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Malas Decisiones por Angelfiregot

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Capítulo 2

Entre recuerdos y nuevos comienzos

 

Se encontraba en la habitación de su pequeño el cual se veía tan indefenso, tan frágil.

Llevaba contemplándolo cerca de dos horas y no se cansaba de hacerlo. Siempre había querido tener un hijo para darle el amor que sus padres nunca supieron darle, para consentirlo en todo y darle el hogar que él siempre deseo tener. No que sus padres fueran malos, simplemente su educación como sangre pura no les permitía demostrar sus sentimientos abiertamente.

Cuando sintió a su pequeño Scorp gimotear, lo levantó en sus brazos y comenzó a arrullarlo, algo que nunca se imaginó hacer, ya que la costumbre era que una nana elfina lo hiciera, pero igualmente esa era la razón por la que había decidido tener un hijo, la razón por la que había dejado lo más valioso de su vida.

No se arrepentía por Scorp, pero si del hecho de no haber luchado más, de haber buscado la manera de hacer que la maldita poción funcionara y haber tenido a ese pequeño con el hombre al que le había entregado su corazón.

Contempló nuevamente el rostro dormido de su niño y dejó que la nostalgia marcara sus rasgos nuevamente. Había sido un completo imbécil, lo sabía, pero lamentablemente se había dado cuenta demasiado tarde, cuando ya había contraído matrimonio con una bruja de la manera mágica, un contrato que lamentablemente no podría romper así como lo había hecho con Harry. En el mundo mágico no existía el divorcio por el simple hecho que al momento de casarse lo hacía uniendo su magia a la de la otra persona y solo hasta que alguno de los dos muriera, el otro u otra sería libre. Jamás se imaginó que llegaría a arrepentirse tanto de su decisión cuando en la noche de bodas se dio cuenta de lo que había hecho realmente, estaría atado quizás toda su vida a una persona por la que no sentía absolutamente nada, debería cumplir con obligaciones que no fue capaz de mantener con el amor de su vida, mantendría una farsa solo por continuar teniendo el estatus social que siempre quiso.

Quizás durante los primeros meses no fue tan difícil de llevar, trataba de no pensar y de simplemente dejarse llevar por la situación. Había recuperado su vida social y aunque la gente seguía mirándolo mal tanto por el hecho de haber sido un mortífago como por haber estado casado con su “héroe”, poco a poco lo dejaron reintegrarse, ya que a pesar de todo su familia seguía siendo una de las más asquerosamente ricas de toda la comunidad mágica en el mundo y aunque a la gente le doliera aceptarlo, era bueno para ellos tener a alguien que se encarga de dar buenas donaciones a los hospitales, orfanatos y demás lugares necesitados después de la guerra.

Sin embargo, con el tiempo se dio cuenta de la realidad, que a pesar de que la gente le sonreía de dientes para fuera, todos por detrás no hacían más que hablar de él, de despotricar sobre su vida, sobre quien había sido y lo que quizás en un futuro haría.

Y entonces se dio cuenta de que la comunidad mágica ya no era realmente su hogar, que quizás nunca podría tolerar realmente a los muggles y que definitivamente no podría trabajar para ellos, pero que lamentablemente así como el rechazaba a esa gente, los magos ahora lo rechazaban a él y no hacían más que sacar sus dotes de hipocresía hacia su persona.

Dejó nuevamente a su hijo en la cuna y se sentó en la mecedora que se encontraba al lado; prefería quedarse ahí a regresar a esa habitación de mentiras.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Había sido una fortuna que su jefe no le pusiera problema por tomar unas vacaciones, igual en los casi dos años que llevaba ahí no las había tomado y además solía trabajar horas extras y festivos, por lo que estuvo más que complacido en darle unos días más que merecidos.

De igual manera, se encontraba en vacaciones de la Universidad, al parecer Blaise había pensado en eso, ya que justo en esa semana comenzaban, así que decidió comprar algunas cosas que quizás necesitaría y solo llevaría lo indispensable, la ropa la compraría allá, ya que en el Londres muggle no era un lugar donde se encontrara precisamente ropa para playa.

Durante toda la semana no pudo más que pensar en Draco, por más de que intentara olvidarlo, le era literalmente imposible, cualquier cosa se lo recordaba, ya fuera ver a un hombre rubio o el simple hecho de ver a un hombre representando su papel de padre. Se preguntaba constantemente cómo sería Draco con su hijo e inmediatamente se arrepentía de ello ya que la depresión volvía a atacar lo que aún le quedaba de corazón.

