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Los Varones de Papá, los Donceles de Papi por Serenamoon

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Notas del capitulo:

Muuuuuuuuuuuuuuuuy buenos dias a todos mis querid@s lectores, espero que esten muy bien.

Aqui les dejo el capi que sigue, ya se que muchos se mueren por saber como sigue la relacion SASU/NARU, que es lo que nos importa, pero ya dije que las cosas van a ir lentas por ahora, despues le voy a poner mas velocidad, porque como que estoy inspirada y me gustan los detalles en esta historia, que a mi me parece muy bonita.

Pido disculpas por no responder los ultimos comentarios, pero los he leido a todos sin falta, voy a tratar de reponderlos ahora o mañana y el viernes y el fin de semana.

Espero que les guste el capitulo!!!

PRESENTACION EN SOCIEDAD

 

A pesar del trágico “accidente” de Sasuke, la fiesta siguió como estaba programada. Fugaku y Mikoto no objetaron nada, conocían de sobra a Madara como para no contradecirlo y mas luego de lo que su hijo menor había intentado hacerle al pequeño Naruto. Sasuke había estado en coma cinco días, como consecuencias de los golpes que recibió. Tenia rotos bastantes huesos, los que lo dejaría en cama por un largo periodo. Los únicos que lo habían ido a visitar eran su hermano y su madre, los demás estaban demasiado molestos con el como para acercársele, y lo agradecía, no le daba la cara para mirar a su familia luego de lo que hizo, o intento hacer.

Naruto por su parte había comenzado a hacer terapia, él no quería pero su papi le insistió como un favor personal y el accedió.  Su terapeuta se llamaba Uzumaki Karin y le agradaba hasta cierto punto, pero no se sentía totalmente en confianza con ella.

Y así llego el día la fiesta, la mansión de Madara estaba arreglada de la mejor manera y desde temprano los invitados comenzaron a llegar, desesperados por saber que pasaba en la familia más poderosa del momento.

- Estoy nervios Deidi – decía el rubito a su hermano mientras terminaban de arreglarse, los dos con hermosos kimonos que resaltaban su belleza – no quiero meter la pata y avergonzar a oto-san.

- No lo harás Naru – dijo el mayor mientras se miraba en el espejo, encantado con su imagen – solo relájate, sonríe y saluda educadamente a los invitados – el rubito asentía – además dudo que Madara se moleste si causas algún problema, sospecho que es incapaz de regañarte – le sonrió a su hermanito – como todos – noto como Naruto dejaba de sonreír, por recordar a Sasuke y lo que quiso hacerle – él es un idiota, no lo tengas en cuenta ¿si? – Naru asintió y alguien llamo a la puerta – adelante – dijo Deidara y Sai ingreso enfundado en un traje de gala que le quedaba pintado – que guapo Aniki – dijo el rubio mayor, el varón sonrió de medio lado.

- No puedo evitarlo – dijo divertido – ustedes están hermosos – observo a ambos donceles – demasiado – agrego - ¿Por qué escogieron atuendos tan llamativos? Ahora todos se les van a tirar encima – frunció el seño – no me agrada para nada la idea.

- Deja de quejarte, que nos llevo mucho tiempo arreglarnos – repuso Deidara – además papi dijo que seriamos el centro de atención de todos modos, así que lo hicimos bien, ¿verdad Naru? – el mas pequeño elevo los hombros, el realmente no entendía nada de ropa, pero su hermano lo vestía a su gusto y paladar y él se dejaba porque consideraba que Deidara tenia buen gusto, y no se equivocaba.

- Es hora de salir – dijo Sai – tomen un brazo cada uno – ambos hicieron caso – vamos a enfrentar a los lobos – y salieron rumbo al salón del evento. Alguien notifico a Madara de la llegada de sus hijos así que se subió al escenario para tomar la palabra.

