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Los Varones de Papá, los Donceles de Papi por Serenamoon

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Notas del capitulo:

Casi se acaba mi dia laboral, y que dia... estoy muuuuuuuuuy cansada, pero me hago mi tiempito para publicar.

Pido mil disculpas por no responder sus hermosos comentarios, pero el tiempo me es escaso estos dias, oajala pueda de ahora en mas, porque me siento muy culpable de responder.

Espero que les guste el capi, y como les habia prometido hay un pequeñiiiiiiiiiiiisimo avance entre las otras parejas... Mas SASU/NARU en los proximos capitulos!!

DULCES DIECISEIS: LA FIESTA II PARTE

 

Naruto se refugio en un rincón luego de que su padre echara a Sasuke, sus amigos se acercaron a el e intentaban animarlo, pero nada funcionaba, tenia el seño fruncido y la mirada triste.

Madara odiaba ver a su pequeño en ese estado, pero por nada del mundo dejaría que el bastardo de su sobrino se le acercara, no correría el riesgo de que Sasuke terminara lo que había iniciado ese fatídico día en la oficina. Intento distraerse con sus amistades, pensando que al día siguiente su pequeño ya habría olvidado el incidente.

 

- Muy buenas noches – Sai se acercó a donde estaban su futuro suegro y su futuro esposo. Gaara estaba hermoso, era la primera vez que lo veía con ropa de doncel y le sentaba de maravilla.

- Muy buenas noches Sai – saludo el padre de su prometido con una complacida sonrisa, nada lo hacia mas feliz que aliarse con los Uchiha mediante un matrimonio. En un principio había preferido que Sasori y Gaara se casaran con los dos donceles hijos de Madara, pero cuando este le pidió la mano del menor para Sai, no pudo negarse. Su hijo seria el esposo del futuro líder del clan mas poderoso, oportunidades así no se dejaban escapar, y aunque Gaara se había negado rotundamente, él lo supo convencer – excelente fiesta – Sai sonrió y observo a Gaara que lo ignoraba olímpicamente.

- Saluda a tu prometido – indicio el mayor. Gaara poso sus ojos en Sai y le hizo una educada reverencia, sin sonreír ni mostrar alguna emoción más que desprecio – bueno los dejo para que disfruten la noche – y se fue dejando a la pareja solo.

- ¿Estas pasándola bien? – cuestiono el varón.

- Hasta hace cinco minutos estaba genial – respondió mordaz. Sai suspiro.

- ¿Quieres bailar? – pregunto luego de unos minutos de silencio.

- No quiero, pero si tu quieres no me queda otra que obedecerte – realmente estaba siendo difícil para el azabache, Gaara no ponía nada de su parte.

- Escucha Gaara – comenzó a hablar.

- No Sai, no voy a escuchar ninguna excusa ridícula de porque estoy en esta situación. Supongo que tu incapacidad para relacionarte con las personas te llevo a pedirle a tu padre que arreglara nuestro matrimonio, pero quiero que sepas que solo es eso. Un negocio, un contrato así que no esperes nada de mi mas que cumplir con los protocolos y las tradiciones, porque para que sepas te desprecio, no soporto ni siquiera mirarte y cuanto menos tiempo pase junto a ti mejor para mi – culmino mirándolo a los ojos. Sai sintió que su corazón se rompía, pero no lo demostró, las palabras de su amor le habían dolido en el alma. Él sabía que no era bueno para relacionarse con los demás. Su forma de ser no dejaba que le agradara a demasiadas personas, nunca había tenido muchos amigos, pero él amaba a Gaara, lo supo desde la primera vez que lo vio y no sabia como hacer para demostrárselo.

- Yo te amo – confeso serio sin apartar la mirada del doncel, que solo sonrió de medio lado.

- No se lastima a quien se ama Sai, tu solo estas obsesionado, encaprichado – respondió.

- Tu no sabes lo que siento – replico.

- Por favor ¿ustedes sientes? – Se burlo el pelirrojo – lo único que les interesa a los Uchiha es ser los mejores, tener lo mejor y no aceptan un no como respuesta. Se creen los dueños del universo y por ello van por la vida tomando lo que quieren sin importarles nada.

