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Los Varones de Papá, los Donceles de Papi por Serenamoon

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Notas del capitulo:

Me pase una semana, pero la verdad es que el tiempo me juega en contra, cuando no es una cosa es la otra.

Lamento de ♥ no poder responder sus hermoso comentarios, pero estoy hasta el cuello de trabajo y no paro en mi casa hasta la noche, como ya esta casi el fin de año tengo que cumplir todas la metas que me habia propuesto a principio y digamos que no llego si me relajo un poco... eso pasa por dejar todo a ultimo momento, pero siempre que pueda voy a publicar.

Este capi es muy meloso y algo divertido, si mis calculos no fallan, queda uno o dos de este estilo y se viene el drama de la historia antes de dar paso al gran final, ya queda menos, veremos si termina antes de que acabe el 2013 o como mucho hasta enero.

Espero que les guste y como les habia prometido tiene mucho SASUXNARU para todos.

¿CAPRICHOSO? SI, SI

 

El día de la “fiesta” de Sai, Naruto había invitado a Sasuke a ver películas con el, y había obligado a su padre a que aceptara.

Minato les preparo palomitas, saludables para su kitsune, jugos frutales y algunas frutas disecadas en remplazo de las golosinas. El rubito menor escogió las películas que quería ver y encamino a su novio a su habitación. Madara no iba a permitir nada de eso, pero su rubio lo convenció de que los dejara tranquilos, con promesas de sexo desenfrenado logro llevárselo a su habitación. Minato confiaba en Sasuke, ya que había visto que el amor que le profesaba a su hijito era sincero, los ojos no mentían y su sobrino miraba a Naruto como Madara lo miraba a él, y eso era más que suficiente para confiar.

De todas maneras el líder de los Uchiha encargo a Pain y Hidan la tarea de que se quedaran con ellos, de ninguna manera los dejaría a solas en una habitación.

Y allí estaban, acomodados en la enorme cama del doncel. Este en medio de Sasuke, que lo abrazada posesivamente, con Pain al otro lado, “controlando” cualquier movimiento sospechoso del Uchiha y Hidan acomodado a lo ancho de la cama, para el lado de los pies, muy entretenido en la película.

Sasuke no prestaba verdadera atención a lo que había en la pantalla, estaba mas concentrado en acariciar los rubios cabellos de su niño y en asegurarse que el baboso de Pain no invadiera su espacio personal, para lo cual había colocado una almohada entre medio del rubio y el pelirrojo. Naruto reposaba su cabeza en el pecho de Sasuke y tenia la vista clavada en la película, no se enteraba de nada de lo que pasaba a su alrededor.

- ¿Sabes Uchiha? – Hablo Pain – yo aun no me fio de ti, y no te voy a sacar los ojos de encima – advirtió el guardaespaldas y el aludido bufo en respuesta – a la mínima equivocación voy a destruirte, tengo carta libre por parte de Madara sama para eliminar a cualquiera que dañe al kitsune, y aunque no la tuviera.

- Shhh – un muy molesto Hidan se giro haciendo callar a su compañero y jefe - ¿no ven que esta en la mejor parte? – Sasuke y Pain se miraron y negaron en silencio.

- ¡No! – El grito retumbo en toda la casa sobresaltando a los dos varones que custodiaban al pequeño doncel - ¿Por qué tenia que morirse el papá de Simba? – sollozó en el pecho de su novio. Hidan se incorporo quedando de rodillas.

- Odio esta película, es tan triste – comento el de cabellos platas, limpiándose los ojos. El pelirrojo y el azabache estaban desconcertados. ¿Cuántas veces habían visto “El Rey León” ya? Tenían que saber bastante bien lo que pasaba, pero de todas maneras el rubio y el peli plateado sollozaban de tristeza.

- ¿Qué ha pasado? – Madara ingreso agitado y vistiendo solo un pantalón de pijama. Estaba despeinado, sudado y muy pero muy alterado. Miro a todos en la habitación, notando que su pequeño lloraba abrazado a Sasuke - ¿Qué le hiciste degenerado?

- Nada – dijo Sasuke sin gritar, para no alterar mas al kitsune – el papá de Simba acaba de morir – le conto y el rubito volvió a llorar con ganas. Madara suspiro aliviado y luego de calmarse y acomodarse un poco el cabello se acercó a su hijo. Pain se levanto para darle lugar.

- Ya bebe, es solo una película, no paso de verdad – le acariciaba la espalda. Siempre era lo mismo, con esa película, con “Bambi”, con “Dumbo” y cualquier otra que implicara la muerte de algún padre, no entendía porque hacían esas películas tan traumatizantes para niños, y tampoco entendía porque su pequeñito se empeñaba en verlas. Naruto se soltó de Sasuke para abrazarse fuertemente a su padre, el que sonrió victorioso al menor. Sasuke solo blanqueo los ojos, no sabia donde quedaba el imponente líder cuando Madara se portaba como un chiquillo.