De igual manera, fue una tortura hacer sus papeles para el pasaporte, debido a que el chico que lo atendía no hacía más que mandarle indirectas. No que el chico no fuera lindo, tenía unos ojos azules bellísimos, pero no era su tipo y prefería mantener las distancias con cualquier hombre que fuera de Londres. Demasiado cerca de sus recuerdos.

Cuando finalmente llegó el sábado, se encontraba entre nervioso y ansioso,  nunca había salido del país y para colmo jamás se había subido a un avión, por lo que solo de pensar que subiría en un aparato volador que no controlaba él mismo le daba ganas de huir del aeropuerto y refugiarse nuevamente en su casa.

-          Quien lo diría ¿el gran Harry Potter le teme a los aviones? – dice un voz burlona a sus espaldas que reconoce fácilmente.

-          Blaise – dice Harry girándose y mirando al moreno de frente – no les tengo miedo, simplemente no me confío de ellos – continúa tratando de no mostrar el nerviosismo que le da el solo pensar que esa cosa podría terminar en el suelo y no precisamente en un aterrizaje perfecto.

-          Oh vamos Harry, no te preocupes, dicen que es el medio de transporte muggle más seguro que existe – comenta el mayor sin dejar la sonrisita que baila en sus labios.

Harry se quedó contemplándolo un rato, aun sorprendido a pesar del tiempo de ver lo bien que Blaise se había adaptado a estar en el mundo muggle a pesar de ser un sangre pura y sobretodo de la forma que solía despreciarlos durante su adolescencia. Al menos él había hecho el esfuerzo de cambiar eso. Soltó un suspiro, tal parecía que nunca dejaría a Draco atrás, aunque esperaba que esas vacaciones le sirvieran de algo.

-          Deberías venir conmigo – dice finalmente el ojiverde contemplando al moreno quien simplemente enarca una ceja.

-          ¿Y convertirme en violinista? No gracias, prefiero quedarme y no traumarme de por vida – dice con cierta ironía, sacando una sonrisa del menor – además la idea es que te lo goces como nunca, que conozcas nueva gente y si voy contigo, de seguro te me pegarás como una lapa y la verdad no es por nada, pero tú no eres mi tipo – finalizó soltando una carcajada ante la mirada incrédula de Harry, quien finalmente sonrió.

-          De acuerdo, tu tampoco eres el mío, así que iré a conseguirme algo por allá – dice Harry logrando que Zabini lo mire primero asombrado, para después ampliar su sonrisa.

-          Así se habla león, ve a conquistarte esa isla, quizás y cuando vuelvas llegues con un lindo regalo, solo fíjate que sea más alto que tú o parecerán una pareja de duendes – finaliza riendo aun más al notar la molestia de Harry por hacer alusión a su estatura. Ah cómo le encantaba molestarlo con eso.

-          No fastidies Blaise – dice Harry simulando estar molesto, aunque sabía que Blaise solo lo decía para fastidiarlo. En ese momento sintió una mano pequeña en su hombro, por lo que al girarse se sorprendió.

-          Luna – fue lo único que atinó a decir antes de abrazar a la rubia, quien le devolvió el gesto sin dejar su eterna sonrisa soñadora.

-          Hola Harry, es bueno ver que sigues con vida – dice la chica sin dejar su expresión tranquila, logrando que el ojiverde casi se fuera de espaldas por el comentario y que Blaise se destornillara de risa ante los apuntes siempre salidos de tono de esa chica.

-          Gracias – dice finalmente Harry sin saber que más agregar a lo dicho por su amiga – y ¿Qué haces aquí? – pregunta finalmente al caer en cuenta de que ella no solía ir mucho a sitios muggles, no porque le desagradaran, sino porque estaba muy metida en el cuento de ayudar a los bistre-no-se-qué.

-          Bueno, es que Zabini me comentó que te irías de viaje, gracias a que él se compadeció de ti y quiso que empezaras a tener una vida normal, así que vine a desearte buena suerte y que te cuides de los priskliss, ya que he escuchado que abundan en esa isla y no sería bueno que entraran a tu piel, sería muy doloroso – comenta ella bastante convencida de sus palabras, logrando hacer que Blaise casi soltara lágrimas de la risa y que Harry se preguntara si realmente su amiga se comía todas sus palabras.

-          De acuerdo, lo haré, gracias por el consejo Luna y gracias por haber venido – dice finalmente el ojiverde abrazándola cuando escucha el primer anuncio de su vuelo – bueno será mejor que me vaya – dice soltándose de la rubia y abrazando ahora al moreno quien finalmente había logrado calmarse.

