RESOLANA
Después de esa relajante ducha, Sai llevo a Gaara a la cocina, el pelirrojo recién supo que eran mas de las seis de la tarde y se dio cuenta que moría de hambre. No hablaron mucho mientras comían. Ambos tenían muchas cosas en la cabeza y algunas dudas que ser respondidas. Cuando terminaban Itachi llego trayendo a Deidara con el. El rubio había pasado el día entero en el hospital y cuando acabo el horario de visitas su padre le había ordenado regresar a la casa y no le quedo otra que obedecer.
- Buenas noches – saludo el doncel a su hermano y su cuñado - ¿descansaron?
- Buenas noches Dei – saludo educadamente Gaara – Itachi san – el aludido solo hizo una reverencia – y si descansamos, gracias ¿Cómo sigue Naru chan? – Deidara sonrió.
- Muy bien, evoluciona perfectamente – suspiro para sentarse al lado de su cuñado – si todo sigue así pronto lo despertaran y comenzara a recuperarse – Gaara sonrió tímidamente, pero de verdad, esa noticia lo ponía muy feliz.
- Es muy bueno saberlo – Deidara asintió feliz, por fin las cosas mejoraban un poco.
- Sai – Itachi rompió el momento – tenemos que hablar – el aludido asintió, sabia lo que su primo quería y aunque no le hacia mucha gracia lo siguió hacia el despacho de su padre – bien, la policía ya sabe que hubo un incendio en la propiedad de tu suegro – Sai frunció el seño por ello, detestaba tener parentesco con ese hombre – hemos investigado, Kisame y Konan lo hicieron sin parar y pueden asegurar que Temari y Kankuro están limpios, no tenían idea de nada – Sai se dejo caer en el sillón con Itachi frente a el – Kankuro esta hace mas de dos años perdido en medio de la nada con su trabajo de voluntario, fue muy difícil localizarlo y según se no ha tenido mucho contacto con su familia. Creo que sabes que su relación con Sasori no era la mejor y con su padre tampoco – Sai asintió – el Sabaku no mayor nunca acepto que su hijo tuviera iniciativa y sueños propios – se sirvió un trago – Temari es lo mismo, su padre no veía con buenos ojos que su única hija mujer hubiera preferido el mundo de la moda a casarse con un hombre que el eligiera para cerrar un contrato, digamos que son las ovejas negras de la familia. Ambos fueron desheredados.
- ¿Y lo que a mi realmente me interesa? – pregunto Sai, el ya conocía la historia de sus cuñados muy bien, quería saber que habían averiguado sobre Gaara.
- Claro, tengo que decir que lo hemos investigado a fondo, muy a fondo ¿entiendes? – con eso le dijo que conocían hasta lo mas oscuros y enterrados secretos del doncel. Sai asintió.
- La vida de Gaara nunca fue color de rosas, desde que nació, causando con ello la muerte de su madre, su padre le tuvo cierto desprecio. Mucho mas al saber que no era un varón si no un doncel. Para el gran Shukaku eso fue un golpe bajo. Los primeros años de vida Gaara los paso al cuidado de niñeras, ni siquiera se les permitía a sus hermanos estar con el. Cuando cumplió seis años lo mandaron a un internado en Alemania, en el medio de una montaña, donde los inviernos son insoportablemente fríos – Sai cerro los ojos, no tenia idea de esa parte de la vida de su amado – cuando cumplió los doce, Kankuro ya se había marchado de la casa y Temari le siguió, Shukaku se había quedado con un solo heredero y no le parecía suficiente, porque si bien Sasori era muy carismático y demás, la inteligencia no fue nunca su mejor virtud – Sai asintió – caso contario al de tu prometido, que demostró a su muy corta edad ser todo un genio – eso también lo sabia – cuando Shukaku supo esto hizo que Gaara saliera de Alemania y se lo llevo a Estados Unidos, para que tuviera la mejor educación que el dinero puede comprar. Además de eso comenzó a entrenarlo en el combate y el uso de armas y le lavo la cabeza para que no pensara como doncel y se comportara como “hombre” – Sai bufo, odiaba a la gente que menospreciaba a los donceles, ellos eran tan capaces como un varón – comenzó a tratarlo un poco mejor, quizás hasta le tomo cariño, pero no como un padre, si no el cariño que se le tiene a una mascota. Gaara pasaba la mayor parte de su tiempo, estudiando y solo. Al parecer el internado de Alemania era un lugar para desmoralizar a las personas, porque se volvió una persona sumamente cerrada y antisocial. Cuando cumplió los quince ya había acabado la preparatoria y cursaba el primer año de dos carreras universitarias, fue entonces que conoció a tu hermano Naruto y después a ti, pero esa parte ya te la sabes – Sai asintió – lo que no se si sabes es que Gaara sufría de depresión y comenzó a cortarse el mismo – Sai asintió, si que lo sabia – también comenzó a consumir estupefacientes a los catorce, pero solo le duro dos meses, porque es cuando Sasori entra en la vida del pequeño. No solo molió a golpes al idiota que le había provisto la droga si no que se encargo de que su hermanito fuera a terapia y dejara de autodestruirse. Sabes que odio a Sasori y pienso que es una basura, un idiota, pero tengo que reconocer que como hermano de tu prometido fue el mejor, tienes que tener en cuenta de que si no fuera por el, probablemente Gaara no estaría aquí hoy – Sai cerro los ojos – para Sasori Gaara era su todo, y después de investigar puedo asegurar que él no tiene nada que ver en los planes de su padre, ni siquiera creo que Sasori quisiera participar, pero el imbécil vivió su vida para complacer a su padre y eso suponía que lo obedeciera en todo.