- No quiero que te mueras oto san – dijo sollozando.

- No lo hare pequeño, aun me queda mucho camino, tengo que verlos a ti, a Sai y Dei casados, además quiero conocer a mis nietos – el rubito lo miro a los ojos.

- ¿Lo prometes? – pregunto dejando de llorar de a poco.

- Si mi amor lo prometo – le beso la frente – y ya fueron muchas películas hoy, es hora de dormir – Naruto asintió y dejo que su padre lo arropara – fuera – ordeno a todos. Sasuke se disponía a levantarse pero unas delicadas manitos se sujetaron a su  brazo.

- Quiero que Sasu duerma conmigo dattebayo – dijo con un puchero. Sasuke se ahogo con su saliva y Madara empalideció – no quiero dormir solito.

- Puedes dormir con tu papi y conmigo – dijo el mayor serio, pero el rubio negó con la cabeza.

- No quiero que Sasuke se vaya porque no se si va a volver, quiero que se quede conmigo – indico caprichosamente.

- Él va a volver amor, te lo juro, si no lo hace yo mismo lo traigo de los cabellos –prometió el Uchiha mayor.

- ¡No! – Dijo el rubito altanero – quiero que duerma conmigo – Madara estaba que mataba a alguien y en ese preciso momento ingreso Minato.

- ¿Todo bien? – pregunto mirando a todos los presentes.

- Quiero que Sasu duerma conmigo y mi oto san no quiere dattebayo – hablo acusadoramente el menor. Minato suspiro, su niño no se daba cuenta de lo que implicaba eso. Para el dormir con alguien era lo mas natural del mundo, no tenia dobles intenciones con ello. Pero estaba seguro que su esposo no pensaba lo mismo – oto chan por favor – suplico con sus ojitos de cachorrito abandonado en la lluvia – Minato trago seco, no tenia forma de negarse a esa mirada.

- Escucha dobe – hablo por fin Sasuke, ya notaba que su suegro rubio había perdido contra su manipulador novio y notaba que Madara estaba por matarlo – me quedare hasta que te duermas y luego me iré.

- ¡No! – Grito el rubito abrazándolo fuerte – no me dejes.

- No voy a dejarte, solo me iré a dormir en el cuarto de Sai – indico – queda justo al lado ¿te parece? – el doncel lo medito apretando los labios.

- ¿Te quedaras ahí? – Sasuke asintió - ¿no te iras en medio de la noche a esa fiesta o a algún lugar malo? – el Uchiha negó divertido, su kitsune era tan celoso como el – bien, pero te quedas hasta que me duerma si o si – indico. Sasuke miro a sus suegros. Madara bufo resignado, era mejor que nada. Asintió a su sobrino y luego de desearle las buenas noches a su niño se fue con Minato. Hidan y Pain se ofrecieron a cuidar la puerta de la habitación, pero Minato los envió a dormir, Sasuke no dañaría a Naruto, bajo ningún concepto – teme – el rubito lo llamo cuando se acostaron - ¿me cuentas un cuento para dormir?

- Ya estas un poco grande para eso – dijo el Uchiha burlisto y el menor hizo un puchero y frunció el seño – ya, ya deja de fruncir el seño a te harás viejito – le beso la nariz sonrojándolo – no se me muchos cuentos la verdad.

- Mi oto san me conto uno de un hechicero poderoso que secuestraba a un principito y después se enamoraban, pero no lo termino ¿lo sabes? – Sasuke lo medito, ese cuento no existía, por lo menos no en la literatura infantil, por lo que sospechaba que era un invento de su tío.

- Creo que si ¿Dónde quedo tu padre? – pregunto interesado.

- En la parte donde el prometido cobarde quiere lastimar al doncel y el hechicero esta por castigarlo – Sasuke asintió y se acomodó con el rubito entre sus brazos.

- Bien, la cosa es así. Cuando el hechicero encontró a ese hombre a punto de dañar a su amor se enfureció mucho – el rubio asintió – entonces noqueo al tipo y se lo llevo a su cuarto de torturas.

- ¿Torturas? – pregunto intrigado.

- Si torturas, es un lugar donde el hechicero castiga a sus enemigos mas temibles o a aquellos que lo enfurecían mucho – Naruto asintió algo confundido y Sasuke empezó a imaginar lo que el haría si pudiera ponerle las manos encima a Orochimaru, al antiguo director y maestro de matemáticas del rubio. Y hablo de ello, sin notar que espantaba al mas pequeño que tenia los ojos abiertos como platos de escuchar tan sangriento relato – y entonces cuando ya no quedaba nada reconocible del prometido – dijo con una sonrisa y miro a su niño que estaba pálido y recién noto lo que había hecho, se apresuró en componerlo – lo convirtió en un ratón, borrándole la memoria y dejándolo vivir una nueva vida – concluyo y espero alguna reacción de su novio.

