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The Fantastic Baby Museum por MyderLu

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Notas del fanfic:

Bueno, que decir sobre esta extraña historia...

Es un producto sacado de mi imaginación tras ver una vez más el videoclip ''Fantastic Baby''...

Además, ace unos meses dibuje este GTOP ^^ http://maideriturritxaarroyo.blogspot.com.es/2012/11/fantastic-kiss.html

Espero que os guste :)

Notas del capitulo:

Disfrutad de este One-Shot tan extraño ;)

Otro día más en aquella exposición... yo solamente era un único dibujo para tres cuadros totalmente diferentes, con la libertad de poder pasar a cualquiera de esos cuadros atreves de las paredes (ni yo sabia cómo).

En el primero, era un chico pensativo en un balcón, detrás mio se veía una inmensa ciudad medieval en un paisaje azulado (al igual que mi pelo).

En el siguiente era un capitán en el mástil de mi barco encallado en una hola inmóvil y congelado al igual que la mar. Lucía una larga chaqueta de terciopelo rojo oscuro, un gorro de capitán repleto de plumas negro en mi cabeza y junto a unos pantalones anchos y unas botas con la punta hacia arriba creaban el ''look'' de Capitán en mi barco.

Y por último, en el otro cuadro se me veía como a un chico de pelo azul, unas ropas marrón claro y una cinta con los colores de la bandera de Francia cruzada en mi pecho. con un fondo anaranjado, azulado y unos arboles extrañamente dibujados.

Parece divertido ¿verdad? pero había un inconveniente... un grueso cristal separaba mis tres mundos de la realidad, sin poder escapar por esas tres ventanas y sin poder conocer a otras obras de arte que me hacían compañía en aquel misterioso museo.

A pocos metros de mi sala había otra, pero esta, en vez de ser cuadrada como las demás, era circular, al igual que un cilindro hueco.

En ella yacía un chico, algo mas joven que yo, estaba congelado, literalmente: su piel, cubierta por una gran capa de hielo, estaba marcada por diferentes tatuajes que apenas se distinguían y sus labios pintados por un violeta frío. Me entristecía su estado rígido en posición de meditar...

Algo mas lejos, en el pasillo que daba justo enfrente de mi puerta, a unos 7 metros más o menos, se oían ruidos metálicos y como pude averiguar, aquella sala era de piedra. Poca luz llenaba sus espacios y como yo me imaginaba, aquellos ruidos eran de cadenas de hierro que ataban a un chico (de cabello rubio platino y tez algo más morena que la mía) por las muñecas que ya llevaban un color más rojizo en ellas. Supongo que intentaría escapar más de una vez, eso lo descubrí mirando por el catalejo que tenía en mi gélido barco.

Hasta lo que os acabo de mencionar alcanzaba mi vista incluso con el catalejo.

Cada día venían gente a visitarnos, unas mascaras blancas de gas les cubría absolutamente toda la cabeza y yo, como siempre que venían, pasaba de cuadro en cuadro, posando en cada uno, asombrando a mi publico bajo aquella mascara y recibiendo miles de fotos y asombrados por mi... ¿¿belleza?? menuda estupidez. Mi ilustrado estaba mal pintado, se notaban las pinceladas por TODAS partes de mi existencia y esos enmascarados disfrutando de mi perfección inexistente.

Como siempre, fuertes gritos se oían desde la parte de afuera del edificio.

- Stop the music! stop the music! - una y otra vez sin parar. Era irritante.

 .....

Cuando llegó la hora de apagar la luz, dejaron de cegarme con sus cámaras y salieron de allí. Me senté en la esquina del cuadro izquierdo apoyando mi cabeza en el cristal, empañándolo con mi aliento y como todos los días, al apagarse la luz oía los gritos de desesperación del encadenado y los de otra obra de arte que mi campo de visión no alcanzaba a ver.

