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!Si Me Quieres¡ por Kida D Eirhin

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Notas del fanfic:

Los personajes son todos, propiedad de Eichiiro Oda.

Notas del capitulo:

Bien...lo prometido es deuda asi que, aqui estoy con mi segundo Lemon, >///<, me han pedido este, por medio de mi face, y bueno este esta dedicado a todos aquellos que me han apoyado hasta ahora. Saludos

!Si Me Quieres¡

 

 

Un menudo joven, que llevaba un sombrero de paja, en la cabeza, franela roja con mangas hasta el codo, pescadores azules y descalzo, caminaba de un lado a otro, del mascaron del Sunny, nervioso, bajo el tenue brillo que brindaba la luna.

Sus compañeros lo miraban preocupados desde la cubierta, no era normal que ese muchacho tan inquieto y descuidado estuviese tan alterado.

Sintió la mirada de sus nakamas, pero no se volvió a mirarlos, sabia que estaba preocupandolos, y no quería dar la impresión de que algo le ocurría. Sin embargo, era difícil que estuviese tranquilo, si hacía meses, que estaba pensando en el mismo dilema.

Divisó la caseta, que estaba del otro extremo del Sunny, que era iluminado por la brillante luna, y

por las luces que se veían por las ventanas. De reojo, notó que sus amigos también miraban en esa dirección, seguramente sin entender que era lo que su capitán miraba tan atentamente.

Sin embargo, lo que en verdad esperaba ver, era al hombre que estaba dentro de la caseta, solo podía ver una sombra moviéndose de un lado a otro.

Zoro” se decía. Sus grandes ojos negros, no apartaban la vista de ese lugar, le era difícil, quitar la mirada una vez que se concentraba en esa caseta. La brisa agitaba levemente su sombrero y su cabello, sin dejar de mirar con cara de enamorado a esa caseta, que ocultaba a quién más quería.

Hasta que por fin la apartó, a la vez que con el sombrero, se cubría parte del rostro, sumiéndose en la oscuridad, y apretaba su puño. Era la decisión más importante que había tomado, en mucho tiempo. Ésta era la noche decisiva en su vida, era una decisión más personal, que decisión de capitán.

“Esta noche...terminaré con esto...ésta noche por fin podre estar tranquilo” se dijo.

Era la primera vez, que llegaban de noche a una Isla, y habían quedado de acuerdo en que, apenas llegaran a ésta, no regresarían al Sunny, hasta en un par de días más.

Zoro se había ofrecido, para cuidar del barco, y Robin, había sugerido, que Luffy, se quedara con él, en caso de que algo malo llegase a suceder.

Era bien sabido que a Luffy, algo le pasaba con su primer oficial, incluso, sus amigos pensaban que habían peleado, pero en realidad, era que Luffy, se había estado alejando de él, era para poder pensar. Sabía que lo que dijera en ese momento, sería decisivo, en su futuro.

Zoro por su parte, aún tenia grabada en la memoria las palabras que un tiempo atrás ese pequeño tonto le había dicho. “Si en verdad siente esas cosas por mi...¿porque me evita...?

Entrenaba, como un desquiciado, tratando de aclarar él también, esos sentimientos que el capitán le había, traspasado.

¿Somos amigos...nakamas...me gusta porque somos amigos verdad? Al igual que Sanji y Chopper, y los demás...¿es lo mismo no es así? Pensó en su momento Luffy, pero pronto descubrió la diferencia de cariños, entre sus amigos y su espadachín.

Se volvió hacia el frente, de espalda a la caseta, y se cruzó de brazos, un momento, y luego, comenzó a sacudirse el pelo, haciendo que el sombrero se le resbalara hacia atrás, mientras se sentaba en el mascaron, y continuaba revolviéndose el cabello.

-!¿Porque tiene que ser tan difícil?¡- gritó.

 

Ésta vez, (todos, que a esa hora estaban en la cocina) salieron a cubierta y Zoro, que estaba encerrado en la caseta, se asomó por la ventana para enterarse de que diablos le ocurría ahora a su capitán.

