Sonó la alarma indicando que ya era hora de levantarse, pero este siguió soñando un buen rato hasta que él, un joven que contaba con 18 años de edad, peli verde, de una piel tostada y un cuerpo bien formado aventó la alarma hacia la pared, completamente fastidiado por el sonido.
Se levantó con pereza para dirigirse a tomar una ducha, salió de la misma con una toalla enredada en su cintura y otra en la cabeza para secar sus cabellos. Se dirigió al mueble a sacar su uniforme, el cual conformaba de un camisa blanca y un pantalón negro, después miro el reloj y corrió rápido al instituto una vez vestido, si de nuevo llegaba tarde no le dejarían entrar como en muchas otras ocasiones.
Maldición que no llego -corría como si el demonio le quisiera alcanzar, pero estaba perdido, ¡Como odiaba su pésima orientación!.Hasta que al fin llego al instituto, pero para su mala suerte es que este ya estaba cerrado, miro a los lados para asegurarse de que nadie le viera saltando la reja-
Genial ahora a clases! -camino con mucho cuidado de que ningún maestro le viera, tardo unos minutos encontrar su aula, cuando por fin la encontró noto que la clase había empezado "ni de coñá entrare así" se espero afuera hasta que esta se acabará, entro como si nada y tomo asiento mirando por la ventana-
Que pasa marimo te perdiste de nuevo? -un chico rubio de la misma edad solo reía al ver a su amigo enfadado-
Eso no te importa cejillas -movió su dedo en forma de espiral, burlándose de las cejas del rubio-
Maldito -comenzaron de nuevo una de sus típicas peleas como todos los días a cualquier hora, pero el peli verde se detuvo mirando fijamente la puerta-que sucede eh marimo
El chico no dijo nada, había sentido que alguien le toco el cuello y escapo por la puerta pero no vio a nadie "mi imaginación?" Pensó un poco mientras se sentaba de nuevo en su lugar, desde pequeño siempre sentía que alguien le tocaba, decidió no darle importancia. Las clases terminaron camino hacia la puerta del instituto cuando sintió una respiración en su cuello, volteo algo alarmado pero no había nada.
Maldición es acaso que ya me estoy volviendo loco? -suspira un poco-
volteo para seguir su camino pero le sorprendió ver ahí al rubio "como llego ahí" camino un poco hasta quedar enfrente de el, la verdad el cejillas era algo raro siempre aparecía enfrente de el sin que se diera cuenta, tenía unos años conociéndole y siempre iban juntos a casa ya que vivían cerca...corrección vivían muy cerca ellos dos
Nos vamos marimo? -Sanji sonrió un poco mientras comenzaba a caminar-
Como rayos es que siempre apareces así eh? -camino aún lado de el era algo que nunca se supo explicar-
Siempre estas distraído es por eso que nunca me vez cuando paso aún lado de ti, eso es todo -el peli verde no le creyó para nada-
Desde qué te conozco siento que me ocultas algo, que es? -Zoro se detuvo mirándole sería mente-
No oculto nada -saco una cajetilla de cigarrillos mientras tomaba uno y lo dirigía a su boca-
Eres un maldi.....-sintió como algo le apretaba la garganta dejándole sin aire- ngh!
-Sanji le miro un poco sorprendido, se acerco al peli verde algo asustado mientras tomaba la cosa que traba de asfixiar al chico, los ojos del rubio se tornaron de un color rojo carmín sostuvo aquello con mucha fuerza mientras que Zoro no quitaba su vista de los ojos de Sanji, "que sucede" pensó un poco mientras se le nublaba la vista no podía respirar "moriré aquí?" Fuelo único que pensó antes de perder la conciencia en los brazos de su amigo.-
-despertó con un dolor de cuello que ni el sabía porque...."como llegue aquí?" Se levantó de la cama para ver que había sucedido, cuando se acerco al espejo vio unas marcas en su cuello estas tenían forma de unas manos "que demonios" escucho un ruido en la cocina de su mueble saco una espada de funda blanca y bajo con cuidado por las escaleras mientras desfundaba esta, corrió rápido y puso el filo de la espada en el cuello de la persona que estaba ahí, para su sorpresa era Sanji
Baja eso maldito marimo o es acaso que me quieres matar? -el rubio servía comida en dos platos-
No hasta que contestes, por que diablos tengo estas marcas y por que tus ojos se volvieron rojos -el peli verde no alejaba la espada quería saber toda la verdad-
Bien te lo diré mientras desayunamos -puso los platos en la mesa y tomo asiento-
-Zoro se sentó y comenzó a desayunar pero la garganta le dolía a horrores, es que le habían apretado tan fuerte para dejarle un dolor así? No se quejó ni nada levanto su mirada al rubio que al igual que el estaba comiendo-
Y...me dirás o piensas que darte callado?
Te diré....Zoro soy un demonio que ha venido a cuidarte -seguía comiendo sin darse cuenta de que el peli verde esta en un estado de Shock-
Estas de broma verdad ero-cook? -le miro algo ingenuo, acaso creía que se tragaría esa mentira-
Es la verdad, soy un demonio -el rubio miro directamente a los penetrantes ojos del peliverde-
Demuéstralo y ya veré si te creo -este se cruzo de brazos esperando al rubio-
Y que quieres que te enseñe? -este le miro ya con los ojos de color carmesi- esto no te basta marimo?
No, eso no me basta -frunció levemente el ceño-
Tsk, marimo idiota -se desabrocho la camisa quitándose esta dejando ver unas alas negras con picos en la puntas de estas- satisfecho?
El peli verde realmente estaba sorprendido, por que diablos esta un demonio en ese mundo? Acaso venía a matar o alimentarse, bajo un poco la vista a la mesa.
Te creo -lo le miraba tenía un poco de miedo pero aún así Sanji era su amigo-
He venido a cuidar de ti, hay un espíritu que quiere asesinarte por eso has sentido cosas y te han ahorcado -se viste de nuevo para dirigir su vista al peliverde- Zoro soy algo como tu ángel guardián.