Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo eres todo para mí por pri_sasukelove20

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

Hola lectores, al fin, luego de más de dos horas pude hacer este capi. Hace mucho que no escribo algo largo, espero lo disfruten. Me costó trabajo y quiero mi recompensa por fis :3 me dicen si les gusto o defraudó el final ¿sí?

Si hay algún error sepan disculparme, corregiré luego ya que es muy tarde. Son casi las seis de la mañana van a matarme e.e, adiós.

(Personajes de Masashi)

 

Llegó a casa luego de despedirse de su rubito hermoso como le gustaba llamarlo. Depositó la mochila sobre el sofá y se quitó el saco correspondiente al uniforme estudiantil. Se sentó cansado y aliviado, la personalidad del padre de su novio le había caído muy bien. Daba gracias por ello, al fin podría amar a su rubio sin miedo y sin ocultarse. No le interesaba lo que pensaran sus compañeros o adultos.

—¿Hijo?-se escuchó de su padre del comedor.

—Sí, papá…-volteó la mirada encontrándose con su progenitor llevando gafas y con una camisa blanca y jean negro ceñido al cuerpo. Con treinta y cinco años y parecía menos, pensó con una sonrisa.

—No te oí entrar. Estoy hasta la cabeza con trabajo. Dime… ¿Cómo te ha ido?-se inclinó frente a él desparramando sus cabellos con cariño.

—Bien. Muy bien, papá-mostró una gran sonrisa-Me aceptó su padre, debes conocerlo, parece una gran persona aunque algo rara.

—Me alegro mucho, no podía concentrarme pensando en lo que hubiese sucedido. Nos has tocado una buena familia al parecer, estás de suerte-se irguió mirándole-¿Por qué dices rara?

—Se puso a llorar cuando le dije tu nombre. Menma le acompañó a su habitación, así que nos despedimos ahí mismo. Me llamará para ver cómo anda todo, no sé que pudo causar esa reacción. Papá a lo mejor tu le conozcas, Menma no tuvo la oportunidad de contarte algo de su familia.

—Me está dando demasiada curiosidad. ¿Cuál es su nombre?-se quitó los lentes.

—Naruto Namikaze.

—¿Cómo te sientes?-preguntó junto a la cama, sumamente preocupado.

—Bien, hijo, lamento haberme puesto así. Fue bochornoso-susurró recostado boca arriba.

—Está bien, no es importante ahora, pero me gustaría saber porque empezaste a llorar. Imaginé que te desmayarías ahí mismo.

—Creo que debo decírtelo de una vez.-levantó la mitad de su cuerpo apoyándose contra el respaldar de la cama-Menma, cuando tenía quince años me enamoré de alguien muy especial. Fue mi primer y único amor en mi vida, todavía sigo pensando en él, jamás he podido olvidarlo.

—Papá…-susurró sonrojado por sus palabras-¿Quién fue esa persona?

—Un hombre-le miró con una sonrisa dulce.

Menma quedó boquiabierto con su rostro estupefacto.

—¿Ah? ¿En serio? Wow, jamás me lo hubiera imaginado. ¿Tuviste novio antes de mamá?

—Sí, fue un amor maravilloso. Un año y medio en pareja, pero escondidos de nuestros padres. Tú sabes que no se podrá ocultar por siempre algo tan importante-su hijo asintió-Mi madre y mi padre entraron a la habitación sin tocar y nos vieron en la cama abrazados y besándonos. Echaron a mi novio y jamás volví a verle. Te aseguro que si tus abuelos siguieran con vida, me estarían lavando la cabeza para que te aparte de Kamui y te cases con una mujer.

—Lo siento, papá-dijo entristecido-Has sufrido mucho.

—Son cosas que lamentablemente pasan, mi pequeño-le acarició la cabeza-Y ahora quiero que sepas que ese hombre que amé con todo mi ser, fue el padre de Kamui.

—¡¿Qué?!-sus ojos quedaron desmesuradamente abiertos.

