Muy tranquilo, era lo único que llegaba a su mente en ese instante, fue entonces cuando sintió un pequeño roce sobre su labio inferior, fue muy sutil pero sirvió para traerlo del mundo de los sueños, sintió un nuevo roce sobre su mejilla derecha, para ese momento el sopor del sueño ya había pasado estaba a punto de abrir sus ojos cuando recordó el lugar en donde se encontraba y la persona que le acompañaba, prefirió fingir que seguía dormido.
Los suaves roces continuaron el primero sobre su mejilla, el siguiente tocando levemente sus pestañas y un tercero que se desplazo por el dorso de su nariz hasta llegar a la punta, le gustaba le gustaba mucho, no era muy propio de su acompañante este tipo de muestras de cariño, - de hecho de el no era propio nada - por eso prefirió simular que seguía dormido, su tacto era sumamente delicado, y bastante estimulante a pesar de que las yemas de sus dedos se sentían muy frías, pero no era un frio que le molestara era mas como un frio refrescante, con cada roce sentía que la piel tocada se entumecía y luego un calor quemante quedaba en la zona, en su estomago sentía un vacio similar al que sientes cuando caes de la cima de una montaña rusa, y llevaba montado en esa montaña rusa por unos 5 años, tiempo que llevaba de haber conocido al otro chico.
Noto que las caricias sobre su rostro se detuvieron pensó que tal vez era ora de pasar de su rostro a otra parte de su cuerpo, pero contrario a lo que esperaba sintió que presionaban su nariz fuertemente impidiéndole respirar, rápidamente abrió sus ojos y por un momento la luz del día le impidió ver claramente lo que ocurría, poco a poco la figura de su agresor se fue formando
– pensabas quedarte toda la tarde haciéndote el dormido dobe- el rubio mando un manotazo apartando esos dedos de su nariz y liberándola de la opresión,
-teme, ¿que intentas hacer? – pregunto con la respiración acelerada debido a la impresión
- ¿Creías que no me había dado cuenta que estabas despierto? Dijo el chico mientras sonreía ladinamente
-Vaya que eres idiota-
Eran completamente diferentes , entre el y el maldito imbécil que tenia en frente probablemente no existiera nada en común, era un bastardo antipático, con un genio de mil demonios, engreído, petulante, terco y que sabia como destripar vil mente cualquier ambiente romántico, lo miro fijamente su cabello negro completamente diferente al rubio propio se mecía al ritmo de la brisa, se observaba brillante ante los rayos del sol, había comprobado personalmente que era increíblemente sedoso (algún tratamiento debía usar aunque el lo negara fervientemente) su piel era muy blanca casi como la nieve, lo que le confería una apariencia de fragilidad (que podía engañar a cualquiera) mmmm era tan tersa y suave al tacto, no presentaba ningún defecto visible, sus ojos negros como la noche rodeados por unas magnificas pestañas increíblemente largas de igual color, daban la impresión de ser un profundo poso de enigmas y misterios que llegaría a ser la perdición de cualquiera que se atreviera a mirarlos fijamente, sus labios pequeños, carnosos y de un provocativo color cereza sobre los que en este instante pasaba la punta de su lengua que dejaba un rastro de saliva lo cual los hacia brillar exquisitamente Diossss como puede ser que exista alguien que este tan bueno …….…….es tan sexy, varonil, erótico fascinante y tan endemoniadamente atrayente podría pasar horas y horas mirándolo, bueno creo que mirar no seria suficiente para mi.
Fue entonces cuando el rubio giro el rostro evitando ver al moreno que tenia en frente, se recostó nuevamente en el césped y cubrió sus ojos con su brazo derecho.
-Respira Naruto, solo respira- había tenido que apartar su mirada ya que si continuaba viendo semejante espécimen por un segundo mas estaba completamente seguro que tendría un pequeño “incidente” que involucraría ciertas partes de su cuerpo que no quería hicieran presencia en ese instante.
Siempre era así cada vez que observaba al teme ese, sentía que el corazón se le desbocaría como unos caballos que van a galope de lo rápido que bombeaba y sentía que lo único que podía calmarlo era tomar entre sus brazos al moreno y apretarlo increíblemente fuerte sobre su cuerpo mientras ocupaba sus labios con todos los lugares en que esa nívea piel quedara expuesta.
Su respiración estaba muy acelerada, Sus dedos temblaban, fue entonces cuando sintió algo húmedo sobre sus labios, movió su brazo permitiendo que su ojo izquierdo encontrara el motivo de dicha sensación, fue entonces cuando vio al Uchiha con el rostro contra el suyo y delineando sus labios con su lengua; el moreno levanto el rostro sin llegar a apartarlo demasiado del rubio y le dijo casi como un susurro – solo fue una broma…. No quería que te pusieras así- se fijo en su rostro, sus mejillas habían adquirido una tenue coloración rosa y sus ojos se observaban mas brillantes “Perfecto” pensó, es verdad Sasuke era un idiota pero era su idiota, suyo solo suyo. Le encantaba tanto como le desconcertaba esa dualidad en el bruno, en un instante era un dobe y al siguiente se convertía en una melcocha, era como tener a un tigre y a un gatito juntos en la misma persona y eso le fascinaba.
Últimamente había descubierto que tenia cierta influencia sobre el Uchiha y esto le gustaba, motivo por el que apelaba en diversas situaciones (aunque en la mayoría lo hacia inconscientemente) a causarle cierto remordimiento al moreno para que así este tuviera que ser mas tierno de lo que normalmente era (ósea un tempano de hielo)
-Prometo no enojarme si vuelves a poner tu lengua en el lugar que estaba hasta hace cinco segundos- y Sasuke lo hizo, se inclino sobre el rubio y delineo el labio inferior con la punta de su lengua, el chico que estaba recostado curvo sus labios en una sonrisa mientras abría un poco su boca para permitir la incursión de esta dentro de su cavidad oral, y a si fue, fue un beso suave, pausado casi como una caricia, Menta, a eso sabían los besos de Sasuke, sabor que no cambiaria por nada en el mundo, la lengua de Sasuke se deslizaba por el interior se su boca con gran fluidez y habilidad –todo lo hace bien, muy muy bien-
Sasuke era suave como la brisa de mayo, tranquilo, como un pequeño arroyo que fluye en el bosque, fuerte como los rayos del sol que entraban por su ventana cada mañana, hermoso como los lirios en un jardín, delicioso como la menta, enigmático como el universo, contradictorio como el día y la noche y fascinante como solo el podía serlo, le gustaba todo de el, si todo de el le gustaba. - Completa y perdidamente enamorado- fue lo único en que podía pensar Naruto mientras continuaba su beso con Sasuke