Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi maldito guitarrista... por Madara-Love

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

En verdad no puedo creer que ande haciendo algo como ésto ._. Nunca imaginé escribir ésta clase de fanfics así, es lo más pervertido que he escrito en toda mi vida (?). Enserio, es algo muy pervertido para mi personita. Ugh, amo ésta pareja... pero creo que a nadie más por aquí le gusta, ¿me equivoco? ;A; Soy única... en fin, aquí dejo el fanfic. Espero que les guste... si es que a alguien le gusta la pareja y lo lee... si estás leyendo ésto, que sepas que me hiciste sonrojar espiritualmente (?).

 

Disclaimer: No me pertenecen. No puedo ser dueño de alguien, pero, ¿qué me impide emparejar de forma descarada y escribir sobre ello? ahahaha...

Ya terminó el concierto. El concierto en el que tú jodido guitarrista de pelo marrón has estado insinuándoteme constantemente… o bueno, será que ya estoy perdiendo la cabeza. En verdad desde que iniciamos ésta rara relación, que ni es una relación, me gusta llamarle así a un revolcón que nos dimos el otro día, no sé qué me pasa contigo. Cada movimiento que haces, cada mirada que me dedicas, básicamente todo lo que haces o dices, hace que me entren ganas de besar esos labios tuyos hasta no poder más. Maldito. Maldije en bajo. Te veía, mirando a algunas groupies lujurioso, sabía que lo nuestro eran simples manoseos de borrados (para ti)… aunque para mí era muchísimo más. Tú parecías ignorarme y continuabas hablando con las groupies. Suspiré, no iba a estar todo el día mirándote maldito guitarrista. Eres lindo, pero no tanto. No te estaré esperando siempre después de los conciertos para echarte un polvo. Teniendo en cuenta, que lo nuestro ni es real.

 

Encendiendo un cigarrillo, me echo mi cabello para atrás y suspiro. Cierro los ojos y llego a una conclusión simple, me iré antes de que me carcoman los celos. Veo cómo unas groupies también se me insinúan pero las ignoro levantándome y dirigiéndome a mi coche, para pasar otra de esas noches en el hotel solo. Tú sabes que me voy, porque noto tu mirada en mí, pero no me importa, sigo caminando hasta la salida.

 

Cuando por fin llego al coche, llegas tú también, como si el destino quisiera indicarme algo, con groupies a cada lado.

—¡Hey Jon! ¿Te vas cuando empieza la fiesta? —pareces haber olvidado lo que hace algunos días pasó entre nosotros… bueno, ¿cómo no hacerlo? Tú eras el que estaba borracho, soy yo el único que se acuerda, joder. Tú eras el que se despertó sin nadie al lado… porque yo ya me había ido, pero la imagen mental de ti debajo de mi gimiendo no se va de mi cabeza, por mucho que intento olvidarla, vuelve una y otra vez en plenos conciertos… muchos os preguntaréis cómo hago para disimular las erecciones… bien, ni yo mismo lo sé.

—Sí, me encuentro un poco mal —hago mi mayor esfuerzo para sonreírte de una forma imbécil. Cualquiera se daría cuenta que era una sonrisa forzada, pero tú, oh tú querido Richie, tú no te das nunca cuenta. A pesar de haberte dedicado miles y miles de sonrisas falsas en todos lados.

—Está bien, mejórate —sonríes por igual, la diferencia entre tu sonrisa y la mía es que la mía es más falsa, pero la tuya no queda atrás. Creo que quisieras que me quedara, pero, ¡ah! A la mierda todo, déjame en paz, deja de jugar conmigo.

 

Te apartas del coche, pareces susurrar algo en la oreja de la groupie y ésta ríe y te golpea el pecho como avergonzada y sonrojada… maldito, ¿acaso lo estás haciendo a propósito? Río un poco como si me hubiera enterado de esa broma, tomo el volante y comienzo a conducir. Ya te dejé atrás, por suerte. Logré esquivar todos los fans, ¡gracias al Dios del cielo! Los fans a veces pueden ser muy molestos cuando se ponen en plan acosador. Por fin llego al hotel. Cierro las puertas del coche y me bajo de éste. Hay algunas chicas histéricas gritando mi nombre en la entrada, como de costumbre, después de recibir algunos besos involuntarios y abrazos, firmo unos autógrafos y logro entrar al hotel.

La recepcionista me indica mi habitación. Yo subo, cómo no. Cierro la puerta, esa puerta que me aparta del mundo real. Ahí estoy solo, sin Richie, sin las fans, sin Tico ni David, sin mi esposa y familia, sin nada. Amo estar solo, a fin de cuentas siempre lo estoy últimamente.

De nuevo, la imagen mental… esa estúpida imagen mental tuya…

—¡Ah! Jon… más fuerte.