- ¿Y se caso con el principito? – pregunto cuando salió del trance y se imagino la feliz vida del ratoncito, ex prometido cobarde y malvado.

- Claro que si, el hechicero organizo una boda de ensueño para su principito, y se casaron y fueron felices para siempre, fin.

- ¿Y la luna de miel dattebayo?

- Eso va después de la boda kitsune.

- ¿Y la noche de bodas?

- Eso va antes de la luna de miel inmediatamente después de la boda.

- No comprendo mucho, si la boda es de noche, ¿Cuál es la diferencia con una noche de bodas? ¿O es lo mismo que una boda de noche? – el Uchiha abrió los ojos como platos, ¿Qué iba a responder?

- Son dos cosas diferentes dobe – dijo intentando no sonar nervioso – cuando la boda termina, sea de día o de noche, los novios tienen su primera noche de esposos ¿entiendes?

- No mucho ¿Qué tiene de distinto con las otras noches en que eran novios?

- Bueno, lo que sucede es que en esa noche de bodas suceden cosas que no suceden cuando son novios, en algunos casos por lo menos – pensó en voz alta lo ultimo.

- Sigo sin entender – dijo con un puchero.

- Porque eres un usuratonkachi – dijo divertido y volvió a recostarlo – ahora duerme dobe.

- Teme – se quejo el rubio – quiero saber que es una noche de bodas.

- Otro día – indico el varón.

- ¿Nosotros tendremos noche de bodas?

- Si, cuando nos casemos.

- ¿Y que haremos dattebayo?

- Cosas de esposos – respondió apretando los dientes, no era buena idea pensar en su noche de bodas en la cama con su rubio.

- ¿Qué cosas teme?

- Cosas dobe, y ahora duerme.

- No quiero dormir, quiero saber que haremos en nuestra noche de bodas – dijo altanero arrodillándose en la cama – si quieres que me duerma dime ahora mismo – Sasuke bufo, su futuro esposo era bastante caprichoso y berrinchudo, pero así lo amaba.

- Acuéstate dobe – pidió palmeando la cama.

- Dime – ordeno el rubio.

- Duerme.

- Dime.

- Que te duermas.

- Que me digas.

- Eres un malcriado – dijo exasperado – acuéstate y te digo.

- Bien pero si no me dices no me duermo nada.

- Ya, ya niñito caprichudo – el doncel frunció el seño. Sasuke sonrió y se acercó para hablarle al oído – en nuestra noche de bodas van a pasar muchas cosas, la primera seria que voy a desnudarte completamente dobe, voy a dejarte sin anda ante mi y después voy a recorrer tu cuerpo con mis manos y mis labios, no voy a dejar ni un centímetro de tu piel sin besar o tocar – el rubio trago en seco al imaginar dicha situación, su corazoncito comenzó a latir fuerte – después voy a prepararte con mucha dedicación, para que no te duela.

- ¿Qué me va a doler? – pregunto un poco asustado y nervioso.

- Cuando entre en ti kitsune, voy a hacerte mio, te voy a quitar la virginidad y vas a gozar como nunca con ello.

- ¿Entrar en mi?

- Si dobe, cierta parte de mi anatomía va a entrar en cierta parte de la tuya ¿quieres saber cuales? – el kitsune lo pensó medio segundo y después negó efusivamente con la cabeza. Sasuke sonrió satisfecho y le dio un beso en los labios, casto y dulce y después lo arropo entre sus brazos – duerme amor, cuando llegue el momento vas a saber mas ¿si?

- Si – dijo cerrando los ojos y abrazando a Sasuke – que descanses y sueñes con los angelitos teme.

- Prefiero soñar contigo dobe, pero si tu quieres sueña con los angelitos – el rubio se sonrojo por lo dicho pero no abrió los ojos – duerme, yo velare tus sueños.

- Te quiero Sasu – susurro antes de dormirse.

- Y yo a ti dobe – dijo por lo bajo y luego se dedico a acariciarle los cabellos para reconfortarlo y se durmiera profundamente. Cuando lo consiguió se retiro a la habitación de su primo, le hubiera gustado dormirse abrazado a su niño, pero no quería tentar su suerte y terminar en coma de nuevo si Madara lo encontraba allí. Y fue una buena decisión, porque media hora mas tarde el mayor se paseo por la habitación de su primogénito para asegurarse que su sobrino estuviera allí. Sonrió complacido al encontrarlo dormido y recién se fue a dormir, no podía conciliar el sueño sin estar seguro de que Sasuke cumpliría su palabra, faltaba un poco mas para que confiara ciegamente en él y le era inevitable preocuparse. Estaba por dormirse cuando de pronto recordó algo y salió rápidamente de la cama, recorrió el corredor y abrió la puerta de la habitación de su segundo hijo. Apretó los labios al notar que Deidara no había llegado aun. Regreso a su habitación y con el teléfono se  dirigió al balcón, no quería despertar a su esposo que dormía plácidamente.