-¿Y ahora a ti que te pasa?- le gritó Zoro.

Luffy, se volvió a mirar a quien le gritaba de esa manera.

-¡¡¡¡¡Eres un tontooooooo!!!!!- le contestaba, el pelinegro, desde el otro extremo.

¿El porqué le había respondido eso?, la razón era muy simple, ya una vez, le había declarado sus sentimientos a su despistado espadachín, y éste se había burlado de él, diciendo, que esos sentimientos que tenia hacia él, eran los mismos que tenia por sus amigos.

A la distancia se miraban fijo, parecía que echaban chispas por los ojos, y era obvio, estaban pensando en lo mismo. “Estás burlándote de mí de nuevo ¿no es verdad?”

Por fin llegaron, Luffy y Zoro, se habían estado gritando estupideces, desde los extremos del barco, desde hacían unas horas, y la discusión, había ido aumentando de tono y apenas tocaron tierra, la tripulación salio como alma que lleva el diablo, lejos de los dos que se reñían una y otra vez.

-¡Como le pase algo al Barco...- amenazo Nami, señalando a cada uno de los jóvenes-...a ti Zoro te rebanaré con tus propias catanas y a ti Luffy, te hecho al mar ¿lo han entendido? Nosotros nos hospedaremos en alguna posada u hotel que encontremos- les gritaba con los ojos echando chispas.

Siguo a los demás.

Por fin el parcito se tranquilizó. Se sentaron uno frente al otro, Zoro molesto, pero Luffy, nervioso, con unas locas ganas de salir corriendo de allí, y perdérce...Pero luchó contra ese impulso, debía decirlo, y se quedo sentado, muy quieto, tanto que Zoro pensó que estaba dentro de una piscina con agua del mar.

-Bien...ya puedes decirme que demonios es lo que te pasa...-le dijo Zoro en un tono calmado.

-Sabes bien que es lo que me pasa, no juegues conmigo-dijo Luffy evitando mirarlo.

-¿Otra vez con esa estupidez?- preguntó Zoro, un poco molesto. -¿Que es lo que pretendes?-

Aclarar todas éstas dudas ésta noche...creo que esto no será fácil...pero debo intentarlo” pensó.

-No es una estupidez decir las cosas que uno siente ¿no crees?- siguió sin mirarlo, no podía, el rostro le comenzaba a arder, y sabía muy bien porque era, no le daría en el placer a su espadachín de verlo sonrojado.

-Es cierto, es obvio que los quiero a todos, pero...tu eres diferente...ya te dije antes que el querer que siento por los demás no es el mismo que siento cuando estás cerca de mí, ya sé la diferencia...-

Quisiera poder desaparecer todo estas emociones...pero no puedo” se decía cerrando fuertemente sus ojos bajo el sombrero, y soltando unas lágrimas.

-¿Porque no buscas una chica que te haga feliz...porque piensas que un hombre lo haría mejor?- parecía que esas palabras habían sido arrancadas a la fuerza de su garganta.

Bajo su sombrero, Luffy abría sus ojos, sorprendido, y preguntándose porqué le decía semejantes palabras.

-Nami es joven y apuesta...y Robin...no me parece que tiene algún romance con Franky...- dijo Zoro pensativo.

-Si no eres tu...no puede ser...- dijo en un susurro que no pudo reprimir.

-¿Que...?-dijo Zoro, viendo que el pequeño, comenzaba a temblar ligeramente, sobre el césped del barco.

-No puedo estar sin ti...- continuó él apretando los puños con fuerza, sin para de temblar.

-Oye...que est...-pero Luffy, lo interrumpió.

-No importa si vuelve a pasar un día un mes o un año más...y seguir hiriéndome de ésta manera...hasta que no me digas lo que de verdad esta sintiendo tu corazón...-dijo llevando una de sus manos hasta el pecho del espadachín -...no dejaré de perseguirte.-

Entonces...puede que en verdad me quiera tanto como dice” se dijo.

-¿Y aún dudas?- le dijo levantándose y quedando de pie frente a Zoro, que levanto la vista para ver como su capitán derramaba lágrimas sin control.