Recuerdo tus palabras, bueno, balbuceos y gemidos. Tu cuerpo esbelto y hermoso se movía al ritmo de mis envestidas, a cada una me parecías más sexy. Maldito guitarrista. Intenté olvidar esa imagen mental, de nuevo, sin éxito. Notaba los pantalones apretados… no joder  no, no quería hacer algo tan humillante de nuevo. Se supone que soy John Francis Bongiovi, puedo tener a cualquiera que me plantee, el masturbarme pensando en mi propio guitarrista no entra en mis planes, no de nuevo.

Eso de ahí abajo va a más… suspiro. Otra larga noche sin ti. Supongo que no hay nada de malo en eso, llegará el día en el que tú lo harás y sin estar borracho mi querido Richie. Me digo a mí mismo, intentando consolarme desesperadamente. Una sonrisa forzada por mi parte.

Recuerdo más de esa noche en concreto, ya no soporto los malditos pantalones puestos, tengo que quitármelos como mínimo.

Me quito los pantalones ya, directamente, iba a dormir igualmente, ya no los necesitaba. Joder, eso estaba peor que las veces anteriores que también lo había hecho. Se siente mal. Me siento mal por sentirme así por un hombre, por mi propio guitarrista, me siento mal por mi familia, ¿qué harían si se enteraran? Joder… me siento mal por muchas cosas, pero qué más me da. Hace mucho que mi matrimonio perdió lo que muchos denominan como “amor”, todos los rockeros son infieles, yo no iba a ser un ángel. A parte, mi excitación no era el mejor aliado que podía tener para indicarme lo que hacer. Yo sé que lo que hago está mal, que no tendría que hacer lo que estoy a puntito de hacer, pero, qué más me da, nadie va a verme. La oscuridad es mi mejor amiga ahora mismo.

Cuando ya estoy cómodo, sentado en la cama, agarro eso y comienzo a mover mi mano, arriba y abajo. Así sucesivamente, intentaba pensar en alguna mujer, pero la imagen mental del guitarrista siempre vuelve a mí. Indeseadamente cuando más pienso en él más aumenta el vaivén, así que de perdidos al río. Intento imaginar que tú estás conmigo en la cama, aunque yo sé que no lo estás. Intento imaginar que me besas, que tengo tu cuerpo contra el mío, pero no es así. A pesar de estar imaginándolo causa muy buenas reacciones en mi cuerpo. Jadeo un poco y el vaivén aumenta al límite. A las puertas del orgasmo susurro bajo un “Richie”, que espero, nadie escuche nunca. Respiro un poco agitado, asegurándome de que no haya nadie cerca. Me desplomo en la cama, con cierto sentimiento de culpabilidad y excitación de por medio.

Todo está sucio. Pero qué más me da, ya limpiaré mañana, ahora no tengo ganas y mi estado de ánimo está completamente fastidiado por haber visto al de pelo marrón junto a esas mujeres. Bostezo, algo cansado a la vez que aliviado. Cuando me dispongo a taparme con las sabanas veo algo que nunca me esperaría, ¡joder mierda! Esas dos palabras comienzan a repetirse una y otra y otra vez en mi cabeza formando un bucle.

—¿John? —perfecto.

—¿Richie? No… no es lo que parece —río nervioso, espero que no me haya escuchado decir su nombre al final. La luz de la puerta recién abierta llega a mis ojos y me molesta.

—Jon eres un marginado, homosexual, reprimido, pero dudo que hayas acabado con eso, anda, déjame ayudarte —veo que te ríes un poco, pero luego te acercas a mí, cerrando la puerta tras de ti. Incrédulo veo cómo te subes encima de mí. Imposible… noto cómo apestas a alcohol, de nuevo… ya me extrañaba que hicieras algo así estando sobrío. ¿Qué? ¿De nuevo te rechazaron las groupies y has venido para buscar consuelo aquí? No, no otra vez.

—Vete a la mierda —con fuerza, sacada de yo qué sé dónde te largo fuera de la habitación. No voy a estar siendo el juguete sexual de alguien. Coloco mi espalda contra la puerta, puedo oírte balbucear maldiciones contra mi persona, pero me dan completamente igual. Pongo mi espalda contra la puerta y lentamente me voy sentando. Esa había sido una de las peores noches que había tenido desde que se había fundado la banda. Y esa acción por tu parte se había repetido ya dos noches. Por suerte ésta no caí tan bajo.

Me odiaba a mí mismo…

Notas finales:

LOL ¡¡Lo hice!! Suena "we are the champions" de Queen. Por cierto, intentaré continuar, porque, en efecto, ésto tiene continuación, Richie borracho ya dijo: Jon no puede quedar a medias lol. Pero en verdad no me convence del todo el fanfic :c

Ojalá a alguien le guste.

Críticas constructivas, tomatazos, reviews, un integrante de Bon Jovi amordazado, un CD de rock... todo es bien recibido :)

 

Cambio, corto y, ¡fuera!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).