- Ni siquiera me conoces – Sai se estaba hartando, lo amaba, si, pero también tenia su orgullo y Gaara estaba pisoteándolo.

- Conozco lo suficiente, mas no me interesa – el varón cerro los ojos.

- Bien, si así es como quieres que sean las cosas – lo encaro – espero que te comportes como un digno prometido mio, o voy a hablar con tu padre.

- Descuida querido – el sarcasmo estaba presente en su voz – voy a ser el mejor prometido del mundo para la sociedad, pero en privado voy a odiarte intensamente.

- Como quieras Gaara, disfruta la fiesta – y lo dejo ahí. Se fue antes de que lo viera desmoronarse, por más que fuera el amor de su vida no podía mostrarse débil ante el, eso podría ser sumamente peligroso.

- ¿Y como te fue? – el padre de Gaara regreso con el para interrogarlo.

- Bien, aclaramos las cosas – respondió serio.

- Eso es estupendo, seguramente esta semana fijaremos la fecha para la fiesta de compromiso – suspiro sonriente.

- Claro padre, se hará como tú quieras – respondió con rabia mal contenida.

- No seas desagradecido Gaara, Sai es un excelente hombre, deberías sentirte honrado de que te eligiera – el doncel bufo.

- Como si te importara que fuera un buen hombre – se burlo.

- Claro que me importa, jamás le entregaría mi hijo a un desgraciado – Gaara bufo – me duele que pienses eso de mi, si no me interesara hace rato te habría casado con Orochimaru o con Danzo que me han pedido tu mano incontables veces – Gaara lo miro sorprendido – así es hijo, jamás te dejaría en manos de un mal hombre, si acepte a Sai es porque sé que el jamás te lastimaría.

- Lo hiciste por ambición – dijo menos confiado.

- El que sea un Uchiha es un extra, realmente me gusta ese chico, Madara y Minato lo han criado muy bien, deberías estar feliz de tenerlo a tu lado ¿sabes la cantidad de mujeres y donceles que querrían estar en tu lugar?

- No exageres, Sai es un idiota, ¿Quién querría estar con el?

- Muchos querido, muchos porque aunque no quieras verlo tu prometido es un hombre que cualquiera soñaría como esposo – el doncel iba a replicar – bien parecido, excelentemente educado, culto, fuerte, inteligente y por si fuera poco asquerosamente rico y poderoso. En serio hijo, hay veces que no se donde queda tu inteligencia – y diciendo esto se alejó para hablar con sus consuegros. Gaara busco a Sai con la mirada y lo encontró hablando animadamente con un grupo de mujeres y donceles. Todos reían y había varios sonrojos.

- Hermanito si te descuidas te lo quitan – Sasori llego con su ototo – ya ves como lo siguen – Gaara no respondía – Yamanaha Ino esta mas que interesada en el, según escuche puso el grito en el cielo al saber de tu compromiso con Sai y se ha propuesto conquistarlo para que te deje – Garra seguía mudo – es la rubia del vestido fucsia, hermosa ¿verdad? Las malas lenguas dicen que ellos comparten un muy estrecha amistad – uso el doble sentido en su frase – desde la preparatoria son amantes, o amigos con derecho si quieres y la razón por la cual Sai no se comprometió con ella es porque su mejor amigo esta enamorado de la rubia y él no le seria desleal.

- Y me dices todo esto ¿Por qué? – pregunto Gaara.

- Porque aunque no lo creas me preocupas y considero que mejor partido que Sai no vas a conseguir – se miraron a los ojos – créeme ototo hay hombres que te quieren para ellos y con los cuales tu vida seria un infierno, no quiero eso para ti – le acaricio el rostro – esfuérzate para que las cosas con Sai vayan bien, incluso podrías enamorarte de el – el doncel bufo – venga Gaara, tampoco esta tan mal, solo dale una oportunidad.

- No tengo mas opción Sasori – dijo molesto – voy a casarme con él lo quiera o no, así que tu discurso esta de mas.