—Sasuke Uchiha fue mi único amor-murmuró con nostalgia.

El azabache de rasgos más maduros se paseaba de un lado a otro por la sala poniendo nervioso a su hijo. En el momento no logró asimilar sus palabras, ese nombre lo había dejado estático, totalmente perplejo. Ahora mismo experimentaba miles de emociones a punto de estallar dentro de él, temor, angustia y sobre todo felicidad. ¿Qué hacer? Su hijo era novio del hijo de Naruto. Su rubio había sido padre, debía estar en pareja con una mujer, ¿Qué hacer con ello?

—Papá, ¿Qué sucede? ¿Dije algo malo?

—Es que…-se detuvo mirando al menor-No puedo creerlo, esto es… tan emocionante y a la vez… tan frustrante saber que él…-se tapó la cara sintiendo un horrible nudo en la garganta-Jamás he podido olvidarle.

—Padre-Kamui presenció aquellos ojos brillosos a punto de derramar lágrimas-Tú y el padre de Menma…-titubeó.

—Fuimos pareja a espaldas de nuestros padres-respondió intentando tranquilizarse-Tus abuelos cuando se enteraron me mandaron lejos para que no pudiera verlo. Pero no importa cuán lejos me enviaran, yo no estaba dispuesto a dejar morir mi amor hacia él. Escucha, hijo, yo amé en toda mi vida a una sola persona, Naruto fue mi primer y el último amor que tuve. Es por eso que nunca pude amar a tu madre, Hinata era muy dulce y atenta conmigo, pero pese a ello, jamás pude sentir algo por ella y lo entendió. Ella permaneció a mi lado a pesar de todo y juntos te criamos con todo el cariño que necesitabas.

—Lo sé-susurró con los ojos aguados ante esos recuerdos tristes-Te amo, papá-se abalanzó a sus brazos-Gracias por amarme aunque no sea tu hijo de sangre, tú me has dado todo…

—Kamui-le abrazó con fuerza contra él-Tú eres lo más maravilloso que tengo en mi vida, agradezco a tu madre por dejarme como tu tutor, eres mi hijo no me importa que no sea de manera sanguínea, tú lo eres dentro de mi corazón.

—Papá…-se apartó secándose los ojos llenos de lágrimas-¿Qué vas a hacer? Es tu oportunidad de recuperarle, al verle llorar al mencionar tu nombre es obvio que todavía piensa en ti-le dijo sonriente.

—No lo sé. ¿No está en pareja?

—Menma vive solo con su padre, está divorciado. Según lo que me contó, su mamá lo dejó porque no lo quería.

—Es triste saber eso, pero… por otra parte, me pones feliz saber que está solo. Donde él vivía ahora están construyendo una tienda de inmobiliaria. Siempre pasaba por ahí pensando que su familia lo traería de regreso.

—Vamos ahora-tomó de la muñeca al mayor-Ven conmigo, papá. No puedes esperar más tiempo. Tienes que recuperarlo.

Sasuke se dejó arrastrar por su pequeño con una pequeña sonrisa. Su corazón estaba al borde de explotar dentro de su pecho, estaba demasiado conmocionado aún. No sabía que iba a decir una vez lo mirara a la cara, porque sus sentimientos le jugaban en contra, quería besarlo, asfixiarlo entre sus brazos, gritarle cuanto le echaba de menos. Vivir sin él había resultado una maldito infierno y nunca deseó conocer otros hombres. Su rubio se había vuelto parte de él desde hace mucho, mucho tiempo durante su adolescencia.

Cerró su hogar y él y su niño subieron al auto para dirigirse al destino que tanto había soñado volver a ver.

—Wow, es increíble. Yo justo vengo a enamorarme de Kamui y tú amabas a su padre. Todo queda en familia-rió.-¡Papá tienes que ir a verlo!

—No creo que sea el momento. Ambos tenemos nuestra vida ya hecha, es tarde…-comentó triste.

—Sasuke está soltero-respondió serio-Kamui no es su hijo, pero le quiere como tal. Le dio su apellido apenas nació y cuidó de él junto a su madre.

