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Besos sabor canela y chocolate por Kurara

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Notas del fanfic:

Título del fanfic: Besos sabor canela y chocolate

Parejas: Wonkyu

Tipo: Yaoi.

Género: Romántico, algo fluff  (creo)

Clasificación: Rating {G}

Advertencias: No hay.

Notas del capitulo:

Este One-shot es el octavo de la serie de la familia ChoiCho que estoy escribiendo. Se pueden leer independientemente, lo único que necesitáis saber es que Siwon y Kyuhyun se han hecho cargo de Suho, el hijo de la hermana de Kyuhyun, tras la muerte de esta. Pero recomiendo leer el resto, los encontrareis en mi perfil^^

Besos sabor canela y chocolate

 

 

-Appa -la vocecita dulce de Suho le hizo voltear a ver al menor parado en la puerta del salón.

 

-¿Qué pasa? -preguntó Kyuhyun pausando el juego de su consola. Sí, a su edad y padre, seguía enganchado a los videojuegos cada vez que tenía tiempo.

 

-Se me ha acabado el color rojo...

 

-¿El color rojo? -preguntó confundido.

 

El niño anduvo hacia él y le enseñó en sus manitas un diminuto lápiz de color rojo.

 

-Es tan pequeño que ya no le puedo sacar punta -le explicó.

 

Kyuhyun agarró el pequeño lapicero y lo observó.

 

-¿Estabas pintando? -preguntó.

 

El niño asintió.

 

-¿Podemos ir a comprar? -le pidió-. Quiero terminar el dibujo...

 

Kyuhyun miró su reloj, era temprano todavía, las tiendas seguían abiertas.

 

-Claro -aceptó dejando el diminuto lápiz rojo encima de la mesita junto al sofá-. Vamos a por tu chaqueta.

 

Suho sonrió contento y se fue brincando por el pasillo hasta su cuarto. Kyuhyun sonrió al verle tan emocionado y apagó su consola para ir detrás de él. Cuando ambos se abrigaron y calzaron, salieron de casa en dirección a la papelería más cercana.

 

El barrio en el que vivían era bastante hogareño y prácticamente todos los vecinos se conocían entre ellos. Siwon y Kyuhyun habían dado mucho que hablar cuando se mudaron a vivir juntos, siendo la primera pareja homosexual de la zona, despertando cuchicheos y susurros mal disimulados cada vez que salían a la calle.

 

Ni a Kyuhyun ni a Siwon les importaba demasiado lo que la gente dijera u opinara de ellos. No trataban de disimular o aparentar cuando salían juntos a la calle. Sin embargo, la actitud de ambos cambió cuando Suho llegó a sus vidas, no querían hacerle pasar un mal rato al pequeño, oyendo cómo los mayores les criticaban a sus espaldas, así que decidieron actuar más disimuladamente. Aunque tampoco es que aquello sirviera de mucho. La gente del barrio ya les conocía y todo el vecindario se había enterado de que ahora tenían un bebé con ellos. Las vecinas se escandalizaron ante ese hecho y un día Kyuhyun, harto de los chismes y cuchicheos cada vez que salía a la calle con el pequeño, les plantó cara:

 

"¿Qué es lo que les molesta tanto? ¿Qué creen que mi novio y yo vamos a hacer mal para criar a este bebé? ¿Debería simplemente haberlo llevado a un orfanato cuando mi hermana murió? ¿Es mejor dejar que el pobre niño pase su vida sólo, creyendo que sus padres le abandonaron? ¿Será más feliz de ese modo? Con Siwon y conmigo tendrá una familia. Tendrá a dos padres que le quieran y le cuiden. Que le protejan de personas como ustedes que no hacen más que cotillear y chismorrear, criticando a cualquiera que se les cruce por delante, cuando ni siquiera son capaces de arreglar los problemas que tienen en sus propias casas. ¡Ocúpense de sus asuntos y dejen a mi familia en paz!"

 

Aquellas palabras todavía retumbaban en su cabeza, aún era incapaz de descubrir qué fue lo que le llevó a explotar de aquel modo, pero no se arrepentía para nada de sus actos. Puede que después de aquello le hubiesen tildado de loco y desequilibrado mental cada vez que ponía un pie en la calle, pero le dio exactamente igual. Se acostumbró a ignorar a aquellas mujeres y decidió llevar una vida feliz junto a Siwon y Suho.

 

Con la manita del pequeño cogida a la suya, llevó a Suho hasta la papelería y allí soltó su mano al ver los ojitos del niño brillar de emoción ante el lugar colorido y llamativo frente a sus ojos. Suho echó a correr y se dedicó a mirar uno por uno cada artículo de la tienda. Kyuhyun sonreía a su espalda al verle tan feliz, siguiéndole en todo su recorrido para no perderle de vista.

 

-Appa, ¿me compras esto? -le pidió con los ojitos brillantes, mostrándole una caja de 36 colores-. Hay tres rojos -le dijo emocionado.

