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Amor a larga distancia por pri_sasukelove20

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Notas del capitulo:

 

Espero les guste. Lo hice para pasar el tiempo :D

(Los personajes son de Masashi)

Si tienen ideas para hacer un oneshot no duden en decirme y los publico :3

 

>>¿Qué haces?<<

>>Estudiando<<

No debía distraerse de los libros, pero tener la computadora prendida y estar conectado en el chat solo para él y nada más para él resultaba inevitable. Esa noche leyó y resumió cada renglón del libro de filosofía y también se dio un tiempito para conversar con él. Su novio. Se acostó tarde, y aunque le costó mucho esfuerzo el levantarse de la cama para ir a clases, no se arrepentía de nada.

Sí, eran novios a la distancia. Jamás se habían visto personalmente. Ambos vivían en diferentes países, muy, muy lejos. Con diecinueve años ya era independiente. Alquilaba un departamento y no estaba tan alejado de la casa de sus padres. Iba a la universidad y por las tardes atendía un negocio de golosinas, su vida era esa, simple. Pero se sentía muy solo e incomprendido. Las pocas amistades que había logrado tener en secundaria, guardaron silencio y se apartaron de él lentamente. ¿Por qué? Antes de finalizar el último año, confesó a sus compañeros sobre su homosexualidad. No le criticaron, pero darle la espalda era exactamente lo mismo y sufrió en silencio la soledad.

Al entrar a la universidad y perder contacto con los que dejaron de ser sus amigos, tuvo la idea clara de no cometer  el mismo error. Y pese a su popularidad con las chicas porque era un chico muy atractivo y eso le dificultaba para estar en paz, pese a sus altas notas y participación en clase, se mantenía lejos de los demás. En otras palabras, quería estar solo hasta finalizar su carrera de abogacía. Se la pasaba en los recreos almorzando y observando el firmamento tranquilamente detrás de la institución.

Pero llegó un momento en que no soportó tanta soledad. Valiéndose de sus ahorros y lo que ganaba durante su jornada, compró una computadora e instalo el internet. Tenía experiencia en manejarla, después de todo en secundaria usaban mucho para buscar información y hacer trabajos prácticos. Esas enseñanzas permanecían dentro aún. En la primera noche, se mantuvo despierto hasta las siete de la mañana, obviamente tuvo que faltar y aprovechar esas horas para recuperar el sueño e ir directo al trabajo.

Durante el siguiente día, buscó páginas donde chateaban chicos de sus mismos gustos. Tuvo acceso a miles, pero solo una le fascinó. Hizo una cuenta, puso algunos datos personales y una foto actualizada. Las visitas iban en aumento y se armó de gran cantidad de amigos y uno que otro viejo verde que siempre insistía en que le enviara fotos de él masturbándose.  Luego de calmarse, bloqueó a todos lo que osaban faltarle el respeto, solo buscaba un amigo. Alguien con quien charlar durante sus horas libres y que estuviera dispuesto a escucharle de cómo había resultado su día.

El hombre que le cautivo llegó a las dos semanas. Un mensaje que le dejó maravillado.

>>Hola, Naruto, me llamo Sasuke. Soy de descendencia japonesa. Quisiera tener el placer de hablar contigo. He visto tu perfil, me agrada mucho lo que vi. Me gustaría conocerte más y antes de que me corras, tengo veintiuno. Un beso ;)<<

A partir de ese día, Sasuke y él comenzaron a hablar seguido. Se sentían a gusto uno con el otro, llegó un punto en que Naruto no podía dejar de pensar en ese chico. Era guapo y le agradaba mucho. Tenía guardada la única imagen que había puesto Sasuke de perfil.  Sin duda,  no tardó en enamorarse de el estadounidense. Su alegría fue mayor al saber que era correspondido. En una de sus tantas conversaciones, Sasuke se le confesó repentinamente.

>>Eres diferente a todos los que he conocido. Eres el hombre perfecto para mí, me gusta tu personalidad, me gustas tú, Naruto. Aunque estemos a miles de kilómetros, por favor, sé mi novio<<

>>Sé mío, Naruto. Yo te encontraré, solo espérame<<

Naruto prometió esperarle todo el tiempo que sea necesario. Hasta ahora, se mantienen comunicados en cuento ambos se desocupan. Llegó a casa exhausto, ese día era de descanso absoluto. Se dio un baño, una muda de ropa limpia y no dudó en poner en marcha su computadora. Se metió a su página favorita y revisó su bandeja, Sasuke todavía no estaba conectado, suspiró. Bien, haría otras cosas hasta que se conectara. Revisó sus carpetas con imágenes y videos. Una tenía el nombre de Sasuke, otra de Mi teme como le había apodado con cariño.  A lo largo de los meses de mantener una relación, Sasuke le había enviado más de cincuenta fotos suyas, que solo se tomaba especialmente para él. El blondo hizo lo mismo. Luego de las imágenes, comenzaron a enviarse videos y disfrutar de verse uno al otro,  escuchar su maravillosa voz y conocerse más a fondo.

Entró a la carpeta del nombre Mi teme y encontró más de diez videos que Sasuke le había regalado. Cada cosa por muy pequeña que fuese, era un tesoro para él, incluso los mensajes que le enviaba. Reprodujo uno de sus videos favoritos. Sasuke miraba a la cámara y el lugar era su habitación.

