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Monócromo amor. por Etsuko Kagayaku

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Notas del capitulo:

Tarde mucho ya lo se pero en el fanfic que hice hace unas horas sexo,alcohol y rock and roll aclare el porque hay visitas en micasa y se la pasan en la compu xD besos

Era una mañana fría en Londres y Ciel se removía entre sus sábanas inquieto, no había dormido en toda la noche pensando en todo lo que pasaría de ahora en adelante, simplemente se había metido en un juego muy peligroso, sabía que tenía que dar lo mejor de si para ganar ya que ese demonio era una tentación por donde se lo mirara.

-Mi amado demonio, ¿En que estúpido juego me e metido? ya no puedo hacer nada mas que jugar contigo a este juego de seducción, me tienes entra la espada y la pared.-Ciel seguía ensimismado en sus pensamientos, tanto que no notó cuando su mayordomo entró.

Sebastian se quedó embellezado con la imagen de su bochan, el cual estaba sentado contra el respaldo de su cama y unos rayos de sol daban en su rostro dejando la perfecta imagen semejante a la de un ángel.

En ese momento preciso sus miradas se cruzaron, ninguno quería desviarla, esto formaba parte del juego, haber quien de los dos se intimidaba lo suficiente para dejar de mirarse, aunque los ponía nerviosos les gustaba verse a los ojos, de alguna manera con las miradas se decían todo lo que no podían decir con palabras.

De pronto Sebastian salió de sus pensamientos para continuar con el protocolo.

-Buenos días bochan, veo que no ha dormido mucho, tiene unas ojeras impresionantes, acaso anoche se quedó pensando en algo oh...¿En alguien?.-preguntó con una sonrisa burlona

-No, lo que sucede es que no pude dormir bien porque tuve una pesadilla, soñé con alguien realmente horrible.-Dijo con una sonrisa maliciosa.

Este comentario no le gustó para nada a Sebastian, por eso prefirió callar y dedicarse a vestir a su joven amo.

-Con su permiso bochan, procederé a vestirlo, mientras tanto usted tome su té.

El menor asintió levemente.

Sebastian comenzó a vestir al menor, empezó poniéndole la camisa mientras tocaba discretamente la piel blanca de su bochan, este al sentir el contacto que el mayordomo hacia con su piel se sonrojó y estremeció completamente.

Sebastian mientras le ponía la camisa a Ciel, decidió levantar su cabeza y verle a los ojos, su Ciel estaba sonrojado, esa imagen de él era muy provocadora, tanto que siguió vistiéndolo sin sacarle los ojos encima. Ambos se miraban, a Sebastian le salió un pequeño pero visible rubor. Terminó de vestirlo y los dos se encontraban cara a cara ausentes del mundo sin percatarse, cuando comenzaron a acercarse lentamente, tanto que sus labios se encontraban casi pegados, cada uno miraba los labios del contrario con los ojos entrecerrados, sus respiraciones se mezclaron. Deseaban besarse hasta gastarse, hasta que sus labios sangraran, pero los dos eran tan orgullosos que no cederían.

-Ya termine de vestirlo Bochan, con su permiso me retiro a hacer las labores de la mansión.-Dijo separándose bruscamente, si se quedaba unos segundos mas le comía esa hermosa boca que lo tentaba.

-Si...Vete.-dijo aún aturdido por lo que había pasado.

Sebastian salió y se dirigió a la cocina reprochándose el haber sido tan descuidado, no podía tener otro desplante como esos o perdería.

Ciel por su lado seguía sonrojado con la respiración agitada, esto lo estaba sacando de quicio, lo único que quedaba era seguir con el juego.

Ciel se encontraba en su estudio, tranquilo, leyendo unos papeles de la compañía, aunque su mente seguía divagando acerca de lo de la mañana, todo iba perfecto hasta que ...

-Querido Conde, cuanto tiempo sin vernos...

-...Undertaker ¿Que haces aquí? yo no recuerdo haberte enviado una invitación a mi mansión, y además esa no es la maldita manera de entrar a un estudio, ¿Cuantas veces tengo que decírtelo?.-Le reprochó totalmente enojado.

