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Whatever por Dark Engel

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Notas del fanfic:

Pésimo resumen, lo sé pero no esta tan mal, lo juro.

Notas del capitulo:

Producto de ver vídeos en YouTube, pensé ¿qué pasara detrás de cámara cuando dos tipos se besan...? No tenía idea pero esta es una idea ;)

 

El flash de la cámara ilumino el cuarto de manera que todos pestañearon por el exceso de luz, se habían reunido solo para tomar algo entre ellos y hablar, algo simple, que se convirtió en muchos chicos borrachos. Había unas cuantas parejas, Nathan sonrió al ver la parejita más mimosa del lugar. No es que no le gustará que las parejas demostraran su amor, es que ellos ya exageraban.

 

-Parecen un par de babosas –comento mientras tomaba un trago largo de algo que habían preparado.

 

-Lo dices porque no estas con alguien –respondió Andrea mientras seguía besando con ganas a su novio. Andrea y Nathan se conocían desde niños, estudiaban en la misma escuela.

 

-Aunque lo estuviera, no lo haría.

 

Nathan, según todos, era guapo y lo sabía, porque cada vez que podía o lo retaban, demostraba que nadie podría resistirse a sus encantos. Lejos de querer tener novia, le gustaba su libertad.

 

Alto, de ojos claros, de sonrisa dulce pero coqueta, labios definidos y rosas, realmente era guapo. Andrea era bonita, rubia, de ojos cafés y de aspecto de niña buena, según decían sus amigos. Ella simplemente no se definía de esa forma.

 

Al verlos creían que eran novios, los dos se conocían bien y parecían tener una química especial, esos comentarios le parecían tontos. Era como incesto para ellos, se reían y decían que eso jamás pasaría.

 

El novio de Andrea era Charlie, un chico adorable y dulce, muy sociable. La fiesta donde estaban fue idea suya, dado que Nathan era poco asiduo a salir demasiado. La mayoría de los que estaban allí eran amigos suyos.

 

Adam estaba tomando un trago de fernet, el sabor no era su favorito, se había acabado la cerveza y hasta que llegará, era lo que había. Andrea solía decir que Adam era una especia de duende irlandés, por sus ojos verdes y por su cabello rojo, era simpático decía Daniel, es adorable dijo Andy, es como un bocadillo dijo Eric.

 

Aunque nunca había dicho que era gay, le habían hecho propuestas bastantes indecentes sin preguntar siquiera si lo era. Obviamente, nunca había afirmado o negado aquello.

 

Esa noche en especial, Daniel quería saber la verdad sobre aquel chico. Era simpático, no solo por su aspecto sino por su actitud. Era amable, gracioso y agradable, no paraba de hablar. No es que Daniel tuviera un gusto especial por los chicos, ni siquiera le atraían.

 

-Sí, claro –se burlaba Serena, la mejor amiga de Andrea- te encantan los traseros, en especial los masculinos.

 

Serena sabía de los gustos no tan ortodoxos de su amigo, no decía nada, porque sabía que por su situación familiar no podía decirlo. Típico, pensaban varios, nunca decían nada al respecto.

 

Justo cuando se acabó todo el alcohol y fueron por más, tenían que distraerlos de alguna forma y que mejor forma que haciendo cosas estúpidas.

 

-¿No se te ocurre nada mejor? –pregunto Serena, volteo la cabeza y miró por encima de su hombro, Daniel estaba viendo vídeos, le quito el celular y este se asustó- que raro, estas vídeos chicos besándose en la red.

 

-¡No lo hacía!

 

-No niegues lo obvio –apoyo Charlie riendo.

 

-Dame eso –dijo Nathan, miro el video y se rió.

 

-¿Y si hacemos uno? –se le ocurrió a Serena y Andrea lo pensó, no era mala idea, ¡Tenía que ver eso!

 

-¡Sí! –Acepto Eric- traje mi cámara.

 

-Siempre la traes –murmuro alguien.

 

-No pienso hacerlo –se negó Andy.

 

-Solo por eso, serás el primero –propuso Nathan- pásame la cámara.

 

Al tenerla en sus manos, apretó el botón para filmar y sonrió, apunto hacia sí mismo y empezó a hacer el video.

 

-Hola a todos, saben, mis amigos son muy gallinas y no quieren besar a un chico.

 

-Nunca dijimos eso –protesto Andy- y no soy gallina.

 

-Sí que lo eres, yo te diré a quién besarás. Vamos, no le mostraremos a nadie este video.

 

-Eres un idiota Nathan, pero ya, dilo.

 

-Besarás a Daniel –ordeno. Se miraron con asco entre sí pero se acercaron.

 

-No somos gallinas, ni maricas, que conste –protestaron. Nathan se carcajeo y empezó a reírse.

 

-Venga ya, eso no me importa. Solo hazlo, sé qué a Daniel le gusta la idea.