—¿Eh? Entonces… ¿jamás ha…?

—Sasuke nunca se ha casado. Papá esta es tu oportunidad, ¿no quieres estar con él? Ahora que los abuelos no pueden impedirlo.

—Yo…-sintió un horrible nudo en la garganta-No sé si pueda… es complicado.

—Pero…-Menma acalló sus palabras al oír el timbre de casa. No esperaba visitas-Iré a ver.

El blondo permaneció mirando la puerta por donde salía el menor. Suspiró abatido, como estar al lado de su gran amor después de haber sido capaz de cometer algo tan horrible.

—Le fui infiel a Sasuke-sollozó.

Mientras en la entrada, su hijo recibía la visita de su novio y de su padre. Sintió nervios y alegría por que estuviera allí, tal vez al fin, su progenitor podría ser feliz junto al hombre que amaba y amó toda su vida.

—Disculpa que vengamos sin avisar-se disculpó el mayor con una media sonrisa.

—No hay problema, sean bienvenidos. Mi padre está en su habitación, no se siente muy bien que digamos, pase a verlo señor Sasuke-sonrió con picardía-Es la primera habitación-señaló el pasillo a su izquierda.

—De acuerdo-se llenó de nervios y muy emocionado por reencontrarse con su rubito luego de tantos años de no verlo.

En cuento el mayor se perdió de vista por el pasillo, los jóvenes se abrazaron dándose un tierno beso en los labios.

—¿Ya lo sabías?-preguntó el pelinegro.

—Que nuestros papás fueron pareja-rió-Acabo de enterarme.

—Yo igual, ha sido una maravillosa revelación. Creo que lo mejor sería dejarles la casa, tú sabes… tal vez ellos quieran-sus mejillas se sonrojaron.

—Sí…-contestó igual de rojo-¿Vamos por un helado?

—Contigo, por supuesto-volvió a besarle en la boca. Se tomaron de las manos y cerraron la puerta para dejarlos más cómodos.

Se quedó parado como estatua en la puerta. Y simplemente no podía creer que ese hermoso hombre de cabellos rubios fuera su Naruto. Era comprensible, estuvieron mucho tiempo separados, recordó las veces que intentó buscarlo hablando con los vecinos, visitando su casa, en la cual vivían otros inquilinos. Enterarse que la familia se había mudado había sido un terrible golpe, pese a que su rubito estaba fuera del país,  nunca pensó en olvidarlo, en involucrarse con alguien más. Esperó. Esperó ver una luz de esperanza, volverle a ver con todas sus fuerzas. Y cuando estaba perdiendo la fe, sucedió esto. El amor entre los niños lo había reencontrado con su rubio.

Estaba acostado boca arriba y con los ojos cerrados. Se le notaba cansado, algo pálido y parecía haber rastros de lágrimas en sus ojos. Se sintió triste. Tocó la puerta con sus nudillos para que despertara.

—Menma, quiero descansar, por favor; vete.-murmuró adormilado.

—No soy Menma-respondió el azabache aparentando calma y seriedad, pero por dentro moría de amor por el rubio. Quería hacerle el amor en ese mismo instante. Tantos años sin verle ha sido una tortura.

El blondo se irguió de un salto de la cama despertando de golpe para mirar a su visitante. Miró intensamente a aquella persona, su cabello que caía a cada extremo de su pálida piel, las puntas en formas de picos que era muy llamativo. Sus ojos profundos ojos oscuros, una mirada demaciada penetrante y llena de misterios. Su corazón palpitó alocadamente rememorando antiguas memorias en su cabeza. No podía ser posible que él… estuviera en su habitación. Entonces… ¿la visita era él? ¿Dónde estaba su hijo?

—¿De verdad no estoy… soñando?-titubeó. La voz le temblaba.

—No, no lo estás. Estoy parado frente a ti, Naruto.-quería acercarse un poco más, pero el rubio parecía muy alterado, asustado, se quedó allí observándole.

