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Los Varones de Papá, los Donceles de Papi por Serenamoon

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Notas del capitulo:

Despues de una semana de atraso llegamos al dia que esperabamos o quizas no... pero ha llegado, el final finalisimo...

No es tan cursi ni tan rosa, creo que es dentro de lo posible, real y a mi me dejo con una sonrisa en el rostro.

Es obvio que quedan cositas pendientes, pero para eso tenemos el epilogo que vendra si todo sale bien la semana que viene o la que sigue, pero mayo no se acaba sin el.

Como habia prometido este capitulo tiene un poco de ItaxDei y muuuuuuuuuuucho de SasuxNaru.

Espero que sea de su agrado y antes de que pasemos a la historia quiero AGRADECER. 

Quizas no lo crean, pero para mi que ustedes esten donde estan esperando por mis historias para leerlas es una enorme satisfaccion, si lo pienso en frio no me termino de creer que a alguien le interese lo que hago por diversion, pero ahi estan ustedes incondicionales. Esperando por mi, con mis retrasos, mis errores, mis ausencias, mis locuras. Siempre fieles, dandome sus opiniones, sus consejos, sus pedidos y ayudandome a continuar por el mejor camino con estas raras ideas mias.

A todos los que me leen, los que comentan y los que no, de corazon GRACIAS, MIL MILLONES DE GRACIAS. Les tengo un gran aprecio porque siento que son parte de este lado de mi vida que por los perjucios de la sociedad y sus mentes estrechas no puedo compartir con todo el mundo, ojala algun dia se pueda y todos los yaoistas dejemos las tinieblas y salgamos a la luz.

Ya me fui mucho del tema, asi que les dejo lo que les interesa. A disfrutar:

CAPITULO FINAL PARTE II

 

DESPUES DE TODA TORMENTA, SALE EL SOL

 

--------------------------------♥ITACHI X DEIDARA♥------------------------------

 

El rubio doncel comenzó a abrir lentamente sus ojos, se sentía un poco incomodo y notaba un leve movimiento. Esto lo extraño ya que su cama era súper cómoda y hasta donde recordaba no se movía. La luz lo cegó al estar completamente despierto y noto que no estaba en su cama, ni siquiera estaba en su habitación.

- ¿Qué rayos? – pregunto acomodándose.

- Buenos días mi Dei – lo saludo Itachi sonriendo desde el asiento de conductor de su coche - ¿descansaste? – Deidara analizo la situación. Era obvio que de alguna manera había abandonado la comodidad y seguridad de sus sabanas para acabar en el asiento inclinado del copiloto del coche de Itachi, porque era su coche, el favorito del azabache por lo menos, porque él ya le había conocido cinco distintos y sabia que había más. Pero eso no era lo importante, lo realmente importante era.

- ¿Qué demonios hago aquí Itachi? – si eso era lo importante y no pudo evitar preguntarlo con todo el enojo y el rencor que le tenia a su futuro ex prometido si seguían por donde venían. Itachi suspiro, no le gustaba que su rubio le hablara así, pero se lo merecía.

- Vamos a dar un paseo Dei.

- ¿Y quien carajos te dijo que quería pasear contigo?

- Estas diciendo muchas groserías – remarco el Uchiha y el rubio lo miro como si quisiera matarlo – yo sé que no querías, por eso me tome el atrevimiento de traerte inconsciente.

- Es un secuestro, mi padre va a matarte.

- Cuento con que después de que arreglemos nuestras cosas decidas omitir la parte del rapto – elevo los hombros – no quiero que Madara siga sumando ítems en su lista de venganzas en mi contra.

- Te las mereces todas – dijo cruzándose de brazos – quiero volver, tengo que ir al hospital.

- Lo siento amor, pero hoy vas a cambiar tu rutina.

- ¿Y solo porque de repente tienes ganas de estar conmigo?

- Siempre tengo ganas de estar contigo.

- Se nota muchísimo – ironizo para luego mirar por la ventana, estaba fuera de la ciudad – regresemos.

- No – fue la simple respuesta – vas a pasar conmigo el fin de semana, o el día de hoy por lo menos.

- No puedo creer que tangas el descaro de obligarme a pasar un día contigo cuando me has ignorado todo este tiempo – esas palabras le dolieron al varón.

- No es mi intención obligarte a nada, pero necesitamos un tiempo para nosotros, siento que si seguimos así voy a perderte para siempre – el silencio que recibió como respuesta le hizo saber que el rubio pensaba lo mismo – ya casi llegamos y vamos hablar como los adultos que somos y encontraremos una solución a esto – le acaricio con un dedo la mejilla. Deidara lo ignoro el resto de camino. Llegaron a una especie de hacienda. Rodeada de arboles y flores que le daban un toque mágico – este lugar lo compre hace un par de meses – comento mientras bajaban – le hacían falta unos arreglos pero ya esta funcional, solo falta que sea decorado a tu gusto y preferencias.