El espadachín se quedo tan helado al verlo, que sintió como su corazón, se aceleraba por aquella reacción del joven.

-¡¡Si tienes algún problema con que me gustes solo dímelo...ya te he dicho que mientras no me des una respuesta no te dejaré en paz!!- le decía en medio del llanto que ya no podía contener. Le dolía. Le dolía las palabras que Zoro, le decía.

Zoro, siguió mirándolo.

-Yo jamás dije que fuera un problema que yo te guste...es solo que...- comenzó el espadachín, nervioso, llevándose una mano a la cabeza, y sacudiendo suavemente su cabello, y mirando hacia un lado. Listo. Ya estaba.

-¿Entonces que es...porque dudas?- preguntó, con la voz entre cortada, el capitán.

-¡Dudé porque de un momento a otro fuiste alejándote de mi...! ¿Que esperabas que hiciera?-dijo, haciendo que Luffy por fin lo mirara de nuevo.

- Después de que me confesaras tus sentimientos, te alejaste...¿como crees que me sentí entonces? ¿Como crees que me siento ahora?- el espadachín guardo silencio, su corazón, latía tan rápido que pensó que en cualquier momento caería inconsciente, lo había echo, acababa de declararle su amor a su capitán, y sintió que sus ojos comenzaban a arder. -Creí que estabas jugando conmigo...cuando me repetías eso...no lo creí-

Miró a su capitán, que no le quitaba la vista llorosa de encima, y que no había cambiado su expresión.

-¿Entonces?- preguntó, mientras se acercaba al espadachín.

-¿Entonces..que?- dijo Zoro, un poco confuso.

-¿Me quieres también?- preguntó esperanzado.

-¿Acaso no escuchaste lo que...- volvió a ser interrumpido por Luffy, que empezó a correr por todo el barco, registrandolo. Sabía que los demás ya se habían ido, pero quería asegurarse de que estaban solos, y que nadie llegaría en el momento menos indicado.

No era necesario volver a preguntar, era algo innato que, cuando presentía algo, resultaba siendo nada más que la realidad. Zoro lo quería

Estiro una de sus manos, y se agarró del mascaron, y extendió ambos brazos hacia el cielo estrellado, e iluminado por la luna.

Luffy, sonrió, mientras secaba sus lágrimas. “Resulta que sí me quiere después de todo...”

Se quedo ahí, sintiendo la suave brisa nocturna rozarle el rostro, refrescandolo, y agitando sus cabellos negros, bajo el sombrero. Su corazón, latía más rápido incluso, que más que cuando usaba el “Giar Sekando” llevo su mano hasta su pecho, sentía las pulsaciones en su piel, como si su corazón quisiera escapar de su interior.

Tenía que admitirlo, su primer oficial, hacía poco mas de dos años, que le estaba revolucionando las hormonas, y esas emociones crecieron más, después de que, fuesen separados por Kuma.

Muchas veces, mientras entrenaba solo en esa isla, pensaba en su espadachín, pensando que pronto lo vería otra vez, hasta se sentía agradecido, en parte, de que Kuma los hubiera separado, en ese momento fue cuando supo, que en verdad, ya no quería a Zoro, si no que termino por rendirse a él, diciéndose una y otra vez, que lo amaba.

Se volvió, a mirar a Zoro, que aún estaba de pie, en el mismo lugar en que habían estado sentados minutos antes. Sonriendole.

Bajó de un salto de su lugar favorito, quedando frente a Zoro, que se sonrojaba un poco al ver la sonrisa del joven, mientras terminaba de secar sus lágrimas.

Y en última lágrima, que el muchacho iba a limpiar, Zoro, le debuto la mano, para posar la suya propia en el rostro húmedo del capitán.

Luffy, lo tomo de la mano y lo llevo hasta su cuarto, allí, lo besó apasionadamente, y luego se apartó de él para mirarlo.

Zoro dio un paso hacia atrás, mientras que Luffy, avanzaba hacia él, hasta que la espalda de Zoro, chocó contra la pared de la habitación, miró a su izquierda y derecha buscando una salida antes de que fuera demasiado tarde.