 

De repente, cuando ya me sentía medio dormido, sentí una sensación en mi cuerpo en ''2D'' que nunca había sentido antes: Hambre y una extraña necesidad... algo estaba pasando, la luz parpadeaba débilmente encendiéndose milésima tras milésima. Me levanté del cuadro izquierdo y caminé hasta el de mi barco. Sentía frío en el, saqué mi catalejo y observé a mis vecinos.

Se podían oír gotas de agua colisionando a causa del hielo descongelarse del tatuado.

Miré al encadenado, las cadenas se estaban soltando de la pared.

En aquellos extraños sucesos yo no era una excepción: mi cuerpo se volvía voluminoso, empezaba a apretarme contra el odioso cristal, en el cual comenzaban a aparecer pequeñas grietas, hasta que se quebrajó completamente y caí al suelo encima de todos aquellos cortantes trozos de cristal, los cuales rajaron mi piel... mis trazados se volvieron reales.

Conseguí levantarme con dificultad de aquel punzante suelo. Era mi primera vez andando por aquel lugar desconocido para mi mente y como me esperaba al salir de mi sala, me encontré con el congelado a medio vestir, ya aparentemente descongelado.

Se sorprendió al verme y me miró curioso.

- Ho..Hola.. - tartamudeo temblando de frió. Me apiade de él y me quite la capa de pelo de animal que llevaba, se la puse para que entrara en calor. Ni idea de donde había salido esa capa... - ¡Gracias! - me dijo mostrándome una sonrisa en la cual pude ver sus castañeantes dientes, yo asentí y sonreí. - ¿No hablas? - me preguntó preocupado, yo le negué. - Aahh... Tu eres el dibujo del que tanto hablan los Bigroides... - Me señalo demostrando que lo comprendía todo ( a diferencia de mi) - No te preocupes, no me importa que no puedas hablar, solo quiero saber que hago aquí... - Me señalé a mi mismo para decirle que yo también quería saber lo mismo y me sonrió de nuevo invitándome a acompañarlo en la visita de nuestro propio museo.

Al pasar delante de la sala del encadenado, le detuve, colocando mi brazo delante suyo.

- ¿Qué ocurre? - coloqué mi dedo indice en mis labios para que se callara y escuchara.

- ¡¡¡AAHHHH!!! - un horrible grito seguido de un fortísimo estruendo traspaso nuestros tímpanos, asustándonos de sobremanera. Después, una gran nube de humo salió por la entrada a aquella sala. Nos asomamos a ver y entre tanto humo vimos la figura de un chico arrodillado y jadeando de cansancio.

- ... Por fin... por fin soy libre... - susurró. Se levantó de su lugar y cuando la cortina de humo nos hizo visibles, caminó hacia nosotros arrastrando las cadenas sueltas aun agarradas a algunos trozos rotos de la pared.- Mm... ¿os conozco? - nos preguntó aquel muchacho rubio platino. El "descongelado" se adelantó, sabiendo que yo era mudo.

- Soy Taeyang, pero puedes llamarme SOL. - El rubio me miró desconfiado.

- ¿Y quién es este pelo-pitufo? - se burló el muy cabrón. Yo sin dudarlo aparté a Taeyang con fuerza y me encaré contra el rubiales ese, que le superaba en altura y edad.

- ¡Hey! tranquilo. - me agarró de la ropa trayéndome hacia atrás, y le miré con fastidio. - Según he oído, se llama Seunghyun. - Le señale mi placa que llevaba colgada en el lado izquierdo de mi uniforme. - Pero creo que le gusta que le llamen.... T.O.P..? - me cuestionó, yo le asentí. Y el rubito cambio de expresión.

- Ah... ¡Bienvenidos a mi sala! - nos sonrió alzando su cabeza y manos al techo pero el peso de las cadenas le reprimió un poco la idea. - Soy Daesung, pero podéis llamarme D-Lite! - Nos guiñó el ojo.