- ¿Y por qué rayos iba a decorar tu casa?

- Deja de estar a la defensiva por favor – suplico mientras le abría la puerta – estoy intentando arreglar las cosas y no me das muchas posibilidades.

- A ver dime gran genio ¿Qué es lo que quieres arreglar? ¿Acaso te has equivocado en algo? – pregunto mientras se sentaba en el sofá y se cruzaba de brazos. Ni siquiera admiro la estancia que era sumamente hermosa y acogedora. Itachi suspiro, sabia que no la tendría fácil, pero no imaginaba que sería tanto.

- Te he dejado de lado – comenzó – he cometido la estupidez de creer que estarías bien por tu cuenta mientras yo me ocupaba de los asuntos de la familia y no note lo afectado que estabas – se arrodillo frente a el – lo siento mucho mi amor, creí que por tu fortaleza y personalidad podrías superar este momento, porque si soy sincero desde que hicieron el trasplante a Naru chan pensé que ya todo estaba bien, o camino a estarlo – se le sentó al lado tomándolo de las manos – no quise darme cuenta de lo delicada de la situación, ni de lo solo que te sentías para afrontar todo esto y por mis estúpidos celos no quise aceptar que la muerte de Sasori te afectaría tanto, me negaba a creerlo – se miraron a los ojos – eres lo mas valioso que tengo Dei, y sé que he sido un idiota, pero estoy dispuesto a reparar el daño y te prometo no cometer el mismo error de nuevo. Quiero ser tu sostén, tu amigo, tu confidente, lo que tu quieras que yo sea – el doncel lloraba en silencio, se sentía abrumado por la intensidad de la declaración de su novio - ¿podrías darme otra oportunidad? – pidió con una dulce sonrisa, esas que solo el rubio tenia el privilegio de observar. El menor lo medito, su maldito orgullo le decía que lo mandara a pasear por ahí, pero su corazón y su alma le suplicaban que lo perdonara, porque lo necesitaban para sanar las heridas.

- Si vuelves a dejarme solo voy a conseguirme un amante – advirtió con una maliciosa sonrisa antes de arrojarse a sus brazos. Itachi lo atrapo en un abrazo sentido y necesitado.

- Si haces eso tendrás que mentalizarte de que me visitaras en la cárcel, porque voy a matar al maldito desgraciado – advirtió con su voz más sombría.

- No uses ese tono conmigo – el doncel lo encaro frunciendo el seño.

- Tu no insinúes que podrías estar con otro hombre, de solo imaginarlo me vuelvo loco – lo beso castamente.

- Posesivo – otro beso.

- Porque te amo precioso – se miraron a los ojos –pero no vas a tener que pensar en algo así, porque jamás voy a dejarte abandonado de nuevo.

- Eso espero – le acaricio el rostro y noto el golpe que Sai le había dado - ¿papá o Sai?

- Sai – confeso – seguramente Madara buscara una manera más macabra de vengarse.

- Y sigues sumando puntos – se burlo acomodándose en su pecho – tengo sueño Ita.

- Eres un dormilón mi vida – lo tomo en brazos.

- He sufrido de insomnio estos días, me sentía mal – el Uchiha se sintió mal – pero ahora voy a recuperar el sueño perdido ¿vas a dormir conmigo?

- Siempre que quieras mi amor – le beso la frente antes de depositarlo en la cama y acomodarse a su lado, arropándolos.

- Cuando Naru chan se recupere voy a pedirle que me ayude a decorar la casa – dijo con los ojos cerrados el rubio – cuando despertemos vamos a recorrerla ¿si?

- Si, la compre para ti así que puedes hacer con ella lo que quieras – lo abrazo.

- Gracias – bostezo.

- A ti – sonrió complacido y se dedico a contemplar a su adoración dormir. De solo pensar que lo podría haber perdido se sentía morir, pero ya que había solucionado el problema debía dedicarse a reparar el daño y mantener feliz a su rubio, eso era lo único que importaba.

 

 

--------------------------------♥SASUKE X NARUTO♥-----------------------------

 

El día lunes había llegado por fin, y como Kakashi había prometido, comenzaron a sacar al pequeño doncel de la familia Uchiha del coma farmacológico. El menor no había rechazado el corazón de Sasori y con los cuidados correspondientes dentro de un tiempo podría comenzar a vivir nuevamente, como un adolescente saludable.

