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Lo eres todo para mí por pri_sasukelove20

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Notas del capitulo:

 

Hola lectores :D Una nueva idea pasando por mi mente, será solo de dos capis nada extenso. Espero les guste y comenten que tal.

Voy a ver qué actualizo luego.

(Personajes de Masashi)

 

Recuerdo que cuando era más joven… me enamoré de mi mejor amigo. De un hombre. Recuerdo que a la edad de quince años tuve mi primer beso con él. A los dieciséis, mi primera vez. En definitiva él fue mi primer amor y el único al que verdaderamente le pude demostrar mis sentimientos. Recuerdo cada caricia que recorría mi cuerpo, sus besos, sus palabras repletas de ternura. El futuro que veíamos para nosotros era maravilloso y lleno de felicidad.

Recuerdo… recuerdo el día en que nos descubrieron besándonos en mi habitación muy apasionados. Los gritos de horror e ira de mis padres. Recuerdo el instante en que sacaron a Sasuke de mi vida para siempre.

—¡Naruto!

—¡Sasuke!

Mi madre me tenía sujeto del brazo, mientras mi padre sacaba al amor de mi vida a rastras del cuello de la playera. En mis memorias pude verle por última vez, ver sus mejillas llenas de lágrimas tal como las mías, gritándome cuanto me amaba y que no tenía pensado olvidarme nunca.

—¡Escucha esto, Naruto, te amo, te amo! ¡Recuérdalo!

—Yo a ti… a ti también, Sasuke…

Recuerdo que no me permitieron salir por días de casa, era época de vacaciones. Mi madre y padre viéndome como un fenómeno, sermoneándome una y otra vez.

“Los chicos deben estar con las chicas”

Intentaron lavarme la cabeza yendo a un psicólogo. Me hablaron de la biblia. Incluso me presentaron chicas de mi edad en donde trabajaban. Las llevaban a casa y me dejaban con ella solo en el cuarto. Ella quiso seducirme, empezó por quitarse su blusa, me sonrió animándome a que siguiera con el resto. Recuerdo su cara cuando le dije que me gustaban los penes.

También el hecho de mudarme al extranjero por un largo tiempo. Nuestra casa se puso en alquiler por tres años. A mi regreso, intenté cambiar, intenté ser lo que mis padres deseaban. Intenté ser heterosexual.

—Papá, a mi regreso vendré con alguien, así que por favor, compórtate-tomó su mochila colgándosela en el hombro.

—¿Cuándo te he hecho pasar vergüenza?-rió-Acércate a saludarme.

El adolescente de cabellos rubios y ojos azules se acercó otorgándole un tierno beso en su mejilla. Era una copia exacta de su padre cuando había sido más joven. Naruto amaba a su hijo con todo su ser.

—¿Una novia?-preguntó con una sonrisa picarona.

—Lo sabrás cuando llegue-respondió algo nervioso.-Adiós.-salió del hogar apresurado, pues el bus pasaba en minutos.

El blondo se quedó observando la puerta con una media sonrisa. Era increíble como pasaban tan rápido los años, el bebé que tenía entre sus brazos, el que dijo su primer palabra y pedía que le contara un cuento; ahora tenía quince años. Y traería alguien especial para presentarle. Dio el último sorbo de café a su taza y suspiró.

—Y yo sigo solo-murmuró con una melancólica sonrisa. A sus treinta y cuatro años su vida se había vuelto un tanto monótona y solitaria. Si no fuera por Menma, hubiera cometido quizás una locura.

Sus padres ya no estaban con vida, lamentablemente los había perdido en un accidente de tránsito. Aunque tiene el grato alivio de que al menos hubieran podido conocer a su único nieto, al menos así, ya no sentirían decepción de él. Una vida bastante triste y movida había tenido, de regreso a su país, el alcohol fue su fiel amiga y a la vez, su peor enemiga. Durante una fiesta organizada por sus padres en compañía de antiguos vecinos con sus hijos ya mayores, el alcohol le jugó de mala manera.

