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Tentación por K BL

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen. Son personas reales que se pertenecen a si mismas. 
Pero sus personalidades sí e.e 

Este fic esta narrado desde la perspectiva de Chen~ 

Ámenlo~ 

Notas del capitulo:

Lean con una imagen de ellos en la mente. 

Por cierto, va dedicado a mi amado Hannie. 

(Se cree su rol) Saranghae Amor ~

No los entretengo más~ 

Al llegar a la planta alta camine lentamente, chocando contra todo, en especial recargando mi cuerpo contra la fría pared. Sintiendo las lágrimas agolparse en mis parpados.

De que carajos me sirvió venir aquí, sí de todas formas me iban a ignorar, haciéndome sentirme solo de nuevo… De la otra forma por lo menos tenía un puto pretexto, ahora ni la distancia me sirve como eso.

En cuanto llegue a la puerta de mi habitación la encontré entreabierta, cuando recuerdo haberla dejado cerrada. La inspeccione, intentado encontrar cualquier indicio del intruso, pero nada, así que entre a mi habitación, encontrándome con todo exactamente como lo deje, a excepción de una pequeña nota que estaba recargada en el tocador junto a la puerta. La tome y la leí.

“Jongdae lamento molestarte todos los días, quisiera pedirte disculpas en persona pero no me atrevo a hablar contigo después de la última vez, es que te veías tan roto, tan frágil. Sinceramente sé que te estamos colmando la paciencia, haciéndote añicos el corazón con nuestro comportamiento. Realmente lo siento Jongdae.

Te quiere… hyung”

Luhan pidiéndome disculpas, sinceramente se me formo un nudo en la garganta, junto con unas inmensas ganas de llorar que me inundaron, esta era la primera vez que él se disculpaba conmigo.

Me recargue en la puerta ya cerrada, sintiendo como me resbalaba por esta, cayendo al piso, sentado con la espalda contra la fría madera. Incluso pude sentir con que sentimiento escribió estas palabras, pude escuchar su voz suave pedirme disculpas. Todo se sintió tan real, tan sincero…

Entonces ahí estaba yo recargado contra la puerta llorando, repasando como ha sido mi vida desde que conocí a estos chicos. El primero que conocí fue Luhan hyung, aún recuerdo lo que me dijo aquella vez.

“Jongdae, hyung te protegerá, no importa lo que suceda o quien sea el rival, sabré protegerte, así que no temas y ya no llores, solo sonríe”.

Mis padres acaban de discutir, mi padre engañaba a mi madre, llevaba a su amante a la casa cuando mi mamá estaba en el trabajo, me obligaba a observar como poseía y hacia sus porquerías con aquella mujer, después me gritaba que era un marica, poco hombre, que no era su hijo, que nunca debí haber nacido, entre un sinfín de cosas. Después venia la de mi madre, quien siempre llegaba tarde, si tenía siquiera un minuto con ella era decir demasiado. Recuerdo que nunca la veía en aquella época, cuando me levantaba ella ya se había ido, y cuando ella llegaba, yo estaba en la escuela elemental, y cuando yo volvía, ella ya estaba dormida. Un siclo sin fin en el cual nunca podías compartir unos momentos juntos. Recuerdo que nunca escuche un te amo, un te quiero, jamás recibí un beso antes de dormir, o uno al despertar, o tan solo un abraso.

Porque mis padres solo tenían tiempo para ellos mismos, pero para nadie más. Ellos también jugaban este estúpido juego que tanto odio, el de ignorar a Jongdae, como ahora lo hacen mis amigos, como todas las personas a mi alrededor, incluso a las que más me importan y amo.

Era solo un  niño, tenía miedo y me sentía solo. Ahora soy un niño oculto tras un camuflaje de hombre, temeroso y que se siente solo. Nada ha cambiado, solo que ya no dependo de mis padres desde hace años, pero ahora dependo de un te quiero que nadie me brinda, de un abrazo que nadie está dispuesto a darme.