El primero en verlo fue Madara que se moría de la desesperación. El rubito apenas se mantenía despierto, pero le sonrió a su padre y le dijo que lo amaba muchísimo. Eso sirvió para que le líder del clan mas poderoso se sintiera renovado y pletórico. Luego fue el turno de Sai que no pudo evitar abrazarlo y derramar unas tímidas lagrimas, verlo semi despierto era lo que necesitaba para sentirse vivo y completo. A él le siguió Deidara que le hablo durante los quince minutos que tuvo de todo lo que harían cuando le dieran de alta. Itachi tuvo que regalarle un poco de su tiempo y solo pudo saludar a su cuñadito. Iruka se la paso prometiéndole que le cocinaría todo lo que quisiera y que lo llevaría al parque de diversiones que tanto había soñado desde que tenía uso de razón. Naruto solo asentía y sonreía, no sabia si soñaba o de verdad pasaban tantas cosas a su alrededor. Su mente estaba medio confusa por las drogas que aun no lo dejaban del todo. Toda la familia, a excepción de Minato lo visitó, incluidos los Akatsuki. Cuando termino el horario de visitas volvieron a dejarlo solo en la blanca habitación. Se sentía mas despierto pero el cuerpo le pasaba y su cerebro no podía hilar muchos pensamientos con claridad. Pero tenia dos cosas en mente que le preocupaban. No había visto a su papi ni a su teme y le daba miedo preguntar por si algo malo les había pasado.

En otra habitación del mismo lugar cierto azabache discutía con sus amigos.

- Tampoco les pido nada descabellado – dijo exaltado – solo sáquenme de esta mugrosa habitación y llévenme con el dobe.

- Si Madara sama lo sabe – hablo Suigetsu divertido – las ordenes son que te quedes ahí hasta que te recuperes – bufo harto. Si no fuera por las agujas del brazo y por los marcadores de su pulso hace tiempo que habría salido de la cama, pero había comprobado que si se sacaba los monitores, estos sonaban y enseguida tenia a su ogro personal encima evitando que se levantara.

- Quiero verlo, ¿es mucho entenderlo? – Juugo que lo observaba desde la ventana se compadeció, se acercó a él y tomo al otro del brazo.

- Tiene que ser rápido, quítate la camisa – ordeno a Suigetsu

- Oye, que a mi no me van los hombres – quiso alejarse.

- Ni a mi los idiotas, te la quitas o te la quito – respondió con autoridad.

- Cabrón si quieres verme desnudo, por lo menos invítame un trago – refunfuño mientras se quitaba la camisa, los otros lo ignoraron.

- Quizás te duela Sasuke – dijo el pelirrojo y le arrancó las agujas del brazo – lo siento – mintió con una sádica sonrisa. El azabache solo frunció el seño, no iba a mostrarse débil, pero le había dolido como un demonio. Lo ayudo a sentarse en la cama y le indico a Suigetsu que hiciera lo mismo. Luego mirando su reloj y el monitor del pulso del azabache se decidió a hacer su movimiento – aquí vamos – comento para si mismo y con una velocidad asombrosa cambio los controles del cuerpo del Uchiha al otro. Ambos lo miraron sorprendidos. Los monitores no habían notado el movimiento y seguían sonando con normalidad.

- Impresionante – comento el nuevo “paciente”. Juugo sonrió con superioridad y ayudo a su amigo a llegar a la silla de ruedas.

- No pienso cargarte ni arrastrarte – indico al ver el gesto molesto del Uchiha – y tu acomódate para dormir y no molestar – Suigetsu obedeció, nunca se negaba a una buena siesta. Juugo luego de verificar que el pasillo estuviera vacío, apago la luz de la habitación y salió con Sasuke prácticamente corriendo. Tenían varios metros, pero al estar desolados llegaron sin problema. En la puerta de la habitación del Kitsune, Kisame hacia guardia y solo enarco una ceja al ver a los dos fugitivos.

- Esto va a costarles caro – comento divertido.

- Suigetsu esta sin camiseta en mi habitación – dijo Sasuke como quien no quiere la cosa.

- ¿Y a mi que? – pregunto el mayor fingiendo indiferencia. Los otros dos rieron con sorna – como sea voy por un café y si Madara se entera, será culpa de ambos – y se marcho rápidamente en una dirección que no era donde estaba el café.

- Imbécil – comento Sasuke.

- Es el amor – se burlo el pelirrojo – tu estas igual.

- Como voy a reírme cuando te toque – advirtió abriendo la puerta – de aquí puedo solo, asegúrate que esos dos idiotas no me arruinen la noche.