—Sas-Sasuke…-comenzó a sollozar.

Inmediatamente acudió a su rubito que derramaba interminables lágrimas de sus ojos color cielo, se sentó sobre la cama y le abrazó efusivamente, todo lo que su cuerpo pedía. Sintió su calor corporal, la esencia que desprendía su piel, su suavidad. Una de sus manos llegó arriba de su cabeza acariciándole como un niño, desparramó sus cabellos una y otra vez hasta intentar tranquilizarle.

—Sasuke-pronunció lastimero. Se apartó rompiendo la unión, levantó la mano tocando tímidamente el rostro del pelinegro quien se mostraba con una media sonrisa dejándose hacer.

La mano del rubio acaricio sus pómulos, su mentón y viajó más arriba. Tocó su frente, se llenó de confianza y acercó su rostro pegando frente con frente permitiéndose cerrar los ojos un instante. Dejó salir un suspiro. Su corazón no paraba de alocarse dentro de él, sentía tantas emociones juntas, no sabía cual expresar delante de Sasuke. Más que todo estaba aquella culpa con la cual cargaba desde hace años.

—Tanto tiempo sin verte-susurró el moreno mirándole fijamente-Dieciocho años para ser exactos. Pensé que no volvería a saber nada de ti, que moriría sin verte una vez más-tomó uno de sus brazos y acercó su mano para besar el dorso con ternura.

Las mejillas del blondo se colorearon. Sus ojos aún estaban húmedos y creía que no podría mantenerse tranquilo por mucho tiempo.

—¿Naru?-habló con dulzura. Su silencio le incomodaba, tenía miedo de que no quisiera estar con él. Que le echara una vez más de su vida. No podría soportarlo, si no estaba con Naruto prefería morir solo el resto de su vida.

—Yo… yo no puedo estar contigo, Sasuke-murmuró con la mirada gacha. No deseaba ver su expresión cuando le dijera todo.

El ojinegro pensó que iba a morirse con aquella declaración. Se armó de toda fuerza para amortiguar el dolor que se instalaba en su pecho.

—¿Por qué…?-preguntó deprimido.

—No te merezco. Simplemente no puedo estar a tu lado luego de lo que hice.

—¿Eh?

Finalmente los ojos color zafiro enfrentaron los ónix con pesar, el agua salada volvió a escurrir de ellos.

—¿No lo has visto? Sasuke, tengo un hijo. Yo… he tenido relaciones con una mujer, te he sido infiel… no puedo estar contigo.

—Naruto-suspiró-Era comprensible que buscaras rehacer tu vida con alguien, no puedo odiarte. Yo en cambio, opte por estar solo-rió-Ningún hombre me ha cautivado como lo has hecho tú.

—¡No, no, Sasuke!-le tomó de los hombros mirándole intensamente, el moreno quedó sorprendido por la ausencia de su timidez y miedo-¡Yo, yo siempre te he amado! ¡Siempre!-gritó llorando.

—Naru…

—¡Todos los días pienso en ti! Mañana, tarde y noche, todos. Yo fui padre por un descuido. Mis padres organizaron una fiesta a su regreso para fortalecer lazos con los vecinos, estaba muy triste, me sentía muy solo. Nadie comprendía lo que estaba pasándome. Fingir que era “normal” para mis padres me costaba horrores. Y el alcohol fui mi única opción para escapar de la realidad, solo tome y tome sin detenerme. Llegué a sospechar que mis padres habían vertido algo en la cerveza, después de todo el primer vaso me lo dio mamá, pero no pude probar nada. Me sentí mareado con el pasar de las horas y parece ser… que arrastré conmigo a mi vecina o ella me arrastró. Sakura, ¿la recuerdas?

—Sí… cuando venía a verte no quitaba la vista de mí. Era irritante.

—Bueno, yo… yo la embaracé luego de esa noche-miró los ojos oscuros que parecían entrecerrarse un poco-Sasu-le habló con cariño tomando ambas manos-No sé nada, no recuerdo nada de esa noche. Con diecinueve años me vi obligado a hacerme responsable, fingir amarla delante de mi padre y madre, así ellos… dejarían de llamarme marica.