 

Kyuhyun asintió, no podía negarse a consentirle aquello.

 

-Está bien -aceptó-, pero tienes que tratarlos con cuidado, ¿vale?

 

Suho asintió prometiéndoselo y continuó mirando cositas de la tienda con la cajita de colores fuertemente apretada entre sus brazos. Al final convenció con un tierno puchero a appa Kyu para que le comprara también un libro de colorear y un estuche nuevo.

 

Cuando se cansó de mirar, Kyuhyun llevó a Suho hasta la caja cargando con todas sus cosas, no había dejado que appa Kyu las cargara por él. Las dejó en el mostrador poniéndose de puntillas y esperó pacientemente a que la dependienta pasara los artículos por el lector del código de barras y los colocara ordenadamente en una bolsa.

 

-Appa dámelos -demandó estirándose un poco, intentando coger la bolsa,

 

-Ya va, Suho. Espera un segundo -le pidió Kyuhyun sacando el dinero de su cartera.

 

-Toma -dijo la chica inclinándose sobre el mostrador para tenderle la bolsa-. ¿Vas a pintar mucho, verdad?

 

El niño asintió un poco avergonzado y tomó la bolsa de la mano de la chica para después esconderse tras las piernas de appa Kyu.

 

-¿Qué se dice? -le recordó Kyuhyun.

 

-Gra-Gracias -respondió Suho avergonzado, todavía escondido detrás de sus piernas.

 

La chica sonrió y cogió los billetes que Kyuhyun le tendía. Abrió la caja y sacó el cambio.

 

-¿Es su hijo? -le preguntó.

 

-Sí -asintió Kyuhyun.

 

-Se parecen mucho -afirmó la mujer.

 

Kyuhyun sonrió recibiendo el cambio de la mujer y salieron de la tienda.

 

-Appa, ¿me compras un helado? -le pidió el niño una vez se encontraron fuera.

 

-Hace frío todavía para un helado Suho -negó Kyuhyun cogiendo la bolsa que Suho llevaba en brazos y agarrando una de sus manitas.

 

-Pero tengo hambre...

 

-Eres un comilón -comentó.

 

-Appa también -trató de defenderse el pequeño.

 

Kyuhyun sonrió, sí que era verdad, los dos comían que daba gusto verlos.

 

-Bueno, pero sigue haciendo demasiado frío para un helado.

 

-Jo -se quejó el pequeño.

 

Kyuhyun echó un vistazo a su reloj y sonrió con una idea en mente.

 

-¿Que te parecen unos donuts? -le ofreció.

 

-Sí. ¡Los donuts están buenos! -aceptó el menor.

 

-Pues venga, vámonos.

 

Kyuhyun conocía una cafetería dónde hacían donuts y bollerías varias en el centro. Justo enfrente de la oficina de Siwon. Tenían tiempo, por lo que planeaba esperar allí hasta que el mayor saliera de trabajar.

 

De ese modo, casi veinte minutos más tarde, Kyuhyun y Suho se encontraban sentados junto a la gran cristalera de la cafetería. El pequeño comiendo un par de donuts y un batido y Kyuhyun observando de vez en cuando hacia el edificio de enfrente, esperando ver a Siwon salir. No le había avisado, por lo que planeaba sorprenderlo.

 

Esperaron algo más de media hora hasta que Kyuhyun vio a Siwon salir por la puerta. Se puso en pie y agarró a Suho en brazos para salir de la cafetería más rápidamente, no fuese a ser que el mayor se marchara sin que a él le diera tiempo de alcanzarlo.

 

Sin embargo, Siwon seguía parado frente a la entrada del edificio, charlando con una chica de largo pelo moreno y minifalda demasiado reveladora para el gusto del menor. Parecían conocerse bastante bien, pues Siwon se veía relajado y feliz de hablar con ella, aquella preciosa sonrisa suya con hoyuelos iluminaba su rostro al hablar con aquella descarada (desde el punto de vista del menor) chica.

 

Cruzó la calle con el ceño fruncido, nada satisfecho con la escena que se veía obligado a presenciar, pero al ver cómo la chica rodeaba con sus brazos a Siwon en un abrazo que el mayor correspondió, le obligó a apretar los dientes tratando de reprimir un improperio que habría gritado a los cuatro vientos, y aceleró el paso, parándose junto a Siwon en cuanto ella deshizo el abrazo.

 

Ni saludó ni se presentó, simplemente agarró el cuello de la camisa del mayor, tirando de él un poco y le plantó un beso en la boca, marcando claramente su territorio. La chica los observó sorprendida unos segundos, Siwon mantenía sus ojos abiertos alucinado, Suho tapaba sus ojitos con sus manitas y Kyuhyun terminó el beso con un:

 

-Hola amor, hemos venido a buscarte.

 

-Ho-Hola -logró responder Siwon aún medio ido.

 

-Em... Esto... Hola -le saludó la chica-. Deduzco que eres Kyuhyun, ¿no?

 

Kyuhyun asintió extrañado de que aquella chica le reconociese.