- Bueno, pues seguimos nuestro camino, ¿T.O.P? - Asentí girándome hacia la puerta.

- ¡Esperad! - D-Lite nos detuvo. - ¿A donde vais?

- Buscamos el motivo de nuestra existencia. ¿Querrías venir? - le preguntó Taeyang.

- Me parece bien. - Nos agarró por el cuello con un brazo a cada uno y nos obligó a andar.

Nada más salir de su sala, giramos a la derecha y llegamos a un largo pasillo, su suelo estaba cubierto por una alfombra gris que cada vez estaba más rasgada y metalizada. Continuamos hasta que una verja metálica nos bloqueó el paso. Los tres nos asomamos por los barrotes metálicos de aquella verja y vimos a un chico de cabello negro y corto, cabizbajo y algo más joven que todos nosotros.

De la nada, aparecieron cuatro seres mitad mujer mitad gatas. El joven no se movió y cuando las gatas estaban suficientemente cerca de él, una de ellas le agarró de la cabeza colocándosela hacia atrás, este tenía los ojos cerrados y llorosos, abrió la boca despacio cogiendo pequeñas bocanadas de aire nervioso.

Otra de aquellas extrañas criaturas sacó las uñas y le rasgó la cazadora que llevaba, rozándole intencionadamente parte de su vientre. Las demás gatas comenzaron a arañarle el torso, haciéndole gritar de dolor pues se deleitaban con su sangre que fluía descontroládamente de sus recientes heridas.

En ese momento, los tres optamos por intervenir, forjamos la puerta que parecía que se resistiría a nuestra propia fuerza, pero en cambio, nada más poner nuestras manos sobre el hierro, esta se calló rompiéndose a causa del óxido acumulado en su estructura.

Claro que, el metálico estruendo que ocasionó la puerta, llamó la atención de las ''Mujer-Gatas''. Nos miraron sorprendidas, pero luego nos bufaron, enseñándonos sus afiladas garras y sus puntiagudos colmillos y comenzaron a acercarse a nosotros lentamente, dejando a su anterior victima de lado.

Retrocedimos unos pasos asta que Taeyang se puso delante, colocando mi capa en mi mano, dejando al descubierto su desnudo y tatuado pecho.

- ¡¡Atras!! - Gritó pero lo único que consiguió fue cabrear más a esas bestias. Una de ellas comenzó a correr hacia él, saltó encima suyo derribándole de inmediato, pero él la sujetaba mientras que ella le intentaba rasgar el corazón. Daesung y yo supusimos que los brazos de Taeyang aguantarían pero no fue así.

La bestia consiguió arañarlo en un punto clave donde, lógicamente, acabaría con su vida, justamente en su cuello y al terminar saltó de nuevo, apartándose para demostrar a sus hermanas el resultado de su trabajo. Sin embargo, Taeyang se levantó serio, movió su cuello haciendo ruidos del crujir de huesos y pegó con todas sus fuerzas a su atacante, mandándola a la esquina de aquella sala oscura y dejándola inconsciente para la sorpresa de las demás.

- Una menos... - susurró. Las demás gatas huyeron a sus escondites.

- Taeyang... - Daesung pareció oír mis pensamientos de querer preguntar el cómo había sobrevivido. El nombrado se giró sonriente.

- Llevo 1 año y 37 días congelado. ¿Creéis que en unos pocos minutos todo el hielo desaparecería? jajajaja - se golpeó con el puño justo encima del corazón varias veces y lo único que escuchamos fue golpes sobre cristal. - mi corazón aun no bombea. - nos enseñó la herida de su cuello, Daesung se tapó la cara por asco.

Yo llegué a ver lo profunda que había sido, casi traspasaba su vena aorta de mitad a mitad, pero, en vez de salir sangre salía vapor frío. La volvió ha ocultar y me sonrió algo apenado, aunque yo no comprendía el porqué

- Ya puedes mirar Daesung, vamos a salvar a ese niño... - dijo volviéndose a girar, pero chocó con el hombro cubierto por una cazadora de cuero de aquel al que supuestamente teníamos que salvar.