—Hubiera dado todo por sacarte de esa casa-apretó su mano-Lamento decir esto, Naruto, pero tus padres eran unos desgraciados-su voz estaba cargada de amargura y resentimiento-No supieron comprenderte. No supieron aceptarte tal cual eras. La persona más maravillosa que había conocido-le miró con una hermosa sonrisa.

Naruto se sintió seguro de continuar con su relato sin separar las manos de su amado azabache.

—Luego de que ellos fallecieron…

—Lo siento-interrumpió al blondo.

—Fue hace mucho, descuida-compuso una pequeña sonrisa-Sin ellos criticando cada cosa que hacía, pude romper la muralla que me mantenía atrapado. Yo no amaba a Sakura, se cansó de pelear en la relación y finalmente aceptó divorciarse de mí. Pero había una condición de por medio, quería hacer su vida sola con otro hombre y sin “estorbos” así le llamó a nuestro hijo.

—No merece el titulo de madre.

—Admito que no fue una gran emoción recibirlo en mis brazos luego de nacer. El cariño que recibí de mis padres no fue mucho, pero con el tiempo, ese pequeño bebé alegró mis días, Sasuke. El negro se volvió gris, no podía ser blanco porque no te tenía conmigo-sollozó-Menma es muy importante para mí, a pesar de ese desliz, amo a mi hijo, Sasuke. Me dado voluntad para seguir adelante.

—Lo sé-juntó su frente con la suya-Es un buen muchacho, a verle vi tu rostro, en su momento cuando me lo presentó Kamui tuve que reprimir mis ganas de llorar delante de los niños. Fue impactante, su cabello, sus ojos, tiene todo de ti-besó su mejilla, Naruto se estremeció-Menma harás feliz a mi hijo, estoy seguro de ello. Hacen una linda pareja, tal como… como nosotros-se apartó separando sus manos de las del blondo-¿Qué me dices?

—Pero… yo te fui…

—Ssshh-puso un dedo en sus labios impidiéndole continuar-Para ya de lastimarte, si me dices que fue un error, yo te creo. No puedo odiar a Menma, no puedo odiarte a ti, han sido muchos años soportando la soledad. Míranos, Naruto-le tomó de las mejillas a corta distancia de su propia cara-Somos adultos, nos restan unos cuantos años de vida, estamos a tiempo de volver a estar juntos. Podemos amarnos sin presión, sin inconvenientes, ¿quieres pasar el resto de tu vida culpándote y quedar solo? ¿Vas a dejarme ir tan fácil?

—No-respondió dolorosamente. Cerró los ojos que seguían aguándose.

—Entonces dime, Naruto, dime que me amas como aquella vez cuando teníamos dieciséis años.

—¡Te amo!-gritó con todas sus fuerzas-¡Jamás he dejado de hacerlo! Lo eres todo para mí.

—Con eso es más que suficiente-cazó sus labios sin aguantar un segundo más.

El oji-azul experimentó nuevamente el sabor que tanto añoraba desde joven. Cerró sus ojos dejándose guiar por sus instintos y por su pasión. Abrazó el cuello del moreno y este lo acostó sobre la cama quedando acomodado sobre él. El beso se intensificó y tuvo lugar sus lenguas quienes se dieron el gusto de reconocerse profundamente. Soniditos húmedos se escavan de ambos poniéndolos nerviosos y sonrojados, llevaban mucho tiempo lejos del otro, tocar el cuerpo maduro de su pareja resultaría muy excitante.

—Nunca te he sido infiel, mi amor-susurró Sasuke separándose un poco.

—Lo sé-sonrió con ternura-Perdóname a mí, amor, no merecías lo que te hice-tocó su mejilla.

—Mientras te tenga, todo lo demás lo dejaré pasar aunque duela un poco-admitió.

—Mi Sasuke-susurró.

