Kibum no es del tipo de persona amable, pero aun si no le gusta que Onew se paseé a su alrededor y lo regaña cuando se cruza en su camino llamándolo «bola de pelos», Onew sabe que es una buena persona porque durante las noches frías en las que se cola en su cama Kibum no lo echará y en cambio lo envolverá en sus sabanas y le permitirá dormir con él mientras le da pequeñas caricias en la cabeza.
Taemin es del tipo travieso, se la pasa horas jugando con Jinki. Generalmente se trata de lanzarlo desde lugares altos y comprobar desde que altura los gatos pueden caer en sus pata. Aunque hay veces en las que termina herido Jinki sabe que Taemin es una buena persona porque cada vez que se da un mal golpe Taemin corre a arrullarlo con lágrimas de culpabilidad en sus ojos.
Minho es serio y reservado, podría pasar por el mayor de los cuatro chicos pero en realidad es sólo un año mayor que Taemin, el menor de todos. Jinki y él comparten largas batallas de miradas, se la pasan la mayor parte del tiempo cada uno en un extremo de la habitación con el cuerpo rígido y sin moverse concentrados sólo en los ojos del otro. Jinki siempre es el perdedor, porque después de unos minutos se aburre y sabe que no podrá ganar contra Minho ya que, según él, el tamaño de sus ojos le brinda alguna clase de poder que le permite mantenerse sin pestañear por mucho tiempo o al menos el tiempo suficiente como para que Jinki pierda en cada batalla. A pesar de la extraña competitividad de Minho, Jinki sabe que es una buena persona porque al final del día es Minho quien le da leche caliente antes de irse a dormir y es el primero en llenar su plato en las mañanas.
Jonghyun no juega con Jinki como Taemin lo hace, no consiente a Jinki como Kibum – aunque sea a escondidas – y no alimenta a Jinki como Minho. Jonghyun simplemente observa cada movimiento de Jinki, como esperando algo… cuando Jinki lo mira a los ojos se siente descubierto. La sola mirada de Jonghyun lo desnuda y le hace pensar que quizás, sólo quizás el sabe su secreto. Cada vez que Jinki lo mira sonreír siente una extraña sensación en su pecho que lo asusta y supone que es una advertencia de su cuerpo ante el peligro, por lo que creé que Jonghyun es peligroso. Y cuando lo escucha cantar casi puede sentir las inexistentes lagrimas deslizarse por sus ojos. Jonghyun es una mala persona porque se ha robado el corazón de Jinki y Jinki sabe que jamás podrá recuperarlo.
Jinki sabe que Jonghyun no es una mala persona y sólo piensa así de él para ocultar sus sentimientos. Jinki ha estado engañado a estas cuatro personas que le brindaron hogar desde que Jonghyun lo recogió de la calle en un día lluvioso. Jinki sabe que debería mostrarles su verdadera forma, pero tiene miedo de ser rechazado. Durante las noches en que las que observa el sueño de Jonghyun sólo quiere transformarse en humano para poder envolver a esa hermosa criatura en sus brazos. Jinki se ha vuelto egoísta y ahora sólo quiere mostrar su forma para que Jonghyun lo ame tal como es, con su verdadera forma, el humano oculto tras ese felino.
Jinki deja de pensar que es una mala persona, porque la felicidad que experimenta cuando su verdadera forma es aceptada sin prejuicio por quienes le brindaron hogar sólo la merecen buenas personas.
Jinki es una buena persona, porque Jonghyun se encarga cada día de recordárselo cuando se toman de las manos, o cuando sus miradas se cruzan y terminan en un beso, o durante las noches cuando comparten el lecho y susurra palabras de amor en su oído.
Jinki es una buena persona porque sólo una buena persona merece el amor de alguien tan valioso como Kim Jonghyun.