Era común entre ellos pasar el tiempo haciendo apuestas sobre cualquier cosa, desde apostar quién comía más rápido un plato de espaguetis hasta ver quién tenía mejor suerte con las chicas, y siempre terminaban con el mismo resultado. Lo que no era común era premiar al ganador, porque Minho sabía, Jonghyun sabía y todos sabían que el chico alto siempre terminaba ganando; quizás era debido a su competitividad que de alguna manera siempre conseguía lo que se proponía o tal vez Jonghyun simplemente era un perdedor innato. A pesar de todos esos antecedentes, está vez Jonghyun tenía la falsa convicción de que podría llegar a la esquina antes que Minho, ya que según él correr era una cuestión de velocidad y no de tener piernas largas – porque claro sí se trataba de piernas largas Minho también ganaría.
Un obvio resultado. Jonghyun iba en la mitad del camino cuando Minho llegó a la meta. Todo terminó con Jonghyun prometiéndole a Minho que le presentaría a alguien de confianza para una cita. ¿Cómo es que Jonghyun terminó en la casa de Jinki rogándole que se reuniera con Minho? Era una respuesta sencilla sí se conocía el carácter de Kibum, originalmente la cita de Minho.
- Te dije que no lo haría, además porque haces algo tan estúpido como apostar con Minho ¡sabes que siempre gana! - gritó Jinki por quinta vez paseándose por la sala mientras Jonghyun lo contemplaba desde el sofá.
-Pero pensé que Minho aún tenía esa lesión en el tobillo y que está vez ganaría, no puedes culparme por intentarlo - respondió Jonghyun haciéndose el ofendido.
-Sí fueras un bien amigo sabrías que se mejoró hace días ¡hasta yo lo sé!...y-y -y ¡no me estarías pidiendo esto! – exclamó Jinki exasperado.
-Jinki, eres el único que puede ayudarme~ apenas le mencioné lo de la cita arreglada a Kibum me mando por un tubo diciendo que no necesitaba esa clase de cosas y que podía conseguir sus propias citas –explicó Jonghyun tratando de persuadir al mayor.
- ¡Seria tan extraño! No va en mi clase, nunca hemos hablado y ni siquiera lo conozco de vista –se excusaba Jinki.
-Yo lo conozco, no te enviaría con cualquiera. Como mi amigo tienes el deber moral de ayudarme, de otro modo quedaré como un hombre que no cumple su palabra.
Jinki se detuvo en seco y dándole la mejor mirada asesina que pudo se fue a su habitación dejando a Jonghyun desconcertado y pensando que no lo ayudaría. Después de unos minutos volvió con una chaqueta en su mano mientras guardaba la foto de Minho, que Jonghyun le había entregado, en su bolsillo trasero. El chico más bajo apenas tuvo tiempo de sentirse aliviado por que Jinki aceptaría ayudarlo cuando se dio cuenta de lo que en realidad le había pedido hacer al mayor.
“Jinki y Minho” “cita” “manos tomadas” “coqueteo” “besos” ese horrendo conjunto de palabra se formaba en su mente y todas mezcladas e interrelacionadas era algo que preferiría nunca haber pensado. Su estomago dio un vuelco violento y de repente se sentía molesto y angustiado.
Sí tan sólo sus piernas fueran más largas y hubiera ganado la carrera o sí Kibum hubiera dejado por una vez en su vida de ser una diva con complejo de superioridad y hubiera aceptado la cita no se habría visto en la necesidad de enviar a Jinki a una cita. Porque no era con cualquiera, se trataba de Minho ese chico alto y guapo del que cualquiera se enamoraría y de su Jinki, su mejor amigo, quien no debería perder el tiempo en citas sino estar siempre a su alrededor por sí lo necesitaba. ¿Para eso eran los amigos, no? Aunque sólo pensara a sí de Jinki, ya que a Kibum prefería mantenerlo lejos cuando se comportaba como mujer con síndrome pre menstrual y a Minho cuando se ponía a demostrar su fanatismo por el fútbol y a Taemin... ¿tenía un amigo con ese nombre? Ok, solo bromeaba a Taemin prefería mantenerlo lejos cuando se ponía caprichoso.
El punto es que Kim Jonghyun y Jinki eran mejores amigos, Kim Jonghyun se acercó a hablarle el día en que Jinki parecía un pollito perdido en esa gigantesca cárcel conocida como escuela, Kim Jonghyun era quien salvo a Jinki de los matones, Kim Jonghyun era con quien debía pasar un viernes por la tarde, Kim Jonghyun era el idiota que lo envió a esa cita con Minho y ahora moría lentamente de… celos.
