Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Hasta que te conocí por ByouBunJikan

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

ONE-SHOT

LEMON

Kaito se llama Hinamori Kaito 

Yun es Kotaro Yun

emm... esto es de la serie

100 Maneras de Amarte

 

este es el primer fanfic de la serie!!

Dejen comentarios pro favor!

Notas del capitulo:

Os espero les guste, de verdad que me esforcé, es el primero de cien que están en el proyecto de la serie

100 Maneras de Amarte

dénle una oportunidad por favor

gracias

Aki-Tori!

Y entonces lo conocí…
Mi vida era un poco problemática, mi crecimiento emocional había sido un poco trágico y no recibía mucha aceptación en los clubes de la preparatoria a la que iba, no recibía mucha atención en casa y vivía solo en otro país donde mi único norte era seguir estudiando para lograr mi única meta; tener una escuela de música.
Aunque mi vida tuviese muchos tropiezos, yo buscaba la manera de arreglar el camino, me dedicaba a mantener una casa en Japón con el dinero que el trabajo me dejaba, lo que recibía por paquetería también me ayudaba con mis gastos de la escuela, pero lo que siempre me mantenía de buen humor, eran las cartas que mis hermanos menores mandaban cada cuatro meses.
Levantarse, desayunar, ir a la preparatoria, estudiar, salir, trabajar, trabajar, llegar a casa, cenar, hacer tarea, limpiar un poco la casa, dormir y así fue durante tres años… Hasta que me tocó ir a hacer mi examen de la universidad para la carrera de Comunicaciones, iba con la idea de poder dar lo mejor de mí, incluso sabiendo que por ser gay me iban a molestar mucho, pero ellos no tendrían que saberlo, yo solo llegaría y ya, seguiría con mi vida monótona y aburrida, donde las sonrisas eran algo en segundo plano y la seriedad reinaba mis sentimientos…
Y entonces lo conocí…
Esa tarde, estaba lloviendo mucho, yo estaba caminando con un paraguas y estaba en camino a casa cuando decido detenerme un rato bajo un árbol de cerezo, necesitaba pensar bien cómo iba a llegar a casa sin que se me estropeara la ropa que llevaba de la tintorería. Cuando me coloqué debajo del árbol de cerezo localicé a vista periférica a un chico de cabello café, estaba titiritando y maldecía a su ser por no haber cargado un suéter.
El chico era lindo… se veía muy curioso abrazándose a sí mismo, yo decidí quitarme mi saco café claro, lo coloqué en sus hombros cálidamente, él me volteó a ver y yo le vi, ya que me dejó ver sus ojos, miel… era tan lindo.
-¿Nos conocemos?- me preguntó, era normal que lo hiciera, ya que no todos los días un desconocido te presta su saco para cubrirte del frío 
-En lo absoluto- mi ronca y habitual voz estaba ahí, mi seria faceta y mi tono de pocos amigos predominaba, no era mi culpa, yo no quería ser así
-Entonces… me llamo Kotaro- dijo, sonriéndome, extendiendo su mano
La estreché y respondí –Hinamori- estaba caliente, al contrario que yo que estaba frío –Me voy, cuídate- tomé su mano y coloqué en ella mi paraguas, salí de ahí prácticamente corriendo
-¿Eh? ¡Espera! ¡Tu saco! ¡Hinamori-kun!- me gritó, pero yo no pensaba regresar en ese momento…
Ese momento en que mi corazón vibró y pensé –Esto, es amor a primera vista-
Al llegar a casa y dejar todo en su lugar respectivo, me senté en el sofá, meditando un poco mi conclusión acerca de Kotaro-kun, y bueno… caí en lo mismo
-Me gustas, Kotaro-kun-
Y aunque fuera estúpido enamorarse a tan solo primera vista, él me cautivó como nunca, haría lo que fuera por volverle a ver, por escuchar esa dulce voz y ver sus ojos de nuevo… lo haría sin pensarlo.