-          Disfrútalo y busca tu felicidad león – dice el moreno sin soltarlo.

-          Gracias Blaise y creo que tu deberías aplicar tus propios consejos, creo que debería ser hora de que busques a alguien y sientes cabeza – dice Harry soltándose un poco.

-          Tal vez más adelante, pero por ahora soy feliz así – dice mostrándole una sonrisa.

-          De acuerdo, cuídense y nos vemos en dos semanas – dice Harry hacia los dos alejándose finalmente.

-          Claro, si no es que te amañas – logra escuchar el grito de Blaise quien se despedía junto a Luna con las manos alzadas.

Finalmente se subió y decidió esperar a ver que le deparaba su nuevo viaje.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Había llegado sin ningún contratiempo, por fortuna había logrado dormir casi todo el viaje y ahora tan solo debía dirigirse al hotel e instalarse.

Cuando llegó se dio cuenta de que era un lugar de lujo, bastante hermoso y el ambiente alegre del lugar inmediatamente lo contagió.

Decidió dejar sus cosas en la habitación y salir a comprar algo de ropa, ya que la que llevaba puesta era demasiado abrigada para el clima y el sol infernal de medio día que hacía en ese momento.

Luego de comprar unas cuantas pantalonetas y camisas hawaianas, volvió al hotel para darse una refrescante ducha y cambiarse.

Una vez se sintió cómodo, se encargó de guardar todo en los cajones con un hechizo y salió a almorzar, al restaurante del hotel.

Se sentía bastante extraño de estar en un lugar desconocido y completamente solo, pero Blaise tenía razón, debía buscar la manera de olvidar y quizás esa sería la mejor opción.

Salió del hotel a caminar un rato por la playa deleitando la vista. Definitivamente ese lugar estaba plagado de hombres atractivos y tal vez alguno de esos hombres sexys sería gay, cosa que le agradaría en sobremanera.

Caminó a la orilla del mar durante bastante tiempo, hasta que notó que comenzaba a caer el sol, por lo que se acercó a un acantilado y subió a las rocas para sentarse y contemplar el atardecer, cuando de repente sintió a alguien sentado a su lado.

-          ¡Vaya! No me equivoqué, en realidad eres Harry Potter – dice el desconocido sobresaltándolo de inmediato y maldiciendo después al ver su perra suerte. Se había ido al otro lado del charco para poder estar solo y llegaba el que debía ser un mago y se le tiraba el cuento. Sin embargo, cuando levantó la mirada para decirle unas cuantas y alejarse, quedó completamente impactado. Ante él se encontraba un chico bastante atractivo, de cabello rubio oscuro y unos ojos azules realmente impresionantes, además de una sonrisa por demás arrolladora – lamento si te importuné, es que te vi hace un rato y quise confirmar si realmente eras Harry Potter el-niño-que-vivió-y-venció – continúa con su sonrisa, aunque ahora un poco titubeante ante la mirada tan penetrante del ojiverde – bueno, lamento haberte molestado… yo me voy – finaliza para comenzar a levantarse completamente azorado y sintiéndose ridículo por su actitud.

Cuando Harry se dio cuenta que el chico estaba por irse reaccionó, así que lo tomó del brazo para evitar que se levantara.

-          No, lo siento, solo me sorprendiste – dice finalmente Harry devolviéndole la sonrisa al chico.

-          Está bien, empezando no debí llegar así, mi nombre es Bryan Johnson – dice extendiéndole la mano y mostrando nuevamente esa sonrisa arrolladora que había dejado impactado a Harry.

-          Harry Potter – dice estrechando la mano del rubio y sintiéndose un tanto extraño ante el contacto.

-          No puedo creer que te haya encontrado aquí, es una verdadera suerte – dice el chico quien no dejaba de mirarlo bastante entusiasmado aunque sin dejar ese aire de coquetería que Harry podía notar a leguas.

-          Ya veo, así que te interesa saber de el-niño-que-vivió-y-venció – dice Harry sintiéndose un tanto decepcionado y molesto de que incluso ahí la gente pensara en eso.

-          ¡No! Lo siento si me mal interpretaste, es que bueno… siempre quise conocerte en persona porque bueno… me pareces atractivo – dice Bryan un tanto apenado por la situación, dejando completamente descolocado a Harry quien abrió completamente los ojos ante semejante comentario.

-          ¿Cómo? – dice el ojiverde totalmente sorprendido, jamás en su vida había conocido a alguien tan directo en ese tipo de cosas.

