Capítulo 5: Cita
>>Una nueva semana de escuela había comenzado y este día sentía que sería el más largo y extraño de toda mi vida. Este día había llegado temprano tal y como ya me estaba acostumbrando a hacerlo, con la mirada buscaba a Dash ¿pero que haría el tan temprano en la escuela?; yo vestía un poco diferente, ahora ya no podía quejarme de las chicas que tardaban eternidades en decidir que ponerse, realmente ya no le veía la gracia.
Llevaba un pantalón de mezclilla negro algo pegado a mi cuerpo mas no entubado, una playera roja con estampados blancos y claro mis tenis rojos, me peine como de costumbre para no complicarme aún más la existencia.
Unas voces muy conocidas resonaron resonaron por el pasillo, era nada más y nada menos que Sam junto a Paulina, creí que la detestaba… Estaba sorprendido ya que ambas pegaban uno que otro cartel por las paredes un segundo ¿Paulina ayudándole? A ¿Samantha Manson?
-Danny, toma –Sam lucia feliz, al ver el folleto que sostenía con mi mano comprendí de que iba todo esto, pero aun así Paulina había tomado la iniciativa de dirigirme la palabra.
-Estamos comenzando con nuestra pequeña campaña. Se vegano –Ambas promovían aquello, querían que las personas fueran más consientes sobre los demás individuos, sí, todos los animales aun siendo de diferentes especies teníamos algo en común, todos sentimos; realmente estaba pensándomelo seriamente, después de todo no me gustaría ser servido en una hamburguesa.
-Los animales son seres vivo como nosotros y de la misma manera que podemos sentir dolor, miedo, placer y querer seguir vivos, ellos lo pueden sentir, al igual que nosotros, incluso recuerdan –Paulina hablaba con convicción, realmente sonaba como si creyera todo aquello de lo que hablaba.
-Toma apóyanos, cero especismo –Sam me dio un par de chapas, ahora ella no solo quería salvar ranas, sino que deseaba lograr algún aunque sea un poco más que eso.
-Ama a los animales, no te los comas-
-y di no a las pieles –Ambas se turnaban para hablar, no me aria larga la mañana, ya le preguntaría un poco más sobre aquello; ambas se veían animadas, lo único que pensaba era que Sam había logrado convencer de alguna manera a Paulina a ayudarla y apoyarle con sus ideas.
-Vamos Pau, hay mucho por hacer –Llevaba volantes entre sus brazos, Paulina le ayudaba con algunos y ambas se dirigían a sus clases. Sam apenas y me había mirado, para mí eso era una gran suerte, no quería que me comentara algo sobre mi nuevo look. No era que no quisiera hablar de eso, si, de Dash y nuestra cita, no tenía idea de lo que haría Dash si se enteraba de que yo contaba nuestras cosas, tal vez no quería que lo hiciera después de todo solo éramos brabucón y fenómeno.
Mi sentido fantasmagórico se activó, corrí al baño de varones.
-Transformación –Estaba listo para cualquier fantasma que se atreviera a crear algún disturbio, al seguir pensando en fantasmas recordé a Vlad, el solo hacerlo me hizo sentir un horrible y gélido escalofrió recorrer mi cuerpo.
Ese hombre que se hacía llamar Tío Vlady, me causaba una sensación de miedo; me había hecho creer que había cambiado y sí, el cambio pero no de una buena manera; antes Vlad era mi enemigo y ahora era peor que el enemigo que alguna vez fue.
-Buajajaja Soy el fantasma de las cajas ¡Temed! –
-Oh... Eras solo tu otra vez. –
-¿Solo yo? ¡Yo soy el fantasma de las cajas! –En solo un par de segundos lo encerré en el termo Fenton.
-No tengo tiempo para esto –Al dejar mi forma fantasmal en los baños, corrí rumbo al salón, el sr Lancer me miro con el ceño fruncido, me mando al pasillo sin siquiera dejarme hablar, bueno después de todo había llegado tarde a su clase.
Después de toda una eternidad de aburrimiento en la cual me quede en el pasillo esperando que sonara el timbre, sucedió algo que yo no me esperaba al finalizar la clase a la cual yo no había entrado; cuando todos salieron al descanso Dash se acercó a mí, mirándome, no me atreví a hablar.
-Fenton. Pensé que ya no habías llegado ¿Estas bien? –Me había quedado en shock ¿Dash Baxter preguntadme a mi si estaba bien? Me quede aún más sin dejar escapar palabra alguna, había enmudecido.
-Daniel- Mi expresión fue una de sorpresa, me había tomado por sorpresa, un ligero y suave beso de él ¡y en la escuela! ¡Y en público?
-¡Dash! –Lo aleje de mí, era una suerte que nadie lo había notado, el solo sonrió burlonamente, yo estaba que apenado y un fuerte calor se había posado en mi rostro; me tomo del brazo sin decir algo más, me condujo por el pasillo, el caminaba rápidamente era casi llevado por él. No tengo idea de si yo imaginaba o era una especia de sueño, pero estábamos en el patio en un sitio algo apartado y yo estaba aún sorprendido él sonreía, una sonrisa que era para mí, eso sentía.