- Muy buenas noches a todos – su imponente voz se escucho en los altos parlantes ganando la atención de todos los presentes – les agradezco su presencia esta noche, sé que muchos se mueren de la curiosidad y a mi no me gustan los rodeos así que vamos al grano -  miro al costado de donde apareció Minato luciendo un hermoso kimono amarillo con detalles en verde y cereza, el rubio brillaba. Se acercó a Madara y este le tomo la mano posesivamente – Minato y yo hemos retomado nuestra relación – un murmullo se extendió por la sala, Madara espero unos instantes apretando la mano de su pareja que sonreía algo nervioso, nunca le había gustado ser el centro de atención – sigamos -  silencio de nuevo – todos ustedes saben que Minato me dio un heredero, un varón digno del apellido Uchiha y quien va a hacerse cargo de todo cuando yo me retire – suspiro, ahora venia la parte complicada – lo que no saben es que Sai no es hijo único – el murmullo fue mas alto ahora, Uchiha Madara tenia mas hijos, eso era una sorpresa para todos que comenzaban a preguntarse entre ellos si alguno sabía algo mas – si se callan sabrán quienes son – ordeno mordaz – como decía Sai no es mi único hijo, es mi primogénito, el varón, pero no el único. Minato y yo tenemos dos niños mas – silencio – dos donceles – la conmoción se apodero de los presentes, que yo hablaban prácticamente a los gritos. Dos donceles en la familia Uchiha, era algo extraordinario - ¡silencio! – elevo la voz logrando lo pedido al instante – tengo dos hijos donceles, a los cuales ustedes se han pasado acosando todo este tiempo – señalo a la prensa – de mas esta decir que no deben hacerlo mas – esa fue una clara advertencia para quienes querían conservar sus empleos y vivir tranquilamente – sin mas preámbulos es un verdadero honor para mi presentarles a mis hijos – del mismo lugar por donde había aparecido Minato aparecieron los tres hijos del matrimonio – Deidara y Naruto Namikaze – los dos rubios dieron un paso al frente, junto a su padre, mirando a todos los invitados que no cabían de su asombro. Resultaba que los rubios no solo eran dos de los donceles mas hermosos que habitaban la ciudad, si no que también eran descendientes del hombre del momento, herederos de la inmensa fortuna Uchiha-Namikaze – eso es todo, ahora disfruten de la velada – corto Madara al notar como todos los presentes se comían con la mirada a sus niños y los bajo del escenario – ahora no me parece tan buena idea esto – dijo serio.

- Te lo dije – respondió Sai igual que el, pues él también había notado como los hombres miraban a sus hermanitos.

- Madara-sama – Mikoto llego con ellos – tienen que circular, todos están muy alterados por la noticia y quieren hablar con usted – el varón bufo – solo un momento luego se retiran.

- Bien, bien – miro a sus hijos – no se separen de mi ¿entendido? – Los rubios asintieron – tu vigilas las espaldas – le ordeno a Sai que asintió igual que sus hermanos – terminemos con esto – le ofreció un brazo a cada uno de sus hijos donceles y salió a la fiesta, Sai hizo lo mismo con Minato y los siguieron. Apenas pusieron un pie fuera comenzaron a acercársele sus socios y “amigos”, diciéndole lo hermosos que eran sus niños, como si él no lo supiera, y ofreciendo a sus vástagos como prometidos. Quince minutos y más de cincuenta pedidos de mano. Madara estaba de muy mal humor.

- Madara – lo saludaron.

- Shukaku – saludo al hombre que lo miraba sonriente al lado de sus dos pelirrojos hijos.

- Que novedad – dijo mirando a los rubios – antes que nada felicidades por arreglar las cosas con Minato, son el uno para el otro – escaneo al rubio mayor de pies a cabeza haciendo que Madara gruñera – y por tus hermosos hijos, al parecer ustedes solo hacen niños perfectos – se detuvo en Sai – hace mucho que no te veo Sai, ¿Cómo has estado?

- Muy bien señor, gracias – respondió educadamente, luchando por no perderse mirando al pelirrojo de sus sueños que ni siquiera se daba cuenta de su existencia.

- Me gustaría tener unas palabras contigo Madara, estoy seguro que lo que voy a proponerte nos beneficiara a ambos – Madara lo miro fijo, intuyendo por donde venia su propuesta.

- Te lo diré claro – respondió – mis hijos solo van a casarse cuando ellos lo decidan y por amor, no voy a forzarlos, por mas buen negocio que me ofrezcas – el Subaku no se puso serio – si nos disculpas tengo que seguir atendiendo a los invitados.

- Las propuestas te van a volver loco – advirtió el hombre.

- Por la felicidad de mis hijos puedo aguantarlo – respondió tajante y se alejaron para saludar a otros invitados – ese idiota, seguro quiere casar a Dei con el pelirrojo mayor y a Naru con el menor, maldito imbécil.

- Deja de maldecir delante de los niños – lo regaño divertido Minato.