-          Sí, bueno, hace unos años fui a Inglaterra por algunos asuntos de mi familia y pues durante mi estancia pude conocerte a través de los periódicos donde constantemente hablaban sobre ti y tus hazañas – dice el rubio sin dejar de contemplar los rasgos del ojiverde que se difuminaban entre naranjas por el sol que en ese momento se perdía en el horizonte.

-          Ya veo, y ¿Qué tanto sabes de mí? – dice Harry ya un poco más interesado, al menos el chico era sincero y directo.

-          Bueno, supe que derrotaste a un dragón en tu cuarto año de colegio y también que derrotaste al mago oscuro más terrible de los últimos tiempos, pero para ser realistas, eso no fue lo que más me impresionó de ti – dice el chico dejando completamente intrigado a Harry, siendo que creía que eso sería lo primero que impresionaría a un mago o bruja de él – lo que más me llamó la atención fue que decidieras ir aun en contra de las normas de la comunidad mágica y te casaras con un hombre en el mundo muggle – continúa el chico dejando a Harry con la boca abierta, esa si no se la esperaba – yo sé que no debería decir esto, pero eso me hizo darme cuenta de muchas cosas – finaliza dejando a Harry aun más intrigado de ser posible.

-          Y se puede saber de qué te hizo darte cuenta – dice Harry ya completamente absorto en la conversación.

-          Bueno, en que no podía dejar de ser yo por culpa de una sociedad intolerante y que si quería ser feliz, debía alejarme de todo eso, se podría decir que tú fuiste mi motivación para dejar de lado mis enseñanzas y salir al mundo para ser libre – dice el rubio con una sonrisa agradecida. En ese momento Harry se dio cuenta que para ese chico era su héroe pero por una razón muy diferente a la de los demás, el no agradecía el hecho de haber acabado con Voldemort, él agradecía haberle mostrado que sin importar quien fuera, podría salir a afrontar el mundo y conocer la libertad.

-          Me alegra saber que al menos tú encontraste tu libertad – dice Harry con una sonrisa un tanto forzada, al recordar cómo había terminado su propia decisión y su soñada libertad. Bryan se quedó mirándolo un poco sorprendido por la afirmación y la actitud de Harry ante su comentario y solo en ese momento cayó en cuenta de que no estaba su esposo por ningún lado ¿Acaso había viajado solo? Quiso preguntar, pero al notar la melancolía en el rostro del pelinegro sintió que había metido la pata.

-          Este… y ¿Cuánto tiempo te quedarás? – preguntó el rubio tratando de desviar el tema, cosa que Harry agradeció.

-          Serán 15 días – dice un poco más animado, aunque aún no se quita por completo la mirada triste.

-          Qué bien, entonces tendré tiempo suficiente para mostrarte los lugares interesantes de por aquí y también para conocerte mejor – dice Bryan volviendo a su pose coqueta, como tanteando el terreno y esperando a que Harry le aclare las cosas.

-          Me parecería bien, la verdad vine solo y no conozco nada, así que creo que sería bueno que fueras mi guía – dice Harry un tanto dubitativo, pero teniendo presentes las palabras de Blaise. Hubiera preferido que quizás fuera alguien que no conociera de su vida, pero para ser sinceros, era mejor saber que estaría con alguien con quien no metería la pata con respecto a cosas del mundo mágico.

-          Genial, entonces ¿Qué dices si salimos ésta noche a tomarnos algo? Conozco excelentes lugares donde podríamos divertirnos bastante – dice el rubio sin dejar de sonreír, cosa que ya estaba poniendo por demás nervioso a Harry.

-          Yo la verdad… estoy algo cansado, no creo que sea bueno salir hoy, sin embargo, ¿Qué te parecería salir mañana? – dice Harry no muy seguro de su decisión, aunque las palabras del moreno rondan constantemente en su cabeza.

-          Es una lástima que no quieras salir hoy, pero no te preocupes, mañana pasaré a recogerte temprano y te daré un tour por los mejores sitios ¿te parece? – dice Bryan mostrándose inicialmente acongojado, para después cambiar radicalmente su actitud a una más alegre, cosa que hizo salir una risita a Harry a pesar de estar desconcertado por los cambios de humor de ese chico.

-          Está bien, entonces… - Harry iba a decir hasta mañana, pero fue halado por el rubio quien lo ayudó a bajar de las rocas, para posteriormente comenzar a caminar a su lado totalmente tranquilo.