-Jijiji, no se enoje conde, yo solo vengo a verlo...Lo extrañaba.

-Pero yo a ti no, ¿Puedes retirarte?, estoy ocupado.

-No me iré mi conde, vamos, demos un paseo por el jardín.-Pidió agarrando al conde entre sus brazos.

-¡Déjame, maldito!, ¡Bájame!, eres peor que Elizabeth, al menos ella no puede cargarme de esta manera, ¡Que me dejes!.-Gritó totalmente desquiciado.

-¡Oh mi querido conde, siempre tan malhumorado!.-Se burló mientras salía con el conde entre sus brazos.

-Señor Undertaker, ¿Podría decirme que hace en la Mansión y cargando a mi amo?.-Preguntó con un tono totalmente celoso, se le podía ver el aura demoníaca que emanaba.

-¿Acaso estas celoso Sebastian?.-Preguntó Undertaker con una peculiar sonrisa

Ante esto Ciel se quedo atónito, ¿Acaso su demonio estaba celoso?, sonrió malicioso, eso le ayudaría.

Ciel acomodó sus brazos alrededor del cuello de Undertaker, logrando que este se sorprendiera y su mayordomo soltara un bufido por lo bajo.

-Vamos al jardín Undertaker.-dijo con un tono un tanto divertido.

Undertaker ante esto sonrió divertido, ya entendía lo que quería lograr Ciel y con gusto iba a contribuir con el Conde.

Undertaker asintió con una gran sonrisa en su rostro mientras se retiraba.

-...Y Sebastian, tráenos té al Jardín.

-Entendido.-Respondió enojado Sebastian.

...

-'¡Maldito Mocoso! como te atreves a hacerme esto, querer darme celos de esta manera, has caído muy bajo, pero te aseguro que hoy nuevamente no dormirás, porque lo que pienso hacer, hará que divagues toda la maldita noche en tus pensamientos'.-Pensó clavando una cuchilla en la tabla de la mesada de la cocina.

-Se-sebastian que te pa-pasa, ¿Te encuentras bien? ¿Por-porque estas enojado?.-Preguntó Bard totalmente asustado por el aura monstruosa que desprendía sebastian, aparte había clavado la cuchilla muy cerca de su mano.

-¡Si, estoy perfecto!, ¡Muy tranquilo!, ¡Acaso no ves lo bien que estoy!.-Le respondió Sebastian agarrándolo por los hombros y zarandeándolo.

-¡Estas desquiciado!.-Se atrevió a contradecirlo el cocinero.

-Yo me encuentro bien, ¡No lo ves!-Preguntó con una sonrisa maliciosa.

Bard logró soltarse del agarre de Sebastian y salió corriendo.

-¡Sebastian se volvió loco!.-Gritó Bard saliendo rápidamente de la cocina.

-Maldición, mejor le llevo el té a mi bochan, mas vale que a Bard no se le ocurra hablar sobre lo que pasó en la cocina, lo que menos quiero es que Ciel se de cuenta de lo celoso que me puso.-Sebastian suspiró y procedió a terminar de hacer el té.

...

-Conde, quisiera que me contara porque hizo esa escena hace unos minutos delante de su mayordomo.-Le dijo con una sonrisa Undertaker, aunque él sabía porque lo había hecho, quería que el conde lo admitiera.

-No voy a decirte nada. No confío en ti.-Le respondió honestamente.

-Conde, me hace poner triste, sabe que pude confiar en mi, yo fui un muy buen amigo de su padre y lo ayudé durante toda su vida, creo que son razones suficientes para confiar en mi.-dijo un poco serio, no le había gustado lo que había dicho el conde.

Ciel ante el cambio de humor del shinigami, se dio cuenta que había hecho mal en decirle eso, aparte si quería usarlo para darle celos a Sebastian lo necesitaba cerca.