- Hermanito, hermanito a los hombres como tu prometido no le gustan los desprecios, y te aseguro que si Ino o cualquier otro le ofrece lo que tu no, va a dejarte – Gaara frunció el seño – y no hablo de sexo, hablo de cariño, comprensión, apoyo. El hombre tiene un mundo sobre su espalda, lo ultimo que necesita es llegar a casa con un esposo que lo desprecie, así que piénsalo, pero que sea rápido antes que te lo quiten – y dicho esto lo giro para que vea a Sai, la tal Ino estaba colgada de su brazo feliz de la vida mientras reían – voy a darte una mano, andando – arrastro al doncel hacia el grupo – cuñadito – dijo Sasori con una sonrisa – has dejado abandonado a tu prometido, estaban por comérselo los lobos – Sai miro a los hermanos pelirrojos.

- Lamento mucho mi descuido Sasori, pensé que Gaara quería estar solo – miro al doncel a los ojos y le hizo una reverencia – mis mas sinceras disculpas mi doncel – y luego le beso delicadamente la mano, haciendo que los demás se sonrojaran o molestaran.

- Descuida – hablo Sasori – pero que no se repita, no quiero que le pase nada a mi ototo.

- Descuida yo lo protejo – se acercó a Gaara y le ofreció su brazo – vamos a dar una vuelta – el doncel acepto la oferta y comenzaron a caminar por la pista.

- Yo no le dije nada a mi hermano – se defendió Gaara. Sai no volteo a mirarlo.

- Lo se, pero tiene razón, no es apropiado que deje a mi prometido solo en una fiesta, así que tendrás que soportarme lo que queda de la velada.

- Lo se, me educaron muy bien en los temas de protocolo descuida.

- Genial entonces – ironizo Sai. Aunque se mostraba indiferente por fuera, por dentro saltaba de la felicidad, aunque fuera por obligación tenia la posibilidad de caminar con su cerecita del brazo, y demostrarle a todo el mundo que el pelirrojo ya tenía dueño.

 

En otro lado del salón se veía a un muy sexi azabache, de cabellos amarrados en una coleta y mirada intensa, nadie más que Uchiha Itachi. Estaba afirmado en un muro, con su pose de ganador que sacaba más de un suspiro a los donceles y mujeres del salón, y es que el Uchiha era todo un sex symbol, muy deseado y solicitado, para lo que fuera. Una noche de pasión, o unas horas siquiera, lo que el quisiera ofrecer, pero en esos momentos  tenia su atención puesta solamente en una cosa, una persona en realidad: Deidara. El doncel estaba bellísimo, con una yukata azul cielo, con detalles en cereza y plata, resaltando cada curva de su delicado cuerpo y los hermosos rasgos de su fisonomía. Si Itachi no se controlaba comenzaría a babearse de seguro. Deidara reía y charlaba con los invitados, algunos compañeros de su universidad, también estaba ese detestable pelirrojo que Itachi odiaba con cada fibra de su ser, por tener la atención del rubio y posiblemente también su cariño. Porque el varón había observado como el doncel miraba a Sasori y como le sonreía, y eso significaba que estaba enamorado o que iba en camino a estarlo y el solo hecho de saberlo le hacía hervir la sangre. Estaba furioso, frustrado y por demás extasiado contemplándolo. Eran tantas las emociones que pensaba se le saldrían del pecho, pero como buen Uchiha que era disimulaba todo, cualquiera que lo viera pensaría que nada le interesa, pero nada mas lejos de la realidad. Suspiro por enésima vez y bebió el ultimo trago de su quinta copa, estaba bebiendo mas de lo habitual, pero no podía evitarlo.

- ¿Aburrido? – a su lado estaba su mejor amigo Kisame, sonriéndole con burla.

- Un poco – respondió.

- Vamos al club, aquí hay puros niñitos y gente estirada, necesito ligar – Itachi negó con la cabeza.

- No puedo irme, lo sabes – Kisame bufo y se apoyó en el muro junto a él.

- ¿Algún avance con el rubio? – El Uchiha negó en silencio - ¿quieres ayuda?

- No puedes ayudarme – respondió resignado.

- Si que puedo, ¿a que no sabes lo que me entere? – Itachi lo miro interesado - ¿conoces a Haruno Sakura? – El Uchiha asintió – resulta que la niña es la amante de Sasori ¿puedes creerlo?

- La verdad no, hasta donde se Sakura es un chica decente esperando casarse con mi hermano – Kisame bufo.

