Cuando Naruto se despertó esa mañana se extrañó de que Kiba no estuviese junto a él, tampoco sus ropas, normalmente cuando se quedaba a dormir se quedaba junto a él hasta que despertase. Oyó un sonido proveniente de la cocina, a los pocos minutos Kiba llegaba junto con una bandeja con el desayuno.
~ohaio, Naru –dijo el moreno-. Me voy, aquí está tu desayuno –besó su mejilla y antes de que el oji-azul le dijera algo dejo la bandeja sobre la cama, tomo su mochila y se fue-.
Naruto tuvo una extraña sensación a abandono, de repente se sentía solo. Despejó su mente de tales pensamientos y desayunó una vez terminó se bañó, se vistió y tomo su mochila. Kiba se había ido temprano, aproximadamente a eso de las 6.30 am, tenía clases a las 8.00 am. Salió y tomo el bus pues no tenía ganas de caminar, mientras miraba por la ventanilla vio en una plaza a dos niños jugando; le recordaron a Kiba y a sí mismo, cuando eran pequeños les gustaba ir a jugar al parque. Sonrió con nostalgia al recordar las miles de veces que se habían peleado, se decían un ‘no seré más tu amigo porque me peleas’ y a la hora se estaban llamando a sus casas desde el fijo para ir a jugar otra vez.
Al llegar a su colegio lo primero que vio fue a Hinata en la puerta de la escuela. Se sorprendió a sí mismo al reconocer que no quería verla. Se acercó a ella y solo la saludó con un simple hola y siguió su camino hacia el gimnasio. Ese día tenían gimnasia con Gai-sensei los grupos A y C [(A) chicos y (C) chicas] así que se dirigió a los vestidores, dejo su mochila en su casillero y se puso el uniforme de gimnasia que consistía en una camiseta roja y unos pequeños shorts negros. Se sonrojó al pensar en ver a Kiba con la misma ropa.
-chicos y chicas divídanse en dos equipos y comiencen –dijo Gai-sensei al tiempo que hacia una pose “sexy?”.
Naruto vio a los alumnos de la clase de Kiba, y a él junto a ellos, llegar. ‘que sexy se ve con eso puesto’ dijo mirando el cuerpo que ya tan bien conocía. Pensó en saludar al moreno y ya iba hacia allí cuando vio a cierta chica de cabello castaño colgársele del cuello al grito de ¡suerte!, besarlo en los labios e ir con su equipo a animar. ‘hmn’ pensó enojado, o más bien… ¿celoso? Lo dejó pasar y se concentró en el juego de vóley. Su equipo ganaría, estaba seguro, habían practicado mucho y ya superaban a los otros salones, solo les faltaba ganar este partido para ser el equipo que representaría al colegio.
La pelota en el aire, golpe veloz de Naruto, la pelota toca el suelo. Punto para el equipo de Naruto…
~{}{}{}{}{}~
Era la primera vez que se enfrentaban, debía admitirlo el equipo de Kiba era bueno, les habían ganado. Fue a los vestidores algo frustrado, tomó sus prendas y se dirigió a las duchas, antes de entrar esperó a que se fueran todos. Cuando todos se fueron entró él, como siempre Kiba seguía ahí esperándolo, sin decir nada se besaron y comenzaron su rutina apasionada, las lenguas luchaban por tomar el control, la saliva caía por las comisuras de sus labios, Naruto se volteó y se agarró a la pared esperando a que Kiba lo penetrase, esperó unos segundos y lo miró.
~ ¿Qué ocurre? –Le preguntó impaciente-.
Kiba solo lo miraba de una manera un tanto, extraña. Naruto no entendía esa mirada, parecía que se entrecruzaran tristeza, soledad, anhelo y nostalgia. Kiba estaba ¿melancólico? El rubio lo miro extrañado, el oji-negro lo miraba pero al mismo tiempo no, parecía perdido en sus pensamientos, ni siquiera se inmutaba por el agua de la canilla que le mojaba la cabeza de a tanta que se preguntaba como hacía para respirar con tanta agua corriéndole por el rostro.
~lo siento –susurró Kiba al tiempo que tomaba su toalla y se iba, dejando a Naruto solo y con un problema entre las piernas-.
Naruto luego de resolver su problemita salió de las duchas y de vistió, luego en el receso comió algo y entro a clase. En todo el día no vio a Kiba, lo único que escuchó de él fue que rompió con TenTen. Hinata intentó hablar con el rubio pero este estaba demasiado ensimismado con el tema de su amigo; aun así le dijo que le parecía bien que se separasen por un tiempo, para pensar, ya no sabía ni cómo se sentía con respecto a ella. Al terminar las clases Kiba no lo esperaba afuera, se fue a su departamento solo. Sin Kiba el trayecto le pareció terroríficamente solitario.
Después de cenar Naruto no podía dormir por lo que fue a caminar, sus pasos lo llevaron al viejo parque donde se encontraban a jugar de pequeños. Llovía, pero no hacia frio. Vio a alguien sentado con la cabeza gacha y las manos en la soga, sentado en una de las muchas hamacas que conformaban una parte de los juegos de niños.
Sin saber el por qué se acercó al desconocido con una extraña sensación en el pecho. Al sentir sus pasos el desconocido elevó la vista del suelo, cayendo la capucha de su abrigo hacia atrás.
~k- Kiba –dijo el rubio en un susurro-.
El moreno no dijo nada, solo se levantó e intentó irse, pero Naruto lo tomó del brazo, no lo miró, su capucha puesta otra vez ocultaba sus ojos.
~Kiba, ¿Qué te ocurre amigo? –le inquirió-.
~amigo… -susurró el oji-negro- Naru, no lo entenderías –intentó volver a alejarse pero el agarre del rubio no se lo dejaba fácil-.
~Kiba onegai dime que te ocurre –casi suplicó buscando que lo mirase, en cuanto lo consiguió dejo salir un pequeño gritito ahogado, Kiba lloraba en silencio-.
~¿Qué que me sucede? –Rió desganado- ¡sucede que estoy enamorado de ti! –gritó vencido, ya no podía guardar esos sentimientos- y antes de que me golpees o me insultes… -rápidamente se soltó del agarre del rubio, lo tomó del borde de la chaqueta y lo besó con pasión y amor. Pero sin poder creérselo sintió como el oji-azul le correspondía de igual manera-.
Se separaron.
~idiota –dijo Naruto con los ojos acuosos- yo también estoy enamorado de ti –le dijo-.