Harry se sentía extraño, el chico era bastante atractivo y llamaba la atención de todas las personas que se encontraban cerca, más aun así parecía que al rubio no le importaba en absoluto y solo tenía su atención centrada en él, contándole cosas de su vida que realmente lo hicieron admirarlo. Quizás no sería tan mala idea seguir los consejos de Blaise, necesitaba darle un nuevo incentivo a su maltrecho corazón.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Blaise sabía que lo que estaba a punto de hacer quizás era algo estúpido, pero aun así no podía evitarlo. Siempre había querido a Draco, lo había considerado su mejor amigo durante muchos años y lo admiró bastante cuando decidió declararle sus sentimientos a “San Potter” como solía llamarlo a pesar de saber que muy probablemente sería rechazado o que se humillaría de una manera estúpida.

Cuando supo que las cosas habían salido bien y que contra todo pronóstico, Harry Potter había preferido estar con su amigo a pesar del rechazo de todos sus seres queridos, se sintió realmente feliz y motivado para intentar encontrar la felicidad junto al chico que le gustaba; lamentablemente no siempre todo sale como se desea.

Cuando decidió buscar a ese pelirrojo que tanto le movía el piso desde sexto y que para más asombro lo había salvado de morir incinerado en la sala de menesteres, se encontró con una escena que deseaba con toda su alma borrar.

Ron Weasley se encontraba en ese momento oculto entre uno de los pasillos, arrinconando contra una pared a una castaña, que por su cabello alborotado asumió se trataba de la “sabelotodo” Granger, devorándola entre besos y caricias de una manera tan apasionada que jamás imaginó en ese chico que hasta ese momento consideró tímido.

Aun así, quiso pensar que no se trataba de nada más que una simple calentura, un desfogue del momento por la guerra eminente, más todas sus ilusiones se fueron al piso, cuando entre murmullos y palabras inconexas, logró escuchar los claros “te amo” que ambos se dedicaban. No solo era un momento de calentura, era la entrega de dos personas que se amaban; y ahí se dio cuenta de que el no correría con la misma suerte que su amigo, que él no tendría nunca la dicha de estar con la persona amada y decirle al oído cuando lo adoraba, cuan feliz lo hacía, ni nada que se le pareciera.

Después de eso, había sentido algo de envidia por su amigo, sin embargo, al conocer a Harry se dio cuenta de porque Draco estaba tan prendado y enamorado de ese chico, era dulce, amable y con un carisma impresionante, pero sobretodo le sorprendió el corazón tan noble que se cargaba, que no dudo en aceptarlo como su amigo y en confiar en él a pesar de todos los años de peleas constantes, de los insultos y de la rivalidad entre casas, así sin más lo había perdonado y le había permitido entrar en su vida para no desear salir jamás de ella nuevamente.

Pero todo se fue al caño cuando Draco cometió la estupidez más grande de su vida, al dejar al amor de su vida teniéndolo entre sus brazos, sabiendo que ese chico jamás lo dejaría y que estaba dispuesto a lo que fuera por él… ¿Por qué teniendo semejante oportunidad en la vida la había botado de esa manera tan absurda? La verdad es que aun no lo entendía y tampoco deseaba hacerlo, porque él había tenido la fortuna que tanto deseó para sí mismo y la desechó como quien tira las perlas a los cerdos.

Sin pensarlo más decidió desaparecerse para caer frente a la mansión Malfoy y se dio cuenta que ya no había vuelta atrás.

Un elfo salió a su encuentro y tras el saludo le pidió que lo siguiera.

Cuando llegó a la sala principal se sentó a esperar, hasta que vio entrar a su amigo de la infancia con un pequeño bulto entre sus brazos cubierto por frazadas de la más alta calidad y sintió un horrible vuelco en el estomago, porque aunque ese pequeño no tuviera la culpa, había sido una de las causas principales por las cuales Draco había dejado a Harry con el corazón destrozado.

-          Hola Blaise, cuánto tiempo sin verte – dice el rubio sin mostrar expresión alguna en su rostro.

-          Bastante diría yo – dice el moreno con el mismo gesto.

 

Continuará…

Notas finales:

Holaaa!!

Bueno primero que todo, agradezco de todo corazón los reviews que me dejaron para animarme a continuar, en serio muchas gracias :D

por otro lado, espero que les haya gustado el cap, creo que dentro de poco comenzará la verdadera acción, pero igualmente espero me comenten que tal les pareció... igual aclaro de una vez que Harry sufrirá bastante en el fic y eso comenzará a notarse aun más dentro de poco :p

Ahhhh y "priskliss" fue una palabra que me inventé, igual siempre Luna sale con un bicho con un nombre más raro que el anterior jajaja

Nos leemos!!

Les mando muchos abrazos!!!


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