-Con sebastian nos dimos cuenta que...Nos gustamos, los dos estamos enamorados el uno del otro, pero por un descuido mío lo subestime e inicié un juego que consiste que , el primero que admita que esta enamorado del otro pierde y así los dos, nos estamos poniendo en situaciones incomodas y seduciéndonos mutuamente hasta que uno no pueda mas y ceda al otro.-dijo seriamente soltando un suspiró al final.

Undertaker abrió los ojos impresionado, para luego reír divertido por lo bajo.

-Entonces usted quiso darle celos minutos atrás.-Confirmó con una sonrisa.

-Exacto.

-Yo podría ayudarlo.-dijo divertido, pero la verdad era que el Conde le gustaba y no iba a desaprovechar esa oportunidad para tenerlo, si era necesario lo iba a enamorar.

-¿Como?.-Preguntó curioso Ciel ante esa propuesta.

-Simple, usted dígale a su mayordomo que me quedare unos días aquí de visita, juntos idearemos algo para darle celos a su demonio.-Dijo sonriendo de oreja a oreja.

-...De acuerdo, acepto tu ayuda Undertaker.

-Esto va a ser divertido.-Susurró por lo bajo Undertaker.

Entre charla y charla llegó Sebastian dejando el té.

-Bochan, si necesita algo estaré en la cocina preparando la cena.-dijo con un semblante enojado.

-De hecho Sebastian, necesito que prepares una habitación para nuestro invitado.

-¿Acaso el señor Undertaker piensa quedarse?

-Así es Sebastian, mi querido Conde me ha ofrecido quedarme unos días.-Dijo Undertaker sonriéndole con burla.

-Así que prepárale una buena habitación y que este cerca de la mía-dijo Ciel sonriéndole arrogantemente.

Ante esto Undertaker vio divertido al Conde, ese chico era increíble.

Lo que Ciel no sabía, es que esa, era la gota que derramó el vaso, Sebastian estaba que explotaba, su aura demoníaca había crecido considerablemente.

-Entendido bochan.-Aceptó mirándolo fríamente, retirándose y encaminándose a hacer lo que le había pedido su joven amo.

-Exasperó por completo a su mayordomo, ¿Lo sabe?.

-Ya lo sé, apuesto que debe estar queriéndote matar y a mi también.-dijo sonriendo maliciosamente.

-Es la primera vez que veo este lado suyo...Es interesante.

-Hay muchas cosas que no conoces de mi Undertaker, y espero que estés dispuesto a ayudarme con lo que sea, pase lo que pase, por mas que debamos rebajarnos a hacer una que otra escena...fuera de lugar. ¿Entiendes lo que quiero decir?-Preguntó coquetamente.

-Entiendo perfectamente y estoy mas que dispuesto a hacer lo que sea.-Aceptó mientras sonreía divertido.

...

-Con que Undertaker se quedara unos días y mi amo quiere tener una habitación cerca de la suya.-Dijo Sebastian mientras acomodaba la habitación que su amo le había dicho, luego de esto se colocó contra la pared.-Debo tranquilizarme, si no lo hago voy a terminar cometiendo una locura.-Dijo cerrando los ojos mientras inhalaba y exhalaba, hasta que la imagen del shinigami llegó a su cabeza, lo que ocasionó que con su puño golpeara la pared y dejara un gran agujero.-...Hora de preparar el baño a mi bochan...

 

...

-Undertaker, quiero poner un par de reglas.

-¿Reglas?-Preguntó el shinigami confundido.

-Si, Sebastian es demasiado astuto y no pienso parar hasta que pierda y admita su derrota, quiero ver caído su ego ante mi.

-Entonces dígame cuales son.

-Bien, primera regla, me tutearas, nada de conde, podrás llamarme por mi nombre. Segunda regla, podrás tener cualquier contacto conmigo, a lo que me refiero, si quieres abrazarme o hacer cualquier otra escena cariñosa conmigo enfrente de Sebastian, yo no me opondré. Y tercero, en la mansión tienes derecho a hacer lo que quieras.

-Me dejó perplejo...Ciel.-Dijo con una sonrisa divertida.