 

Daniel se quedó en su lugar esperando que Andy se acerque, esté sacudió la cabeza y se levantó de su lugar. Andy era levemente más bajo que él así que cuando llego hasta él, respiro profundo. Durante unos segundos lo miró y se quedó viendo al otro.

 

-Definitivamente, no lo haré.

 

Daniel se envaró y lo tomo dela barbilla inesperadamente y lo besó, sin decir más, movió sus labios contra los contrarios. Andy gimió y se aferró de sus hombros porque casi cae de la sorpresa. Cerro los ojos y le respondió al instante. Daniel estaba saboreando cada instante por la expresión de su rostro.

 

-Y eso que no querías hacerlo –se burló Nathan tomando la cara y enfocando el beso- le estas metiendo lengua hasta la garganta.

 

-Es… cierto –exclamo Charlie al verlos de más cerca.

 

Daniel coloco sus manos en la nuca del otro, Andy abrió más la boca y tomo entre sus dientes el labio superior de Daniel.

 

-Oh-por-dios

 

-Creo que ya es tiempo –dijeron todos riéndose.

 

Daniel se separó, lentamente y con la mano hecha un puño sobre la polera de Andy, le sonrió socarrón.

 

-Eso… fue genial –grito Serena.

 

-Muy bien adorable parejita, le toca el turno a otros –Siguieron retando a varios chicos que encontraban en el camino, a medida que avanzaban se animaban más. Y tomaban más.

 

Nathan siguió caminando entre la gente. Andrea que ya estaba tomada, caminaba junto a él, su novio los seguía de cerca. Encontró a Adam, que estaba charlando animadamente con uno de sus amigos.

 

-¡Chico duende! –dijo llamando su atención. Adam levanto la cabeza y negó con la cabeza.

 

-No haré lo que quieras que quieres que haga.

 

-Estamos filmando chicos besándose –informo Nathan.

 

-¡Oh, no! no cuentes conmigo.

 

-¡Vamos! ¡Daniel lo hizo! –quisieron animarlo.

 

-No y no me importa que me digas marica o gallina, eso no funciona conmigo.

 

-Esto es personal -Nathan se acercó y tomándolo distraído lo atrajo hacia él. Al principio se resistió, le mordió el labio. Gimió de dolor pero sonrió, ¡Al fin un desafío! Adam levanto el rostro, desafiante.

 

-¡¿Me mordiste?!

 

-Eres un genio –quiso alejarse pero lo único que encontró fue la gran barrera que era el cuerpo de Nathan.

 

-¿Por qué no quieres?

 

-Ni siquiera te gusto –le reprocho Adam-, tu tampoco a mí, estoy seguro que hay muchos que se mueren por besarte. Ve a por ellos.

 

-Te quiero a ti. Ahora.

 

-Como te dije, yo no. ¡Apártate! 

 

No tardo en volver a intentar besarlo, esta vez no se resistió, se dejó y no respondió. Apoyo su frente en la del chico y alzo su mano, poniéndola en la mejilla y acariciándola lentamente. No era un chico cariñoso en exceso, rara vez hacía algo así. Adam cerró los ojos.

 

-Eres como un gatito –le susurro pegando sus labios a su oído- Me pregunto si eres tan suave como uno.

 

-Puedes comprobarlo –Serena estaba pendiente del intercambio de palabras- si lo prefieres.

 

-Dame un beso –pidió.

 

-No.

 

-Vamos por favor…

 

-¿¿Acaso estas rogando?? –preguntaron varios.

 

-Si es a este adorable duende… -comento viendo con detenimiento al pelirrojo que se lamía los labios sugerentemente, al menos para para Nathan- Un beso, solo un beso.

 

-Frente a ellos… no.

 

-Hecho –pero no pudo evitar intentar besarle.

 

-Creo que no lo logre –dijo riéndose. Pero con un brillo en la mirada.

 

Adam se rió y se levantó tirando de Nathan.

 

-Vamos…

 

Nathan se dejó llevar y al estar fuera de la vista de todos, Adam coloco sus brazos en su cuello y tomo su labio superior. Chupo y saboreo sus labios, movió sus manos hacia sus caderas, la ropa le parecía un serio estorbo.

 

-¿Porque no me besaste allá afuera? –cuestiono mientras avanzaba a su cuello.

 

No dijo nada y se apegó a su cuerpo, Nathan sentía mezclarse sus alientos y por eso no se dio cuenta que la cámara que él había tenido antes estaba frente a ellos. Pronto escucho las risitas disimuladas. Adam no se separó y volvió por sus labios. Lo beso con ganas contenidas, sin importarle, ahora, que lo estuvieran grabando.

 

-¿No quieren un cuarto?

 

-Te agradezco la oferta porque voy a tomarte la palabra –respondió Adam aun besando a Nathan.

Notas finales:

Es un rapidim, espero que haya gustado cualquier cosa, ya saben... ¡Diganla! Me encanta saber su opinión, sea buena o mala, ayuda a crecer. 

Hasta una nueva historia :)


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