—Extrañaba mucho que me llamaras así-volvió a besarlo con más intensidad que la de antes.

El ojinegro deseaba tocar más, más de su adorada piel bronceadita. Todo este tiempo había decidido masturbarse aunque no le fuera suficiente, hacerlo pensando en su rubito con el recuerdo maravilloso de haber tenido su última vez con él. Hacer el amor ahora no solo será nuevo para ambos, resultaría más hermoso que cuando fueron jóvenes e inexpertos. A su mente acudió el recuerdo de la primera vez, su Naruto lloraba de dolor mientras le penetraba, estaba decidido a no cometer el mismo error dos veces.

—Te amo tanto mi rubio-repartió besos por su cuello, tomó un poco de piel dándose el gusto de chupar.

—Ah… Sasuke-sentía tanta alegría, una felicidad enorme de tener a Sasuke entre sus brazos y de ser uno por tercera vez.

Solo habían tenido la oportunidad de hacer el amor dos veces. Una en la casa de Sasuke  cuando los padres trabajaban y la otra en su casa, luego de eso pasaron solo dos días para que lo apartaran de él.

—La ropa molesta-gruñó el moreno. Se apartó del blondo para quitarse la camisa celeste que le hacía lucir muy sexy, el cinturón y comenzó a bajarse los pantalones con cierta prisa y bochorno. Pues su rubio no le veía desnudo desde hace bastante y sentía pena que tuviera algún defecto en su cuerpo.

—Eres hermoso, mi amor-susurró con la cara roja levantándose de la cama.

—¿De verdad?-preguntó contento-Yo… siempre he procurado comer lo justo y necesario para estar en forma y que tú… puedas…-calló ante la vergüenza de seguir.

—Sasuke-abrazó su torso desnudo con solo un bóxer negro tapando su intimidad-Incluso si hubieras subido algo de peso seguirías siendo el hombre de mi vida-rió.

—Tonto-susurró besándola la cabellera rubia-Quiero estar perfecto para ti.

—Ya lo eres-besó sus labios fugazmente-¡Cierto, los chicos!-se ruborizó más de lo normal.

—Tranquilo-sonrió-No has oído nada, ¿verdad? Mi hijo es muy inteligente, han salido de seguro con Menma al algún lado, nos han dejado la casa para nosotros-le miró con infinita lujuria-Para recuperar el tiempo perdido.

—Esos niños…-suspiró volviéndole el alma al cuerpo-Bien…-sonrojado comenzó a quitarse la camisa blanca que era aparte de su traje de trabajo, no llevaba cinturón, se desprendió el botón y se bajó la cremallera. La prensa se deslizó con facilidad por sus piernas hasta tocar el piso alfombrado color beige.

Quedó en las mimas condiciones que su amor azabache, pero no se animaba a enfrentar su mirada.

—¿Co-como me veo?-preguntó con temor.

—Hermoso, mi rubito-susurró apegándolo a su pecho-no te avergüences, yo también me siento inseguro-rió-Es solo hasta que volvamos a retomar nuestra vida, ya no tenemos dieciséis años.

—Lo sé-murmuró deprimido-Quiero pasar mis últimos años contigo.

—Yo igual-le besó con frenesí. Las manos comenzaron a acariciar el cuerpo ajeno, sus alturas eran prácticamente iguales. Sasuke recordó que su rubio era más bajito y tenía que ponerse de puntitas para alcanzar su boca, pero eso había cambiado. Ahora podían besarse y amarse sin desmedidas—He soñado tanto con hacerte el amor, mi rubio, dame el placer de hacerte mío una vez más.

—Siempre fui tuyo-sonrió aferrándose a su espalda.

El moreno mayor por un año, alzó al blondo y lo acostó en la cama sin mucha rudeza. Volvió a pararse y se deshizo del bóxer dejando expuesta su gran hombría con una dotada erección.

—Ha crecido mucho-habló quedito, ya estaba sintiendo dolor en su retaguardia psicológicamente.