-Bien, comienza la actuación.-Comentó al ver como venía caminando hacia ellos Sebastian.

-Bochan la habitación para nuestro... invitado ya esta lista, en un rato estará la cena así que quisiera aprovechar y preparar su baño.

-Bien, de acuerdo, Undertaker recuerda lo que te dije y siéntete como en tu casa.

-Claro mi querido Ciel.

Sebastian abrió los ojos como platos, pero volvió a entrecerrarlos , no lo podía creer, ese mocoso dejaba que ese maldito shinigami lo tuteara, ahora vería que nadie se metía con un demonio como él.

Sebastian se dirigió junto con su amo al baño y comenzó a desvestirlo lentamente, rozando su piel de manera intencional.

-Debo decir, que me impresionó bastante el que Bochan dejara que una simple persona lo tuteara.-dijo desprecio.

-Undertaker es una persona de confianza, lo aprecio bastante...-Comentó por lo bajo mientras sonreía levemente.

-Es increíble como de un momento a otro logró tomarle aprecio a una persona, pero parece que le pasa constantemente.-Dijo esto con doble sentido

-Undertaker es a la única persona a quien le tengo aprecio, además de mi prima Elizabeth, después de eso no siento nada por nadie, nadie se merece mi aprecio mas que ellos dos.

Sebastian ya estaba que ardía de la furia.

-Bueno bochan, ya esta totalmente desnudo, ¿Quiere meterse al agua o quiere que yo lo meta?-Preguntó mientras posaba una mano en la pierna del chico y se le acercaba al cuello.

-Yo puedo hacerlo solo.-Susurró por lo bajo mientras empujaba a su mayordomo y se metía en la tina.

-¿Cree que logrará algo con todo esto?

-No se de que hablas Sebastian. Detecto un leve resentimiento en tu vos, ¿Estás celoso?.

-No bochan, no estoy celoso, pero recuerde...Quien siembra vientos recoge tempestades.-advirtió seriamente mientras se aproximaba a su bochan y empezaba a enjabonarle la espalda.

-Te repito, que no se de que me estás hablando.

-Yo solamente digo lo que pienso, el sentido que usted le ponga a mis palabras corre por cuenta suya.

-Yo le pongo el sentido que le tengo que poner, no me quieras tomar por tonto.

-¿Que? yo nunca lo tomaría por tonto.-dijo sarcásticamente

-Bien, esta conversación termina acá, acaba una vez de bañarme que quiero bajar a cenar con Undertaker.

Sebastian sonrió, su bochan no tenía ni idea de donde se estaba metiendo, pero él también estaba metido en este juego y ya era hora de que lanzara su jugada.

Sebastian comenzó a enjabonar el pecho de Ciel lentamente, luego empezó a enjabonar sus botones rosas y a propósito apretó uno.

-Ah.-jadeó Ciel y se llevó una mano a la boca.

-¿Que sucede bochan?, ¿Acaso no le gustó lo que hice?-Preguntó con falsa tristeza.

-No se de que rayos estas hablando, limítate a hacer tu maldito trabajo y no toques mas de lo que debes.-dijo con resignación y enojo.

-Yo nada mas toco lo necesario.-Contestó mientras bajaba una mano a la entrepierna de Ciel y empezaba a acariciarlo.

-¡Que rayos estas haciendo Sebastian!

-Yo nada mas estoy bañándolo, limpiándolo o como quiera llamarle, ¿Estoy tocando alguna zona peligrosa?-Preguntó mientras agarraba el miembro de Ciel y lo masajeaba fuertemente.

Ciel comenzó a morderse los labios, ya estaba teniendo una erección, no podía mas, era demasiado placer y no le iba a dar el gusto a su demonio de gemir.

Sebastian se acercó al oído de Ciel y comenzó a susurrarle...

-Bochan, no se retenga, deje salir esos alaridos de placer que tanto desea, pídamelo e inmediatamente estaré entre sus piernas.-Dijo sensualmente mientras lamía la oreja de Ciel.

