amor, pero no voy a descuidarte por ello – le sonrió.

- Yo puedo cuidarme solo – respondió mas calmado – ahora idea un plan para convencer a papá.

- ¿Convencerme de que? – Madara ingreso al lugar y luego de besar a su esposo en los labios beso a su hijo en la mejilla. Los rubios no respondieron – Dei, Itachi va a pasar por ti para ir a un evento.

- ¡No quiero verlo! – grito agudamente para salir corriendo del lugar. Madara no entendía nada y Minato sonreía divertido por primera vez en días, al parecer su Dei también había heredado su gusto por los Uchiha.

Notas finales:

Pobre Naru-chan, esta deprimido porque no puede hacer nada y su oto san no lo deja ver al teme... hay que ver que hara Mina para convencer a Madara, el rubio tiene muchas armas a su favor eso seguro.

¿Que le pasa a Deidara? Eso y mas en el proximo capitulo...

Nos leemos prontito. :)


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