Me eh prometido una infinidad de veces que nunca volvería a llorar, que no vale la pena llorar por el pasado, que hay que mirar al frente, pero simplemente no puedo evitarlo. No puedo dejar de mirar atrás y sentir que mi mundo se viene abajo, que mi fortaleza es penetrada y destruida ante mi mirada atenta, pero como evitar mirar atrás y solo vivir en el presenté.

De pronto siento como si empujaran la puerta, por lo que inmediatamente limpio mis lágrimas, casi rogando y suplicando mentalmente por que sea Lu Han hyung, en ocasiones creo que solo él me entiende. Intento tranquilizar mi respiración, ya una vez más tranquilo abro la puerta, encontrándome con quien más quería ver en estos momentos, encontrado a Lu Han ahí frente a mí, con los brazos abiertos y una sonrisa radiante, pero esta se borró inmediatamente en cuanto me vio la cara, cambiándola por una mueca de preocupación.

-¿Qué pasa?- cuestiono intentando abrazarme, pero le ignore, dirigiéndome a mi cama, dispuesto a tirarme en esta y esperar a que mi crisis emocional pase.

-Simplemente lárgate con Kris y Sehun, creo que te están llamando, así que déjame solo- exclame con indiferencia, sintiendo como las lágrimas volvían a agolparse en mis parpados. Mierda ahora no.

-Jongdae estás llorando- afirmo con ira, tomándome del brazo, pero inmediatamente me zafe de su agarre.

-Que me dejes solo te digo- pedí con rudeza, pero esto solo logro que comenzara a llorar.

-Sabes que no pienso hacerlo, así que no me alejes más de lo que ya estoy, por favor- escruto con tono débil, solté un bufido automáticamente.

-Que no te aleje más, no juegues conmigo, si tú has sido quien se alejó de mí, llendo a meterse a en un puto trío, jugando a ser una tercia- replique riendo sin ganas, pero las lágrimas no paraban.

-Sabes que no es así- se defendió, pero como negar algo de lo que eh sido testigo, algo que me come en vida, que me rompe el corazón y me hace llorar, algo que me hace tanto mal- Estoy preocupado por ti- tonterías, no me digas lo que eh querido escuchar desde que tengo memoria, no me mientas tan descaradamente.

-Deja de dañarme te lo suplico- rogué mientras intentaba controlar el llanto, pero cada vez me era más difícil hacerlo.

-Y tú deja de alejarme, permíteme curar tus heridas- sentí como me estremecía, su vos se escuchaba justo detrás de mí oreja, rozando con cada palabra mi cuello, sintiendo sus brazos rodear mi cintura lentamente, con cariño, delicadeza…

-Por favor detente- suplique, pero entonces sentí un beso detrás de mí oreja, solo un roce de sus labios contra mi piel.

-Te amo- sentí como mi llanto se intensificaba, mientras el apretaba el agarre de manera dulce y cálida, haciéndome sentir protegido.

Me estaba dando todo lo que deseaba, lo que siempre soñé, pero eso solo me estaba dañando aún más, porque para mí Lu Han era todo, mi salvación pero también mi perdición.

-Solo detente- rogué de nuevo, pero él continuo, acaricio mi nuca con su nariz y después deposito un dulce beso en esta.

-Te amo- mi respiración comenzó a volverse dificultosa, mi corazón estaba a punto de detenerse, mi pecho dolía al igual que mi cabeza.

-Te lo suplico, no más- pero seguían sin importarle mis suplicas, esta vez apretó el agarre, llevando una de sus manos a mi pecho y la otra la mantuvo en mi abdomen.

-Te amo- sentí aquello tan real, tan sincero, aunque quisiera escucharlo, sentir sus brazos rodear mi cuerpo y su calidez inundarme, justo ahora sentía que me partía en millones de pedazos, desmoronadme poco a poco.- Te amo- repitió mientras besaba mi cuello, ya ni siquiera replique, simplemente me deje llevar.

-Déjame demostrártelo- susurro contra mi piel, sintiendo una descarga eléctrica que me recorría todo el cuerpo.