 

-Siwon me ha hablado mucho de ti -aseguró con una sonrisa-. Y de ti también -aseguró mirando al menor, que se escondió en el cuello de Kyuhyun avergonzado.

 

-Hyunnie -lo llamó Siwon cogiéndole una mano-. Ella es Tiffany. Una antigua compañera de la facultad -le explicó-. Se mudó a Estados unidos y acaba de regresar de visita.

 

-Ah -asintió-. Un placer -dijo inclinando un poco su cabeza a modo de saludo.

 

-Lo mismo digo -aseguró la chica imitando el gesto con una sonrisa-. Como veo que te dejo en buena compañía -empezó mirando a Siwon-, yo me marcho ya.

 

-Claro, ¿quieres que te acerque a algún lado? -se ofreció el mayor.

 

-No hace falta -negó-. Ya vienen a buscarme -y señaló un coche rojo, parado junto a la acera con los intermitentes puestos-. Espero verte pronto oppa.

 

-Lo mismo digo -aseguró Siwon viéndola marchar.

 

Kyuhyun y Siwon vieron como subía al coche, saludando alegremente al conductor, y éste se ponía en marcha, desapareciendo entre el tráfico.

 

-Bueno, ¿y a qué debo tan inesperada visita y tan apasionado saludo? -bromeó el mayor cogiendo a Kyuhyun de la cintura para mirarle divertido.

 

-Aish, ya hyung -se quejó el menor-, sólo quería dejar las cosas claras desde el principio -respondió evitando su mirada.

 

-Ya las tenía claras -le hizo saber el mayor con una sonrisa.

 

-Bueno, por si acaso -terminó el menor.

 

Y Siwon rió, no era habitual ver al menor celoso y eso le ponía contento.

 

-¿Porqué no me dijisteis que veníais? Habría salido antes -comentó agarrando su mano y echando a andar hacia el parking del edificio.

 

-Hemos ido a comprar colores -explicó el pequeño.

 

-¿Colores? -preguntó Siwon.

 

-Se le había acabado el color rojo -le contó Kyuhyun-. Y hemos acabado saliendo de la tienda con una caja de treinta y seis colores, un libro para pintar y un estuche.

 

Siwon rió divertido.

 

-Después hemos ido a comer donuts.

 

-¿Aquí en frente? -preguntó señalando la cafetería de la que habían salido minutos antes.

 

-Ajá.

 

-Esa cafetería me encanta -comentó quitándole la alarma al coche.

 

-Lo sé -aseguró el menor-. No te creas que me he olvidado de ti -añadió sacando de la bolsa donde estaban los colores del pequeño, una bolsita de papel.

 

Siwon la cogió curioso cuando el menor se la tendió y la abrió, viendo en su interior un par de dulces.

 

-Sé que son tus favoritos -explicó abriendo la puerta de atrás del coche, permitiendo que Suho entrara. Le puso el cinturón y cerró la puerta.

 

Siwon llegó a su lado en un instante y le rodeó la cintura con un brazo para darle un sentido beso en sus labios.

 

-¿Tanto te alegran un par de dulces? -bromeó el menor un tanto sorprendido por la reacción del mayor.

 

-No son los dulces -negó-, son lo que representan.

 

Kyuhyun le miró curioso.

 

-¿No sabes porqué me gustan tanto estos dulces, verdad? -preguntó.

 

Kyuhyun negó, él simplemente creía que a Siwon le gustaban y punto, por eso se los había comprado, pero parecía tener otro significado para el mayor.

 

-Nuestro primer beso fue después de compartir uno de estos -le explicó el mayor.

 

Kyuhyun le miró abriendo los ojos sorprendido por sus palabras, antes de indagar en su mente hasta recordar aquel momento. Siwon tenía razón. Su primer beso tuvo sabor a canela y chocolate.

 

Kyuhyun sonrió y llevó sus manos hasta el cuello del mayor.

 

-Te daré besos dulces siempre que quieras -le prometió.

 

-Mmm... Eso me encanta -aseguró Siwon acercándose a él, mirándolo con tremendo cariño en sus ojos, viendo como Kyuhyun le sonreía enternecido y juntó de nuevo sus labios en un beso lento y amoroso.

 

-¿Te has comido uno, verdad? -preguntó el mayor al sentir el sabor de su boca.

 

Kyuhyun asintió sonriendo.

 

-No he podido evitarlo, están muy buenos -se escusó.

 

-Puedes comerte los que quieras -aseguró Siwon-, siempre que los compartas conmigo después -le pidió-. Saben mejor de tus labios.

 

La sonrisa de Kyuhyun se ensanchó y atrajó al mayor a su boca, besándolo de nuevo.

 

Ahora poco le importaban las señoras chismosas del barrio, poco le importaba la descarada amiga de Siwon. Ahora sólo le importaba sentir el sabor de la canela y el chocolate de los besos que Siwon y él compartían.

Notas finales:

Espero que os haya gustado!!!


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