- Como ordene amo – ironizo antes de marcharse.

- Jódete – respondió Sasuke antes de ingresar a la solitaria habitación. Se había preparado mentalmente para lo que había allí, pero imaginarlo y verlo eran dos cosas totalmente distintas. Ver su adoración en una cama, luciendo pálido y mas delgado de lo que debería le produjo una opresión en el pecho, que de haber sido alguien “normal” habría llorado. Empujo su silla hasta el costado de la cama y haciendo fuerza se sentó en la cama. Lo observo embelesado, a pesar de la situación le seguía pareciendo el ser más hermoso del mundo entero. Con una timidez no propia de el corrió unos rebeldes cabellos de la frente y el acaricio la mejilla. Sonrió al sentirlo suspirar. Eso significaba que estaba vivo y saberlo lo lleno de tranquilidad. Su pequeño kitsune pronto estaría bien. Se quedo contemplándolo dormir sin notar el tiempo. Una enfermera entro a cambiar el suero del rubito pero no le dijo nada, no era su ogro personal. Solo le sonrió y con un gesto le aseguro que se quedaría callada. La pierna le comenzaba a molestar, aun no estaba curada del todo, pero no quería dejarlo. Había pasado tantos días pensando en el y deseando verlo que una estúpida herida no sanada del todo no lo detendría. Le sujeto la mano con ternura y le acaricio lo dedos. Deseaba mucho ver sus ojazos azules de nuevo, pero podía conformarse con sentirlo respirar y contemplar que sus latidos eran regulares y normales. Naruto estaba sumergido en un sueño algo intranquilo. Recordaba la persecución que tuvo antes de caer desmayado y el dolor que experimento segundos antes de aquello. Se veía así mismo corriendo y corriendo, pero sin Gaara y sin saber donde ir. Quería llegar ya, pero no sabia como – mi dobecito – escucho a lo lejos – espero que te despiertes pronto – la voz era cada vez mas clara y sin dudas era su teme. Siguió corriendo con mas ganas, ya sabia donde ir, debía seguir la voz de su amor – me diste un susto tremendo Kitsune, casi muero cuando supe que estabas grave – la conciencia comenzaba a apoderarse de él. Sentía una caricia delicada en su mano y el olor inconfundible de aquel que el destino, Kami sama o cupido habían establecido como su alma gemela. Con un poco de esfuerzo comenzó a abrir sus ojos. No había mucha luz así que pudo contemplar la imagen que tenia al frente. ¿Estaba despierto o soñando? Se preguntaba – al fin despiertas dobe, ya me estaba acalambrando.

- ¿Sasu? – pregunto con la voz un poco ronca por la emoción. El azabache sonrió de medio lado, como todo un Uchiha.

- El único e irrepetible – Naruto sonrió feliz al comprender que era de verdad - ¿te da gusto verme? – el rubio no respondió intento incorporarse para abrazarlo pero los cables y la mano de su amado no lo dejaron – quieto ahí, estas recuperándote.

- Pero Sasu – hizo un puchero – quiero abrazarte dattebayo.

- Mi malcriado, como extrañaba tus berrinches – dijo antes de acercarse para estrecharlo suavemente. El doncel devolvió el gesto como pudo, ya que tenia vías en un brazo y el dolía moverlo mucho - ¿Cómo te sientes?

- Bien – respondió con lagrimas en los ojos – yo pensaba que tu – no pudo completar la frase. Sasuke suspiro y le beso la frente.

- No vas a deshacerte de mi tan pronto Naru chan – advirtió divertido – tenemos muchas cosas que hacer juntos.

- ¿Lo prometes? – pregunto suplicando.

- Lo juro mi amor, no vas a librarte de mi – ambos sonrieron – pero ahora tengo que regresar a mi cama, ya me escape mucho tiempo.

- No quiero – replico el menor.

- Yo tampoco, pero tienes que descansar y la pierna me duele un poco -(mucho en realidad) pero no iba a preocupar a su niño.

- Acuéstate aquí – se movió un poco – la cama es grande para los dos – el Uchiha lo miro, la cama si era grande, pero no quería incomodarlo o golpearlo en un descuido – onegai Sasuke – imposible negarse a esa mirada. Fue el pensamiento del varón, que se acomodó a su lado.

- Pero te quedas quieto – advirtió pero no fue obedecido por el doncel que se acomodó para apoyar la cabeza en su pecho – dobe.

- Abrázame teme y deja de quejarte.

- Eres muy mandón niño, tienes que hacerte a la idea de que es el varón el que lleva las riendas de una relación ¿entiendes? – la mirada de su novio era divertida.