- Padre tiene razón – repuso Sai – Sasori es un idiota.

- ¿Y Gaara? – pregunto con malicia Dei.

- Gaara nada – respondió el varón mirando mal a su hermano.

- Amigo querido – todos se quedaron congelados mirando al hombre que tenían frente a ellos – felicidades por la buena nueva – Naruto al reconocerlo retrocedió ocultándose detrás de Madara – espero que no me guarden rencor por lo acontecido – quiso acercarse a Naruto pero Madara lo impidió – solo quería disculparme con el pequeño, me gustaría conocerlo mas.

- Orochimaru no se como te da la cara para aparecerte aquí – dijo Sai con rabia – tienes terminantemente prohibido acercarte a mis hermanos o a mi papi – aclaro notando como el hombre devoraba a Minato con la mirada – no eres bienvenido así que largo.

- Yo soy un socio mas de ustedes – dijo el hombre – tengo todo el derecho de estar aquí y también tengo todo el derecho de cortejar a tus hermanos – se relamió los labios – me conformo con cualquiera de los dos, ambos son absolutamente deliciosos – se relamió los labios mirando a Deidara que instintivamente se coloco detrás de su padre.

- Solo en tus sueños Orochimaru – dijo Madara – mis hijos no van a comprometerse hasta que ellos lo decidan – la serpiente lo miro extrañado – son Namikaze no deben seguir con las reglas del clan Uchiha, así que olvídalo.

- No puedes romper las reglas Madara – replico furioso, el Uchiha sonrió de medio lado.

- Yo puedo hacer lo que quiera, y lo sabes – le guiño un ojo y se alejó de él arrastrando a sus hijos – ya me canse, Sai llévalos a otro lugar – el varón asintió.

- Pero ni siquiera comimos dattebayo – se quejo Naruto mirando las bandejas de comida que desfilaban frente a sus ojos, Madara suspiro y con un gesto llamo a un camarero.

- Llévales comida a donde él te ordene – señalo a Sai, el empleado asintió – ahora fuera, antes que asesine a alguien – Minato negaba con la cabeza acercándose a el – tu también te vas – la mirada fulminante del rubio lo hizo cambiar de idea – lo siento, ahora podremos disfrutar la velada los dos – le sonrió, el rubio negó con la cabeza y se alejó para saludar a sus conocidos – de verdad voy a asesinar a alguien – Sai le puso una mano en el hombro en un gesto de apoyo y se fue con sus hermanos.

- Tanto arreglarnos para eso – se quejo Dei – no estuvimos ni dos horas.

- No te quejes Deidara, si se quedaban un momento mas alguien iba a intentar raptarlos y papa iba a cometer homicidio – los rubios asintieron.

- Tengo hambre – pronuncio Naruto - ¿Dónde esta la comida?

- Ya viene – Sai lo sentó en su regazo pero el rubio se bajo rápidamente, sorprendiendo a ambos hermanos - ¿Qué pasa?

- Nada – dijo con el seño fruncido – ya no soy un bebe.

- Naruto – menciono Sai.

- He dicho que no dattebayo – elevo el tono de voz y se encerró en el baño.

- Cuando Sasuke salga del hospital voy a regresarlo – comento el mayor.

- Mejor lo mandamos al cementerio – repuso Deidara – ese maldito infeliz ha traumado a Naru-chan, lo odio – apretó sus puños, Sai lo abrazo por lo hombros para calmarlo.

- Naru sal por favor – llamo el varón al pequeño – trajeron la comida – la puerta se abrió y un serio Naruto ingreso a la habitación, pero ese no era el Naruto que todos conocían y adoraban, algo había cambiado en el y sabían muy bien quien era el responsable.

 

Como lo había predicho el padre de Gaara y Sasori los días siguientes a la fiesta comenzaron a llegar a la residencia Uchiha y a la corporación cientos de solicitudes de varones para que se les considere como prometidos de los rubios. Madara ni los miraba, estaba al tanto que hombres muy poderoso e importantes habían hecho sus pedidos, incluidos un par de príncipes, pero el tenia su palabra y por nada del mundo le fallaría a su familia cuando por  fin estaban juntos. Y es que Minato luego de ver como Madara rechazaba pretendientes para sus hijos regreso a su lado definitivamente, y todos vivían juntos en su mansión.