—Naru, esta vez prometo ser menos bestia.

—Lo dudo, ambos sabemos que esperábamos este momento algún día. No te contengas, solo sé… menos brusco.

—Te lo prometo-sonrió, se tomó el atrevimiento de quitarle el bóxer a su amor y tirarlo en laguna parte de la habitación. No debían desperdiciar tiempo, sus hijos no se ausentarían mucho o ¿sí? No lo sabía realmente.

Sasuke decidió darle el mayor placer posible al oji-azul, además de morder el lóbulo de su oreja y cuello; chupó y pellizcó sus pezones mientras lamía el hombro y sus labios. Los gemidos de Naruto fueron su recompensa y su hombría comenzaba a doler pero quería ir lento.

Luego de una sección de candentes besos, llevó a su boca tres de sus dígitos empapándolo de saliva. Naruto se mantuvo tranquilo y se relajó todo lo que su cuerpo le permitía.

—Te amo, Naru.

—Yo a ti-sonrió.

Sin más espera, metió con cuidado el primer dedo dando círculos y escuchando suspiros y gemidos del blondo. Introdujo el segundo y a continuación el tercero intentando expandir el interior dando en forma de tijera y círculos nuevamente.

—¡Ah!

Sasuke se detuvo abruptamente.

—¿Te dolió?

—Estoy bien, descuida, creo que ya es momento de que me penetres-habló con bochorno.

Quitó los dedos y las piernas de Naruto se acomodaron alrededor de su cadera, tomó su pene y comenzó a introducirle en el orificio rosado.

—Relájate, por favor.-fue metiéndola poco a poco.

—Ah, sí que… duele. Hace tanto ya…-apretó las sabanas a ambos extremos-Hazlo rápido, Sasuke, es mejor así-pronunció con ojos llorosos.

Sasuke hizo lo que le pidió. Se introdujo por completo y sintió la estreches contra su miembro. Naruto se mordió el labio al momento de sentir ese pedazo de carne abriendo su interior, limpio la sangre con su lengua e intento tranquilizarse.

—Naruto…-le miró preocupado.

—Estoy bien, no te preocupes. Duele, pero es aguantable.

El ojinegro aguardó unos momentos antes de iniciar un vaivén. Cuando su rubito asintió en silencio se dio libertad de empezar el mayor de los placeres con la persona que amaba. Embistió chocando su pelvis, sumergiéndose en ese delicioso sitio que apretaba su miembro. Se valió del colchón para mantenerse apoyado sin aplastar a su rubio e impedir la penetración.

Fueron cuestión de minutos para que iniciara lo bueno.

—¡Más rápido, Sasuke! ¡Más!-gritó eufórico. Abrazó la espalda del mayor y rodeó su cadera con ambas piernas sintiendo que el pene de Sasuke se hundía más en él-Te amo, mi Sasuke-jadeó sonrojado.

El moreno se acomodó lo mejor posible para poder besar esos carnosos labios que ya se ponían hinchados de tantas mordiditas de su parte. La lujuria envolvió ambos cuerpo que deseaban sentir más y más, Sasuke arremetió contra su ya no tan estrecha entrada más duro y más rápido. La habitación se llenó de ruidos obscenos y mucho calor, calor que cubría al dúo con cada segundo transcurrido.

—¡Ah, ah, ah, ah, Sas-Sasuke… mi Sasuke!-arañó la espalda alvina lo que lo hizo gruñir al moreno con excitación.

—Naruto… te amo con todo mi ser, ¿lo sabes… verdad?-dio otra estocada, estaba al límite.

—Lo sé-sus ojos estaban más vivos que nunca.

Sasuke se aproximó a sus labios mientras escurría una mano entre ambos cuerpos y masturbaba hábilmente a su pareja para hacerlo llegar al paraíso. Acalló sus gemidos con su boca y sus lenguas se degustaron en un erótico baile.

—Sasuke… ya no… no puedo más…-se despegó de sus labios respirando agitadamente.