- Es una zorra Itachi, creo que perdió su virginidad a las 14 – Itachi negó – pero ese no es el punto aquí. La niña es amante del pelirrojo.

- ¿Cómo lo sabes? – cuestiono intrigado.

- Porque los vi recién, en el baño del final del pasillo, follaban como desquiciados – el Uchiha negaba – mira – le enseño un video con su celular donde ser veía el acto.

- Eres un maldito pervertido – reclamo indignado.

- ¿Cómo crees? A mi solo me gustan los videos eróticos que yo protagonizo, esto lo hice por ti, estoy seguro que cuando tu rubia adoración sepa esto dejara de gustarle el pelirrojo – concluyo con una sonrisa - ¿soy o no el mejor amigo del mundo?

- Eres un metiche que no es lo mismo – le arrebato el teléfono y se envió al suyo una copia del video para luego eliminarlo en el de Kisame – mejor no te quedas con una copia.

- Aguafiestas – se quejo Kisame – pero dime ¿Qué harás?

- No lo se, no quiero perjudicar a la chica, ella no tiene nada que ver en esto – comento serio, meditando.

- Por favor Ita, así matas dos pájaros de un tiro, eliminas al pelirrojo de la vida de tu rubio y le sacas a esa peli rosada de encima a tu ototo – sonrió complacido.

- Voy a pensarlo – dijo dando por terminada la charla.

- Bien, bien – Kisame se alejó – pero voy a darte otra mano ahora mismo – y sin que el azabache pudiera evitarlo se acercó al grupo de Deidara.

- Buenas noches – saludo logrando la atención de todo el mundo, porque todos sabían a que se dedicaba y que además era el mejor amigo y compinche de Itachi, eso le da cierto poder sobre ellos – Sasori san – hablo educadamente – una señorita solicita su presencia por el pasillo – le indico le pasillo del baño en cuestión.

- ¿Sabes quien es? – pregunto dudoso el pelirrojo.

- Claro que si, Haruno Sakura, la del cabello rosa – indico con una maléfica sonrisa y Sasori se puso pálido para luego retirarse - ¿ustedes no tienen que ir a otro lado? – Hablo a los demás, una clara invitación a que se largaran, cosa que hicieron – vaya pensé que nunca nos dejarían solos – le dijo a Deidara con una picara mirada - ¿te diviertes Dei-chan? – Se acercó al doncel a paso lento - ¿te han dicho lo delicioso que te ves esta noche? – Pregunto relamiéndose el labio, Deidara retrocedía por instinto, no le gustaba como ese hombre lo miraba – eres una visión – estiro la mano para acariciarle el rostro, notando lo asustado que estaba el menor, pero antes de poder hacer algo una mano se ciño en su muñeca, miro divertido a su amigo que había acudido al rescate - ¿Qué haces Uchiha? – Pregunto serio - ¿no ves que nos interrumpes?

- Dei no parece cómodo con tu presencia – respondió Itachi molesto, sinceramente le agradecía a su amigos los esfuerzos, pero si se le ocurría tocarle un solo cabello al doncel lo mandaría al infierno sin importarle nada.

- Pero si esta encantado de la vida – observo a Deidara - ¿verdad cariño? – El rubio negó con la cabeza – oh vaya que desilusión – comento con una falsa melancolía – en ese caso me marcho, espero que nos volvamos a ver lindura – le guiño un ojo – pero sin interrupciones – Deidara se estremeció por el comentario.

- ¿Estas bien? – Le pregunto Itachi preocupado por el repentino mutismo del menor - ¿te hizo algo?

- Me asusto hasta los huesos – exclamo - ¿sabes quien es? – Itachi asintió – es un asesino a sueldo, uno de los mas temerarios de Akatsuki, me aterrorizó completamente – suspiro aliviado - ¿crees que intente dañarme?

- No lo creo, sabe que si intenta algo en tu contra tendrá los días contados – respondió el Uchiha – no debes preocuparte.

- Claro porque a ti no te eligió un asesino – ironizo – de todas maneras, gracias por aparecer, estaba congelado – Itachi sonrió.

- No tienes que agradecer, siempre que me necesites voy a estar – las palabras desconcentraron al menor que lo miro a los ojos - ¿quieres bailar?