- Mi oto san me dijo que nunca debía someterme a la voluntad de ningún varón, mi oto chan me dijo que en una pareja ambas partes son iguales y mi abuelita me dijo que si se jugar bien mis cartas puedo tener a quien quiera comiendo de la palma de mi mano.

- Vaya que consejos tan interesantes – suspiro, ya estaba resignado a ser algo así como un “dominado” pero que se lo dijera en la cara le golpeaba el orgullo.

- Pero mi Dei dijo que lo mejor es una relación equilibrada donde los dos lleguen a acuerdos – cerro los ojitos - ¿tu que piensas teme?

- Voto por llegar a acuerdos, seria demasiado humillante que me mangonearas todo el tiempo.

- No voy a mangonearte si sabes comportarte dattebayo – bostezo.

- Que reconfortarle – hablo con sarcasmo pero no podía negar que estaba feliz. Al diablo el orgullo si su rubito quería que saliera a la calle vestido de mujer pensaba que seria muy probable complacerlo para verlo sonreír.

- Te amo mucho Sasuke – hablo antes de quedarse dormido.

- Y yo te amo mucho mas a ti kitsune – le beso la coronilla y cerro los ojos. Por fin podía relajarse unos instantes. Lo único que le importaba en el mundo era su rubio y saberlo sano y a salvo en sus brazos le devolvió la paz que había perdido el día del ataque. Se sentía como si se hubiera sacado toneladas de encima y el sueño comenzó a invadirlo.

- Tienes que ser masoquista de verdad bastardo – se despertó por la frase, se encontró con su primo/cuñado que lo miraba maliciosamente – mi padre esta por llegar, imagina que pasara cuando te vea en la cama con su bebe.

- Buenos días a ti también Sai – bufo mientras se sentaba un poco – no me importa lo que diga Madara, no podía esperar mas para verlo – Sai negó con la cabeza divertido y luego de colocar las flores que traía en una mesita se sentó en la silla de ruedas que Sasuke había dejado allí.

- ¿Cómo esta?

- Mejor, anoche hablamos bastante, creo que ya esta mas lucido.

- Genial, pero podrías dejar de tocarlo – pidió notando que Sasuke acariciaba lentamente la espalda de su hermanito.

- Tal vez podría pero no quiero – respondió sin inmutarse.

- A ver si dices lo mismo cuando llegue papá – se cruzo de brazos y comenzó a girar en la silla – y te aviso que esta molesto porque tu hermano secuestro a Dei todo el fin de semana.

- Eso no tiene que ver conmigo – dijo divertido imaginando lo que le esperaba a su hermano por su osadía. En ese momento la puerta se abrió. Madara solo miro fijamente a su sobrino. Ya le parecía que iba a encontrarlo en la habitación, pero que estuviera en la misma cama que su pequeño era mucho descaro.

- Fuera – dijo apretando los dientes.

- Si me muevo va a despertarse – dijo relajado Sasuke, si le temía a su suegro, pero estaba tan feliz que no le importaba soportar una que otra venganza.

- Aprovechado, igual que tu hermano – se sentó a los pies de la cama – deje de tocarlo.

- A él le gusta – respondió el menor.

- Voy a dejarte en coma de nuevo – respondió furioso pero sin levantar demasiado la voz. Sai rio divertido, le encantaba ver a su inexpresivo padre perder los papeles.

- Pensé que ya estabas bien con lo nuestro – Sasuke mentiría si decía que no le tenia miedo, pero era experto en ocultarlo.

- No me queda otra que aceptarlo, pero no pierdo la esperanza de que mi Naru recapacite y te deje – sonrió ilusionado con la idea, los azabaches menores blanquearon los ojos, sabían que era imposible. Y Madara también lo sabia, pero soñar era gratis y él podía hacerlo.

- Eso no pasara, además tienes que reconocer que no hay mejor partido que yo.

- Que humilde – ironizo Sai.

- Soy un Uchiha, no hay hombre mejor que yo y lo saben, porque ustedes también son Uchiha – ninguno pudo rebatir esa verdad tan absoluta. En el mundo no existían varones mejores que los de su familia.

- Un Uchiha mas aquí y sus egos no cabrían – Deidara había entrado justo cuando Sasuke hablaba. Y aunque ya se estaba acostumbrando aun se sorprendía de lo soberbios que eran esos hombres. Dejo las flores en una mesa y se acercó a la cama – quítate – tomo a Sasuke del brazo y comenzó a jalarlo – quítate.

- No quiero – se acomodó mejor envolviendo al kitsune con sus dos brazos.