A los días, me enteré de que fui aceptado en la escuela a la que fui a aplicar examen, así que comencé a hacer compras del uniforme, el cual era negro con azul, un uniforme que me gustó bastante, aunque claro… el primer día sí que fue interesante.
Lunes, primer día de clases –suspiro- desperté, tarde… ¿TARDE? ¡Sí! 
Eran las siete treinta y empezaba clases a las ocho, siendo que tardo veinte minutos en llegar, claro, si voy en auto, ahora que voy caminando me iba a tomar al menos una media hora. Me resigné, no iba a llegar en tiempo de todas formas.
Así que me fui a duchar con la calma del mundo, después fui y desayuné fresas, mi fruta favorita, con un vaso de leche y pan tostado. Fui a mi habitación y me cambié, un pantalón negro, zapatos negros, blusa de manga larga azul celeste con puños y cuello, más botones negros, saco negro con botones azules, corbata negra. 
Me acomodé la camisa con tres botones desabrochados la, arremangué hasta encima de mi codo y me puse floja la corbata, me coloqué mis lentes y me alboroté el cabello y tomé mis cosas, mi saco lo cargaría en mi hombro sostenido de mis dedos, mi mochila iba en mi otro hombro, tomé mis pertenencias personales y salí de casa, caminando tranquilo, pensando en muchas cosas, y también en que mucha gente me observaba.
Al salir de casa, caminando por mi calle, me daba el lujo de saludar a mis vecinos, los únicos que me trataban con cariño y no les molestaba mi presencia, ellos me devolvían una sonrisa en seguida de un ‘’buenos días’’ y seguían con su vida, al igual que yo.
Caminé por varias calles hasta adentrarme al centro de la ciudad, al doblar en una calle alguien chocó conmigo, alguien de estatura más baja, miré quién era y…
Era Él
-¡Gomenasai!- me dijo sin siquiera verme antes de disculparse -¡Hontoni gomenasai!  
-Ya te entendí, ahora deja de disculparte- le dije, aun con ese tono poco amigable, haciendo que me volteara a ver y… se sonrojó, eso provocó en mi un poco de duda, ¿Por qué me veía así?, su mirada se fijaba en el nacimiento de mi pecho, donde mi camisa estaba desabrochada, se había sonrojado más
-¿Hi-Hinamori-kun?- me preguntó, viéndome por fin a los ojos
-Kotaro-kun…- dije, haciendo que de su boca se mostrara una sonrisa tímida
-Yokata!!, no me equivoqué de nombre hehehe- dijo, despeinándose un poco el alborotado y abundante cabello café -¿Hmm? ¿Por qué cargas el uniforme tan desordenado?- me dijo de repente, el sonrojo que tenía seguía ahí, se acercó y tomó los botones de mi camisa, abotonándolos uno a uno, tomando mi corbata para ajustarla… sentía su respiración, yo había inclinado mi mirada para poder oler su esencia, dulce mezcla de frutas cítricas, cuando se dio cuenta de que percibí su olor se exaltó un poco, pero al terminar de arreglar el cuello de mi camisa se despidió de mi…
-¿Por qué querrá llegar solo? ¿No habrá notado que cargamos el mismo uniforme?- pensé mientras mis pasos le seguían a tres metros de distancia, notaba su pena, su nerviosismo, en mi cara se mostró una maliciosa sonrisa… me iba a divertir apenando a este chico que me traía loco.
Al llegar, Kotaro seguía caminando por los mismo rumbos hacia donde yo iba ¿Acaso nos tocaría en el mismo edificio? No lo sé pero me interesaba saberlo… al estar en el edificio y ver que caminábamos hacia el mismo lugar, sentía una inmensa felicidad, iba a estar con él durante toda la universidad, en el mismo salón… será increíble