Una salida” pensó. “Pero para que demonios busco una salida si esto es lo que estaba deseando”

El pelinegro, continuó acercándose a él.

Luffy sonrió, colocando sus manos a ambos lados del rostro de su espadachín, atrapándolo con agilidad, poniéndose de puntillas.

Zoro, ni siquiera tuvo tiempo de entender la situación hasta que Luffy, presionó su cuerpo contra el suyo. Zoro, en contra de lo que de su cuerpo le pedía, queriendo soltarse del abrazo de su capitán, se dejo acariciar, y bastaron unos cuantos toques en los lugares indicados, para que los gemidos escaparan a través de los labios entreabiertos del espadachín,lo que le dio la oportunidad a Luffy de besarle, como queriendo devorarlos. Su capitán, no le estaba dando tregua alguna, arremetía con todo lo que tenia, tocando y lamiendo todo a su paso y, en cosas de segundos, el desesperado capitán, llevo una de sus piernas a las de Zoro, y rosando su miembro, con tal suavidad que Zoro, no pudo dejar escapar un gemido largo, sensual y, provocador en medio de los besos, y eso que aún llevaba la ropa.

--¡Aaaaah...! jadeó a través de la respiración, que se hacia cada vez, mas agitada. Luffy, estaba comenzando a impacientare, cada vez mas, mientras su amante, seguía gimiendo de placer.

Estaba disfrutándolo, Zoro no podía evitarlo. Su capitán estaba siendo más certero, con respecto de donde tocar, y lamer.

-¡ Luffy...Aaaaah...!-en verdad estaba enloqueciendo, con lo que su capitán le hacía.

-Quiero que digas mi nombre entre tus gemidos... por favor..Zoro.- le pidió Luffy, en su oído, mientras sus manos, recorrían cada sentimiento del cuerpo del espadachín.

-¡Luffy...!- gemía Zoro.

Como había salido rápido de la habitación para saber que le ocurría a su capitán, Zoro, solo llevaba, una bata, y sus pantalones, iba con unas sandalias, para no lastimarse los pies, Luffy, se la quito lentamente, disfrutando de la visión, que le ofrecía el peliverde.

El corazón de Zoro, dio un vuelco cuando sus labios fueron capturados con firmeza por Luffy una vez más, y ante tal sensación, se apretó contra el cuerpo del pelinegro, y éste lo tomo de la cintura, para empujarlo con cuidado en la cama, de manera que él, quedara sobre Zoro. El capitán, abandonó los labios de Zoro, para jugar con sus pesones que estaban poniéndose duros. Zoro sentía contra él, la sensación de un calor que sólo Luffy, le era capaz de proporcionar. Luffy no podía esperar por mucho tiempo, el calor que empezaban a sentir, era como un incendio que no podían apagar, era suave cálido y reconfortante, era algo, que estaba enloqueciendo a ambos.

-Zoro...-le susurraba al oído, enloqueciendo y excitando cada vez más al espadachín.

Luffy, comenzó a bajar por el torso de Zoro, lamiéndolo, hasta llegar a la altura del ombligo.

Allí, se detuvo, y miró al peliverde, con su rostro ardiendo, y gimiendo de placer con sus caricias, subió de nuevo para besar esos labios entreabiertos, y ésta vez, introdujo su lengua, comenzando una guerra de quien devoraba a quien, una lucha que solo cesó, cuando, la falta de aire, se hizo necesaria, mientras, los gemidos, no disminuían. Luffy, volvió a remeter. La lengua de éste, luchaba por dominar la cavidad el otro, junto con darle pequeños mordiscos a esos labio, que luego abandonó, para morder suavemente, el cuello del peliverde.

Las manos de Luffy, viajaron por la espalda de Zoro, para luego pasarlas al frente y dejar que se sumergieran entre su ropa. Le acarició por debajo del pantalón, y Zoro, apretó los puños en las mantas de la cama. Intentando luchar en vano.

