Capítulo 4: Entre amigos y enemigos. (Parte 2)
>> - Me enamoré de ti... ¿Qué hago? Pero si apenas acabamos de conocernos, dolorosos sentimientos desbordan y comprimen mi corazón. Así es... Te quiero mucho... – Esas palabras, mi rostro se sentía acalorado, ¿esto era ser un sueño? ¿Dash declarándoseme? Un hombre…Primero Vlad me hacía pasar por todo esto y Dash, siempre Dash el siempre aparecía para salvarme ¿Qué se supone debía decirle? Los latidos de mi corazón apenas y me permitían escuchar mis pensamientos.
-Lo siento Daniel… Solo olvídalo –Comenzó a caminar, ¿solo se iría y ya?...
-¡Dash! –Corrí hacia el sujetando su brazo él solo se dio la vuelta tomándome de la cintura, acerco sus labios a los míos, sus ojos azules emitían un brillo singular y mi reflejo. Yo era lo único que se reflejaba en sus ojos. Nuestros labios se juntaron en un pequeño y casto beso… Me había besado con otras personas pero jamás me había sentido de esta forma por un pequeño beso, me abrazaba con aquellos brazos cálidos, su aroma me envolvía. Estaba aturdido por todo lo que había acontecido este día, pero mis preocupaciones se fueron al estar con él.
-¿Eres adivino? Siempre, apareces en el momento preciso –
-Es solo porque eres tu Daniel- No tenía idea de donde estábamos, mire por todos lados pero nunca había estado allí.
-No te preocupes Daniel, no le diré a nadie –
-¿Decir qué? – ¿Sobre el beso?… No, había algo que estaba dejando escapar, algo que no había notado y Dash sí.
-Tú eres el chico fantasma, te vi destransformarte cuando caías al lago, no soy un tonto Daniel – Me sonroje y cubrí mi rostro con ambas manos, ¡me había visto! él lo sabía.
-¡Transformación! – Baje la mirada, mi cabello ahora era ese color blanco, mis ojos habían cambiado, apenas y le dirigí la mirada; lo tome del brazo y emprendimos el vuelo, sería mucho más fácil ubicarnos desde la altura. Volé lo más rápido que pude, no quería que Vlad nos viera, estaba seguro que no había visto a Dash cuando lo golpeo aun así no podía dejar que se metieran en problemas por mi culpa; Vlad no debía verlo como enemigo.
Llegamos en un par de minutos, estábamos frente a aquellas cabañas, nos quedamos en silencio, fue incomodo, decidí hablar primero.
-Dash… Sera mejor que regreses con tu familia, no quiero que Vlad te vea –Se acercó a mi robándome un beso, dejándome con el corazón latiendo a mil.
-Nos vemos mañana entonces – Se dio la vuelta corriendo rumbo a donde estaba quedándose, era un tonto, dejarme de esta manera después de todo… Mire la cabaña del tío Vlady ya que allí nos estábamos quedando, dimití el pensamiento de ir. Así que regrese con mis amigos Sam y Tucker, al regresar llovieron las preguntas ¿Qué había pasado? ¿Si estaba bien? ¿Por qué me había tardado? Entre otras más. Bien, ya era el momento, les contaría todo lo que había pasado con Vlad y lo acontecido hoy, no omitiría nada, quería escuchar lo que me dirían. <<
Esa noche se había tornada larga y pesada, llena de inesperadas cosas, por lo cual aquellos tres amigos estaban alerta, Kwan debía estar en algún lado, lo habían invitado a acampar con ellos más él había negado comentando que pocas veces estaba con sus padres y deseaba estar más con ellos.
Después de aquellos sucesos, por fin era de día, solo faltaba que este nuevo día terminara para dar fin al día de campo.
-Y aquí habla Jack Fenton, probando el comunicador Fenton ¿me copian?-Ese llamado comunicado Fenton se hacía sonar por los alrededores.
-Papá… ash… -Se dio la vuelta, nuevamente su padre la avergonzaba frente a los demás nuevamente.