Ciel no lograba tranquilizarse, en cualquier momento se corrrería, joder, lo que sebastian le hacia era demasiado y cuando el demonio le dijo que estaría entre sus piernas lo único que hizo es excitarlo aun mas, pero no, él era el gran Conde phantomhive, no se iba a rebajar, así que mientras se mordía los labios, sonrió, ya sabía que iba a hacer, se dio vuelta mientras Sebastian no paraba de estimular su miembro. Lo miró a los ojos con una mirada de súplica y se acercó a su rostro con la respiración agitada, casi pegando sus labios a los del demonio.

Sebastian estaba impresionado y en éxtasis total, al pensar que al fin Ciel cedería y le diría que entrara en la tina con él.

-Sebastian.-dijo suplicante.

-¿Si Bochan?-preguntó cerrando los ojos.

Ciel sonrió, había caído, entonces alzando la vos exclamó.

-Es una orden, sal de aquí y ve a decirle a Undertaker que me espere en el comedor.

Sebastian abrió sus ojos, la furia que tenía en ese momento no se comparaba con ninguna, su amo lo había engañado, definitivamente mataría a todos.

-...

-Es una orden Sebastian o ...¿Acaso vas a desobedecerme perro?-Preguntó con prepotencia.

-No...Ya entendí, de inmediato procederé.-Asintió mientras se retiraba demasiado enojado.

-Si que eres idiota Sebastian, ¿Creías que cedería?, no tienes idea de lo que te espera.

...

Ciel iba bajando las escaleras luego de haberse vestido-Como pudo- Se encontró con Undertaker, quien estaba sentado, esperándolo con una sonrisa de suficiencia en su rostro.

Se acercó a la mesa, se sentó en la silla, miró a Undertaker y comenzó a reír.

-Veo que se encuentra feliz Ciel.

-Claro que no.-Le dijo divertido de manera sarcástica.

-Yo no diría eso, después de como su mayordomo me miró cuando me llamó para que lo esperase aquí.-Dijo mientras soltaba una sonora carcajada recordando la cara que tenía Sebastian.

-Ese demonio no sabe en donde se metió.-Respondió aún con una sonrisa de manera prepotente.

Sebastian, absorto de la conversación que se llevaba a cabo en el salón comedor, comenzaba a servir en dos platos la comida.

-Como me gustaría envenenarle la comida a ese maldito shinigami.

Sebastian terminó y llevó todo al salón comedor, viendo como el shinigami y su bochan charlaban amenamente, esa imagen le hizo enfurecer demasiado.

-La cena de hoy consiste en lomo al champignone y papas noasete.-dijo mientras depositaba la cena.

-Sebastian, si eres tan bueno conquistando como cocinando eres perfecto-dijo Undertaker con burla y sarcasmo mientras esbozaba una sonrisa.

Ciel miró la cara que puso Sebastian y debió reprimir unas buenas carcajadas que deseaban salir de sus belfos.

-Creo que eso no le incumbe, con todo respeto, si conquisto a alguien prefiero hacerlo directamente y no aprovechar las oportunidades que se me presenten de manera inoportuna.-dijo recalcando lo último.

Esto hizo que el shinigami frunciera el ceño, al parecer ese mayordomo sabía mas de lo que demostraba, eso le había tomado desprevenido.

-Al menos Undertaker sabe hacerlo.-Dijo Ciel con doble sentido.

Undertaker volvió a sonreír al ver como había logrado defenderlo el conde.

Así la cena transcurrió amenamente, mientras Sebastian esperaba a que Terminaran de comer y así poder ir a matar una que otra persona o romper un par de paredes para desprender su furia.

Ciel ya estaba feliz, había logrado joder el día completo de su demonio, entonces captó algo, este algo iba a ser la ultima jugada que lanzaría en el día.

-Undertaker...Tienes una mancha...-dijo mientras se paraba y se ponía detrás de él, mientras con un brazo rodeaba su cuello levantaba su rostro y termino pasando la lengua al lado de sus labios sacando el rastro de salsa que había quedado en la comisura de estos.