- Prefiero esperar que Naru inaugure el baile – dijo con una sonrisa – después podemos bailar – el varón asintió feliz. Noto que el rubio ya no lo miraba a él, si no detrás de él y se giro para ver también. Sasori hablaba acaloradamente con Sakura, mientras la tomaba del brazo para arrastrarla fuera del salón – ¿me disculpas? – dijo el rubio para seguir a la pareja, Itachi suspiro.

- Venga Romeo, es tu chance y no tendrás que usar el video ni nada – Kisame apareció a su lado – ve por el – Itachi lo medito medio segundo y después siguió al rubio.

El pasillo estaba oscuro y la música apenas se escuchaba por lo alejado que estaba, pero Deidara pudo distinguir las dos siluetas al final. Ambos abrazados contra el muro. Notaba la pierna de la mujer sobre la cintura del hombre y los movimientos que hacían. Los gemidos no tardaron en llegar a sus oídos. El rubio estaba congelado en su lugar, con los ojos cargados de lágrimas, había sido tan idiota pensando que Sasori era diferente a los demás hombres. Apretó los puños con rabia, no iba a llorar por alguien que no valía la pena. Estaba por marcharse cuando el pasillo se ilumino. Los furtivos amantes se sorprendieron y miraron en su dirección. Sasori se separo de la mujer, dejándola casi en el piso y rápidamente comenzó a acomodarse los pantalones y la camisa.

- Dei – dijo con la voz agitada por el “ejercicio” – no es lo que piensas – lo creía tan estúpido como para creerse eso – déjame explicarte – quiso tomarlo de la mano pero el doncel lo evito retrocediendo unos pasos hasta chocar contra alguien. Seguramente quien había encendido la luz, elevo la vista y se encontró con el perfecto rostro de Uchiha Itachi quien miraba a Sasori como si quisiera matarlo.

- Creo que deberías retirarte – hablo el varón – me parece que ya hiciste mucho esta noche.

- No te metas Uchiha – respondió con rabia Sasori.

- Sasori, mejor vete, ¿o quieres que le diga a tu padre y a los padres de la dama lo que hacían? – el pelirrojo palideció, si eso se sabia lo obligarían a casarse con esa mujer – ya me parecía, mejor vete y trata de no acercarte a Deidara o me veré obligado a hablar – de un rápido movimiento tomo la mano del rubio y comenzó a guiarlo lejos de aquel lugar. Deidara se dejaba hacer, estaba demasiado dolido, confundido y furioso como para pelear – lo lamento mucho – escucho que le decía Itachi, estaban en el jardín - ¿quieres retirarte? Puedo decir que te enfermaste por la comida o algo – sugirió. Pero el doncel no podía hablar, lo único que sabía es que no quería estar solo. Así que sin pensarlo mucho se lanzo a los brazos del azabache ocultando el rostro en su pecho, dejando que las lágrimas salieran sin control. Itachi se sorprendió al principio, pero luego correspondió el gesto y trato de calmarlo con suaves caricias sobres su cabello.

- Me mintió – dijo en medio del llanto – dijo que era virgen y que quería tener su primera vez conmigo en la noche de bodas ¿Qué tan idiota puedo ser para creer semejante barbaridad? – Cuestiono indignado - ¿Cuántos hombres conoces que sean vírgenes a esa edad? Soy tan estúpido – el mayor apretó el abrazo.

- No lo eres, él es un maldito desgraciado que se aprovechó de tu inocencia y tu cariño, no es tu culpa – hablo calmo.

- Soy un idiota – repitió - ¿tu te creerías semejante mentira?

- Depende de la persona Dei, a ti te creo, a Naru-chan también – suspiro – pero a Sasori no, pero porque yo lo conozco de otra manera.

- ¿Lo odias? – pregunto el rubio mas tranquilo.

- Si lo odio – respondió sincero. Lo odiaba por tener lo que él quería y por haberlo despreciado. Lo odiaba por haber hecho que su ángel derramara lágrimas y se sintiera herido. Claro que odiaba a Subaku no Sasori y algún día se las cobraría, con intereses.

Notas finales:

Los dos Uchiha la tienen un poco dificil, aunque con perseverancia seguro consiguen buenos resultados... por algo son UCHIHA!!


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