- ¡Mira por donde vas! - le replicó. - ¡Y no soy un niño! ¡tengo 22 años!

- ¿A sí? Pues yo tengo 25, recién cumplidos.

- Yo 24 - siguió Daesung. Yo por mi parte, señale a Taeyang y le hice saber que hiba a cumplir uno más que él, pero que aun tenia su misma edad.

- Y T.O.P 25 también. - me ayudó.- así que para nosotros no eres más que un crió. ¿lo vas pillando? ¿Maknae? - le contestó Taeyang del mismo modo arrogante en el que el más pequeño le había hablado. Este decidió seguir con su orgullo intacto e intentó mantenerse firme delante de Taeyang, aunque, a causa de las perdidas de sangre que había soportado se tambaleo y callo a los brazos de SOL, que volteo sus ojos suspirando mientras aguantaba al desmayado.

- Hay que sacarlo de aquí. Esas cosas podrían regresar en cualquier momento. - sugirió D-Lite, SOL y yo asentimos y entre los tres cargamos con el pequeño hasta sacarlo de la sala. - Vale, ¿y ahora que? la puerta se ha roto y las bestias esas podrían salir en nuestra búsqueda.

- D-Lite, déjame tus cadenas, ¡la de tus piernas también! - le pidió Taeyang. Rápidamente él se las quitó y se las entregó. Me hizo una señal para que le acompañara y así lo hice.

 

Volvimos a entrar en la sala. Hicimos ruido para que salieran después de haber atado el extremo de las cadenas a modo de collar con correa y el otro extremo a las argollas que encontramos por la pared. Tras unos bufidos, las tres bestias que quedaban aparecieron y corrieron Hacia nosotros. Rápidamente nos apartamos, les encajamos las cadenas por el cuello a las tres, quedando así encadenadas a la pared.

Fue una experiencia totalmente nueva para mi. Notaba cómo fluía la adrenalina por todo mi cuerpo y mi reciente palpitante corazón cumplía su trabajo muy acelerado. Taeyang apartó la mirada de las furiosas bestias para mirarme a mi con cara de estar flipando en colores... le sonreí intentando reír y el hizo lo mismo. Nos levantamos y salimos de allí rápidamente.

- ¡¡Buaaa!! ¡¡Ha sido una pasada!! - Nos dijo Daesung sorprendido por nuestras acciones. Le hice una reverencia, en plan broma y Taeyang me acompañó diciendo lo siguiente.

- No hay bicho vivo que pueda con SOL y T.O.P. ¡jajaja! - me quedé atónito por su frase, pero los tres conscientes acabamos por reír. hasta que el menor despertó lentamente.

- Agg... mi cabeza.. - se quejó llevándose las manos a la cabeza.

Los tres nos acercamos a él agachándonos.

- ¿Te encuentras bien? - Preguntó Daesung a lo que Taeyang le dedicó una mirada de odio por tratar tan bien a tan arrogante personaje.

- Ah.. Si.. - se incorporó. - ¿Quiénes soys?

- Mi nombre es Taeyang pero llámame SOL - dijo medio ordenando. - El es D-Lite,.. - Daesung le saludó sonriente. - .. Y.. él es T.O.P - yo asentí.

- A.. Yo soy SeungRi... pero llamadme VI.

- ¿VI?

- ¿Algún problema? ¿"SOL"? - habló con tono burlón. Debo admitir que eso de las presentaciones se me estaba haciendo muy repetitivo...

En fin, ayudamos al pequeño arrogante a levantarse del suelo y salimos de aquel largo pasillo por el que habíamos llegado. Y de nuevo otra puerta se interpuso en nuestro camino, esta vez era más grande, yo diría que de unos 3 metros de altura.