–Hola Naruto. ¿Cómo estás? Acabo de llegar de la empresa de mi padre, estoy muerto de cansancio, pero no quiero dejar pasar este momento para poder hablar contigo. Me haces falta mucho, mi rubito. ¿Sabes? He tenido un hermoso sueño anoche. Soñé que estabas a mi lado en mi cama, abrazaditos, que no mirábamos en silencio y luego pasó aquello que llevo imaginando todos los días.  Sentí tus labios contra los míos, fue un tierno beso, ojala que eso pase pronto. Yo sé que podremos encontrarnos, solo ten fe, confía en mí, Naruto. Iré a Japón por ti. Te amo-susurró con una sonrisa.

El video finalizaba ahí. El rubio de ojos azules besó la imagen donde se había detenido el video, besó el rostro de Sasuke mientras sus lágrimas descendían por sus mejillas. Se secó los ojos rápidamente  con el dorso de la mano, se fijó en la página y se entusiasmó al ver a Sasuke conectado.

>>Hola, Sasuke, ¿Cómo te ha ido?<<

>>Bien, rubito. Te vi conectado, pero pensé que estabas estudiando. ¿Cómo te fue en el examen?<<

>>Bien, creo, ja, ja. Solo sé que di mi mejor esfuerzo<<

>>Así se habla. Naruto, hay algo importante que tengo que decirte<<

>>No me asustes, Sasuke<<

>>Al contrario, es para que saltes de emoción. Naruto, ya tengo el dinero para viajar a Japón, saqué pasaje para pasado mañana. Espérame en el aeropuerto, ¿sí?<<

El blondo quedó estupefacto y las manos sobre el teclado comenzaron a temblar. Lo que había leído ¿Era cierto? Al fin, después de tanto, podrían mirarse a la cara, podrían demostrar sus sentimientos.

>>¿Naruto, estas bien?<<

Las lágrimas comenzaron a inundar sus ojos cielo sin poder evitarlo y escribió apresurado y conmocionado.

>>Estoy llorando, Sasuke. Dime que es verdad. ¡Dime que no me mientes!<<

>>Mi rubito, no te miento. Me llevó tiempo juntar el suficiente dinero, pero al fin lo conseguí, espérame pasado mañana en el aeropuerto. Llegaré en la tarde. Según me han dicho, a las cinco. Te amo<<

>>Te amo, Sasuke<<

El día en que tendría a Sasuke cara a cara había llegado. Ordenó su apartamento, se bañó, vistió ropa nueva e intentó peinarse pero el gel no surtió efecto en su desordenado cabello. Estaba nervioso y ansioso. Se perfumó más de tres veces. Al estar cerca de la hora decidió tomar un taxi. Durante el trayecto no dejó en paz a sus dedos, ya parecía a su vecina Hinata. La única chica que le había otorgado una cálida bienvenida en el edificio.  Se puso a pensar en cuanto tiempo ya conocía a Sasuke. Casi un año. No estaba seguro que haría Sasuke después, regresaría o se quedaría un tiempo con él, como sea, no quería deprimirse ahora. Al llegar al aeropuerto caminó con el corazón a mil observando la tabla gigante con los horarios de los vuelos. Miró su reloj faltaban diez minutos.

–Sasuke… al fin podré conocerte personalmente. Este amor a distancia podrá tener una oportunidad de crecer. Yo así lo espero, quiero estar contigo, Sasuke-susurró quedito mirando la pantalla de su celular. Una de sus tantas fotos de su moreno adornaban el móvil con una media sonrisa.

La cinco en punto. Según la tabla, las personas del vuelo de Sasuke ya estaban descendiendo por puerta tres. Apenas pudo acercarse pues se armó una gran multitud, y muchos seres queridos volvían a reencontrarse en medio de ese escenario. Buscó con la mirada la cantidad de pasajeros que entraba al establecimiento.

–¿Dónde estás, Sasuke? Sasuke-comenzó a desesperarse.

–Aquí, mi rubito-hablaron a su espalda.

Sus ojos quedaron desmesuradamente abiertos y volteó a encontrarse con su amado azabache de piel nívea. Sus ojos se aguaron al verle tan cerca. Tan real. Sasuke dejó caer las maletas al piso y le abrazó con fuerza.

 –Naruto.

–Sasuke, al fin puedo… puedo verte-se aferró a su espalda-Eres más alto que yo-rió-Y más lindo que en las fotos.

–Tú eres más hermoso que yo. Quiero ver una sonrisa-se separó de él tomándole del rostro-Vamos, regálame una de tus tiernas sonrisas.-sonrió a medias debido a los constantes sollozos-Tus ojos son como el cielo. Me encantan-le acarició la mejilla  con esas marquitas que traía de nacimiento-Todo de ti es perfecto. Quisiera besarte, pero hay mucha gente-rió.

–¡N-no me importa!-exclamó sonrojado-Por favor, be-bésame-tartamudeó.

El pelinegro le miró sorprendido luego una media sonrisa adornó sus labios, ignoró al resto y se inclinó a besarle la boca. No tardó en sentir los brazos de su rubio rodeando su cuello, sonrió internamente, y se dejó llevar por Naruto. Estaba tan o más ansioso que él. Después de tantos sacrificios su padre había accedido a dejarle vivir en Japón, extrañaría a su familia y los lugares fascinantes de Estados unidos, pero no soportaba estar más lejos de Naruto. Estaba convencido que el rubio era el hombre de su vida.

–Guíame, Naruto.-le besó la frente.

–Tomaremos un taxi, te gustará mi departamento, ya verás. Es grande. Tengo dos habitaciones sí quieres estar…

–Dormiré contigo-agarró sus dos maletas. Sonrió al ver el sonrojo del menor.

–Te a-ayudaré-tomó una de sus maletas sumamente nervioso y feliz.

Sasuke tomó la mano libre del blondo y este le correspondió en un leve apretón. Con la mirada fija al frente listos para vivir una nueva vida al fin juntos.

 


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