-No te resistas...- le dijo.

Sin embargo el capitán, estaba saboreando al máximo, la bronceada piel de su espadachín.

Zoro gimió suavemente en los labios, de Luffy, que volvían a aprisionarlo.

-¡Luffy...!-

De los demás sentidos, que no fuercen, el tacto y la audición, ya no tenían idea de adonde habían ido. Parecían haber sido bloqueados debido a tanto placer.

Zoro, renunciando a la lucha por el dominio, dejo a su capitán hacer lo que quisiera con su cuerpo.

Luffy, desabrocho los pantalones del peliverde, rápidamente , usando su otra mano para tratar de liberar al mismo tiempo, el miembro de su amado. El que empezó a masajear suavemente. En algún momento la ropa de ambos había terminado esparcida por el suelo en algún lugar de la habitación, cosa que les tenia sin más el minimo cuidado.

Entre besos, gemidos, y alientos agitados, Zoro, sintió, que la mano de su capitán dejaba solo un momento su hombría, para ir a la parte que el pelinegro, estaba deseando llegar.

Comenzó a acariciar, el trasero de Zoro, y mirándolo, mientras se relamía los labios.

-Ya no puedo esperar...- le dijo una vez, que se separó del peliverde, para verlo, sonrojado y avergonzado. Era la mejor vista que había tenido en su vida, mejor incluso que, la que tenía cada vez, que se sentaba en el mascaron de su barco. Aquel chico, rudo y fuerte, yacía a merced de su capitán. Se dio cuenta de lo que estaba por poseerlo.

Se detuvo.

-Si no quieres ésto me detendré...- le dijo, acercando su rostro al del espadachín.-Pero si no dices nada...ya no voy a parar...-

Pero el beso, que acababa de darle Zoro, lo dejo mudo.

-Puedes hacer lo que tu quieras conmigo capitán -dijo, y lo abrazó.

Era la señal, le dio la vuelta, dejando a Zoro, dándole la espalda. Se acercó a la entrada del peliverde, mientras que, con la otra mano, masturbaba con más apremio al espadachín, que volvía a gemir, volvía a llamarlo entre los jadeos. Sin dejar de sentir la piel del moreno, Luffy, subió, por la espalda del joven, besándola, mordiendo suavemente cada rincón, que tenía al alcance, acariciando el fuerte torso, surcado de pequeñas cicatrices, que acompañaban a la que le atrabesaba el pecho de forma diagonal.

Mientras, Luffy, frotaba su endurecido y erecto miembro, en el el trasero del moreno, a la vez que éste se retorcía de placer, comenzando a mover las caderas, contra las del pelinegro.

-¡¡Aaaaaaah...!!- exclamaban ambos al sentirse tan duros. Sin parar de frotare contra el peliverde, siguió besándolo, lamiéndolo y mordiéndolo, hasta que decidió, volver a girarlo, para mirarlo, y tras asaltar sus labios, bajó hasta el endurecido miembro del espadachín, y lo metió en su boca.

Mientras el calor aumentaba en sus cuerpos, Zoro y Luffy, parecían no tener ganas de dejar las cosas a la mitad, y Luffy, tragaba frenéticamente, la hombría de su amado, notando como este comenzaba a retorcerse y a embestirlo, marcando el ritmo.

La habitación ya estaba sumida en el calor, y gemidos de placer.

-No te contengas- le decía Luffy, en un tono ronco, que usaba normalmente, cuando debía tomar alguna decicion importante, pero eso no le quitaba lo sensual que había sonado para el peliverde.

-¡¡Luffy!!- no pudo aguantar mas, se vino en el interior de la boca del pelinegro, este sonrió.

La respiración la tenían al máximo, agitada a más no poder, Luffy, humedeció sus dedos, en los labios de Zoro, para humedecerlos, éste, saboreaba esos dedos, como si no hubiese nada mejor en la vida, y cuando Luffy, considero que estaban lo suficientemente lubricados, los llevó a la entrada de Zoro. Volvió a masturbar al joven peliverde.

-Aquí voy...-le susurró al oído.