La cerradura se resistió a la fuerza de Taeyang y Daesung así que los aparté para que dejaran de hacer el idiota y me dejaran a mi abrirla. Aunque como era más delgado que ellos no pudieron evitar soltar unas carcajadas que me molestaron bastante.

Saqué de mi cinturón pirata un trabuco, ignorándolos. Le metí la bala, desaté el bote de pólvora del otro lado del cinturón, eché esa sustancia negra dentro del tubo del trabuco, con el palo lo apreté bien y para que no se cayera le metí un trozo de cuero.

Apunté a la cerradura, los demás se apartaron asustados, eché hacia atrás la manilla de fogueo y apreté el gatillo. La bala salio disparada hacia el orificio de la cerradura y la reventó, haciendo que todas las cadenas que sujetaba se soltasen.

- Wooow... - le oí decir a los tres. Sonreí de lado satisfecho y soplé el tubo del trabuco el cual sacaba humo.

abrimos la puerta empujándola con todas nuestras fuerzas, provocando que emitiera un sonoro y metálico sonido con su movimiento.

- Joder... mas discretos no podíamos ser - se quejó SeungRi. Cuando la puerta se abrió completamente y los tres dieron su primer paso hacia adentro sin pensárselo dos veces, un suelo mullido les obligo a mirar a bajo.

- ¿Qué.... qué es eso...? - preguntó Daesung asombrado.

- Parece... pelo.. - dijo Taeyang agachándose y tomando en sus manos dos mechones de pelo anaranjado y negro.

- ¿Pelo? ¿De quién? - SeungRi intentó seguir el pelo hasta dar con su dueño, aprovechó para echarle un vistazo a la sala en la que se encontraban.

Había un montón de tubos por las paredes y el techo que soltaban vapor cada dos por tres, inmensos bidones con botoncitos marcando su presión adornaban las esquinas, parecía la sala de calderas de aquel extraño museo. Pero justo en el centro de aquella sala dio con su verdadero objetivo.

El dueño de aquel pelo, estaba sentado en una especie de trono destrozado, su mano derecha sujetaba un bastón, su cabeza estaba agachada como si no tuviera vida en su cuerpo, vestía un traje blanco de rallas negras y rectas con unos zapatos a juego y su cabello al igual que e comentado antes era mas negro por la raíz y se iba tornando a un naranja amarillento.

Perdido en mis pensamientos, no me percate de lo que estaba ocurriendo. Sus cabellos se enredaban en las piernas de mis dongsaengs con demasiada facilidad y les impedía mover sus piernas, estos gritaban pidiendo ayuda.

Acudí a ellos pero antes de eso, un mechón de pelo se me enredo en mi pierna izquierda como si de una serpiente se tratase y me levantó boca abajo llevándome hasta ese extraño ser de cabellos largos y traje rayado.

Quedé cara a cara con él, aunque yo estaba al revés, colgando de su viviente mechón de pelo. Levantó su cabeza, dejándome ver su perfecto rostro: alrededor de su ojo izquierdo estaba manchado de negro y formaba un dibujo terminando en punta cerca de la comisura de sus labios.

Cuando abrio los ojos posando su vista en mí, quedé perplejo ante su mirada. El iris de su ojo derecho era color miel, en cambio el del izquierdo era rojo sangre. Sonrió al verme, como si me conociera de toda la vida, aunque yo juraría que no lo había visto nunca.

- Bienvenido, Choi Seung Hyun. - su voz resonó en mis tímpanos, como una pesadilla para mi sentido del oído. Hablaba con doble voz... como si una voz más aguda hablara al mismo tiempo y diciendo exactamente lo mismo que otra voz mas grave. Lo cierto era que la voz mas grabe me resultaba extremadamente familiar.

- .... - intenté hablar, preguntarle quién era, olvidando mi estado de mudez. Este, al darse cuenta de mi problema comenzó a reírse.