- ¿Dónde se supone que estas? – pregunto alterado y molesto cuando le respondieron.

- ¿Oto san? – cuestiono la adormilada voz del rubio pelilargo.

- No, Santa Claus – ironizo – dime donde estas y quien demonios se atrevió a ponerte las manos encima – exigió elevando el tono de voz.

- Oye ¿de que rayos hablas? Nadie me ha puesto las manos encima – dijo mas despierto Deidara – y estoy en el piso de Ita, durmiendo solo en una habitación – aclaro antes de que su padre le deseara la muerte a su prometido – se hizo tarde y pensamos que seria mejor dormir aquí.

- Voy a matarlo – siseo el mayor sin creerse que no habían hecho nada – ese sucio aprovechado.

- Oto san, no paso nada ¿acaso no confías en mi?

- En ti si, en el que no confío es en ese – dijo despectivamente.

- Pensé que te agradaba – dijo divertido el doncel.

- Me agradaba mientras a ti te desagradaba, ahora ya no me agrada para nada – dijo infantilmente y Deidara rio con ganas.

- Eres increíble oto san – dijo divertido – pero descuida, mi virginidad sigue intacta y a pesar de que tienes razón en que Itachi me agrada, en realidad es mucho mas que solo agradarme, pero el punto es que el me respeta y va a esperar a nuestra noche de bodas para que yo cumpla mi deseo de llegar virgen al altar ¿te quedas tranquilo con eso?

- No tengo mas opción que creerte – dijo resignado.

- Tu lo conoces mas que yo y sabes la clase de hombre que es – Madara asintió en silencio – mañana iremos a casa a desayunar, no te preocupes, Itachi es un perfecto caballero y mi inocencia seguirá intacta – el varón suspiro – ve a dormir oto san, deja de hacerte ideas que no son.

- Bien, disculpa por despertarte descansa y dile a Itachi que voy a desquitarme – Deidara rio y luego de despedirse de su padre colgó. Madara suspiro mirando el cielo estrellado hasta que sintió unos delicados pero firmes brazos rodearlo.

- Vuelve a la cama Madi – dijo el doncel rubio aun adormilado – no puedo dormir si no me abrazas – Madara sonrió y se giro, beso a su esposo y lo cargo estilo nupcial para que regresaran al lecho donde se abrazaron para finalmente dormirse.

 

- Pensé que lo habías llamado – le susurraron a Deidara en el oído, no había sido del todo sincero al decir que estaba durmiendo solo, a pesar de que no habían hecho mas que besarse, la idea de dormir entre los brazos de su amado azabache no le había desagradado, todo lo contrario.

- Me olvide – dijo cerrando los ojos – de todas maneras iba a enojarse – Itachi suspiro mientras afianzaba el agarre en la cintura de su prometido – dijo que se desquitaría – le conto como si nada y el Uchiha se tenso – no creo que te lastime, ¿le tienes miedo?

- Oh mi Dei, no tienes idea de lo maquiavélico que puede ser tu padre a la hora de vengarse – suspiro – supongo que tendré que estar atento para que no me tome desprevenido.

- No te gastes Ita, él va a esperar hasta que bajes la guardia, puede esperar.

- ¿Cómo lo sabes? – pregunto intrigado, ya que no hacia mucho que el rubio conocía a su padre y ya había deducido es “cualidad” de él.

- Porque yo soy igual, para ambos la venganza es un plato que se sirve frio – y le beso el pecho – ahora duerme que le prometí que iríamos a desayunar – Itachi suspiro resignado, si Madara quería vengarse de él, no tenia manera de evitarlo, cuando menos se lo esperara lo atacaría.

- Que descanses amor – le beso los cabellos dorados – te amo – Deidara sonrió pero no le respondió, estaba mas dormido que despierto y no tardo en regresar al mundo de Morfeo. 

Notas finales:

Naru es taaaaaaaaaaaaaan caprichoso, a pesar de que le lo niega a muerte, pero la realidad es esa, esta tan malcriado y consentido que siempre consigue lo que quiere.

Pobre Madara va a tener que lidiar con dos yernos al mismo tiempo, le estan robando a sus dos rubitos... menos mal que tiene a Minato si no seguro ya tenia a sus dos hijitos encerrados bajo siete llaves.

Nos leemos pronto y espero poder responder sus comentarios.


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