Introdujo uno de sus dedos al interior de Zoro. Éste al instante soltó un gemido de dolor, Luffy, lo miró, y esperó, no lo quería lastimar, quería que disfrutara del placer que él podía darle cuando Zoro se lo pidiera.

-¡Estas bien?- le preguntó el pelinegro, preocupado, asustado.

-Si...no te preocupes...-

-Voy a moverlos...- anunció Luffy.

-Hazlo...- le autorizó el peliverde.

Comenzó a mover el dedo lentamente, para que no le doliera, y pronto los gemidos de dolor se transformaron en gemidos de placer. Al primer dedo le siguió un segundo y un tercer dedo, que se movían en el interior del peliverde, a la vez que con la otra mano, Luffy, subía y bajaba por su miembro.

Tras, dilatarlo, separó más las piernas del peliverde, y llevo su miembro, hasta la entrada de Zoro.

-Si duele...házmelo saber...no quisiera que me odiaras por lastimarte...es una orden...-susurro al final.

-Lo que usted diga capitán...- gimió.

Muy lentamente, comenzó a penetrarlo. Era estrecho, lo que seguramente para él, sería una suerte, así disfrutaría más de su amante.

Zoro, apretaba las mantas con fuerza, y arqueando un poco la espalda.

-¿Te duele?- le preguntó con esa voz, tan inocente que empleaba la mayoría de las veces.

-Un poco...- logró decir apenas.

Debe de dolerle demasiado” pesó Luffy “Apenas y me respondió”

Se detuvo a medio camino.

-Solo relajate por favor...- le pidió dulcemente el pelinegro, besando a su amado, de manera salvaje pero apasionada, intentando así, calmar un poco el dolor, se quedo un momento ahí, hasta que el espadachín, se calmara.

Le excitaba ver a Zoro, con su rostro ardiendo, sentirlo temblar ligeramente, y que le clavara las uñas en la espalda, al momento de apegarse a su cuerpo.

Zoro, comenzó a moverse, dándole a entender a Luffy, que podía continuar.

Seguía besando, no, devorando los labios del espadachín, al tiempo, que empezaba a embestirlo, con estocadas suaves, para que su amado, también lo disfrutara, pero pronto, la velocidad de las embestidas fue en aumento.

-¡Luffy...Luffy...más...!- lo llamaba, entre gemidos y besos.

Su capitán, notando que su amante, le estaba suplicando por más, separo aún mas las piernas del peliverde, para profundizar aún más las estocadas.

Luffy, abandono una vez más los labios de Zoro, para enterrar su cabeza en el cuello del peliverde, que a la vez, le oía llamarlo, y gemir en su oído, sabia que estaban llegando al limite, que de un momento a otro, acabarían.

Con una ultima estocada profunda, terminaron al mismo tiempo. Zoro en el abdomen de ambos, y Luffy, en su interior. Éste se dejo caer, cansado, sobre su amante, apoyándose en su pecho, y sintiendo, la cicatriz que le atrabesaba sus pectorales. La respiración de ambos, poco a poco, regresaba a la normalidad. Luffy, salio con sumo cuidado del interior del espadachín, para volver a dejarse caer sobre Zoro, que lo abrazo con tanto cariño, que si alguien los hubiese visto, lloraría de la emoción. Luffy, se sorprendió un poco, pero luego sonrió, y miro a su amado y despistado espadachín.

Se levantaron de la cama solo para darse una ducha, y regresaron al cuarto de Luffy, donde Zoro, volvía a abrazarlo, y veía como su pequeño capitán se quedaba completamente dormido.

-Es la primera vez, que entiendes algo sin necesidad de repetírtelo un sin fin de veces...- dijo Zoro, mirando a su capitán, y dejándose vencer también por el sueño, no sin antes besar a Luffy, en la cabeza, y cubrirse ambos con las mantas.

 

 

Notas finales:

Esperando que les guste, y que este a la altura de sus espectativas de ante mano muchisimas gracias,

Esta decicado a los lectores, que me pidieron este fics, es para ustedes difrutenlo


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