- No hagas esfuerzos por hablar, mi querido ''Hyunnie''... - su mechón me colocó más cerca de su boca, casi rozando sus labios con los míos, oí caer su bastón, cosa que me asustó y al volverme a girar puso sus manos en mis mejillas y me besó. Fue un beso bastante cálido y tierno que continué sin pensarlo mucho, cerrando mis ojos y dejándome llevar por el momento.

Poco después, el beso fue volviéndose mas húmedo, mi lengua buscaba entrar en su boca y él lo permitió. Su mano acariciaba mis cabellos azules, hundiendo sus dedos en mis despeinados rizos, el pelo que me sujetaba por la pierna fue adelantándose, lo note pasar por mi rodilla y continuar deslizándose por mi cuerpo a la vez que se enrollaba más en mi.

Solo lo oía a él y parecía que eso le molestaba, porque se apartó de mi serio, su cabello se detuvo cerca de mi cintura. Apoyó su codo en el apoya-brazos del trono y sujetó su cabeza en su mano, pensativo.

- No es justo... - dijo con su doble voz. - ¡Quiero oírte! - dio un puñetazo en el otro apoya-brazos del trono con su otra mano, haciendo que el trono se agrietara más.

Después, me miró de arriba abajo, me estaba mareando al estar boca abajo y tener toda la sangre en la cabeza... soltó una carcajada e hizo que el cabello que me tenia atrapado me tumbara en el suelo frente a él atrapándome las manos y sin soltarme de donde me tenia ya enredado de piernas para arriba.Algo atemorizado al no poder moverme, miré a mis tres compañeros de viaje, tenían sus miradas sobre mi, horrorizadas cosa que no hizo mucha gracia a "cabellos largos". - ¡NO QUIERO MIRONES AQUÍ! - gritó, y como si de una orden se tratase, sus cabellos les taparon los ojos y las bocas. - Mejor así. - se levantó de su trono y se sentó encima mio colocando una pierna a cada lado de mi torso. - Abre la boca. - dijo tranquilo.

No estaba dispuesto a colaborar, ¿quien sabe las cosas perversas planeaba hacerme aquel chico? volteó sus ojos como si hubiera leído mis pensamientos aterrados y poniendo sus manos en los músculos de mi mandíbula, apretó y me obligó ha abrirla contra mi voluntad.

Luego vi como movía su lengua en su boca buscando algo, levantó la cabeza mostrándome su cuello y horrorizado vi como su lengua entraba en su garganta y subía de nuevo a su boca con algo redondo.

Se acercó a mi, besándome de nuevo pero esta vez, sentí como su lengua entraba extrañamente en mi boca y llegaba hasta mi garganta, depositando algo en ella, algo que hizo que me apartara de él para toser fuerte y dolorosamente.

- Agh... ¿¿qué es lo que me has dado?? - le pregunté de repente, vi su sonrisa y recapacité lo que acababa de pasar - mi... mi voz...¡HA VUELTO! - grité emocionado.

- ¡Claro que si babo! te la he devuelto. Quiero oírte... - eso ultimo a pesar de que lo dijo casi en un susurro inaudible lo capté perfectamente.

- ¿O...oírme?

- Si~ - dijo sonriéndome perversamente y medio tumbándose encima mio, el cabello que me sujetaba por las piernas volvió a avanzar justo cuando este dijo ese "si" largo, llegando a rozar un poco mi miembro por encima de mi bóxer. Solamente hice una mueca de sorpresa, no le iba a dar el placer de "oírme" así de fácilmente, mi reacción le volvió a poner serio.

- Si.. si quieres oírme tendrás que ganártelo... - le tartamudeé algo confuso, aun maldigo esas palabras que dije... las maldigo con toda mi alma. Su rostro se mostró enfurecido, nervioso e indeciso, seguramente esa respuesta de mi no se la esperaba.