-Bien Daniel, ¿a dónde quieres ir?-
-A donde quieras… -
-Mírate, ¿nuevo look? –Tomo mi mejilla con una de sus manos, Dash siempre había sido para mí un idiota, un chico popular al cual realmente no le veía nada de lo que todo mundo decía que tenía, simplemente un gran idiota… Un idiota con el cual jamás me imagine de esta manera, de una u otra forma ahora ya no lo veía como antes, simplemente era Dash Baxter un chico que me gustaba, un rubio que me ponía nervioso y claro alguien que aparecía cuando menos me lo esperaba; tal vez ya estaba comenzando el momento de mi vida en la que él estaba entrando en mi mundo.
-Solo un pequeño cambio, ¿se nota mucho? –Sonreí tomando su mano, era una sensación agradable el simple gesto de tomarle la mano.
-Para mí es muy obvio, bien entonces te veré al rato y te llevare a un lugar. – Había terminado el descanso y nos dirigimos juntos al aula a tomar clases, lo que más quería era que el tiempo pasara rápidamente, por alguna razón esperaba con ansias mi cita con Dash. <<
Las clases pasaron rápidamente con normalidad, extrañamente ningún ataque fantasma ocurrió en el transcurso del día; por fin la ansiada campana sonó y todos comenzaban a guardar sus cosas para salir del lugar.
-Daniel, vamos –Tomaron sus cosas y caminaron juntos, al parecer al rubio no le importaba que los vieran caminando juntos como si fueran amigos, esto ponía un poco nervioso a Danny por el motivo de que no tenía idea de que pensaba su acompañante Dash Baxter.
Después de salir de la escuela ambos se dirigieron a la ya conocida hamburguesa apestosa.
Daniel nunca había tenido una cita de ese tipo por lo cual no tenía idea de cómo se supone debía ser todo. Todo era extraño, ambos estaban en aquella mesa esperando que su orden llegara, estaban frente a frente.
-Dash… ¿Esto es en serio? … -Pregunto, no quería que aquello fuera algún tipo de nueva broma pesada por parte de Dash.
-¿De qué hablas?, -Sin pensarlo ni importarle que los demás vieran tomo ambas manos del chico mitad fantasma y le miro a los ojos -Jamás mentiría sobre lo que siento. La primera vez que te vi, te juro que me gustaste, fue como amor a primera vista… Sabes mi padre odia ese tipo de relaciones, tenía ganas de siquiera poderte preguntar qué tal había estado tu día, pero no quería que te vieras involucrado con mi padre, entonces lo decidí, tu solo serias aquel chico al cual molestaría, no quería conocerte, tenía miedo de que me llegaras a gustar cada vez más, hasta enamorarme de ti ya que si lo hacia mi padre podía hacerte algo, y no me lo perdonaría.-
>> -¿Desde la primera vez? – Tal vez no debía emocionarme, pero mi corazón estaba latiendo rápidamente, estaba realmente feliz de que Dash se hubiera fijado en mí desde aquella vez. Él tenía una sonrisa en el rostro, yo ocasionaba aquella hermosa sonrisa.
-Desde la primera vez me enamore de ti. – ¿Realmente debía quererme verdad? Ya que parecía no importarle absolutamente el que estuviéramos en público, aun así sus labias ya estaban sobre os míos y yo le correspondía. ¿Realmente estaba enamorado de él? ¿Aunque sea un poco?
Ese día no la pasamos contando un poco sobre nuestras vidas, riéndonos por tonterías y cosas del pasado, comimos pizza tanta como queríamos ese día; cuando llego el momento de ir a casa me acompaño a mi casa, tomamos el camino largo viendo como el sol iba bajando poco a poco por el horizonte, la luz del atardecer iluminaba nuestros rostros, cubría nuestros besos, besos llenos de sentimientos, sentimientos que jamás creí tener por Dashiel Baxter el brabucón que siempre me había molestado.
No quería el día terminara, quería pasar más tiempo con Dash, pero ya estábamos frente a la casa.
-¿Serias mi novio? –No tenía idea de si era muy apresurado el tomar una decisión pero sonreí desde el fondo de mi corazón y solo una respuesta pudo salir de mi boca.
-Sí. Quiero ser tu novio – Creo que era muy obvio, pero realmente quería estar con él, me dio un último beso, nos veríamos al otro día. Esta nueva parte de mi vida estaba comenzando y a pesar de todo, realmente deseaba que todo fuera bien. <<
>>Serian días de calma, ya veremos si te arrepentirás de estar con una persona mitad fantasma, tal vez no sea lo que tú esperabas, tal vez deba dejar que fluyan las cosas un poco. El tiempo esta de mi lado<<
Continuara…