Si alguien merecía tener el amor de Jinki, ese era Kim Jonghyun.
¿Debería seguirlos? Ni siquiera sé el lugar de la cita. Pensaba el menor frustrado mientras lloriqueaba y se retorcía como un cachorro herido en el sofá.
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Jonghyun ni siquiera se había molestado en encender la luz cuando oscureció, los padres de Jinki llegaban demasiado tarde por lo que no tuvo problema en quedarse el resto de la tarde en casa del mayor después de que se fuera sin siquiera despedirse. Estaba en la penumbra de la noche, mirando fijamente y sin pestañar la entrada cuando Jinki atravesó la puerta. El mayor apenas tuvo tiempo de reconocer su presencia antes de ser arrinconado contra la pared más cercana. Jonghyun lo sujetaba de ambos brazos mientras lo presionaba contra la pared y el mayor no necesitaba verlo para saber que lo miraba acusadoramente.
-¿Qué hiciste con Minho? ¿Se tomaron de las manos? ¿Hubo mucho skinship?.... – preguntó con rudeza sólo para detenerse un momento y agregar con voz temblorosa - ¿se besaron?
- ¿Qué crees Jonghyun? Si se trataba de una cita, pero…- la respiración de Jonghyun se agitó y Jinki sabía que Jonghyun se estaba poniendo furioso - ¿Por qué te molestas? ¡Tú fuiste él que me pidió que te ayudara! – reclamó comenzando a contagiarse del enojo del menor.
- ¡¿Sólo porque te digo que vayas a una cita tu vas y te besuqueas con Minho?! – gritó Jonghyun escupiendo sus palabras en el rostro de Jinki.
-¡No me he besuqueado con nadie! – Se defendió el mayor, quien al darse cuenta de que gritaba tomo una larga respiración tratando de serenarse. – Ni siquiera fui a la cita. –agregó Jinki con un largo suspiro.
-¿Qué? Entonces porque llegaste a esta hora, incluso te llevaste la foto de Minho – cuestionó Jonghyun, sin soltar su agarre sobre Jinki pero empezando a calmarse.
- Fui a casa de Kibum e hice que fuera a la cita – declaró Jinki.
-¿Cómo lo convenciste? – preguntó Jonghyun incrédulo, ni si quiera pensó en la posibilidad del mayor mintiéndole sólo tenía curiosidad. Jinki no sabía cómo mentir frente a Jonghyun, después de todo.
- Sólo hizo falta mostrarle una foto de Minho – aclaró Jinki, convenciendo por completo a Jonghyun quien se regaño mentalmente por no haber pensado en lo mismo, con sólo un vistazo de Minho, Kibum y cualquiera habría aceptado una cita con él.
-Y vienes llegando a esta hora porque…. – continuó con su interrogatorio.
- Sabía que me esperarías y quería desquitarme – comenzó a explicar Jinki – ¿Cómo puedes pedirme algo así cuando…?
-¿Cuándo qué? – interrumpió Jonghyun.
-Cuando te gusto – Declaró Jinki sin rodeos tratando de buscar la mirada de Jonghyun aun en la oscuridad.
- ¿Gustarme? – Pregunto Jonghyun sonriendo de medio lado – ¿No será que yo te gusto? – contraatacó apegando su cuerpo al de Jinki para intimidarlo.
- Dilo tu primero – ordenó Jinki, no quería ser el primero en decirlo y lo dejó claro cuando acercó su rostro al de Jonghyun quedando a escasos centímetros de distancia.
- Hazlo tú – Jonghyun siguió dando pelea, mientras se acercaba hasta que sus narices se rosaron. –Apuesto a que serás el primero en decirlo de todas maneras – declaró Jonghyun haciendo que Jinki soltara una pequeña carcajada, al parecer Jonghyun nunca perdería esa mala costumbre de apostar.
- Pues entonces date por vencido – sentenció Jinki antes de disminuir cualquier distancia existente entre ellos y unir sus labios en un beso.
A pesar de ser el mayor quien comenzara con el acto fue Jonghyun quien intensificó el beso pasando de un simple rose de labios a una lucha por el poder entre sus lenguas. Con Jonghyun siempre se trataba de luchar por lo que Jinki ni siquiera intentó ganar y se permitió dejarse llevar degustando cada centímetro de la boca del menor. A Jinki no le importaba realmente porque Kim Jonghyun era alguien que siempre perdía sus apuestas