- Es mio ahora, déjalo en paz – ordeno frunciendo los labios. Sasuke negó divertido - ¡Oto san! – exclamo solicitando la ayuda de su padre, en un típico berrinche de niño malcriado.

- Amor, ya intente quitarlo y no me hizo caso, tendré que castigarlo luego por su desobediencia – el rubio sonrió malicioso.

- Ojala pases muchos días en el hospital y yo voy a pasármela con mi hermanito.

- De eso nada, si yo estoy en el hospital él va a cuidarme como corresponde – él no estaba acostumbrado a participar en discusiones ridículas como esas, pero la confianza que había tomado con su rubio cuñado días atrás le permitían distenderse un poco. No tenia que pretender ser un bastardo estreñido todo el tiempo con su familia, y mucho menos si su razón de ser estaba a salvo y saludable entre sus brazos.

- No voy a dejarlo, él es mi hermanito y va a pasar mucho tiempo conmigo.

- No tienes que dejarlo o no, él es mio y contra eso no puedes hacer nada – Deidara iba a responder algo – así como tu eres de mi hermano ¿verdad? – el doncel se sonrojo y agacho la mirada.

- Yo no soy de nadie – murmuro por lo bajo, terriblemente apenado.

- Si claro – Sai y Sasuke respondieron con el mismo sarcasmo pintando sus voces.

- En realidad – Madara iba a acotar algo.

- Ni lo intentes tío, ¿o vas a negar que Minato san te pertenece por completo? – El mayor no respondió pero miro asesinamente a su sobrino – lo ves, Naru es mio y eso ninguno puede cambiarlo.

- Yo no soy una cosa teme – se escucho decir, los presentes miraron sonrientes al recién despierto rubio que pestañaba para acostumbrarse a la luz – no soy una cosa dattebayo – le pico el pecho con su dedito y acomodo la cabeza sobre el para seguir reposando.

- Yo no dije que fueras una cosa solo dije que era mio – le acaricio los cabellos - ¿no lo eres?

- No se, no lo he pensado – recién se acordó de que no estaba solos - ¡oto san! – grito emocionado y quiso tirarse a sus brazos, pero Sasuke lo detuvo.

- Dobe no puedes saltar así – lo regaño con cariño. Madara se acercó a su pequeño y le acaricio el rostro con infinito amor.

- ¿Cómo te sientes? – pregunto el padre con la voz ronca de la emoción. El día anterior el doncel no estaba del todo lucido y no había podido preguntarle.

- Mucho mejor – respondió animado – ya no siento como si estuviera soñando – suspiro - ¿Cuándo puedo irme de aquí?

- Bueno mi pequeño aun falta para eso – le revolvió los cabellos – tienes que recuperarte bien primero.

- Pero estoy bien – replico.

- Pero no del todo, los médicos saben lo que hacen Naru chan, además piensa que cuando salgas ya no tendrás que volver y podrás llevar una vida normal.

- ¿En serio? – pregunto ilusionado. El mayor asintió enternecido - ¿podre correr, jugar al futbol, entrenar con Sai, ir a la montaña rusa? – hablo sin respirar. Madara asentía divertido - ¿podre comer ramen grasoso y hamburguesas y papas y mucha comida chatarra?

- No mucha, tampoco queremos que te enfermes del estomago – Naruto lo medito.

- Bueno, un poco de comida chatarra – acepto – y muchos dulces ¿puedo comer muchos dulces?

- Los necesarios para que te sientas feliz, pero no los suficientes como para que te saques caries o te hagas diabético – aclaro – en la vida hay limites pequeño, tu viviste con muchos hasta ahora, pero eso no significa que de ahora en adelante harás lo que quieras.

- Pero tu dijiste – hizo un puchero. Sasuke mientras tanto se sentaba en la cama y le hacia señas a Sai para que le de su silla, pero el doncel no lo dejo.

- Dije que podías tener una vida normal, no una vida sin límites y deberías conocerme como para saber que adoro poner limites – todos bufaron por esa afirmación – y puedes soltar a Sasuke para que regrese a su habitación.

- No quiero – apretó el agarre en la camisa del azabache – él se queda aquí.

- Sasuke también esta en recuperación ototo – hablo Sai, cansado de ser ignorado. El rubito abrió los ojos y sonrió. En un acto reflejo empujo a Sasuke, tirándolo de la cama.

- ¡Aniki! – Exclamo feliz - ¡Deidi! – vio al rubio que se contenía para no carcajearse. Madara ayudo a levantare a Sasuke y lo puso en la silla – teme, lo siento mucho.