Él era gay, seguía siéndolo. Pero esa noche no estaba en sus cinco sentidos, cometió la peor estupidez de su vida, tuvo sexo con una chica por primera vez. En la mañana cuando supo lo que había hecho sintió nauseas. Ni si quiera recordaba lo vivido, solo estaba desnudo con ella abrazándole efusivamente.

Sus padres en vez de mostrar enojo estaban felices. Sakura, como se llamaba su vecina de al lado, no le dio respiro alguno. Más cuando se enteró de que iba a ser padre a sus diecinueve años, naturalmente, tuvo que hacerse responsable de esa criatura. A los veinte, a tres meses haber dado a luz la joven, contrajeron matrimonio en una enorme iglesia con cientos de personas que ni conocía.

Ese día fue el peor de su vida. Sintió deseos de suicidarse. La luna de miel no fue grato para ninguno de los dos. Sakura estaba decepcionada de que no quisiera hacer el amor con ella, y el rubio no se sentía para nada excitado, estaba asqueado. De regreso a casa, supo la noticia. Nadie se había atrevido a contarle, sus padres habían muerto el día anterior. Él lloró, pero lloró poco y siguió adelante. Todos estaban estupefactos por su actitud tan fría y a la semana le pidió el divorcio a Sakura.

Ya no estaban sus progenitores para que le dijeran lo que debía o no de hacer. Ya no estaban para entrometerse en su vida ni hacer daño con sus palabras.

“No serás un marica”

“Te casaras con una mujer y formaras una familia como todo hombre normal, ¿comprendido?”

Podía tirar el telón abajo y mostrarse tal cual era. Sakura aceptó porque ya estaba cansada de intentar enamorarlo. No quería desperdiciar un segundo más de su vida junto a un hombre que le daba horror tener relaciones con una mujer. Ella quería empezar de cero y sin arrepentimiento abandonó al niño con Naruto con una  suma considerable que había obtenido al divorciarse.

Fue así que el amor paterno nació en él con el correr del tiempo. Menma se volvió su luz, su mundo, lo único a lo que aferrarse. Y pese a que había cometido ese error en el pasado, ahora daba gracias por tenerlo a su lado y no estar completamente solo en el mundo.

Salió de casa y subió a su auto para ir al trabajo. Admiró por la carretera a familias ir juntas de paseo, a parejas dándose mimos y besos. Cuanto desearía estar así con el único hombre que amó en su vida. El chico de dieciséis años que lo fue todo para él.

—Mi Sasuke…-repentinamente sus ojos escocieron y tuvo que detenerse a medio camino para calmar sus emociones.

Esperaba ansioso la llegada de su hijo y de su amiga. Estaba seguro que le presentaría una novia y no podía creerlo, era tan pequeñito hace tan solo unos años y ahora se comportaba como todo joven adolescente. Estaba exhausto, trabajaba en una oficina y se la pasaba contestando llamadas. Las voces de sus clientes retumbaban en sus pobres oídos y temía quedarse sordo un día de estos.

—¡Papá!-escuchó a su niño entrar, dejó el periódico a un lado en la mesa y se acercó a la entrada a recibirlos.

Al llegar al menor vio a su lado a otro chico. Tal parecía que solo era presentarle uno de sus tantos amigos. Suspiró. Tendió su mano con una pequeña sonrisa.

—Naruto Namikaze, un placer.

—Yo…-iba a corresponder el saludo, pero Menma se interpuso entre ambos.

—¿Sucede algo, hijo?

—Tengo que… que decirte algo muy importante, papá-bajó la mirada, su voz comenzó a temblar al igual que sus manos.

—Hijo, me estás asustando.

—Papá, yo…soy… soy gay.-tartamudeó y tomó la mano de su compañero quien le dio un apretón fuerte intentando apoyarle.