Al entrar al salón el profesor nos amonestó y nos dio el papel de presidente y vicepresidente de la clase, yo estaba muy tranquilo, sabía tratar con multitudes, pero al parecer Kotaro-kun no era muy bueno, afortunadamente íbamos a estar sentados en el mismo banco de dos personas, eso me daba ventaja para tenerlo solo para mí, aunque sonara posesivo.
-Bueno, después de la interrupción del joven… Yun y su acompañante… Kaito- dijo el director, dándome el dato de que mi nueva locura se llamaba Yun –iniciaremos con nuestra primera actividad, página 6 de su cuadernillo, en parejas resolverán los problemas hasta la página 10 y después harán una pequeña tabla de datos donde recaudarán todo lo relacionado con el tema-
Empecé con sacar mi libreta y el cuadernillo, un lápiz y un borrador, mi compañero había sacado lo mismo y se veía algo intimidado por las matemáticas, me acerqué y le dije en un tono normal, deshaciéndome inconscientemente de mi tono agresivo -¿Todo bien?-
Sentí cómo me miraba apenado y sonreía nervioso –No soy muy bueno con las matemáticas- eso me pareció bueno
-¿En serio? Bueno, yo puedo ayudarte- en ese momento comenzamos a hacer el trabajo, le estuve ayudando y al terminar el trabajo me quedé haciendo unas notas de lo hecho, ya que gracias a ser tan despistado olvidaba todo con frecuencia
Sentía la mirada de muchas personas del salón, y también sentía que eso a Yun no le agradaba mucho, así que al acabar de hacer mis notas, y de guardar mis cosas, le dediqué toda mi atención
-Kotaro-kun, usted me gusta- decidí ser directo, claro, en mi mente, ya que no me atreví –Kotaro-kun, ¿cuáles son tus gustos?- le dije finalmente
-¿Gu-gustos?- preguntó –Bueno… me gusta dibujar- me dijo, mirándome con una sonrisa tímida -¿Cuáles son tus gustos?- me preguntó
-Me gusta la música clásica… y los deportes- dije del todo tranquilo, colocándome de forma en que mis brazos eran una almohada mi cabeza, pronto seria el receso.
-Vaya… un poco contradictorio- dijo sonriéndome, yo me derretía con esa sonrisa. 
Me moría por esconderla de todos y que sus labios se juntaran con los míos, pero ¿Y si él ya tenía a alguien más? Prefería guardarme mis instintos para otra ocasión en donde su cordura y su confianza fuesen mayores.
-Kotaru-kun- le susurré, acercándome a su oído –Tienes unos ojos muy lindos- me volví a recargar y miré su faceta, tan apenada y ruborizada, en definitiva me iba a divertir enfadando a este chico
-Moo Hinamori-kun, eres malvado- se quejó, cerrando los ojos, estaba en la posición perfecta para besarlo…
-Bueno, no creo que sea tan malo después de todo el querer molestarte- pensé
Hasta que lo conocí supe de nuevo lo que era sentirse feliz y atraído a querer sonreír, a querer disfrutar cada día para poder hacer de mi compañía una más agradable para alguien más, supe, y volví a experimentar, el cariño hacia otra persona ajena a mi familia.
Después de ese día, pasaron cuatro meses de construir un lazo afectivo con Yun, hacía que me conociera lo suficiente y logré conocerlo, un día antes de que fueran los exámenes lo había invitado a comer a un lugar donde vendían una pizza muy rica, ese lugar, era mi trabajo.
-Kaito-kun, ¿dónde trabajas?- me preguntó
-¿Por qué no mejor me preguntas cuál trabajo tengo hoy? Heheh- y es que incluso en la universidad tenía dos trabajos después de la escuela
-Hahaha, bueno ¿a dónde iremos a comer hoy?-
-Hoy… mi trabajo más reciente, el boliche- le dije
-¡¡¡Sugoi!!! ¡El boliche! ¿Me enseñarás a jugar?- me preguntó mientras se colocaba en frente mío y caminaba en reversa