- Descuida dobe, ya estoy acostumbrado a los golpes – había caído con la rodilla de su pierna mala y dolía mucho, pero tenia que contenerse.

- ¿Te duele? – pregunto Deidara notando lo tenso y pálido que estaba.

- Un poco – mintió ahogando un gemido – mucho en realidad, mierda – jadeo cerrando los ojos.

- Sai llama a la enfermera – ordeno Madara y su hijo obedeció. A los segundos regreso con la pesadilla de Sasuke.

- Oh vaya al niño le duele la pierna ¿Por qué será? – pregunto la mujer con ironía.

- Mi sobrino paso la noche fuera de su cama y sin recibir los calmantes por suero, ya que se quito las vías – señalo lo obvio – y acaba de caerse de rodillas.

- Oh pobre – se acercó a el - ¿te duele aquí? – apretó un poco la pierna y el azabache casi grito.

- ¡Sasuke! – Naruto se preocupo y quiso ir en su ayuda pero Sai lo mantuvo recostado – es mi culpa.

- No amor, solo hice un mal movimiento – mintió el varón aguantando el dolor – mejor vamos a mi habitación – pidió a la mujer que lo torturaba.

- Claro – dijo con una sonrisa falsa y comenzó a empujar la silla de ruedas – y descuide señorito yo voy a dejar como nuevo a su novio, déjelo en mis manos – le dijo al menor que solo asintió.

- Pero es mio – le aclaro antes que dejaran la habitación. Sus hermanos lo miraron sorprendidos - ¿Qué? Él es mio, oto chan me lo dijo.

- ¿Qué mas te dijo tu oto chan? – pregunto interesado Madara.

- Muchas cosas me dijo que todos los Uchiha son muy orgullosos y se creen la maravilla mas maravillosa del universo – pensó un segundo – que son celosos y posesivos y les encanta ordenar – ni Sai ni Madara tenían autoridad moral para discutir eso – y que si yo era listo podía hacer que Sasuke hiciera todo lo que quisiera sin discutir ni nada – Dei se sobresalto al escucharlo y corrió a la cama –dijo que son muy mani –no pudo seguir porque la mano de su hermano le había tapado la boca.

- Minato dijo que soy manipulable – afirmo consternado. Deidara elevo los hombros desentendiéndose - ¿soy manipulable?

- A mi no me digas nada, yo también soy un Uchiha – le respondió Sai algo shokeado ¿era manipulable?

- Yo no soy manipulable, toda mi vida hice lo que quise y nadie jamás influyo en mis decisiones de ninguna manera – dijo convencido el mayor.

- Entonces no hay porque alterarse – Dei soltó a Naru aliviado.

- Pero oto chan dijo que él sabe tus puntos débiles y que por eso – otra vez fue amordazado por la mano de su hermano.

- Voy a tener una seria charla con mi esposo – dijo consternado. Luego se acercó y beso a su pequeño en la cabeza y al mayor en la mejilla – los veo luego, cuéntale a Naru la buena nueva – y salió.

- Ototo como metes la pata – Dei se dejo caer en la cama.

- Dei – hablo Sai -¿soy manipulable? – el doncel suspiro y miro a su hermano varón que lucia como si lo hubieran golpeado en las partes baja.

- Claro que no Sai, oto chan hablaba de oto san. Ellos son una pareja y es obvio que papi sepa los puntos débiles de papá. Esos que solo le muestra a él en la intimidad. Así como también oto san, conoce los de oto chan y los usa a su favor. No es algo malo, así funcionan las parejas equilibradas. Distinto seria el caso si una de las partes fuera dominante y la otra la sometida, pero en nuestros padres ambos tienen poder y tienen que negociar y ceder para llegar a acuerdos ¿comprender?

- Hasta hace unos segundos creía que los Uchiha éramos los dominantes en la pareja.

- Oh cariño, has vivido engañado toda tu vida, porque yo no he visto ni una sola pareja así y eso que convivo con ellos desde hace menos tiempo que tu.

- Pero – cerro los ojos – Itachi y tu.

- ¿Piensas que Itachi me domina? – Pregunto divertido – ni siquiera Sasuke domina a Naruto.

- Gaara – hablo pensativo.

- ¿Qué conmigo? – el pelirrojo hizo su entrada triunfal y Sai se puso firme y rígido.

- Nada amor, que te extrañaba – le hablo dulcemente.

- Ya sabes la respuesta ¿verdad? – Dei rio divertido. Gaara no entendía nada y Sai acababa de descubrir que era un dominado, feliz y enamorado pero dominado.

- ¿De que hablan? – cuestiono el recién llegado.