-Danny, siento mucho esto pero la familia Fenton se ira en una hora-
-¿Papá por qué? –Danny aun no veía a Dash y deseaba pasar el resto del día con él, aun que le sonara extraño a el mismo.
-Lo siento Danny, pero Maddie y yo tenemos que atender un compromiso que acaba de surgir, no podemos dejarlos aquí- Y sin más alistaron sus cosas y regresaron de vuelta a la casa Fenton, ambos padres después de llegar bajaron al laboratorio para comenzar con lo que fuese trabajarían ese día. Sus hijos aun no comprendían porque la prisa, pero bueno eran sus nada comunes padres y algo importante tenían que hacer.
Danny subió a su habitación tumbándose en la cama, que mal que ni siquiera pudo despedirse de Dash, se había despedido de sus amigos pero de aquel brabucón no, paso una hora y solo veía el techo pensativo; un sonido lo distrajo de sus pensamientos, se levantó dirigiéndose a la ventana. Y allí abajo estaba Dash saludándole, había estado arrojando piedrillas para captar la atención del joven. Danny sonrió abriendo la ventana, bajo corriendo por las escaleras abriendo la puerta, invito a Dash a pasar a su casa, lo que sea que tuviera que decirle sería mejor hablarlo en privado en su habitación.
-Con que esta es tu habitación… Bueno ¿Por qué te fuiste sin más? –
-Lo siento Dash… Mis padres tenían que regresar lo más rápido y no nos dejarían solos-
-Bueno, oye… De lo que pasó la noche anterior, Daniel ¿te gustaría tener una cita conmigo?- Danny se quedó sorprendido por la pregunta, bueno no tendría nada que hacer o algún compromiso.
-Está bien –Lo había dicho con una sonrisa en su rostro, él se había sorprendido de no sonar dudoso, pero aún tenía que tener cuidado.
-Perfecto –Tomo su mano mirándolo a los ojos –Entonces mañana saliendo de la escuela-
-Es... está bien –La mano del rubio lo había tomado por sorpresa incuso un simple toque como ese lo hacía sentir tan bien; Dash lo tomo de las mejillas comenzando un beso, un beso delicado lleno de amor, algo con lo cual ambos expresaban aquello que sentían, pero aquellos besos que el rubio le daba le hacían despejar de su vida cualquier preocupación que tuviera, todo estará bien.
-Nos vemos mañana en la escuela y no olvides la cita –Con su mano revolvió aquella negra cabellera, regalándole una sonrisa. Danny lo acompaño a la puerta despidiéndose, por lo menos había logrado verlo un momento ese día, el último beso de ese día frente a la puerta de su casa, parecía que a Dash no le importaba que estuvieran en la calle.
Ahora había una nueva preocupación en la mene del joven mitad fantasma ¿Qué se supone haría en una cita? Y con un chico. ¿Qué ropa se pondría? La de siempre, ¿comprar una nueva?, y algo muy importante que temía, que Vlad quisiera hacerle algo a Dash.
Sin embargo no sabía que los planes de Dash y Kwan estaba avanzando aun siendo algo lentos realmente lograrían una posible calamidad, ambos querían realizar algo, uno su venganza y otro tener a su igual para él.
-Kwan, no te preocupes estoy seguro que ese tal Dash junto al chico fantasma pagaran por todo-
-Empiezo a dudar de usted- Kwan no estaba seguro de seguir ayudando a ese hombre, lo único que le pedía era espiar a Danny Fenton ¿para qué? Él no lo sabía.
-En un par de días todo estará listo, yo tengo el control –Vlad sonreía, ya estaba poniéndose en marcha, sabía lo que haría y era ya tiempo de contarle a sus jóvenes “discípulos”, Vlad deseaba con todo su ser que Danny creyera estar a salvo y cuando menos se lo esperara lo tendría con él a su lado, su destino era con él y Vlad se lo probaría.
CONTINUARA...