- ¿Ahora Sasori es un héroe? – ironizo Sai.
- No, es un idiota que no tenia criterio propio y solo hacia lo que Shukaku le ordenaba – suspiro – lo que digo es que la idea no salió de la nada brillante mente de Sasori ¿entiendes? – Sai asintió – no tengo idea de como planeaba que Gaara te matara, pero dudo mucho que el aceptara hacerlo – Sai suspiro.
- ¿Estas seguro?
- Todo lo seguro que puedo estar sin haberlo interrogado, sabes que si Hidan lo interroga podremos salir de dudas totalmente – respondió Itachi.
- Jamás voy a permitir que lo maltraten de forma alguna – aclaro Sai firme y serio.
- Lo se, por eso te digo lo que la investigación ha arrojado, además hay que tener en cuenta que desde que te prometiste con Gaara y el comenzó a vestirse y comportarse como un doncel, los hombres interesados en el han aumentado.
- ¿Y eso que tiene que ver? – pregunto Sai molesto y celoso.
- Que entre esos hombres estaba Danzo y Orochimaru, y si bien Shukaku no era el padre mas amoroso del mundo, tenia un fuerte sentimiento de sobre protección con Gaara y lo quería muy alejado de esos tipos, así que dudo mucho que lo hubiera involucrado en tratos con ellos – Sai asintió – además el Sabaku no siempre supo que algo podía salir mal, porque en los papeles que nos entrego había un testamente modificado, donde les dejo a Temari y Kankuro lo que les correspondía, según el, pero su heredero principal es Gaara, no Sasori, si no tu prometido.
- No era tan idiota entonces.
- Se dejo cegar por el odio y la envidia – afirmo Itachi – y no pensó con claridad las cosas – ambos se quedaron unos minutos en silencio - ¿entonces que hacemos?
- Ni idea – Sai hizo la cabeza hacia atrás – no quiero que Gaara sepa que su padre hizo lo que hizo, y menos Sasori, eso lo haría sufrir mas.
- Pienso igual – dijo su primo – no quiero que Dei sufra por ese infeliz tampoco, Pain tiene una idea.
- Te escucho – solicito Sai mirándolo a los ojos y así su primo y cuñado paso a contarle el nuevo plan.
En la sala, Deidara y Gaara recordaban viejos tiempos, entre risas y lagrimas.
- Tenemos que planear un funeral – dijo el rubio - ¿tus hermanos vienen?
- No he hablado con ellos, si llamaron fue a casa y yo no estoy allí – Dei asintió – no se si lo saben.
- Temari si lo sabe, pero de Kankuro no se, el no esta muy disponible – Gaara asintió.
- ¿Y mi padre? ¿Han sabido algo de el? – Dei negó – esto es muy extraño Dei, siento que me están ocultando cosas.
- Yo pienso lo mismo, pero no estoy seguro si quiero saber lo que ocultan – Gaara lo miro a los ojos y comprendió lo que el rubio quería decir, él pensaba igual. Por un lado quería saber la verdad, pero por otro le aterraba descubrirla – Las cosas con Sai están muy bien por lo que veo – comento Dei después de unos minutos de silencio para romper el silencio. Gaara se sonrojo levemente.
- ¿Tu crees que él me quiera? – pregunto tímidamente sin mirar al rubio, que lo miro como si fuera un extraterrestre.