- Que los Uchiha son unos dominados – dijo Naru sonriendo a su mejor amigo que lo abrazo.

- ¿No vas a negarlo? – pregunto Sai.

- Claro, claro – mintió – no son dominados, por lo menos Sai no lo es - Les blanqueo los ojos a sus cuñados. El varón sonrió complacido – tu tía necesita definir algunas cosas para la fiesta de compromiso y yo no tengo cabeza para eso ahora – lo miro con ojitos de cachorrito - ¿podrías hacerte cargo por mi?

- Claro que si mi cerecita sexi, deja que tu guapo prometido se ocupe de todo – lo beso en los labios, abrazo a su hermanito y se fue contento.

- No se si sentirme orgulloso o enfadado – dijo Deidara a Gaara – eso fue magistral.

- No tanto como lo que le hiciste a Itachi – el pelirrojo se sentó en cama – debió estar desesperado para raptarte un fin de semana.

- Él se lo busco – elevo los hombros sin sentir un pizca de culpa por el destino de su prometido en manos de su padre.

- ¿Ita te secuestro? – pregunto el menor.

- Si, se porto mal y tuvo que hacer mucho para contentarme – Naruto asintió comprendiendo – oh antes que lo olvide tengo una gran noticia miro a su hermanito – vas a ser hermano mayor.

- No comprendo – dijo dudoso.

- Oto chan está embarazado tonto – le golpeo tiernamente la cabeza. Naruto asimilo la noticia y luego sonrió feliz. Unas lagrimitas bajaron por sus ojitos cielo.

- ¿En serio? ¿Por eso no vino dattebayo?

- Sip, esta de reposo por que es un poco mayor, pero se muere por verte, abrazarte y llenarte de besos.

- Y yo a él, voy a ser hermano mayor – lanzo un gritito de pura felicidad – y después quiero ser tío ¿si Gaa chan? – Gaara se puso como su cabello, rojo furioso.

- Todo en su momento Naru chan – le sonrió - ¿Cómo te sientes?

- Muy bien, y muy feliz de tener a toda mi familia junta – abrazo a Dei – y además voy a ser hermano mayor y tío – Gaara quiso aclarar que todavía faltaba - ¡y tío! – Hablo firme - ¿verdad?

- Después de la boda – prometió resignado. Era imposible decirle que no. Siguieron hablando por un largo rato. Gaara amaba a Naruto, si, pero no como pareja si no como hermano y mas aun porque llevaba el corazón de su querido Sasori dentro. Itachi pasó luego y se quedo con ellos, luego se fue con Deidara. Iruka y Kakashi pasaron la tarde con el. Madara le dio de cenar y sus abuelos le llenaron la habitación de globos y flores. Eran pasadas las doce de la noche y él no podía dormirse, no estaba cansado, además que tenia un poco de miedo. Estaba solo en una habitación oscura en un lugar desconocido. La puerta se abrió lentamente y sus ojos vieron con felicidad a la persona que se acercaba rodando hacia él.

- ¿Aun no te duermes dobe? – le susurro.

- Te esperaba teme – dijo haciéndose a un lado para que subiera – no puedo dormir solo aquí.

- Gatito miedoso – se burlo el azabache acomodándose.

- No te burles o te vas – amenazo, pero Sasuke no lo escucho, lo acomodo en su pecho y comenzó a acariciarle el cabello – ya puedes dormir kitsune, yo velare tus sueños – la masculina y sensual voz lo comenzó a dormir – y cuando despiertes voy a llenarte de besos.

- Esos espero teme baka – dijo entre bostezos antes de caer rendido en los brazos de Morfeo, sintiéndose pleno y feliz en los brazos de su amor. Una nueva vida comenzaba para el y se sentía con las fuerzas para hacerle frente. Iba a tener una larga existencia al lado de su familia y de su otra mitad, no podía pedir más a Kami sama.

Notas finales:

Yo se que muchos querian lemon... yo tambien, pero Dei y Naru quieren llegar virgenes al matrimonio y no quedaba hacer un salto del tiempo asi para llegar a las bodas, pero prometo lemon en el epilogo. No digo de quien con quien, pero de que habra, habra.

Espero que el final haya estado a la altura de las expectativas, a mi me cuesta mucho escribir finales, me agarra cierto bloqueo para cerrar las historias y nunca estoy segura de si lo hice bien o no. Ojala que algo bueno haya salido despues de tanto esperar.

Nos leemos pronto en mis otras historias. Recuerden que prometi seguir con las que tengo inconclusas: Amando de Nuevo y cuando la termine, Heroes o Villanos.

GRACIAS TOTALES ♥


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