No estaba seguro si solo se estaba aprovechando de mi vulnerabilidad o si en verdad sentía aquello, lo único que sé es que necesito que lo haga, aunque sea una mentira, solo deseo su cariño, su atención, lo quiero a él.

Entonces la cosa dio inicio, era un viaje sin retorno, ahora ya no había vuelta atrás. Solo quedaba entregarme a él en todos los sentidos, porque mi cuerpo y mente solo le pertenecían a él, porque soy solo suyo aunque él no sea mío, aunque no sienta lo mismo.

Él comenzó a repartir besos en mi cuello, dulces y delicados besos que me hacen sentir temor. Temor a que fuera solo un sueño. Sus manos recorrían mi pecho por sobre la tela, brindándome caricias que me daban pánico. Pánico de la realidad. Mis ojos estaban cerrados, deje de observar, ahora solo quería sentir eso que tanto desee, el cariño, la atención, los mimos, los cuidados, el amor que tanto me negaron, que tanto se rehusaron a darme. Pero él está dispuesto a mostrarme.

Sentir su respiración chocar contra mi nuca, era una sensación indescriptible, sus labios rozar mi piel, sus manos acariciar mi cuerpo, era tan inhumano lo que sentía, creo que nunca en mi vida me sentí tan confundido, pero amado al mismo tiempo. Sin duda Lu Han será mi perdición…

Sus manos se colaron dentro de mi camisa acariciando mi piel, esta sensación me hiso temblar, sentir sus labios rozar con suavidad mi oreja, sin saliva de por medio, siendo roces suaves y delicados, me estaba volviendo un tornado de sentimientos, una torrente de emociones, todo porque a él le encantaba desequilibrar y desestabilizar mi mundo. Porque mi mundo era él, solo él.

Sentir sus dedos desabotonar mi camisa, deslizándola por mis hombros, mientras él descendía hasta ellos, dando dulces y suaves besos, cargados de amor, provocando que temblara, soltando una lagrima. Llorando porque esto era más amor del que había experimentado en toda mi vida.

Sentir sus manos acariciar, palpar, rozar, tantear mi pecho, mi piel, llenándome de sensaciones nuevas, sensaciones que me estaban gustando, que me estaban haciendo caer rendido a sus pies. Como si no lo estuviera ya.

Sus suaves, delgados y finos dedos recorrieron mi torso con cuidado, cariño, autoridad… Sus besos me llevaban al cielo, más bien al infierno, pues sabía que ahí terminaría.

-Te amo- sentir como lo pronunciaba contra mi piel, contra mi hombro, mientras sus manos acariciaban mi abdomen y pecho, simplemente indescriptible.

Sentir sus dedos jugar con el botón de mi pantalón, su cuerpo pegado al mío desde atrás, atrapándome en un abrazo. Pero yo no hacía nada, estaba completamente estático, dedicándome a sentir. Este era mi momento, por eso solo quería disfrutar de él.

Poco a poco me guio hasta la cama, tumbándome en esta, pero ahora estaba de espalda contra el colchón, ahora sus besos se sentían sobre mi pecho, recorriendo mi torso desnudo. Yo quería, deseaba, anhelaba quitarle la ropa, verle desnudo, apreciar su perfecto cuerpo, sentir su piel contra la mía. Solo por eso me moví, solo para quitarle la playera que traía puesta.

De un momento a otro sucedió algo inédito, porque sentir sus labios contra los míos no me lo esperaba, pero le agradecía que lo hiciera, que me besara, que me hiciera sentir su calor, porque mi cuerpo estaba completamente frío. Porque yo estaba sediento de su amor.

Entonces cuando sus hábiles manos lograron vencer en la batalla con  mi pantalón me sentí temeroso, pero la adrenalina parecía estar de mi lado, pues me dio el valor para separar mis piernas, elevándolas para sentir su bulto contra el mío, sentir que él también está disfrutando esto, incluso más que yo.

Perecía que deseaba complacerme en todos los sentidos, porque pronto comenzó a calcar sus dígitos sobre la piel de mi cadera, aferrándose a mí, al igual que yo a él. Que me aferraba a su espalda, a su cabello, a su existencia.