- Tu lo has querido Hyung. - apretó sus manos en mi pecho haciendo fuerza, su cabello traspasó la tela de mi bóxer y se fue enrollando en mi miembro despacio pero fuertemente.

- ah... - mierda, me estaba ganando y eso no era bueno estando amordazado como yo, se rió malvadamente. Pero soporté aquella presión y le miré lo más tranquilo que me permitía estar sintiendo aquello en mi. - ja... no es... su.. suficiente... - su sonrisa volvió a desaparecer, esta vez llenándose de ira. - Tus... trucos con tu pelo... no son suficientes para hacerme gemir... - noté que la presión desaparecía de mi despertado miembro y el cabello volvía a atarme por las piernas. Volvió a sonreír, descendiendo hasta que quedo a la altura de el cierre de mis pantalones.

Mas mechones suyos los desabrocharon mientras él acariciaba el ya notable bulto en mi entre-pierna.

Suspire, debía reconocer que se le daba bien cumplir con sus propósitos.

Los mechones desataron el cinturón, los dos botones y bajaron la cremallera de mi pantalón para que luego el mismo y con sus propias manos retirara lo necesario las dos prendas que cubrían mi pene.

Se relamió, abrió su boca sobre mi erecto miembro y lo introdujo asta su garganta sin importarle nada. su lengua recorría el glande y de vez en cuando colocándose en la punta, mientras sus labios apresaban y soltaban más de mi.

Y esa vez ya mi orgullo se fue a la mierda, gemía con desesperación, dándole todo lo que quería escuchar de mi. Tener las manos atadas no era de mi agrado... no podía marcarle el ritmo que yo quería que llevara así que aunque no me podía quejar de lo bien que practicaba el sexo oral.

- Ahh... Aigoo... - sentí sus dientes rozarme con fiereza y cuando estaba a punto de venirme se retiro, agarró mi miembro con sus manos y puso su pulgar en la punta, desesperandome más y para mi colmo empezó a lamer sonriente todo el liquido pre-seminal que manchaba su mano.

- Aun no. - me dijo. Le miré lleno de lujuria. Se levantÓ de encima mío para mi sorpresa dejándome en el suelo, moví mi cuerpo logrando que se cayera, le tomé de las muñecas para su sorpresa y lo empujé a tumbarse contra el suelo.

- ¿Qué... que crees que.. haces? - me preguntó algo asustado. "Ja tu orgullo es mío, ahora me toca a mi" pensé.

- Te voy a follar como nunca antes te lo han hecho... Kwon Ji Yong. - recordé su nombre, el era el líder de todo este museo que había formado con nosotros cuatro. yo mismo me sorprendí de lo que dije... no estaba acostumbrado a hablar así. Sus ojos se abrieron como platos mientras le desvestía con ansias.

Ya completamente desnudo, me bajé los pantalones, llevé sus piernas a mis hombros y sin ninguna preparación lo penetré con todas mis fuerzas, haciéndole gritar de dolor a la vez que de placer, note algo liquido salir de su entrada y supuse que era sangre, por lo que decidí no ser demasiado brusco con él y esperé a que se acostumbrara a mi intromisión. C

Cuando empezó a mover sus caderas para avisarme de que ya estaba preparado, comencé a penetrarlo con todas mis fuerzas como si quisiera partirlo en dos, pero parecía que le gustaba.

Me acerqué a su oído para poder susurrarle: " Tócate, Ji" abrió los ojos sin mirarme sorprendido.

- ... ah.. ¿¿yo?? - preguntó.

- Yo no.. tengo.. a mi pelo para que lo haga por mi, ... necesito.. mis dos .. manos.. - le conseguí decir.

- ¿Pa... para que...? - acerqué mi boca a uno de sus pezones para lamerlo y morderlo mientras que el otro lo apretaba haciendo presión con mi dedo indice y pulgar sobre este, cerró los ojos de inmediato fuertemente, abrió su boca y soltó un fuerte gemido que yo acallé con mis labios sobre los suyos, mi otra mano libre sustituyó a mi boca sobre su pezón.