-Claro que te enseñaré- le dije, y antes de que me dijera otra cosa se tropezó con sus propios pasos y cayó, pero me tomó de la camiseta y me jaló con él, haciendo que lo lograra sostener de la cintura, pero no logrando evitar que cayéramos, afortunadamente fui yo quien azotó en el suelo y no el –Auch… eso dolió un poco- dije sonriendo torpe, cuando menos él estaba bien encima de mi.
En ese momento, Yun se me quedó viendo a los ojos, sonrojado como en ninguna otra ocasión, de verdad me sorprendí cuando sus ojos se fijaron en los míos y luego fueron mirando toda mi cara, estábamos a mitad del parque y él no tenía idea de que lo pudieran ver, me quedé asombrado de que mis manso tocaran su cintura y se mantenían ahí sin titiritar.
Fue un momento de intimidad total.
Se levantó algo apenado y me ayudó a levantarme, luego de desempolvar mi camisa y arreglarme un poco diciendo que se disculpaba me miró a los ojos ¿por qué de repente sentía tanta intimidad con él? No lo sé, pero me gustaba.
Al llegar al trabajo fui a cambiarme en lo que Yun dijo que iría al baño. Cuando me retiré a los vestidores él me alcanzó y me abrazó, agradeciéndome por haberle ayudado en la caída anterior, yo lo abracé por la cintura y bese su mejilla, lo hacía siempre y él lo interpretaba como un gesto de amistad, pero esta vez sentí esa cercanía más allá de la de una amistad ¿Imagino o Yun sentirá algo por mí?
Salí de los vestidores con una camisa de manga larga color negro y unos pantalones de mezclilla oscura, mi par de tenis azul oscuro y lentes, dejé en mi casillero mis cosas y pedí una pizza chica para Yun y para mí. Fui a una de las mesas y lo esperé, cuando le vi me sorprendí. Vestía un ajustado pantalón de mezclilla clara, una camiseta de manga larga café claro y una camiseta de manga corta de color blanco encima, se veía muy bien…
Comimos pizza y empezamos a jugar boliche, así que cuando Yun fue a tomar la bola me acerqué para enseñarle –Bien, primero debes tomar con estos dedos la bola, deben entrar bien pero no deben de ser unos orificios tan grandes, toma esta bola- comencé a enseñarle y a acercarme más a él, sintiendo su sedoso cabello contra mi cara, lo tomé de la cintura con una mano y le comencé a dar un pequeño tutorial de cómo dejar caer la bola, sentía que no se oponía y que se apenaba demasiado, yo estaba disfrutando su cercanía, y estoy casi seguro, de que él también.
Cuando dejó caer la bola y vio que casi todos los pinos cayeron, se emocionó tanto que se volteó y me abrazó por el cuello, me sorprendí pero gracias a mi equilibrio no nos caímos, lo tomé de la cintura y lo cargué, se escuchaba tan feliz.
Después de que su emoción pasará observó la situación en la que nos encontrábamos, besó mi mejilla y sonrió ampliamente, yo lo dejé tocar el suelo otra vez con sus pies y fuimos a terminar la pizza y luego nos fuimos a casa, ya que mañana tendríamos examen de una materia y Yun siempre iba a dormir a mi casa porque se quedaba a estudiar.
Al llegar a casa dejamos nuestras cosas en la sala y fuimos a mi habitación con nuestras libretas a estudiar, pero esa sensación de que hoy no estudiaría los textos estaba muy fuerte, ya que Yun me veía de repente y me sonreía de una manera un tanto coqueta, yo sonreía de regreso y sus mejillas se ponían rosas, quería besarlo y decirle lo mucho que lo amaba…
-Nee Kaito, no tengo ganas de estudiar- dijo de repente, cerrando su libreta, haciendo que lo volteara a ver –Préstame eso- me dijo, quitándome los lentes, colocándoselos -¿Cómo me veo?- preguntó, sonriéndome
-Te vez muy bien- le dije sonriente –pero si los sigues usando terminarás necesitando unos con mayor aumento que los míos que solo son para lectura- le dije, quitándoselos para dejarlos en la mesa y guardando mis cosas