Undertaker no se esperaba eso, es decir, había entendido el juego de las indirectas, pero lo que hizo Ciel realmente no se lo esperaba.

Sebastian no aguantó mas ver esta escena y se retiró del salón en un abrir y cerrar los ojos.

Ciel volvió a sentarse en su silla y comenzó a reírse.

Undertaker solo sonrió, el sentir la lengua de ese niño le hizo encenderse un poco, realmente le gustaba.

-Te soy sincero Ciel, eso no me lo esperaba.-Dijo mientras reía.

-Yo te había dicho que esto pasaría, voy a llevar a mi mayordomo al límite, hasta que no soporte mas la presión, y se arrodille ante mis pies y todo eso por haberme subestimado.

-No muerdas la mano que de ta de comer.- Dijo con una sonrisa.

-Así es Undertaker, bueno creo que ya es hora de retirarnos a nuestras habitaciones, seguramente luego Sebastian vendrá a recoger esto.-Dijo señalando la vajilla.

-Duerme bien Ciel.-Exclamó con coquetería y burla.

-Tú también.-respondió mientras se acercaba y depositaba un beso en su mejilla.

Undertaker lo miró sorprendido, no estaba su mayordomo para darle celos, ¿Entonces porque le besó la mejilla?

-¿Y eso porque?.-susurró levemente sonrojado y con una sonrisa.

-Tómalo como un pequeño agradecimiento por todo lo que estas haciendo.-Contestó mientras sonreía y se iba a su habitación.

-Esto se va a poner cada vez mas interesante.-susurró el shinigami con una sonrisa.

Sebastian estaba enojado en la cocina, su bochan había hecho semejante cosa delante suyo, había sido el colmo, mañana su bochan las pagaría enormemente, luego de esto se dirigió al comedor a recoger los platos y luego iría a arropar a su bochan, para darle las "buenas noches”.

...

Ciel estaba recostado en su cama, sonriendo por todo lo que había pasado en el día, definitivamente era uno de los mejores de su vida, aunque estaba un poco triste, no le gustaba hacer sentir mal a su demonio, pero el se lo merecía por haberlo subestimado de esa manera.-Ciel seguía hundido en sus pensamientos hasta que escuchó como su demonio llamaba a la puerta.

-Adelante

-Con permiso, vengo a cambiarlo para dormir bochan.

-Ya te estabas tardando.

-Debí ocuparme de un par de cosas antes de venir aquí.

-Si, como digas.

Sebastian comenzó a cambiar a Ciel para dormir, seguía muy enojado, pero al día siguiente se las cobraría, que eso se lo diera por seguro.

-Sebastian, estoy pensando en que Undertaker debe estar muy incómodo en su habitación, seria mejor si viniera a dormir aquí, ¿Tu que crees?-Preguntó con malicia.

Sebastian no lo soportó mas y no midió las palabras

-Creo que bochan puede hacer lo que quiera, si se comportó todo el día como una prostituta barata, puede seguir haciéndolo.-Dijo con rechazo.

No se espero ni un segundo para que Ciel reaccionara y le cerrara la boca de una sonora bofetada.

-No tienes derecho a hablarme así asqueroso demonio, solo sirves para decir estupideces, ahora sal de mi habitación y no vuelvas hasta mañana, me das asco, eres un ser totalmente repulsivo, pero no puedo esperar mas de un sucio demonio.

Sebastian estaba realmente dolido, esta bien, lo aceptaba, había hablado de mas, pero su bochan no tenia porque decir esas cosas, así que sin mirarlo a los ojos salió de la habitación, pero antes de salir le dijo algo que hizo que Ciel se quedara con los ojos abiertos como platos.

-Recuerde que si juega con fuego, terminará quemándose...-Dicho esto salió de la habitación.

Ciel se quedó en su cama, pensando en lo que le dijo su demonio, se terminó sintiendo realmente mal por lo que le había dicho, abrió su boca de mas pero no tenia derecho a decirle eso, con estos pensamientos se quedó dormido.

Notas finales:

besos voy a tratar de tener el proximo capitul bien preparado y rapido para subirlo adios


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