Bajó su mano hasta su miembro, me estaba haciendo caso, y empezó a masturbarse. Me limite a seguir con las penetraciones, apretar sus pezones y comerme su boca a besos y lamidas, para después mis labios continuar haciendo lo mismo en su cuello, dejando marcas rojizas que serían difíciles de ocultar.

 

Entre tanto éxtasis, su cabello largo perdió fuerza, y empezó a hacerse más corto, tanto que se aparto de la vista y de la boca de mis dongsaengs... dejándoles ver todo lo que hacíamos.

Su pelo también perdió el color naranja amarillento y se quedó negro y blanco por las puntas, su piel se volvió mas clara, dando más color a las marcas que yo le había hecho y por último, cuando regresé a besar sus labios vi que eran completamente blancos, con extraños dibujos negros sobre ellos, pero me rogaban por atención así que los besé, aparte mis manos de sus pezones ya rojizos, eche a un lado su mano con la cual estaba masturbándose a si mismo y continué yo, bombeando su pene al ritmo de las estocadas hasta que arqueó su espalda y soltando un sonoro gemido se vino en mi mano, a consecuencia de eso, sus músculos contraídos apretaron mi miembro y me vine en su interior.

- Ahhhh~ Seunghyunnie...

- Yonggie.... - Después de eso recordé que SOL, D-Lite y SeungRi nos estaban mirando... mi vergüenza regreso a mi subconsciente de nuevo y salí de Ji Yong que soltó un pequeño quejido.

- ¡Que.... que...? - tartamudeo SOL. En esos momentos decir la típica frase de "no es lo que parece" no iba a funcionar. Habían visto demasiado.

- Estoo... - me levanté del suelo subiéndome los pantalones y mi ropa interior. mientras G-Dragon se incorporó soltando una risa algo cansada.

- Annyeong Taeyang, SeungRi y Daesung, cuanto tiempo sin veros. - dijo sarcásticamente, posicionándose a mi lado, vistiéndose de nuevo pero esta bez con una ropa totalmente blanca a juego con las puntas de su pelo.

Chasqueó los dedos y el hielo desapareció del cuerpo de Taeyang, su corazón volvió a bombear sangre por su cuerpo y por desgracia para él, la profunda herida que la odiosa gata le había hecho en el cuello empezó a sangrar de una manera exagerada. Se llevó al cuello sus manos, le costaba respirar como era de esperar.

- ¡SOL! - Grité preparándome para correr hacia él, pero Ji Yong me detuvo sonriente. Otro chasquido y las heridas de SeungRi desaparecieron junto a la de Taeyang.

- Wow... Fantastic baby - dijo G-Dragon con una voz totalmente diferente mirándome divertido. - Dance, Oooh. I'wanna Dance dance dance! fantastic baby! - Su "ahora no tan largo cabello volvió a apresarme, esta vez de mi muñeca y yo lo agarré con fuerza para que no me hiciera daño mientras me volvía a arrastrar hacia su rostro, volviendo a unir nuestros labios. Se separó con los ojos cerrados.

- T.O.P, Choi Seung Hyun, despierta! - dijo. Le mire extrañado.

- Qu... que?

- Choi Despierta! Despierta.... despierta..

 

Abrí los ojos

 

- Me acabas de besar..... - allí enfrente mío estaba G-Dragon, al parecer el de verdad, completamente sonrojado.

- ¿Qué yo que? - pregunté para disimular.

- Que... que me has besado... y no parabas de susurrar mi nombre en sueños... - más avergonzado no podía estar, así que para que mentir.

- Lo se.. he soñado contigo y con el beso. A sido todo muy extraño...

Notas finales:

Ok lo se... a sido todo muy extraño...

No olvideis dejar vuestra opinión pleaseee :3

y si teneis alguna duda tambien se aceptan preguntas.


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