Naruto guardó un tenso silencio. Su cara era de sorpresa, no sabía que decir, le había dejado en blanco. Jamás pensó que su pequeño gustara de los hombres, y al ver al pelinegro tomando la mano de Menma, supuso que era su novio. Inevitablemente viajó al tiempo cuando era realmente feliz. El día en que descubrieron sus gustos, cuando le vieron a besos cariñosamente con su amor azabache, le alejaron de él cruelmente y jamás volvió verlo. Le gritaron tanto en esos días, sus miradas quemaban cada parte de él, de su corazón.

“No puedo tener un hijo marica”

“Dios, ¿en que hemos fallado para castigarnos así?”

“¿Cómo has podido revolcarte con ese niño?”

“Tienes que amar a una mujer no a un hombre, amar a un hombre está mal, es enfermo, asqueroso…”

—¡Papá! ¡Papá, reacciona!

Oyó los gritos de Menma y como se abrazaba a su pecho con fuerza. Correspondió su acto mientras más lágrimas escapaban de sus ojos color cielo.

—Papá…

—Tú serás feliz, hijo. Jamás haré lo que hicieron mis padres. Acepto esta relación, estoy contento por ti-sollozó apartándole de él y acariciándole su rostro.

—¿De… de verdad? ¿Es en serio, papá…? ¿No estás decepcionado de mí?-preguntó angustiado y sorprendido.

—¿Por qué habría de estarlo? Yo te amaré siempre, elijas lo que elijas-sonrió con cariño.-Muchacho-el joven se tensó-Bienvenido a la familia-posó su mano en la cabeza desacomodando sus cabellos negros.

—Gra-gracias-respondió feliz.

—Mi papá es genial, ¿vedad?-miró a su novio.

—Sí-respondió sonriente.-Tal como el mío.

—¿Ah?-el rubio lo miró extrañado-¿Tu padre?

—Papá, ya me presenté con la familia de Kamui.

—¿Eeeeeh? Eres malo, hijo, ¿soy el último?-preguntó dramático.

—Lo siento-se rascó la nuca nervioso-No pensé que reaccionarias tan bien. Conozco al papá de Kamui y antes que nos diéramos cuenta, él ya estaba al tanto de nuestros sentimientos y nos deseo lo mejor para ambos. Le dije que hablaría contigo, quería venir a casa por si te ponías histérico y quisieras…-quedó callado de inmediato.

—¿Echarte? ¿Golpearte? Hijo, jamás haría algo así contigo-le sostuvo el rostro con ambas manos dándole un beso en la frente.

—Solo estaba… estaba asustado de que… ya no me amaras por ser…

—Menma, hay algo que tú no sabes de mí. No soy quien para juzgarte, y sé perfectamente cómo te debiste de sentir al contarme. En su debido momento yo te contaré algo que fue hermoso en mi vida, aunque no fue duradero. Por ahora, disfruta este momento con ¿Kamui, no?-miró al de tez pálida.

—Sí, señor. Kamui Uchiha.

El corazón del blondo pareció estallar dentro de su pecho.

—¿Di-dijiste Uchiha?

—Sí, mi padre es Sasuke Uchiha, señor Namikaze.

—¿Papá?-quedó preocupado por el rostro deformado de su progenitor.

—¡Dios mío!-se tapó la cara.

—¡Papá! ¡¿Papá que pasa?!-se acercó a tomarle la mano.

—Sasuke es tu… mi Sasuke es…-las lágrimas volvieron a brotar inevitablemente.

 

Recuerdo las noches en la que nos desvelábamos mandándonos mensajes de texto por el móvil. Recuerdo aquellas llamadas donde no parabas de decir cuánto me amabas, también recuerdo el vacio que se instaló en mi pecho al no verte nunca más mi amado Sasuke. El dolor de haberte sido infiel con una mujer por culpa del alcohol, recuerdo las noches enteras en las que lloré implorando tu perdón.

Recuerdo que perdí la esperanza de volverte a ver, que seguro estarías con alguien haciendo una vida de felicidad, que te habías olvidado de mí. Y ahora, mi hijo es el novio del tuyo, ¿Qué hago, Sasuke? si te veo… no sé qué haré. Mi antiguo amor.

(Continuará)

 

 


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