Solo el rozar de sus labios contra los míos me estaba volviendo loco, porque un beso dulce y lleno de ternura era el que compartíamos, no uno brusco lleno solo de deseo y desesperación, solo intercambiando fluidos de manera salvaje, porque él me estaba complaciendo más de lo necesario. Pero por mi estaba bien, se sentía maravilloso, sentir el calor, la pasión y el amor de una persona era magnifico, no sé cómo sobreviví sin esto. Quizás era porque estaba esperando a Lu Han, mi mente así lo quería creer. Que no necesitaba a nadie más que a Lu Han.

Sus hábiles manos me demostraron que él tenía experiencia en esto, no como yo, que me mantuve núbil para él. Para este momento en el cual me mostrara lo que es el amor, que me enseñara a vivir…

Pronto mi pantalón desapareció, quedando en alguna parte de mi habitación, sentir sus caricias sobre mis sensibles ingles era inexplicable, no había palabras para definir lo que sentía en este momento. Mucho menos para describir lo que sentí cuando rozo mi bulto creciente por sobre la tela, estimulándolo, dándole vida para esta batalla.

Y ni hablar de cuando introdujo sus manos dentro de mi bóxer, apretando mis glúteos, arañando mi piel, acariciando mi entrada. Eso sí que fue placentero, todo mi cuerpo se estremeció, mi espalda se contrajo y lance mi pelvis hacia el frente, rozando mi miembro semi despierto contra el suyo, contra su ropa. Pues él todavía tenía puestos el pantalón y el bóxer.

Sabía que estaba jadeando cuando comenzó a estimular y acariciar mi entrada, pero no podía evitarlo, las sensaciones me embargaban todas juntas, volviéndome loco.

Me vi tentado a rodear su cadera con mis piernas, pero sentí como se separaba un poco de mí, deteniendo el beso, sus manos, deteniendo todo. Abrí los ojos preocupado, asustado de que se hubiese arrepentido de esto. Sabía que mis ojos le suplicaban que continuara, que no me dejara, que me besara y me tocara, pero de verdad lo deseaba, lo necesitaba.

-Solo necesito lubricante para no hacerte daño, no quiero lastimarte- confeso mientras acariciaba mi mejilla, sentí mi corazón latir desenfrenado, sus palabras lograron penetrar mi barrera, mi muralla, destruyendo mi fortaleza. “No quiero lastimarte”, es que este chico nunca se cansaría de sorprenderme, de complacerme de esta manera.

Se alejó y rápido volvió, recostándose de nuevo, quedando encima de mí de nueva cuenta, continuando con aquel acto. Sentí sus manos recorrer mi torso, llegando hasta el borde de mi bóxer, bajándolo lentamente, dejando expuesto mi miembro completamente despierto, rojo y palpitante. El cambio de temperatura me hiso morderle en el beso, pero él no pareció molestarse, incluso creo que le gusto.

Mi cuerpo estaba aumentando de temperatura, estaba derritiendo la fría capa de hielo de mi corazón, inundándolo con su calidez. Pronto el sentir sus manos estimular, acariciar y bombear mi miembro me provoco un fuerte placer, una sensación indescriptible, ni hablar de cuando mojo sus dedos en lubricante, rozando mi entrada, haciéndome gemir y arquearme a su gusto.

Sin darme cuenta de en qué momento paso, Lu Han estaba desnudo al igual que yo, nuestras pieles se rozaban sin descanso, con descaro y deseo, mientras estimulaba mi entrada, para posteriormente pasar a dilatarla. Sus besos descendieron a mi mandíbula donde parecía delinearla con su lengua, haciendo uso de esta por primera vez en la noche.

Estaba completamente perdido, sabía que estaba sudando, pues el choque de su cuerpo contra el mío aumentaba el calor en la habitación, sin mencionar de mi respiración agitada y movimientos meramente sexuales. Sentir sus manos separarme las piernas fue extraño, pero me agrado de cierta forma. Sentir sus dedos introducirse en mi interior con sumo cuidado mientras delineaba con su lengua las coyunturas de mi palma y muñeca.