-Nee Kaito- me dijo, llamando mi atención, en cuanto voltee sentí algo que creí jamás sentiría, sentí… sus labios besando los míos con suma suavidad
No supe en qué momento me había derribado de mi asiento y yo estaba en el suelo, me tomaba de los hombros y me estaba besando tan dulce que no pude evitar tomarlo de la cintura, haciendo que se apegara más a mi cuerpo, cuando dejó de besarme me miró a los ojos y sin decirle nada capturé sus labios en un beso más enérgico, su boca se besaba con la mía de manera pasional, su lengua y la mía aun temíamos a invadirnos, pero nuestros labios se besaban como si no hubiera mañana.
En un momento inoportuno me tomó por sorpresa y me besa… ¿quién diría que él daría el primer paso?
-Kaito- me susurró, sonrojado a más no poder –Me gustas mucho…- 
-Yun- eso me había sorprendido mucho, pero sentía una alegría enorme –Tú también me gustas… no, no me gustas- sonreí –Te amo- le dije para luego sentarme y recargar mi espalda en mi cama, teniéndolo a él sentado en mis piernas, lo apegué más a mi cuerpo y le devoré a besos la boca, escuchando esos sonidos de placer y satisfacción
-Kaito...- me susurró al oído, de repente sentí adrenalina pura con ese tono tan inocente y apto para que me lo comiera de un bocado 
-¿Qué pasa Yun?- pregunté, besando su cuello en múltiples ocasiones, mis manos lo acariciaban sobre la camiseta
-Quiero… que me ames más- eso último lo dijo en un tono tan erótico que provocó en mí una serie de hormigueo por todo mi cuerpo
-Amor… no sabes cuánto he estado esperando por este momento- le susurré al oído- acercando mis labios a los suyos otra vez, pero a diferencia del otro beso, éste sentí cómo sus dientes mordían mi labio inferior, eso me estaba excitando, había algo en Yun que con esa faceta me encendía de inmediato. Lo tomé de la cadera y metí mi lengua en su boca, escuchándolo gemir sonoramente. Sus manos se aferraron a mi cuello y de repente…
De repente sentí calor en mi abdomen… era su miembro que estaba apenas sintiendo calor, al igual que yo.
Mi lengua viaja por toda su boca mientras lo tomo del trasero y lo cargo hasta poder acostarlo en la cama, estaba ansioso por hacerlo mío. Cuando lo acosté en la cama rompí el beso y miré cómo estaba de sonrojado mi amado Yun, quien sin pensárselo se empezó a desvestir, diciéndome que yo también lo hiciera, esa forma tan… diferente de Yun me estaba poniendo loco. Me quite la ropa quedándome en calzoncillos y cuando menos se lo esperó lo tomé de la cadera antes de que se quitara el pantalón, estaba descubierto de su cintura hacia arriba
-Espera, deja que me quite el pantalón- dijo suplicante, pero preferí ayudarlo 
-Deja que lo haga yo- lo recosté de nuevo en la cama y lo empecé a besar con pasión, nuestras lenguas jugaban a ver quién dominaría más, mientras mis manos se encaminaban a su pantalón y le desabrochaban para con una mano empezar a estimularlo, aun sobre la ropa interior, mi boca descendía por su oreja y la lamía, escuchando que tras esa acción gemía, así que bajé más y empecé a estimular sus tetillas, una con mi boca, la otra con mi mano libre.
-Ahh! K-Kaito mmmm- lo alcanzaba a escuchar gemir, era unos sonidos de placer que me prendían de manera increíble, sentía mi miembro hacerse grande con solo escucharlo, y ni se diga de su miembro, el cual provocó que su ropa interior se humedeciera con prisa, lo libré del pantalón y de su ropa interior, estaba realmente erecto, Yun se sentó en la cama y me quitó el bóxer, pero no lo dejé hacer nada más.