—Juntos mi amor-dejó de masturbarlo y volvió a embestirlo con todas sus energías restantes.

Su miembro se abrió paso hasta llegar a ese punto  erógeno que dejó en blanco la mente de Naruto. Largó un grito y su semilla salió disparada manchando ambos abdómenes, Sasuke le besó con ansias se permitió moverse un poco más hasta que sintió las paredes internas aprisionar su pene. Derramó tras un gemido su esencia en las entrañas del menor y cayó exhausto sobre el rubio tratando de conseguir más oxigeno.

Los dos mostraban una gran sonrisa.

—Fue hermoso-habló Naruto abrazando a su azabache.

—Siento que vuelvo a tener quince años-rió-Mi juventud está volviendo gracias a ti-levantó su rostro y llegó a la boca del oji-azul para chuparla y besarla con deleite.—Descansaremos unos minutos, luego vamos por la segunda ronda. ¿Qué te parece?-peguntó sonriente.

—Me parece genial-rió, lo repetirían hasta estar completamente satisfechos.

—Naru… ahora que podremos regresar, quiero decirte algo.

—¿Sí?

—¿Te casarías conmigo?

Los ojos del blondo quedaron desmesuradamente abiertos, sintió el agua escurrirse y se lamentó por ser tan llorón. Tantas cosas buenas en un solo día eran demasiado.

—¿Naru?-besó sus ojos húmedos y su frente-¿Qué me dices?

—Tú sabes la respuesta, idiota-sollozó.

Sasuke sonrió.

—Lo sé-repentinamente volvió a embestir y besó la boca del rubio para una segunda ronda.

Eran las seis y media, y les parecía justo regresar. Incluso aparte de tomar un helado, habían ido al cine. Comenzaba a refrescar y pronto oscurecería, Kamui entró primero diciéndole a su novio que le esperara. Apenas entró y pasó la sala lo escuchó.

—¡Ah, sí, mi rubio, ah, que delicia!

—¡Sasuke, más, más, córrete dentro de mí! ¡Lléname, Sasuke!

¿Ese es… es papá… gi-gimiendo?

Retrocedió sobre sus pasos y se fue afuera. Menma le esperaba sentado en el escalón.

—¿Estás bien? Te pusiste muy rojo.-se puso de pie.

—Sí, todo está bien…-le tomó de la mano-Será mejor ir a mi casa.

—¿Se pelearon? ¿Qué pasó?

—Están recuperando tiempo perdido, Menma, despreocúpate.

—Pero entonces quiero…

—Es mejor que no los veas, iremos a mi casa y esperaremos un poco más-rió nerviosamente-¿Sí? Están muy ocupados, no debemos molestarlos.

Menma se puso rojo ante el pensamiento que pasó por su cabeza. Asintió en silencio y se encaminaron a su hogar tomados de la mano. Pues no temían mostrarse al mundo, ambos sabían pelear muy bien, y se enfrentarían a todo aquel que impidiera su amor.

Con un leve sonrojo y embargados de felicidad porque sus padres permanecerían juntos y serian una hermosa familia. Aunque obviamente, no se verían como hermanos. Solo otra parejita que convivía con sus padres.

 

 

 

—¡Sasuke!-sintió una vez el semen llenar su interior.—Ya no doy más…-jadeó.

—Una vez más, amor, solo una más-besó sus labios aun dentro de él.

—¡Lo hemos hecho siente veces!-gritó con el seño fruncido.

—La octava es la vencida, te lo prometo-besó la punta de su nariz.

El blondo suspiró medio desganado. Iban a quedar secos. Asintió y enroscó sus brazos en el cuello de su futuro esposo.

—Sasuke, lo eres todo para mí. Todo.

—Tú también, significas mi mundo entero junto con nuestros niños. Te amo, mi rubito-selló su boca junto con su lengua en otro apasionado encuentro.

Vivirían sus vidas al máximo amándose hasta que llegara el momento de reencontrarse en el paraíso y velar por sus pequeños.

 

 

Notas finales:

¿Merezco un review? :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).