Estaba que rosaba el éxtasis, sus besos, sus mimos, su calor, su cuerpo, sus atenciones, simplemente él. Todo era perfecto, magnifico. Mi cuerpo entero se estaba contrayendo por los espasmos que indicaban que estaba cerca del clímax. Pero entonces sucedió, sin que me diera cuenta Lu Han ya me estaba penetrando, arrancándome un par de lágrimas, un grito que ahogo en un beso.

Entonces comenzó con aquel vaivén suave, entrando y saliendo lentamente de mi interior, mientras yo intentaba concentrarme en el calor de su cuerpo, el latir de su corazón, el sabor de su aliento, la textura de su piel, me concentraba en aquel ser hermoso y perfecto que se había vuelto más indispensable que respirar.

Poco a poco aumento el ritmo, siguiendo un vals marcado por él, mientras yo tarareaba la canción que nos identificaba como uno solo, como uno mismo. La canción que solo él logro sacarme.

Haciéndome gemir, jadear, suspirar. Su cuerpo se mecía junto con el mío, besos suaves en mi cuello, mandíbula y clavículas. Las últimas parecían que le habían fascinado pues no paraba de morderlas, quizás dejando algunas marcas. Huellas de que estuvo aquí, poseyendo mi cuerpo.

Sentir sus manos sobre mi cadera, incrustando sus dedos sobre mi piel, sobre el hueso de la pelvis, mientras yo me aferraba a su espalda, arañando su blanca y perfecta piel. Dándome el lujo de dejar algunas marcas de propiedad, aunque sabía que él no me pertenecía, ni si quiera en este momento.

Chocar de un cuerpo con otro, labios sedientos de gemir, suspirar y jadear, de nombrar a aquel hermoso ángel demoniaco sobre mí.

-Lu Han~ ahh~…- me di ese magnífico placer, notando como él incrementaba el ritmo, volviéndolo un poco violento, intensificando las sensaciones en mi cuerpo. El placer me embargaba, pero no estaba solo, venia junto con el amor, lo que me estaba volviendo loco.

Me arqueaba sin control, gimiendo su nombre una y otra vez, llamándolo como si no hubiera un mañana, como si no hubiera una próxima vez. Lo que me resultaba trágico, devastador.

-Jongdae-ahh~- gimió al tiempo que daba contra mi próstata, volviéndome loco, solo unas cuantas embestidas más y me termine corriendo sobre nuestros abdómenes, contrayendo mi entrada por los espasmos musculares. Logrando así que Lu Han se corriera segundos después de mí.

Arremetió contra mi cuerpo un par de veces más antes de salir de mi interior, beso mi frente, mis mejillas y me abrazo.

-Te amo, nunca lo dudes- sus palabras se  incrustaron en mi pecho, dándome a que aferrarme para mantenerme a su lado.

-Y-yo…- mi voz tembló, sabía que él lo noto, lo supe porque me beso para callarme, mientras acomodaba los cabellos de mi frente.

-No necesitas decirlo, yo conozco tus sentimientos, por ahora solo vamos a disfrutar de esto, porque yo te amare aunque tú ya no lo hagas, así que tomate tu tiempo, porque te esperaré hasta la eternidad, para cuando estés listo- susurro contra mis labios, para poder volver a besarme.

-Te amo- confesé y él sonrió, mostrándome su hermoso hoyuelo.

-Vamos a ducharnos, para después dormir si tú lo deseas o ir a informarle al mundo entero que nos amamos y planeamos una vida juntos, aunque eso implique luchar contra todo y todos- menciono para después volver a besar mis labios.

Nos dirigimos a la ducha tomados de la mano.

 

Notas finales:

Espero que me haya merecido Reviews~ 

Porque si me encanto como quedo, por mi amado HanChen feel~ 

Les amo. Espero sus comentarios. 

PD: Actualizo en estos días... 

¿Cuál prefieren que actualice primero? 

Dejen todo eso y su amor en un comentario que son vida y esperanza para mí~ 


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