Di un paseo con mi lengua por su cuerpo mientras que Yun gemía enloquecido, eso me estaba sacando de mis cabales y de control, lo quería penetrar de inmediato, pero no lo haría, primero debía prepararlo
-Kaito- susurró, sonrojado, atendí a su llamado y tomó mi mano derecha, de ella escogió mis dedos índice, medio y anular y los metió a su boca –Quiero que me hagas tuyo- dijo antes de empezar a lamerlos como si fueran paletas de caramelo
Esa escena me estaba excitando demasiado, tanto que no pude evitar bajar y darle un poco de mis servicios a su miembro con mi boca, sintiendo lo palpitante y necesitado que estaba, lo escuchaba gemir tan fuerte que podría estarlo haciendo todo el tiempo sentir esa adrenalina a la máxima velocidad
Saqué mis dedos de su boca, llenos de saliva y sentí cómo sus piernas de abrían, verlo de esa manera tan… erótica provocó en mí una sensación de locura, me acerqué a besarlo con pasión mientras metía el primer dedo, provocando en él una reacción de dolor, tomándome del cabello y jalándolo un poco para calmarse, después de unos segundos logré sentir que gemía ligeramente, así que decidí meter el segundo dedo, éste le provocó más placer que dolor, ya que gimió entrecortado mientras movía esos dos dedos para dilatarlo más. Cuando metí el tercer dedo lo escuché gemir entre besos realmente extasiado, me estaba volviendo loco por él, me volvía un pervertido de solo escucharlo gemir y sentir que estaba ansioso porque lo hiciera mío.
Saqué mis dedos y noté inconformidad de inmediato, pero lo tomé de la cadera mientras me sentaba en la cama y le susurraba –Te amo Yun- me tomó de los hombros y con una sola estocada lo senté en mi erección, gemí lleno de placer al mismo tiempo que Yun jadeó fuertemente en mi oído
-Eres… muy estrecho Yun- le dije, quedándome quieto un momento
-Ka-Kaito, yo... mmm- incluso sin que nos moviéramos estábamos llenos de placer –Te amo- me dijo al oído, mordiéndolo, como si fuera una señal
Y en efecto lo fue, ya que se empezó a autopenetrar él solo, eso me hizo sentir un poco responsable, así que lo tomé de la cadera y le comencé a ayudar. Gemía y jadeaba tan fuerte que sentía que me estaba poniendo más erecto de solo sentirlo en mi oído jadear y gemir, con mi lengua me ponía a endurecer sus tetillas, una de mis manos tocaba su miembro y lo estimulaba, estábamos en un vaivén de placeres enormes y llenos de locura.
-Aah Ka-aaah-aaito- decía entre gemidos, me estaba volviendo loco, su silueta tan delicada estaba siendo tan erótica en este momento. Lo acosté en la cama y lo seguí penetrando. Sus piernas se aferraban a mi cintura y sus manos a mi cuello, yo lo tomaba con ambas manos de sus caderas y lo penetraba rápida y fuertemente, nos besábamos con la respiración entrecortada, y llenos de placer, terminamos cuando Yun se corrió entre nuestros abdómenes, provocando que se contrajera su entrada y haciendo que mi miembro se apretara y lograra llegar al clímax.
Cuando salí de él, me acosté a un lado suyo, atrayéndolo a mi cuerpo, abrazándolo por la cintura y besando sus labios –Gracias por dejarme hacerte mío- le dije –te amo- besé de nuevo sus labios y dejé de durmiera conmigo…
Al día siguiente Yun despertó con una incomodidad en la espalda baja, yo le estuve cargando durante todo el día y después de clases fuimos a pasear… desde aquella vez que lo conocí supe que él sería con quien tendría mi primera experiencia… Hasta que lo conocí, supe que el amor, no es solo un sueño…
 
 
Notas finales:

GRACIAS POR LEER

PRONTO ESTARÁ EL SEGUNDO FIC

ESPERÁDLO!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).