Por su parte Sasuke luego de casi un mes había sido dado de alta, pero con un brazo y una pierna enyesados, lo que le dificultaba moverse por si solo. Fugaku lo recibió en su casa, después de todo era su hijo y no podía dejarlo a la deriva cuando lo necesitaba, por mas merecido que se lo tuviera.

- Estoy cansado – confeso Fugaku mientras se sentaba a cenar con su familia – los pedidos de mano para Naruto y Deidara no paran un instante.

- Era sabido que algo así sucedería, son los primeros donceles de la familia y encima de todo han heredado la belleza de Minato – comento Mikoto – esperemos que la cosa no se descontrole.

- Si sigue así no va a tardar en que el consejo pida una explicación – dijo el patriarca – van a querer saber porque se esta impidiendo que dos donceles del clan se unan en matrimonio con los mejores candidatos.

- Ellos no pertenecen al clan – hablo Itachi – son Namikaze, el consejo no puede hacer mas que molestar y ya saben que con Madara la tienen perdida.

- Si con el, pero al que le rompen la paciencia es a mi – se quejo el mayor – el baboso de Orochimaru envía hasta cinco solicitudes por día, ¿en serio piensa que dejaremos que se acerque a los chicos?

- Está desesperado – comento Mikoto – su obsesión siempre fue Minato y ahora que vio a sus hijos los quiere.

- Pues se va a quedar con las ganas – repuso Itachi y luego suspiro.

- ¿Te gusta Deidara verdad? – cuestiono su madre.

- Es inevitable – respondió el – es demasiado perfecto, todo lo que siempre he soñado – otro suspiro – y ni sabe que existo.

- Si sabe -  dijo su madre sonriendo, nada la haría mas feliz que tener de hijo político al rubio pelilargo – deberías intentar conquistarlo.

- Me odia mama, piensa que soy igual que mi ototo – todos miraron a Sasuke que no pronunciaba palabra alguna.

- Demuéstrale que no eres como yo – dijo sin mirar a su hermano – si te conoce va a darse cuenta.

- ¿Tu crees? – pregunto ilusionado porque su hermano le dirigiera la palabra.

- Si no lo hace es porque es mas idiota que su hermano menor – no pudo evitar el comentario, no levanto la vista pero escucho a su padre bufar y luego retirarse del comedor.

- Él no tiene la culpa de nada – dijo Itachi antes de retirarse. Y Sasuke lo sabía. Naruto no tenia la culpa de ser tan hermoso, ni que sus cabellos opacaran al mismo sol, o sus ojos semejaran el cielo mas claro. Tampoco era culpa del doncel que su inocencia le volara los sentidos e hiciera que su mente no pensara en otra cosa que hacerlo completamente suyo, para que nadie mas volviera si quiera a tener pensamientos indecentes con el rubio. Si era un poco ingenuo y despistado, pero no por eso iba a culparlo de revolucionarle las hormonas, los pensamientos y el corazón, que latía desbocado cada vez que lo tenía cerca.

- ¿Estas bien cariño? – la voz de Mikoto lo saco de sus pensamientos.

- Si – dijo desganado – madre – la mujer lo miro - ¿Cómo sabes si estas enamorado de alguien? – Mikoto sonrió, su hijo era tan inteligente para muchas cosas, pero del amor no tenia idea.

- Pues no puedes dejar de pensar en el – ella intuía quien le robaba la razón a su hijo – tu corazón late fuerte cuando lo tienes cerca, o cuando lo recuerdas – sonrió – cuando te nota, te sonríe o algo sientes una sensación de paz y felicidad indescriptible ¿has sentido algo de eso?

- No – mintió descaradamente, se rehusaba a reconocer que estaba enamorado de ese pequeño rubio, porque si lo estuviera sufriría como un condenado, porque ya había perdido cualquier oportunidad con el.

- No debes rendirte Sasuke, un error lo comete cualquiera, lo que de verdad importa es pedir perdón arrepentido y reparar el daño ocasionado – le dijo y se marcho. El menor de los Uchiha se quedo pensando. ¿Pedir perdón? Eso era algo que jamás había hecho, su orgullo le impedía reconocer que se había equivocado, pero tal vez Naruto valía la pena. Estaba hecho un lio, además estaba el hecho de que no lo dejarían acercarse al pequeño y de que Madara no creyera en sus palabras y todo siguiera igual.

Notas finales:

y???? los rubitos han sido presentados en sociedad... la que se les viene ahora a los Uhiha/Namikaze con las pedidas de mano... espero que les haya gustado.


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