- Creo que la respuesta es obvia – dijo seguro el mayor.
- Es que – suspiro – no quiero que se quede conmigo por lastima, antes la boda era beneficiosa para el, pero ahora no lo se, no quiero ser una carga – Gaara hablo despacio mirando sus manos.
- ¿De donde sacas esa absurda idea? – la voz de Sai lo sorprendió, el doncel elevo la vista y se encontró a su prometido que lo miraba serio – ven – ordenó para encaminarse hacia el patio. Gaara dudoso se puso de pie y a paso lento siguió al azabache, que caminaba calmado hacia los jardines de la mansión. La noche mostraba una hermosa luna llena, y estaba fresco, pero muy agradable. Sai llego hasta un banco y se sentó. Gaara se le unió y ambos se quedaron en silencio mirando la fuente que tenían en frente - ¿de verdad piensas eso de mi? – Gaara no respondió, no sabia que decir - ¿Qué tengo que hacer para que entiendas lo mucho que te amo? – el pelirrojo cerro los ojos impactado por la honestidad de Sai – pensé que te lo había demostrado en mas de una vez lo que significas para mi – Gaara apretaba los parpados para retener las lagrimas, pero era imposible, se deslizaban transparentes por sus mejillas – mírame por favor – el doncel suspiro para intentar calmarse y lo miro. Su prometido le limpio las lagrimas delicadamente con los pulgares – te amo, desde que te vi por primera vez y no me interesa si suena ridículo o te parece un locura, es lo que paso, te vi y me enamore como un tonto – le sonrió de medio lado – jamás serias una carga o una molestia para mi.
- Pero – quiso protestar.
- Pero nada, eres lo más preciado que tengo en el mundo y te amo con todas tus virtudes y tus defectos ¿puede tu dura cabecita roja entenderlo?
- Son muchos defectos Sai – susurro emocionado.
- Lo se – lo atrajo para que se apoyara en su pecho – eres mal humorado, grosero, celoso, violento – suspiro – pero también eres honesto, solidario, ten hermosamente humano que pareces irreal – le beso los cabellos – además de que me vuelve loco tu cuerpo, eres desquiciadamente sexi.
- Sai solo tu puedes arruinar una declaración amorosa de esa manera – dijo calmado y muy a gusto, el varón sonrió complacido.
- Mi amor ya deberías saber que yo digo lo que pienso siempre.
- Si, eres brutalmente honesto – ambos suspiraron – y yo también te amo – confeso sonrojado. Sai afianzo el agarre en su cuerpo – Dei quiere ayudarme a planear el funeral de Sasori ¿sabes cuando podre disponer de su cuerpo?
- Itachi esta encargándose de todo – le conto – quizás para mañana ya podamos planear el servicio.
- Gracias – sonrió levemente - ¿tienes alguna novedad de mi padre?
- Hay algo – no quería mentirle – pero los chicos tienen que averiguar bien y nos dirán.
- ¿Algo malo? – se separo para mirarlo. Sai estaba serio, solo asintió con la cabeza - ¿esta muerto también?
- Es muy probable – admitió y lo abrazo nuevamente. Gaara se sintió mal, pero no le dolía tanto como lo de su hermano - ¿estás bien?
- Estoy solo – susurro.
- No mi amor, no estas solo, ya te lo dije, me tienes a mi y a toda la familia Uchiha – lo sentó en su regazo sin dejar de abrazarlo – ahora nosotros somos tu familia – asintió – nunca vas a estar solo, te lo prometo – Gaara lo abrazo fuerte dejando la cabeza en su hombro.
- Muchas gracia Sai, no sé que seria de mi sin ti en estos momentos – Sai lo abrazo mas fuerte.
- No pensemos esas cosas – le beso la frente – ahora tienes que sacar fuerzas y salir adelante, sé que duele y te va a costar, pero me vas a tener a mi para sostenerte y ayudarte ¿si?
- Si – suspiro para acomodarse mejor – creo que me volvió el sueño.
- Entonces vamos a dormir – se puso de pie con su prometido en brazos y camino a la casa, sintiéndose muy tranquilo y seguro. Ya no tenia dudas, la criatura que dormía en sus brazos era incapaz de dañar a otra persona de manera consiente. Era un animalito herido que sacaba sus garras para evitar ser lastimado de nuevo, pero no tenia maldad. Su Gaara no era un asesino ni un conspirador y eso lo hacia inmensamente feliz.